Comunicaciones espaciales y dilema del prisionero
Aplican la teoría de juegos al dilema de si es una buena estrategia intentar comunicarse con otras civilizaciones.
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Desde hace unas pocas décadas se tiene la esperanza de poder escuchar cabalgando en ondas de radio algún mensaje procedente de alguna civilización extraterrestre. Es lo que se llama programa SETI. Carl Sagan incluso soñó con que algún día tuviéramos acceso a la gran enciclopedia galáctica, una especie de Wikipedia confeccionada por todas las civilizaciones avanzadas de nuestra galaxia que se estaría continuamente transmitiendo de forma electromagnética a lo largo de toda la Vía Láctea a modo de un WiFi galáctico. Probablemente Sagan lo usó más como una metáfora que otra cosa, pero no estaría mal poder acceder a esa enciclopedia de Alejandría cósmica.
Hace un tiempo Stephen Hawking creó una polémica al afirmar que quizás no deberíamos intentar comunicarnos con otras supuestas civilizaciones extraterrestres porque algunas podrían ser belicosas. Si así fuera podrían tomar nuestras señales de radio como un aviso de que en nuestro planeta hay recursos y entonces podrían invadirnos o liquidarnos tal y como aparece en alguna que otra película.
Un argumento en contra de esta idea es que una civilización avanzada tecnológicamente tiene que haber vivido en paz con sigo misma y con las demás porque de otro modo no habría sobrevivido. Lo malo es que la historia humana nos enseña ejemplos de civilizaciones pacíficas que han sucumbido a civilizaciones belicosas.
Otro argumento, éste más de peso, es que los supuestos recursos a explotar en nuestro mundo por parte de los alienígenas invasores no son tales. Es más fácil conseguir minerales en otros lugares como los asteroides y no tener que viajar muchos años luz (en caso de que sea posible) para conseguirlos aquí. El agua es un compuesto abundante en el Universo y también se puede conseguir de muchos sitios, como los cometas, sin necesidad gastar energía en el pozo gravitatorio de la Tierra. Y si alguien piensa que vienen a comernos a nosotros y a los demás animales nada más alejado de la lógica biológica. Los extraterrestres tienen que haber seguido un camino evolutivo totalmente distinto al nuestro y su bioquímica debe ser totalmente diferente. Nosotros o nuestra comida no alimentarían a un alienígena en el mejor de los casos y en el peor de los casos lo envenenaríamos. De todos modos nuestro planeta y su biosfera ya son conocidos por cualquier civilización lo suficientemente cercana que tenga tecnología avanzada sin necesidad que le enviemos ningún mensaje.
Además la civilización humana ha estado emitiendo ondas de radio desde hace casi 100 años sin intenciones de comunicación, pero que podrían ser detectadas por civilizaciones que vivan a menos de 100 años luz de nosotros.
Siempre queda la posibilidad, claro está, que los alienígenas belicosos puedan ir por ahí destruyendo civilizaciones por deporte, diversión o ideología. Pero para llegar a ser una civilización avanzada se tiene que haber desarrollado la ciencia y la ciencia está basada en la curiosidad y las ganas de saber. Los científicos intentan proteger a toda costa sus objetos de estudio y son respetuosos con ellos, entre otras cosas porque los conocen bien. No hay ningún ecólogo que no sea un ecologista sensato.
Lo interesante de pensar sobre este asunto es que decidir si nos comunicamos o no implica que quizás los del otro lado pueden hacer el mismo tipo de análisis.
Ahora Harold de Vladar, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria, ha aportado un argumento nuevo a favor de intentar comunicarnos con otras civilizaciones. Según él el dilema del prisionero se puede aplicar en este caso
El dilema del prisionero se descubrió durante la guerra fría en RAND, un think tank creado en un principio por las fuerzas armadas norteamericanas y que todavía existe.
El dilema del prisionero se estudió a la luz de la teoría de juegos, una disciplina desarrollada por Von Neumann y mejorada por John F. Nash (sí, el de la película “Una mente maravillosa”). La teoría de juegos trata de proponer las mejores estrategias de cara a ciertas situaciones o conflictos y trata de explica los sistemas organizativos en la cooperación.
Así por ejemplo, con la teoría de juegos se puede explicar por qué el personaje de James Deen hace bien en desertar en el juego de “Gallina” y no estrellarse junto con el auto que conducía, aunque en la vida real muriera en un accidente de tráfico. También explica por qué nos colamos en el metro, seguimos en un matrimonio fracasado y por qué es mejor seguir en el puesto de caza de venados en lugar de disparar al primer conejo que aparece. Incluso algunos han aplicado la teoría de juegos con cierto éxito para ganar al póquer Texas holdem.
El dilema del prisionero fue descubierto por Merrill Flood y Melvin Dresher en 1950 mientras que trabajaban en RAND. Trata de dos ladrones a los que captura la policía por cometer un delito, pero sobre los que no tienen pruebas concluyentes a no ser que alguno confiese. Se les interroga por separado y se les ofrece un trato. Si uno de ellos culpa al compañero saldrá libre y el otro irá un año a la cárcel siempre y cuando éste no le delate. Si ambos se callan (cada uno coopera, en el lenguaje de la teoría de juegos) ambos van un mes a la cárcel, pero si ambos hablan (cada uno deserta, en el lenguaje de la teoría de juegos) van tres meses a prisión. Es un juego que no es de suma cero. El problema es que los compinches no se pueden comunicarse entre sí y el “juego” es a una sola mano o jugada.
Según Vladar el dilema SETI es similar al dilema del prisionero, pero en SETI la deserción consiste en no tratar de comunicarse. Es decir, si ambos callan ambos pierden y mucho. Si uno habla (coopera en este caso) se gana un poco y si ambos se comunican (ambos cooperan) entonces todos ganan mucho. Además en este caso puede haber más de un jugador.
Básicamente el valor de toda la cultura y ciencia de otra civilización es inmenso, por no decir que simplemente no tiene precio.
Vladar hace unas estimaciones sobre lo que se gana si entramos en contacto con otras civilizaciones, sean pacíficas o supuestamente belicosas. Concluye con una cierta gama de estrategias de emisión de señales basadas en las frecuencias con la que se emiten mensajes. Así por ejemplo, se pueden mantener baja la frecuencia con la que emitidos mensajes y así reducir la posibilidad de que nos invadan. Como siempre que apliquemos teoría de juegos al ámbito humano de la cooperación, el problema siempre está en cuántos puntos ponemos en cada posibilidad.
Seth Shostak, del Instituto SETI, dice, según New Scientist, que la teoría de juegos es una buena aproximación pero que hay demasiadas variables desconocidas. Quizás los alienígenas no emiten porque no lo necesitan. Shostak ha mostrado recientemente que una civilización un poco más avanzada que nosotros puede usar su sol como una lente gravitacional. De este modo podrían detectar la luz procedente de una ciudad como Nueva York a 500 años luz de distancia una vez que esa luz haya viajado esa distancia, claro. Así que si hay civilizaciones cercanas más avanzadas que nosotros ya saben que estamos aquí.
Es interesante plantear un escenario futuro en el que dos civilizaciones no hacen intentos de comunicación entre sí, pero al final las dos saben de la existencia de la otra por este medio o un sistema similar y llegar a eso de “sé que sabes que yo lo sé, ya sabes”. Quizás se puede hacer el ridículo cósmicamente.
Como siempre que se tratan estos temas, no solamente se piensa sobre el problema en sí, sino que son una excusa para pensar sobre filosofía, moral, sobre tecnologías de exploración espaciales o sobre nuestra historia reciente y nuestras posibilidades futuras de supervivencia a nuestra estulticia.
En cuanto a de si debemos o no intentar comunicarlos da igual si no hay consenso, porque dentro de un tiempo se podrá montar un sistema de emisiones espaciales si se cuentan con un poco de dinero, sea óptico o de radio, e ignorar a los paranoicos.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3987
Fuentes y referencias:
Artículo original I.
Artículo original II.
42 Comentarios
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lunes 17 diciembre, 2012 @ 12:30 am
Aunque considero que la teoría de juegos tiene muchas aplicaciones valiosas, creo que en la cuestión de emisión de señales no tiene mucho que aportar. Es interesante si lo relacionamos con todas las temáticas que Neo cita al final, pero me parecería un delito -y monumental- desaprovechar la oportunidad de comunicarnos con otras formas de vida fuera de nuestro sistema solar, bajo el miedo a ser invadidos o algo por el estilo. Al menos yo, como apasionado lector de divulgación científica, he soñado -y sueño- con que algún día ocurriera algo tan fascinante. Tal vez ahora mismo haya alguien en otro «punto azul» (eterno Sagan) con las mismas esperanzas.
Un saludo muy cordial.
lunes 17 diciembre, 2012 @ 1:41 am
¡Nueva York visto a 500 millones de años luz! ¡tremendo!
Sólo me gustaría matizar que aunque los extraterrestres tendrían probablemente una bioquímica distinta a la nuestra, también cabe la remota posibilidad de que fuese idéntica por eso de que «lo que ya ha ocurrido en el Universo, puede volver a ocurrir»: en La Tierra la biología está basada en el carbono y no en el silicio a pesar de que es muy posible que el silicio se ensayara en los primeros momentos de la vida, lo mismo ocurre con las bases nitrogenadas del ADN y ARN, hay muchas más, pero sólo parecen 5 porque son las más estables en las condiciones de presión y temperatura de este planeta. Lógicamente en otros planetas puede resultar más estable y eficiente el silicio u otros elementos.
Pero en cualquier caso es impensable que vayan a tener tecnología para detectarnos y venir hasta aquí y no vayan a tener al menos medianamente solucionadas sus necesidades energéticas.
En cuanto a si hay que comunicarse, estoy de acuerdo con el estudio. Siempre podemos pensar que Hitler podría haber ganado la guerra si hubiese descubierto las armas nucleares con unos años de antelación, pero aún en este caso ¿para qué gastar dinero y recursos en destruir un planeta lejano que no representa amenaza alguna?
Me ha gustado muchísimo el argumento «uno ama lo que conoce»…además, el desarrollo racional de nuestra especie va de la amno del desarrollo emocional, sin las emociones no seríamos capaces de aprender ni razonar. (Sigo)
lunes 17 diciembre, 2012 @ 2:10 am
Quisiera extenderme un poco más en el asunto de la racionalidad y las emociones porque hasta hace pocos años se pensaba lo contrario: se creía que las emociones poco tenían que aportar a la racionalidad del cerebro, incluso que eran contrarias a ésta. De ahí el ejemplo que cita Eduardo Punset del personaje del capitán Spock, un ser de una civilización más avanzada, muy inteligente peero desprovisto de emociones.
Pero recientemente se ha descubierto que los recuerdos apenas se fijan en la memoria si no hay una emoción que los acompañe. Es decir, que al menos en nuestro mundo no habría racionalidad sin emociones. Recordamos donde está la comida porque se asocia a una emoción positiva y recordamos muy, pero que muy bien las cosas que nos han causado miedo o dolor porque la amígdala cerebral está implicada de un modo muy directo en la memoria a largo plazo.
Esto se puede hacer extensible a los otros animales con cerebro.
También podemos divagar sobre por qué no recibimos ninguna señal y si es porque no existen; porque su ética sea no intervenir o porque no hay motivos porque el desarrollo tecnológico de ambas culturas no es compatible o no nos pueden ayudar.
lunes 17 diciembre, 2012 @ 9:52 am
Estimado Miguel Ángel:
Bueno, 500 millones son muchos años luz, son «sólo» 500 años luz.
En cuanto a las emociones son una parte de la inteligencia, pues ésta es volitiva. Es decir, está basada en la voluntad. Pensamos en una estrategia de, por ejemplo cómo cazar un animal, porque queremos cobrar esa pieza. Pensamos porque queremos ir a algún lado (figurada o físicamente), conseguir algo, lograr una meta, etc. Sin necesidades que motiven probablemente no hay pensamiento. Es por eso que un computador pensante es tan difícil. A tal máquina habría que darle voluntad, necesidades, gustos, personalidad, libertad e incluso un cuerpo. Cualquier otra cosa no sería inteligencia, sino una simulación de inteligencia.
lunes 17 diciembre, 2012 @ 5:37 pm
A propósito del tema acerca de las emociones hay una cantidad indigente de literatura filosófica. Aunque es verdad que la razón está atravesada por las emociones, no es menos cierto que, en última instancia, todo discurso es racional, pues toda proposición tiene pretensión de validez universal. La proposición «la racionalidad es también emocional» tiene pretensión de validez universal (Habermas), de ahí que no tenga sentido hablar de irracionalidad, relativismo o cualquiera de otras posiciones contra-ilustradas. Basta con decir algo con significado para que nos comprometamos, implícita o explícitamente, con la racionalidad del discurso. También hay autores que han defendido formas de inteligencia preconscientes, como hace Merleau Ponty al defender las dimensión corporal del sujeto; pero, de nuevo, toda aproximación es racional, pues tiene pretensión de validez. Como decía Puente Ojea, el autodenominado «racionalista militante», incluso para adentrarnos en el mundo del subconsciente tan sólo disponemos de una única luz: la razón.
Un cordial saludo amigos!
lunes 17 diciembre, 2012 @ 7:32 pm
Estimado Miguel Angel.
Precaución con las emociones.
Perdona por ponerme pesado con la tribalidad humana. Estas tribálicas emociones nuestras, han sido y son utilizadas tanto racional como irracionalmente por intereses de posesión y dominio e incluso en raras ocasiones, hasta con elevados y éticos fines, anulando cualquier traza de racionalidad en las gentes. En cuanto se levantan símbolos y estandartes, se ensalzan mitos y ritos y comienzan a sonar himnos y tambores, la racionalidad lo empieza a tenerlo muy chungo.
Evidencias todas las que quieras.
Un abrazo o saludo emotivo y exento de tribalidad.
martes 18 diciembre, 2012 @ 3:43 am
claro, hay muchas posibilidades, pero no se olviden que los grandes avances de la ciencia han sido producto de las guerras, por eso una civilización avanzada, no necesariamente debe ser pacifica, aunque debo admitir que si es lo suficientemente avanzada para ser un peligro, da lo mismo si les enviamos o no señales, por que seguramente ya sabrían de nuestra existencia. Solo se puede ganar, o en otras palabras si es que se puede perder, nada podemos hacer para evitarlo.
martes 18 diciembre, 2012 @ 8:53 am
En cuanto a la vida inteligente y tecnológica -sea VIT-, más acá o más allá de 500 Mal, mantengo que: si en el mismo lugar, la Tierra, todos en las mismas condiciones, esa VIT sólo de ha dado una vez -es decir en una especie- entre muchos millones de especies y ha tardado, pongamos 3000 Ma, no me queda otra que adoptar una posición de escepticismo y espera. Una «epojé», palabreja de algún abolengo filosófico que gustará a «danielperes» la practique o no. Porque, como he dicho algunas veces, ¿qué nos hace suponer que, dando por hecho la existencia de una «capacidad», esta ha de llevar a esos seres hacia nuestros mismos intereses?
Sobre todo me asombra que, teniendo como tenemos especies con gran capacidad cerebral -me refiero a tamaño, circunvoluciones y comportamiento-, concretamente los delfines y otros, no llevemos décadas dedicándoles esfuerzo para intentar comprender cual es su cultura y su dirección. Puesto que no tienen manos, ¿sería posible que hubiesen desarrollado una ética o una filosofía de la que están incapacitados -supongo- para dejar otra huella que la de transmitirla «verbalmente»? ¿Qué haríamos en el imposible caso de que en el sistema solar hallásemos alguna especie así? Me refiero a una especie que viva el otro medio -como es el agua-. ¿No daríamos saltos de alegría e intentaríamos comprnederla? ¿Por qué no lo hacemos con nuestras especies más destacadas? Al menos estaríamos entrenados a ver más allá de nosotros mismos. Porque, a veces he oído y leído sobre la posibilidad de que sin Chicxulub, quizás hubiese algún dinosaurio inteligente poblando la Tierra, es decir, ocupando exactamente -o casi- nuestro lugar. Y eso es porque imaginamos a un ser, acaso verde y con rabo, pero con inteligencia y manos, es decir un dino-humano.
Por otra parte, las especies viven un tiempo, en nuestro caso y hasta ahora, muy pocos cientos de miles de años. Y una VIT sólo unos cientos de años, al menos de momento. Y estamos hablando precisamente de esa pequeña «ventana» temporal. ¿Coincidiremos en ella? Y si es que sí, iniciado el viaje a la velocidad de la luz seguirá viva la especie que espera la visita tras 500 Ma?
Yo, algo menos ilusionado, mucho más escéptico que Sagan, que «danielperes» y me parece que tanto como el que más de los que por aquí escribimos, le comunico a Miguel Ángel que quizás tan dilatado escepticismo se deba a que me quitaron las amígdalas cuando era crío y no caí en preguntar cuales. Igual se internaron con aquella horrorosa herramienta hasta mi querido limbo.
Y, para dar un respiro, emulando a mi ilustrado amigo, seguiré en breve si no se me cuela alguien. Me voy a desayunar.
martes 18 diciembre, 2012 @ 9:25 am
Y dice Neo a Miguel Ángel que la inteligencia es volitiva. Luego afirma que sin necesidades no hay pensamiento y yo deduzco que está diciendo que no hay voluntad sin necesidad. Pero como habla de la caza, imagino que esa necesidad viene de que el estómago ha comunicado al cerebro que está vacío y ello se ha unido a que el sistema visual a atisbado una presa… Ello se parece mucho a la cadena causal. ¿Será inevitable que el cazador se lance a satisfacer esa necesidad? Esto me lo hace decir un determinismo que no cesa en mí.
No puedo acabar sin terminar. Un abrazo.
martes 18 diciembre, 2012 @ 9:12 pm
No creo que sea aplicable ningún método a nada donde ignoremos prácticamente todo. No es posible evaluar desde la más absoluta ignorancia. En cualquier caso, me parece fuera de toda discusión que estamos en un estado de «atraso» (por llamarlo de alguna manera, aunque no es un término riguroso en absoluto) que no sólo estoy convencido que un contacto nos haría mucho más daño que bien -porque simplemente no estamos preparados, y siempre tenemos que pensar en los que vienen detrás-, sino que obviamente no tenemos absolutamente nada que aportar. Si quieren investigarnos, ya ni OVNIs necesitan, parece que está claro que desde una distancia prudencial pueden saber todo lo que necesitarían (si es que algo) de nosotros sin interferirnos en absoluto.
También cada día estoy más convencido que todas esas locuras de la religión tecnológica desaforada, esferas Dyson y demás barbaridades, son sólo episodios enfermizos de nuestras mentes ignorantes. Toda civilización que realmente lo sea -aunque aquí en la Tierra, *todos* los problemas siempre los han creado los civilizados, los «salvajes» nunca han creado problema de tipo ninguno ni para ellos ni para el planeta-, estoy ya prácticamente convencido que hará todo lo posible para pasar completamente desapercibida simplemente por no hacerse notar ni lanzar basura al espacio -«habla sólo cuando lo que tengas que decir sea mejor que el silencio»-, y sin duda que deben existir sistemas de comunicación garantizados para civilizaciones avanzadas que ni soñamos, y que no se hacen notar en absoluto.
Dicho todo lo cual, el debate vuelve a cerrarse en estrecho a civilizaciones virtualmente idénticas a la nuestra, en el mismo estadio mental y tecnológico, lo que reduce las probabilidades enormemente, porque además, para el nivel tecnológico que tenemos, creo que en «sabiduría» (por llamarle algo) debemos estar bastante por debajo de la media. O no, a saber.
Esas fotos que tanto fascinan de la Tierra iluminada de noche (en su hemisferio nocturno), a mí me causan más tristeza que otra cosa: revelan nuestra ignorancia, nuestra esclavitud hacia nuestras ideologías y prejuicios y lo poco que nos permea la ciencia, cómo estamos descoyuntando nuestro frágil ecosistema y la cantidad de ruido y basura que generamos, para nada. Literalmente: para nada. Si verdaderamente fuésemos «avanzados», ni se notaría que estamos aquí.
miércoles 19 diciembre, 2012 @ 8:00 am
Como nos apliquemos tu sabia máxima: «habla sólo cuando lo que tengas que decir sea mejor que el silencio», incluso esta página se hallaría casi vacía; prefiero no hablar de las que se ven por ahí.
Al respecto quiero recordar al tan añorado RicardM, que tanto tiempo lleva sin decir ni «mu». Pero lo bueno se recuerda. Un abrazo para él.
Y para todos, otro con palmadita en la espalda incluida.
miércoles 19 diciembre, 2012 @ 4:49 pm
En esta web todo lo que escribe es mejor que el silencio. Y no estoy haciendo la pelota. Y no pueden decirlo todas las webs xD (unas cuantas desde luego, pero no la mayoría).
De todos modos, me refería a armar ruido a escala planetaria. Las personas también necesitamos hablar a veces aunque no digamos nada, o incluso digamos tonterías. Es una necesidad física. Pero una sociedad es un conjunto de individuos, así que ahí el equivalente serían las Fallas valencianas o algo así, o más exactamente, hacer guerras, o ir a la Luna. Mucho mejor lo segundo, claro está, y creo que hasta sería de mala educación (cósmica) ponerse a dar gritos en medio de la galaxia.
jueves 20 diciembre, 2012 @ 2:08 am
¡HOY ES EL ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE CARL SAGAN!
Veo que Neo y danielperes ya le han nombrado, y es que sería un delito hablar de extraterrestres y no mencionar al hombre que reunió las firmas para poner en marcha el proyecto SETI.
Sagan me fascina y me desarma, no ya por la veracidad de su espíritu científico, sino por la enorme dimensión de su calidad humana. En este hombre la palabra «compromiso» adquiere niveles hercúleos, hasta el punto que no me parece exagerado visualizar a Sagan como una especie de Atlas que sostiene con sus hombros a La Tierra.
No quiero detenerme mucho en los aspectos científicos de su biografía porque seguramente ya los conoceréis: el programa Apolo, el programa Mariner, la placa de la Pioneer, el disco de Oro de las Voyager, asesor en la película «2001 Odisea en el espacio», SETI…quiero rendirle un sentido homenaje haciendo alusión a algunas anécdotas más desconocidas que dan idea de cómo era como persona.
Su hijo Nick cuenta que era una persona muy vital y que aprovechaba al máximo el tiempo que pasaba con sus hijos. En las conferencias sólo anotaba dos o tres palabras de cada tema que iba a desarrollar, pero después se metía a la audiencia en el bolsillo con un discuros seductor, sencillo y conmovedor. Nick cuenta que tenía mucha paciencia con los admiradores y que sabía escuchar a la gente, sin importar que el que le hablase fuese un taxista de Nuava York que le relataba historias de algún lugar lejano: Sagan siempre sabía algo de ese lugar, por lejano que fuese (su hijo Nick decía que sabía más sobre Ghana que cualquier americano sobre América).
Y es que era un hombre con gran curiosidad y muy cultivado. Sus intereses abarcaban la astronomía, la física, la biología, la música, las exposiciones, los museos, los delfinarios…siempre quería saber más.
Creía en el ingenio humano y en la compasión.
jueves 20 diciembre, 2012 @ 2:35 am
Si algo le debemos a Sagan es haberse involucrado hasta la médula en su lucha contra la guerra nuclear: en 1987 acudió a una manifestación en el desierto de Nevada contra las pruebas nucleares y allí se convirtió en héroe tratando de saltar la cerca en dos ocasiones. Al final acabó siendo uno de los 438 arrestados. 5 años después rechazó tres invitaciones del presidente Reagan para cenar en la Casa Blanca, su postura antibélica no admitía concesiones ni estba dispuesto a plegarse ante el poder establecido.
Su serie «Cosmos» contribuyó de manera decisiva a despertar conciencias en plena guerra fría. Destacar el último capítulo de la misma que bajo el nombre «¿quién habla en nombre de La Tierra?», todo un simposium de ciencia aplicada, civismo y humanidad:
http://www.youtube.com/watch?v=DfT7qq79-og
Este capítulo final no tiene desperdicio (no os lo perdáis si no lo habéis visto aún): en el minuto 37:20 describe el Génesis del universo bajo los compases del tema «Alpha» de Vangelis y cda vez que lo veo no puedo evitar emocionarme.
jueves 20 diciembre, 2012 @ 5:04 am
Por supuesto Apreciado Miguel Angel, y creo que hoy estamos en la misma frecuencia ya que estaba armando un comentario sobre estos asuntos donde Menciono a Carl Sagan en la puesta en marcha del telescopio-transmisor de Arecibo, nunca me perdí un solo capítulo de aquella gran serie donde en una futurista nave «nos hacía viajar por el cosmos», uno de sus libros que más me impactó fué: Los dragones del Edén, magnífico Sagan.
Enhorabuena Por este merecido homenaje para Carl Sagan que nos obsequias.
Abrazos Cósmicos.
jueves 20 diciembre, 2012 @ 5:08 am
Amigos:
Comunicaciones en radiofrecuencias de orígen humano y en el -espacio exterior- se han emitido desde la puesta en órbita del primer satélie enviado al espacio en 1957, el Sputnik I, y de ahí en adelante. Se dice que una señal de radio viaja enormes distancias casi sin pérdida de potencia en el espacio, así que si tales señales aún perduran en el espacio «cercano» y hacemos cuentas, en base a su velocidad de propagación (la misma que la de la luz) estarían sobrepasando ya el límite de este mapa celeste que abarca 50 años luz de radio:
http://www.atlasoftheuniverse.com/espanol/50lys.html
Ahora, las señales de hace 100 años desde los inicios de la radio podrían estar viajando desde entonces, pero tenían mucha menos pureza y estabilidad que con la tecnología de los semiconductores que imperó después.
Obviamente se trata de señales sin ninguna intención de comunicarse con alguien extraterrestre, pero de manera fortuita podrían ser captadas y tal vez ubicadas por alguna tecnología semejante a la nuestra o con otro perfil tecnológico capaz de leer señales en el rango de radifrecuencias, pero lo importante es que son señales inteligentes. Debe notarse que el «tuner» extraterrestre debería de estar a la misma frecuencia durante el paso de la señal. Una tecnología muy avanzada creo que no tendría el menor problema con esto, a menos que ésta fuera de muy distinta naturaleza.
En 1974, desde el radiotelescopio de Arecibo, Puerto Rico, se envió una señal codificada en forma de pulsos y en una frecuencia relacionada con el Hidrógeno, hacia el cúmulo globular M13 en Hercules, contiene un mensaje con un perfil sobre nosotros. La señal alcanzará al cúmulo dentro de 26.000 años. Si la raza humana sobrevive, quizá dentro de 52.000 años recibamos la respuesta a este mensaje o tal vez alguien más la capte en el trayecto. La señal se envió al poner en marcha dicho telescopio dentro del proyecto SETI en el cual Carl Sagan también participó.
Así que los dados ya fueron lanzados, al menos una vez
El mensaje lleva 38 años viajando, y dentro de 12 años apenas habrá sobrepasado el límite estelar del mapa que les envío, a diferencia de las señales radiales de los primeros satélites esta es una señal dirigida ya que fue emitida por un radio telescopio parabólico, pero dada la distancia, al igual que la luz siempre tendrá algún grado de dispersión.
jueves 20 diciembre, 2012 @ 9:53 am
Estimado Juan Manuel:
Por si a alguien le pica la curiosidad, el mensaje que se envió con el radiotelescopio de Arecibo se puede ver aquí:
http://neofronteras.com/?p=2736
El tema de SETI se ha tratado varias veces en NF.
Y sí es una pena que Carl Sagan nos dejara. ¿Qué diría ahora cuando se están descubriendo tantos exoplanetas?
jueves 20 diciembre, 2012 @ 10:15 pm
Estimado NeoFronteras:
Antes que otra cosa, muy complacido y agradecido por su envío a la noticia sobre el mensaje del radiotelescopio de Arecibo.
Hubiera sido de gran valor conocer el punto de vista acerca de estos exoplanetas del muy recordado Carl Sagan, y por que no, tendríamos quizás nuevamente la siguiente «saga» de COSMOS encabezada por quien para la revista TIME sería el «Showman of Science»
Muchas gracias y cósmicos abrazos
viernes 21 diciembre, 2012 @ 12:18 am
Querido amigo tomás:
Posiblemente haya que pedirte disculpas en nombre de mi profesión por esa amigdalectomía que mencionas: es de suponer que fué hace muchos años (ahora se practican pocas) y sin anestesia.
Por fortuna algo se va avanzando, como curiosidad te comentaré que las primeras operaciones de neurocirugía se hacían con martillo y escoplo a través de la nariz…sin ningún control de imagen (completamente a ciegas). Los resultados, como no, eran imprevisibles, menos mal que sólo se sometía a este tipo de operación a pacientes con enfermedades mentales especialmente graves, y como ya estaban fatal de antemano, se consideraba que no había mucho que perder.
Abrazos.
viernes 21 diciembre, 2012 @ 9:17 am
Querido amigo Miguel Ángel:
No hay porqué disculparse. Si no fuera por la tecnociencia médica, habría muerto a los cinco años por una otitis y la ignorancia de un médico que sólo conocía las sulfamidas. Pero otro que ya dominaba la penicilina, me salvó in extremis -ya se habían pasado una noche velándome- la familia y las viejas del lugar, -cosa que recuerdo como un aquelarre-. Mi cabeza parecía un globo en el lado derecho y tuve durante algún tiempo un par de huesecillos agujereados metidos en un frasco con alcohol -supongo-. En mi familia paterna este problema parece genético. Por ejemplo debo tener extremo cuidado al ducharme incluso con tapones. Pero oigo suficientemente bien, aunque desde hace muchos años mantengo acúfenos que voy malcontrolando y, según mi familia, pongo el televisor demasiado alto, pero son manías suyas porque yo lo oigo normal… Mi padre es muy sordo desde hace mucho, pero ni le preocupa lo del televisor; es otro de mis mejores argumentos para demostrar que no tienen razón.
Posiblemente esas «anginas» fueron una parte de ese problema más general.
Para no ser tan pesado con mis -supongo que casi ilegibles por lo extensos- comentarios, te voy a imitar y cuando cambie de tema, los separaré en otra intervención.
Un abrazo.
viernes 21 diciembre, 2012 @ 9:27 am
Sigo dirigiéndome a ti:
No había caído en el aniversario de Sagan. Lamentable. Pero he ido a tu envío y lo he escuchado con sumo placer de principio a fin. Conozco gran parte de su obra, aunque hace tiempo que no lo leo. Pero reconozco lo admirable de su entusiasmo y la poesía científica y humana que transmite. Gracias por proporcionarme el gozo de recordarle.
Segundo abrazo.
viernes 21 diciembre, 2012 @ 10:40 am
No sé de dónde sacas eso de «uno ama lo que conoce» de tu 2. Uno ama porque no conoce. Luego se casa, conoce y todo estalla: los fuegos artificiales se convierten en ceniza.
Bueno, quizá eso suceda sólo alguna vez. Creo que la cuestión sigue este proceso: uno construye una imagen a partir de lo poco que conoce. Se enamora de esa imagen y según el grado de coincidencia entre la realidad que se va descubriendo y la imagen idealizada, la afectividad sigue uno u otro curso de los varios posibles.
Y a propósito de sueños recuerdo uno maravilloso tras visitar Venecia: era, en la noche, un canal ancho como una avenida franqueado por arcos góticos dorados de los que emanaba una luz que iluminaba las aguas tranquilas y que yo recorría como levitando un palmo por encima de la superficie. Era tal la belleza que percibí que pensé si habría tomado, sin advertirlo, alguna pequeña dosis de droga. Pero resulta que esta noche me ha sucedido algo más asombroso aún: sin imágenes, ha sido un sueño auditivo: he soñado Scheherazade, creo que concretamente, el tercer movimiento. Una gozada. Nunca me había sucedido algo así.
Un tercer y -de momento- último abrazo.
Ya sé que no viene a cuento, pero ha sido tan maravilloso…, sólo comparable con un paseo por el Universo. Tengo un extenso poema sobre ello, pero no quiero dar más la lata. Lo dejo para otro día que obtenga pie para escribirlo.
sábado 22 diciembre, 2012 @ 6:26 am
Estimado Miguel Ángel:
Muchas gracias por el vídeo -ese en el que aparece Carl Sagan-, lo ví y me encantó. Otra vez gracias.
Estimado Juan Manuel:
A tí también te debo agradecer tus valiosos envíos, que por cierto son de excelente calidad.
Saludos.
sábado 22 diciembre, 2012 @ 8:48 pm
Estimado r:
Pues buscando, con suerte encuentras algo que valga la pena enviar, aunque a veces no hay tiempo ni de comentar. Siempre es un placer esmerarse un poco, muchas gracias.
También ví el vídeo que nos envió Miguel Angel, no lo había visto desde que estuvo la serie en TV allá por los años 80`s
es magnífico, muchas gracias a Miguel Angel.
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Saludos para todos, y que tengan felices días de reencuentro y reflexión.
viernes 28 diciembre, 2012 @ 4:08 am
Lo mejor es ignorar a los paranoicos. Lo de Frank Drake es razonable, llegado un punto de evolución tecnológica, o se gana una alta conciencia ética no se termina en la autodestrucción. ¿Te imaginas a un enajenado mental con acceso a bombas positrónicas capaces de hacer un agujero negro en dónde está el planeta? Antes las armas de guerra estaban en pocas manos, las masacres en EE.UU. nos muestra cómo se vuelven accesibles. En el futuro el potencial autodestructivo de las armas aumentará y ahí tendremos que decidir, hasta ahora con muchas campañas se ha decidido por la PAZ PAVOROSA BAJO LAS SOMBRAS DE LAS BOMBAS NUCLEARES.
viernes 28 diciembre, 2012 @ 2:11 pm
Amigo Alejandro Sánchez:
No seas tan pesi, hombre, que acabo de enterarme de que se ha descubierto un nuevo elemento antirradiactivo, al que han dado en llamar «eroticonyo». Pero se planea el problema de que habría que ponerlo antes que el hidrógeno y, claro, como al H le corresponde el 1, a este habría que adjudicarle el cero. Se ha montado una en el mundo científico de la físico-química que no veas. Pero lo importante es que actúa de modo que anula cualquier bomba en cosa de milésimas de segundo. Su producción es prácticamente gratis y bastan unos pocos polvitos en un país para que todo su arsenal quede inutilizado. Ya están los políticos y militares buscando la manera de hacer un «paraguas», pero no tienen solución. Se echan más polvos y ya está.
Un abrazo.
sábado 29 diciembre, 2012 @ 4:54 am
Solamente a la estupidez, la ignorancia y la soberbia humanas, especialmente a sus científicos, se le podía ocurrir mandar al espacio mensajes explícitos con las indicaciones precisas de donde estamos, invitando a quien sea que ande por ahí, que venga a visitarnos… ello, presuponiendo,sin motivo alguno, que lo que está «ahí afuera» es benevolente y benigno, y no salvaje y rapaz como nosotros mismos, y recuerdo que no hace mucho Stephen Hawking advertía sobre esto.
Pues digo, ¿cómo podemos saber que son una civilización pacífica, bondadosa y angelical, que compartirá con nosotros lo que sabe y que provocará un salto espectacular en la evolución humana…?
Y si no fuera así…?
Y si fuera una civilización rapaz y depredadora…?
Creo que es una imprudencia casi demencial rastrear el espacio en todas direcciones, emitiendo pulsos electromagnéticos en todo el espectro, enviando sondas de rastreo, discos de oro, con los datos precisos de quienes somos, lo que tenemos y dónde estamos…!.
Qué estúpida manera de llamar la atención…!
Y es en concepto, idéntica a la que adoptaron los aztecas en 1519.
Pues dicen las crónicas, que los aztecas, sabiendo que el gran Dios Quetzacoatl estaba por regresar, decidieron acelerar tan magno acontecimiento y equiparon la Gran Piragua Real, la llenaron de oro y salieron a la mar a buscar al Dios tan Esperado.
Por fin lo encontraron, y con toda ingenuidad, le dieron las chucherias que llevaban, además le dieron la ruta exacta para llegar a Tenochtitlan… y lo invitaron a que fuera.!
Y como era de esperar, el Dios, que era muy Cortés.
Fue…
martes 1 enero, 2013 @ 9:33 pm
Bien Ricardo, ya me doy cuenta de que has visto la película «Mars attacks». Yo diría que la posibilidad de que alguien inteligente llegue a hacerse con ese disco es de uno entre muchísimos cuatrillones. Bastante menor que si en la Tierra sólo hubiese dos personas sin posibilidad de multiplicarse, una en lo alto del Everest y otra en el centro de la Antártida; la primera deja que una botella con sus datos caiga por la ladera y el muy iluso espera que el otro, algún día de su limitada vida la encuentre.
En cuanto a las emisiones de ondas electromagnéticas, cuando lleguen al sistema más cercano serán prácticamente indetectables porque su potencia/superficie decae con el cuadrado de la distancia.
Yo, sinceramente me siento muy tranquilo, pero estoy contigo en que fue y sigue siendo una inútil y costosa tontería.
Feliz año.
miércoles 2 enero, 2013 @ 5:04 pm
Querido tomás:
Aunque con retraso quiero dar respuesta a tu 20, 21 y 22. Veo que tienes claro que fué la penicilina la que te curó y no las oraciones que sin duda se recitaron en aquel «aquelarre». Me alegro de ver que haces frente a esos acúfenos con suficiencia, del mismo modo que a la fractura vertebral que sufriste al tratar de levantar a tu padre y que no te impide recorrer más de 10 km en bicicleta.
Mis padres también se salvaron de morir muy jóvenes gracias a la Medicina, pero mi madre siempre lo achaca a «favores celestiales». Lo cierto es que mi padre se hubiese muerto de tuberculosis de no ser por los antibióticos y como fué antes de conocer a mi madre, yo no estaría aquí charlando contigo. Mi madre estuvo a punto de morir del «síndrome tóxico» por aceite de colza de no ser por el buen hacer de un médico de Madrid que, hallándose ante una enfermedad desconocida, tuvo el tino de emplear prednisona en altas dosis considerando que aunque no podía tratar la causa (desconocida entonces), podía al menos inhibir la respuesta inmune del organismo. Muchos pacientes se salvaron gracias a este formidable compañero.
Para colmo, mi madre también habla de «milagro» cuando su hermano entró en parada cardiorrespiratoria y se recuperó. En el Hospital hablaban de él como «el resucitado», pero dudo mucho que se hubiese salvado de no ser porque tuvo la suerte de que había una UVI móvil próxima y pudieron desfibrilarle a tiempo. Así que, efectivamente fué un milagro gracias a tres santos: san Edisson, san Nikola Tesla y el médico de la UVI móvil.
miércoles 2 enero, 2013 @ 5:27 pm
Sigo:
Lo de «uno ama lo que conoce» es mi conclusión a raiz de lo que comenta Neo en el sexto párrafo de la noticia: «los científicos intentan proteger a toda costa sus objetos de estudio y son respetuosos con ellos, entre otras cosas porque los conocen bien».
Tu comentario al respecto del amor y el desamor es algo que ha sido objeto de estudio: es cierto que hay una fase inicial de amor pasional en la que el cerebro deja de funcionar normalmente, se disparan los niveles de oxitocina y dopamina y se entra en ese estado de embobamiento.
Durante esta fase inicial se nubla el juicio racional y todo es poesía: Punset hace una descripción muy buena de este estado poniendo el ejemplo de Charles Darwin que, ya con más de 30 años, seguía soltero. Como era muy meticuloso elaboró una lista con dos columnas (pros y contras), enseguida rellenó la columna de los «contras» con una infinidad de motivos para no casarse, mientras en la otra columna sólo acertó a escribir algo sobre la conversación poco profunda pero amena de las mujeres y poco más. Poco después conoció a una prima suya de la que se acabó enamorando y no tardó en desdecirse de lo anterior y proclamar los incríbles beneficios que ese amor estaba aportando a su vida.
El mismo Punset describe las sensaciones que se producen en el estado de enarmoramiento:
-¿He visto labios más tentadores alguna vez?
-Nunca.
-¿Alguna vez he olido un perfume tan delicado?
-Jamás.
-¿Es comparable su belleza a otra?
-No admite comparación.
(sigo)
miércoles 2 enero, 2013 @ 6:12 pm
Errata en el anterior: Edison.
Cuando se midieron los niveles de serotonina (la hormona del buen humor) en sujetos enamorados se esperaba encontrar altos niveles, pero se hallaron niveles muy bajos similares a los encontrados en estados depresivos.
Este estado peculiar no dura más de dos o cuatro años (según diferentes estudios)…y como dice Edgar Morin «cuando termina la poesía retornamos a la prosa».
Todo esto puede estar en relación con un fenómeno que todos conocemos que Martin Seligman denomina «acostumbramiento y peor», los nuevos estímulos producen una gran respuesta inicial que después se va disipando: –
-Percibimos un olor fuerte y al cabo de un rato dejamos de hacerlo.
-Un alimento sabroso que hace tiempo que no comemos produce una gran sensación inicial que se después se va disipando.
-Los consumidores de drogas describen sensaciones en la primera o primeras dosis de una intensidad que jamás se vuelve a alcanzar aunque aumenten las cantidades.
En mi caso personal tuve la suerte de conocer a mi mujer a los 25 años tras varias relaciones anteriores que terminaron en nada. Aunque por supuesto no soy inmune a toda esta bioquímica, tengo que decir que la adoro y que encuentro ahora más poesía que en esa fase inicial (como curiosidad te diré que durante la fase de pasión estaba deseando que aquello acabase porque estaba tan obsesionado que no me concentraba en estudiar).
A ellá le dediqué el único poema que he escrito en mi vida con la métrica de un soneto español (que decían mis profes de literatura que era una rima muy complicada). Si quieres lo pudeo compartir algún día, pero sólo con la condición de que pongas el poema de Univeros que mencionas.
Grandes abrazos.
jueves 3 enero, 2013 @ 10:47 am
Bien, querido amigo Miguel Ángel; lo que pasa es que es muy largo. Pero lo pondré un poco dividido: Se titula «El beso interminable» y está incluido en mi poemario sobre los números.
De momento -debiera llamarme «corregidor»- modificaré lo de Punset:
-¿He probado labios más tentadores alguna vez?
-Nunca. Son néctar y ambrosía y, tras probarlos, los sueño sin poder ni querer olvidarlos. Ya nunca se irán de mí.
-¿Alguna vez he olido un perfume tan delicado?
-Jamás. Si un elfo o un ángel, o una flor del Paraíso tiene aroma, ha de ser así.
-¿He tenido, entre las mías, manos más deliciosas?
-Imposible. Son tan primorosas como las etéreas plumas de un ave fantástica. O como dos mariposas, no sé…
-Y sus pies, ¿también son así?
-Han sido hechos pasa caminar sobre nubes o sobre copos de algodón. ¿Podría, sin mentir, compararlos a pequeñas alas?
-Y que decir de su voz, dulce, femenina, alegre…
Y es, querido amigo, que muy a mi pesar, ese «dulce pájaro de juventud» ha rozado mi vida y, como dice la canción, «…a mis años estoy enamorado… y tengo el pelo completamente blanco…»
Mi corazón se vuelve loco y mi cerebro no puede comprender. Bueno sí puede, pero se rebela a aceptar la realidad y quiere creerse esa frase del tango «… que veinte años no es nada…». Esa es la diferencia. Pero cuando le pregunté si me permitía acompañarla, era un atardecer y me pareció menos joven; es poco mayor que mi hija. Pero prometo no cumplir más años, a ver si me alcanza.
Por estas cosas la vida merece ser vivida. Aunque sólo sea por sentir lo que siento. Y no sé que hacer. A un tiempo me siento feliz y desgraciado; pero eso también es vivir.
Un gran abrazo.
viernes 4 enero, 2013 @ 5:33 pm
Querido amigo tomás:
¡O là là! Bueno, pues recuerdo que hace unos días hiciste un comentario (apoyando la idea de los enterramientos naturales en lugar de usar ataudes) y decías que no querías que te tomásemos por chiflado. Te comenté que, en mi opinión, no hay nadie que esté bien del todo de la cabeza, pero con lo que me has contado ahora no me queda más remedio que considerarte «temporalmente chiflado»: no porque lo desapruebe (sólo lo haría en caso de que estuvieses casado o manteniendo otra relación y mediara lagún tipo de engaño, ya que pienso que no hay que hacerle a nadie lo que no nos gustaría que nos hagan), lo digo con todo el cariño y porque se que estás experimentando ese desajuste cerebral del que he hablado y que tu mismo confirmas.
Pero debo hablarte más como amigo que como médico porque como dice el título de una canción de Leonard Cohen «no hay cura para el amor»…y tampoco libertad, ahora no recuerdo el nombre de la autora de una cita que decía algo así como «en el amor no hay libertad, todo amante es un esclavo».
Parece que te preocupa la diferencia de edad y me has recordado el caso de una compañera que también se preocupaba porque estaba saliendo con un hombre más joven que ella. El caso es parecido al tuyo porque comentaba que sólo se enteró de que era bastante más joven cuando, según susu propias palabras, «ya era tarde». Quisiera animarte en este sentido, porque ya sabes que las partículas de las que estaís compuestos los dos tienen la misma edad (uno 13700 millones de años)…¿qué más da tener unas cuantas horas más de vuelo?
(sigo)
sábado 5 enero, 2013 @ 12:17 am
Por fin puedo seguir (anda todo el mundo con virus y esta tarde no he parado de trabajar). Hoy no puedo poner mi soneto porque no lo tengo memorizado, así que lo dejaré para mañana.
He estado pensando en algún poema o canción para decicarte, pero me han venido tantos a la cabeza y, para mi gusto, tan bellos que me está costando decidirme. De momento aquí va este fragmento de «La traviata» que se titula «Un di felice», cuando Alfredo le declara su amor a Violeta y le dice que el amor es la mayor fuerza del Universo, «cruz y delicia para el corazón»…¿cruz y delicia para el corazón? ¿no decías que te sientes feliz y desgraciado al mismo tiempo?
http://www.youtube.com/watch?v=tB-B8GC5YFg
Bárbaro Verdi. Un abrazo.
sábado 5 enero, 2013 @ 7:59 pm
Tranquilo, querido amigo. Soy incapaz de traicionar a nadie. Lo saben mis hijos, lo sabe su hijo, su madre, mi padre, sus amigas, mis amigos. Únicamente no lo saben ni mi exposa ni su exposo…
Es que ambos somos divorciados.
Extraordinario Verdi y muy buenos, tanto la soprano como el tenor. Conozco la obra, aunque con escenografía clásica. «Un di, felice…» muy exquisito, sobre todo en el dúo, pero creo que Verdi no se llamaba Bárbaro, sino Giuseppe.
Aunque no podemos convertir esta web en una página del corazón. Verdaderamente, se nos ha ido, no sé si el músculo cardiaco por entre los dedos hasta el teclado del ordenador. De todas formas, mucho tiene que ver el amor con la neurología, así que podremos utilizar esa vía de conexión como excusa si Neo se nos enfada.
Ciertamente, componer un soneto es difícil trance. Yo sólo he hecho tres y únicamente recuerdo algún verso de uno. Se lo dediqué a mi sobrina y debe guardarlo mi hermana. Y es que constriñe mucho el endecasílabo forzoso y los obligados cuartetos y tercetos. Yo prefiero el metro más libre y una rima suave, que consiga musicalidad. Me basta con ello si logro expresar el sentimiento.
Pues eso. Un abrazo y hasta otra.
Recibe un fuerte abrazo.
lunes 7 enero, 2013 @ 12:20 am
Tienes razón, tomás, unas pinceladas de poesía son perfectamente admisibles e incluso pueden servir para enriquecer la sección de comentarios. Pero no debemos abusar de la gentileza del moderador y de los lectores.
Antes de compartir el poema tengo que contar una cosilla para que se entienda mejor y no se pierdan algunos matices. Lo escribí cuando llevábamos 13 años de relación: nos conocimos en clase de «Patología quirúrgica», ella me gustaba a rabiar, pero no hallé la ocasión de hablarle hasta que un día la encontré fuera de la facultad interesándose por un perro que ella creía abandonado, entonces cruzamos las primeras palabras y quedé encantado de ver que no sólo era guapísima por fuera, sino que tenía un hermoso corazón capaz de empatizar con los animales.
Como Sísifo, prefiero su aroma de mujer a los perfumes celestiales…también Sabina dice: «yo que no tengo más religión que un cuerpo de mujer»
Ella cree que fué el destino y yo que fué el azar…
lunes 7 enero, 2013 @ 12:28 am
Lo titulé: «Todo mi amor en un momento»
«Un sabor que hechiza, néctar de mar,
me hace temblar tu mirada divina
y todos los juguetes que imagina
mi mente por las noches con domar.
Incapaz de nada, salvo de amarte,
borraste el mundo con un contoneo,
y ahora ¡hasta Dios me parece feo!
si no tengo una cuerda para atarte.
La curva perfecta, el licor más fino,
días cansados, noches de delicias
y veneno en tu vaquero ajustado.
No hay antídoto cuando me acaricias.
Me pregunto ¿fué el azar o el destino?
¿o la sombra de un perro abandonado?»
Abrazos con mucho amor.
lunes 7 enero, 2013 @ 9:36 am
Gracias, querido amigo por hacerme (hacernos) partícipe de tus más íntimos sentimientos, de tus más bellas frases y, aunque mucho has de tener de bueno, quizá de lo mejor de ti. Debo corresponder sin dilación:
A mi amigo Miguel Ángel sobre su esposa (me tomo esa libertad con el mayor respeto)
Felicita a tu amor por poseerte
que no es fácil tener lo inmejorable;
no amarla así sería imperdonable
si esa Diosa de amor sabe quererte.
Ahora ya consigo comprenderte
en tu optimismo, siempre tan palpable,
y asombra percibir lo imaginable:
ser tan feliz, con la dicha más fuerte.
Mas discrepo en un punto, si permites:
que no ha sido el destino ni el azar
porque ha sido esa suerte que corrige
ser y no ser al «perro» de Schrödinger:
No estaba abandonado, era el causar.
La causa del encuentro: así lo dije.
Seguiría
porque cuando me pongo
resulta más sencillo
el metro que la prosa.
Y es que no es poca cosa
hablar sin estribillo.
Mas el soneto acaba
sin remedio
y quitarme de en medio
es obligado.
Un abrazo abrazado.
¡Que tormento, volver a hablar en prosa!
lunes 7 enero, 2013 @ 6:51 pm
Maese tomás:
Que sepas que me has dejado totalmente sorprendido e impresionado, no me podía imaginar que, haciendo todo un alarde de facultades, fueses capaz de responder a mi solitario soneto con otro…encima a «bote pronto», con estrambote y con perro de Schrödinger incluído. ¡Ahí queda eso!
Si te parece bien, podemos dejar para más tarde tu poema «El beso interminable» (que no me quiero perder en ningún caso) y una intimísima rima de Becquer que me encanta…pero que conste que yo me pasaría así una eternidad.
Volviendo al tema de la noticia y siguiendo la idea de que no hay racionalidad sin emociones, si le damos cancha a la evolución convergente, no sería de extrañar que una hipotética civilización avanzada gozase también de la poesía y otros tipos de arte…
Abrazos bastante racionales y muy, muy emotivos.
martes 8 enero, 2013 @ 9:19 am
Algo ha pasado, amigo Miguel Ángel, porque te había dado las gracias por tus inmerecidos halagos, pero ha desaparecido el comentario. Te decía que estaba de acuerdo en dejar el tema para no ganarnos una reprimenda bíblica o Neo-lítica: vamos una pedrada con las tablas de la ley, que pienso eran de piedra berroqueña.
En cuanto a lo de la evolución convergente, y retornando a los temas de la ciencia, he de advertirte que se da cuando el medio donde evolucionan los seres que convergen es muy similar y tal cosa me parece dudosa siendo que en nuestro mundo, pequeñas diferencias en la ruta dan como resultado un insecto o un elefante.
Un gran abrazo.
miércoles 9 enero, 2013 @ 5:53 pm
Estoy de acuerdo con lo que comenta Dr. Thriller en su 10, no podemos considerar que estemos muy avanzados cuando sólo llevamos medio siglo viajando por el espacio. Si contactásemos con otra civilización inteligente es muy probable que estén mucho más avanzados que nosotros, con lo cual tendríamos poco que aportar y mucho que aprender.
jueves 10 enero, 2013 @ 10:23 am
Pues yo estoy de acuerdo con los dos, pero por el final perfecto de la última frase del párrafo «…, a saber».