NeoFronteras

Físicos alemanes han propuesto una nueva vía de almacenamiento de hidrógeno utilizando grafito. El método se basa en almacenar el hidrógeno entre diferentes capas de grafito de escasos nanómetros de grosor. Como ventaja estaría el bajo coste de este material a diferencia de nanotubos de carbono y sistemas similares basados en carbono, cuyo alto precio es un serio inconveniente a la hora de implementarlos como almacenamiento de hidrógeno para células de combustible.
Se viene planteando desde hace tiempo la utilización del hidrógeno como combustible para medios de transporte. La idea es extraer el hidrógeno del agua (no hay fuentes de hidrógeno puro en nuestro planeta) mediante electrolisis usando energía eléctrica (de origen solar o nuclear) para así usar el hidrógeno en células de combustible. Dentro de estas células, ya plenamente desarrolladas, se combina el hidrógeno con oxígeno atmosférico para producir electricidad con la que mover un motor eléctrico.
El inconveniente de todo este proceso es que todavía no se sabe cómo almacenar el hidrógeno de manera eficiente.
El grafito ya se había estudiado con anterioridad, pero con resultados negativos.
John Tse de la Universidad de Saskatchewan y sus colegas del Instituto Steacie de Ciencias Moleculares en Canadá y la Universidad Tecnológica de Dresde ha hecho un estudio teórico donde se demuestra que este material podría ser un buen candidato a almacenar hidrógeno. Al parecer los anteriores estudios no habían tenido en cuenta las interacciones entre el carbono y el hidrógeno a nivel cuántico.
Según sus cálculos capas muy delgadas de grafito virtualmente bidimensionales espaciadas entre 6 o 7 Angstroms (1 Angstroms son 10^-10 metros) pueden almacenar hidrógeno a temperatura ambiente y presiones moderadas de 10 Megapascales. La cantidad de hidrógeno almacenada está próximo a 62 kilogramos por metro cúbico, meta propuesta por el Departamento de Estado de de la Energía de EEUU. El hidrógeno sería liberado con un moderado calentamiento.
El desafío ahora consiste en manufacturar el material con el adecuado espaciado interplanar para la máxima absorción de hidrógeno.