NeoFronteras

Actualidad astronómica: el kiosco del astrónomo

Área: Espacio — domingo, 10 de marzo de 2013

Una vez más Juan Antonio Bernedo nos envía un artículo con la actualidad astronómica de los últimos tres meses. Ninguna de ellas han sido cubiertas por NeoFronteras.

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Cráter de 8 metros producido por varios fragmentos del meteoroide en el lago congelado de Chebarkul, Rusia. Fuente: EFE.

El inesperado gran meteoroide ruso

Parecía una escena de una película de desastres cósmicos, pero era la realidad. Una gran estela se formaba rápidamente detrás de una centella que surcaba el cielo en la mañana de Chelyabinsk, el 15 de febrero de 2013. Una gran explosión fragmentó el meteoroide y provocó una onda expansiva que hundió muros y reventó los vidrios de todas las ventanas, hiriendo a unas 1500 personas.

Los últimos datos hablan de un cuerpo de 17 metros de diámetro que no tiene relación alguna con el asteroide 2012 DA14, puesto que sus órbitas no coinciden. Un grupo de científicos ha encontrado los primeros fragmentos de meteorito caídos al lago Chebarkul y ha averiguado que se trata de una condrita ordinaria. El hecho de que se desintegrara como lo hizo daba ya una pista sobre su composición, que no era de hierro o níquel, algo que confirmaron los primeros análisis.

Según científicos de la NASA, éste es el impacto de más potencia desde el de Tunguska en 1908, que se cree relacionado con un meteoroide de unos 40 metros de diámetro que explotó a una altura de entre 5 y 10 km.

Según la Sociedad Geográfica Rusa, el meteoroide, con una masa de 10.000 toneladas, entró en la atmósfera con un ángulo de 20º sobre la horizontal, en trayectoria noreste-suroeste, con una velocidad de unos 18 km/s. Después de unos 32 segundos de caída tuvo tres explosiones, la mayor fue precedida por un gran fogonazo de cinco segundos de duración, desintegrándose finalmente a unos 27 km de altura, sobre Korkino, a 40 km al sur de Chelyabinsk, pero siguiendo los fragmentos incendiados en dirección a Chebarkul. Los meteoritos cayeron sobre tres regiones rusas Chelyábinsk, Sverdlovsk y Tyumen y sobre Kazajistán tras el estallido, que pudo ser detectado en Alaska, y un temblor equivalente al de un terremoto que desató el pánico entre la población local.

La energía liberada en el estallido fue de unos 500 kilotones, mucho más de lo inicialmente estimado. La explosión destrozó los cristales de 100.000 viviendas y los daños se calculan en unos 25 millones de euros. Ese destrozo de cristales, estructuras, objetos y personas fue debido a la onda de presión producida en la explosión. Para que se produzcan algún daño se calcula que la presión debe multiplicarse al menos por un factor de 5; pero para que el resultado sea parecido al que se produjo, la presión debió ser al menos entre 10 y 20 veces mayor.

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Por el estudio de su trayectoria se ha deducido su órbita que parece ser la de un asteroide tipo Apolo, con un afelio (Q) de 2,5 U.A., perihelio (q) de 0,8 U.A., excentricidad (e) de 0,51, inclinación (i) de 3.5º, longitud de nodo ascendente (Ω) 326º y argumento de perihelio (ω) 120º. La colisión se produjo 40 días después de su paso por el perihelio. Ultimas noticias dejan abierta la posibilidad de que este cuerpo haya tenido anteriores acercamientos a la Tierra. Desde luego, será el último.

No pudo detectarse antes de su entrada en la atmósfera porque vino por el lado diurno de la Tierra, donde los telescopios no pueden observar. Además, los asteroides pequeños son muy oscuros hasta que están muy cerca y es muy difícil verlos en el óptico. En cuando a los radares que vigilan el cielo, el objeto estaba demasiado lejos para haber podido dar una alerta. La explosión en el cielo fue registrada por los detectores de infrasonidos, la red de instalaciones desplegada ya en la época de la guerra fría para vigilar las explosiones nucleares. Cinco estaciones lo detectaron, incluida la de Alaska, a 6.500 kilómetros de distancia de Chelyiabinsk.

Este suceso es un buen recordatorio de por qué necesitamos continuar nuestros esfuerzos para vigilar e identificar los objetos celestes cercanos a la Tierra, según señalan en la ESA. La agencia europea está desarrollando un sistema automático de detección de asteroides y otros objetos en órbita solar. Se denomina SSA y el objetivo es detectar objetos cercanos a la Tierra mayores de 40 metros, al menos tres semanas antes de que se acerque a nuestro planeta. España ha tenido en el SSA un papel preponderante hasta que, este año, ha recortado drásticamente su inversión en programas de la ESA.

Fuentes:
Noticias de agencia y comunicados de NASA y ESA del 15 al 20 de febrero de 2013.
SSA.



Y el esperado asteroide 2012 DA14

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Ilustración de un asteroide pasando cercade la Tierra. Fuente: ESA – P.Carril.

El asteroide 2012DA14 cumplió las previsiones: pasó a una velocidad de unos 7,8 km/s algo más cerca de lo que inicialmente se había supuesto, a 27.860 km de la superficie terrestre, bien adentrado en la órbita geoestacionaria. Tiene 50 km, es bastante alargado y rota sobre sí mismo bastante rápido. Por los datos de su paso parece pensarse en primera instancia que podría acercarse más en su siguiente aproximación.

Este asteroide fue descubierto el 22 de febrero de 2012, durante el rastreo celeste del Observatorio de la Sagra, en Granada, que está subvencionado por la ESA a través de su programa de información sobre objetos en el espacio. Este observatorio tiene el descubrimiento de varios NEOS, cometas y gran cantidad de asteroides en su haber. Volverá a estar cerca de la Tierra, el 15 de febrero de 2046. Este asteroide es de tipo Apolo, con una órbita algo mayor que la nuestra, que parece haber sido afectada por la gravedad de la Tierra a su paso, el pasado 15 de febrero.

Fuente: Noticias de ESA y NASA.



Curiosity empieza a curiosear en el interior de las rocas

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Imagen comparativa de taladros de tres rovers en Marte: instrumento abrasivo de Opportunity a la izquierda, sistema de limado de Phoenix en el centro y taladro de Curiosity a la derecha. Fuente: NASA.

Los dos laboratorios que lleva en su interior el «rover» Curiosity de la NASA han comenzado a ingerir fragmentos molidos de roca marciana siendo éstas las primeras muestras pulverizadas por las herramientas de que dispone este robot.

Las muestras fueron introducidas en el laboratorio de análisis químico y mineralógico los días 22 y 23 de febrero y provienen del horadado de una roca sedimentaria y veteada apodada «John Klein», que llamada así en honor de un director del proyecto de Laboratorio de Ciencia de Marte, fallecido en 2011. Se seleccionó esta roca ya que podría contener evidencia de las condiciones ambientales húmedas del planeta desde su nacimiento.

El taladro de Curiosity, de 6,4 centímetros, obtuvo el polvo perforando la superficie marciana el pasado 8 de febrero. Ahora, el equipo, una vez pasado por el tamiz la muestra, ha hecho que Curiosity vaya introduciéndola, a pequeñas porciones, en los instrumentos de análisis en el interior del vehículo, que identificarán sus componentes químicos.

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La cámara del mástil del Curiosity tomó esta imagen (izquierda) de la entrega de polvo marciano al sistema de procesado del laboratorio de análisis de muestras (SAM). Polvo procedente del horadado de la roca, en la pala de carga del Curiosity (derecha). Fuente: NASA.

Al ver el polvo de la perforación en la pala, se ha podido verificar por primera vez que el taladro recogió una muestra y que ha perforado con éxito la roca.

Se esperan los resultados con verdadera expectación, sobre todo después de que la NASA convocara a la prensa para comunicar «sorprendentes noticias que iban a cambiar los libros de historia», aunque finalmente la rueda de prensa fue desconvocada.

Fuente: NASA-JPL.



La nebulosa esquimal explicada

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La familiar capucha peluda que da nombre a la nebulosa, envuelve la cara del Esquimal que está a una temperatura de 2 millones de grados. Fuente: M. A. Guerrero (IAA-CSIC) y ESA.

Esta imagen es una composición de los datos recogidos por XMM-Newton (mostrados en azul en el original, partes interiores) y por el Telescopio Espacial Hubble (rojo y verde en el original de las partes exteriores y borde interior). Es una muestra más de la compleja naturaleza de las nebulosas planetarias, la aparatosa manifestación final de las estrellas como nuestro Sol.

Al envejecer, las estrellas comienzan a desprenderse de sus capas exteriores hasta dejar al descubierto su núcleo, que está a gran temperatura. Los complicados patrones que se pueden apreciar en la imagen se generan cuando la radiación ultravioleta emitida por la estrella ioniza el material expulsado con anterioridad, haciéndolo visible.

La Nebulosa Esquimal se encuentra a unos 4.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Géminis, y fue descubierta por William Herschel en 1787. Esta nebulosa comenzó a formarse hace unos 10.000 años, cuando su estrella central empezó a emitir vientos estelares de gran intensidad.

El anillo fragmentado que la rodea está compuesto por múltiples objetos con apariencia de cometa, cuyas colas parten en dirección opuesta a la estrella y se extienden un año-luz en el espacio. Estas formaciones componen la «capucha peluda» del Esquimal, enmarcando una pequeña “cara” con forma de corazón.

Hace miles de años esta estrella moribunda expulsó sus capas exteriores, formando la compleja serie de cáscaras que la rodean, iluminadas en color amarillo, en esta imagen.

La cara del Esquimal emite rayos X como resultado de la interacción entre los fuertes vientos de la estrella con las capas de material que la rodean y que fueron expulsadas anteriormente. En esta región se alcanzan temperaturas de unos 2 millones de grados Celsius, considerablemente superiores a los 14.000ºC de su parte más externa.

Fuente: Noticia de ESA.



La estrella más antigua

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Medidas de gran precisión con los instrumentos del Telescopio Espacial Hubble confirman que la estrella HD140283 es la más antigua del universo. Esta candidata, una subgigante de magnitud 7, ha intrigado a los astrónomos durante décadas. Fue una de las primeras estrellas descubiertas con concentración de elementos pesados en su atmósfera exterior. Tiene aproximadamente la misma temperatura que nuestro Sol, pero su composición hace que la estrella parezca el doble de caliente de lo que es en realidad.

Ahora un equipo del Instituto Científico del Telescopio Espacial Hubble ha confirmado que HD 140283 puede ser una de las primeras estrellas nacidas después del Big-Bang. El problema de la determinación de la edad de una estrella es complicado y requiere diversos tipos de observaciones para asegurarse. En este caso se utilizó fotometría, espectroscopía y medidas de paralaje.

Combinando las medidas de paralaje y de brillo aparente, se obtuvo la magnitud absoluta de la estrella, que a su vez está relacionada con su masa y su edad. Utilizando medidas previas tomadas con el satélite Hipparcos en 1990 y los obtenidos con los sensores de guiado de precisión del Hubble, se redujo el error en la medida de paralaje a menos de la mitad.

El equipo investigador comparó la magnitud absoluta de HD 140283 con una serie de predicciones teóricas para estrellas con concentraciones variadas de elementos más pesados que el helio (metalicidad). Utilizando las medidas mejoradas de paralaje se obtuvo una magnitud más precisa que permitió calcular una edad de 14.460 millones de años, con un error de 800 millones de años. Este resultado es casi incompatible con la edad del universo que es de 13.770 ±60 millones de años.

Los astrónomos creen que la formación estelar comenzó unos 400 millones de años después de la Gran Explosión, así que si se elige la estimación más baja para su edad (14.460 – 800= 13.660 millones de años), aunque no llega a entrar en la época de creación estelar, al menos se acerca. Quedan por afinar los modelos aplicados a esta estrella y el proceso de medida de paralaje que mejorará sin duda con el satélite Gaia. Con este último satélite se espera obtener la distancia a miles de millones de estrellas cuando sea lanzado este año 2013.

Fuentes y referencias:
Sky and Telescope Homepage.
Artículo original.
Artículo en ArXiv.



La pérdida de hielo en el ártico, acelerada

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Medidas de espesor de hielo en el Ártico. La primera fila corresponde a medidas de espesor del ICESat entre 2003 y 2007: a) en octubre-noviembre y b) en febrero-marzo. Las dos siguientes a CRYOSAT: c) octubre-noviembre 2010; d) febrero marzo 2011; e) octubre-noviembre 2011; d) febrero marzo 2012. La última fila corresponde a medidas del PIOMAS (Pan-Arctic Ice Ocean Modeling and Assimilation System): g) octubre-noviembre 2011; h) febrero marzo 2012. Fuente: ESA, K. Giles et al.

Un equipo internacional de científicos, utilizando medidas del satélite CRYOSAT de la ESA ha descubierto que el volumen de hielo en el océano Ártico se ha reducido un 36% durante el otoño y un 9% durante el invierno en el periodo entre 2003 y 2012.

Los registros del satélite muestran una tendencia descendente en el área del océano Ártico cubierta por el hielo durante todas las estaciones, pero especialmente en verano. En los últimos 6 años se ha llegado a la menor extensión de hielo, hasta la marca más baja de 3,61 millones de km2 alcanzada en septiembre de 2012.

El equipo de científicos del University College de Londres ha estimado la reducción entre 2010 y 2012 en el volumen correspondiente de hielo y corrobora la tendencia mostrada por los datos tomados entre 2003 y 2008 por el satélite de la NASA ICESat, calculando que el volumen se hielo se ha reducido unos 4.300 km3 de hielo durante el otoño y unos 1.500 km3 en invierno.

El equipo investigador confirmó sus datos usando medidas independientes desde tierra y desde el aire llevados a cabo por la ESA durante dos años en la región polar y usando también medidas de la Operation IceBridge de la NASA. Otros satélites han mostrado reducciones de hielo en el mismo área debido al aumento de temperaturas, pero los datos de CRYOSAT permiten estimaciones de volumen mucho más precisas.

Para ello, CRYOSAT cuenta con un altímetro radar que envía pulsos de microondas hacia el hielo, que refleja esas ondas en la superficie de hielo y en el agua de las grietas. La diferencia en alturas permite estimar el espesor del hielo sobre el mar en cada punto y así calcular el volumen.

Fuentes y referencias:
Noticia de ESA.
Nota de prensa.
Vídeo.



La galaxia espiral más grande

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Esta imagen compuesta de la espiral barrada NGC 6872 combina imágenes de luz visible del Telescopio VLT del Observatorio Europeo del Sur en el ultravioleta lejano (1528 angstroms), los datos de GALEX de la NASA y de 3,6 micras datos infrarrojos adquiridos por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA.

Una galaxia enana, nunca vista anteriormente, candidata a haber sido arrancada por fuerzas de marea (en el círculo) aparece sólo en el ultravioleta, lo que indica la presencia de muchas estrellas jóvenes y calientes. IC 4970, la pequeña galaxia de disco en interacción con NGC 6872, se encuentra por encima de la región central de la espiral. La espiral es 5 veces el tamaño de nuestra galaxia. Las imágenes de baja resolución de la Sky Digital Survey se utilizan para rellenar las áreas marginales que no están cubiertas por los otros datos. Crédito: NASA Goddard Space Flight Center / ESO / JPL-Caltech / DSS

La espectacular galaxia espiral barrada NGC 6872 ha sido considerada entre los más grandes sistemas estelares durante décadas. Ahora, un equipo de astrónomos de Estados Unidos, Chile y Brasil la ha confirmado como la espiral más grande conocida, basandose en datos de archivo de Galaxy Explorer de la misión NASA Evolution (GALEX), que ha sido cedido al Instituto de Tecnología de California, Pasadena, California

La medida de punta a punta de sus dos brazos espirales de la descomunal galaxia NGC 6872 es de más de 522.000 años-luz, lo que resulta más de cinco veces el tamaño de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

El Observatorio Ultravioleta GALEX ha permitido estudiar las estrellas jóvenes, más calientes, que nunca hubieran podido ser investigadas sin él. El tamaño inusual de la galaxia y su apariencia proceden de su interacción con una galaxia de disco mucho más pequeña llamada IC 4970, que tiene sólo alrededor de una quinta parte de la masa de NGC 6872. La pareja se encuentra 212 millones de años luz de la Tierra en la constelación austral de Pavo.

Los astrónomos piensan que las grandes galaxias, incluyendo la nuestra, crecieron a través de fusiones y absorciones durante miles de millones de años mediante la captación de numerosos sistemas más pequeños. Curiosamente, la interacción gravitatoria de NGC 6872 y IC 4970 pudo haber hecho lo contrario, iniciando lo que puede convertirse en una pequeña galaxia nueva.

El brazo nororiental de NGC 6872 es el más perturbado y repleto de formación estelar, pero en su extremo más alejado, visible sólo en el ultravioleta, hay un objeto que parece ser una galaxia enana, creada por las fuerzas de marea similares a las observadas en otros sistemas que interactúan. La candidata citada es más brillante en el ultravioleta que otras regiones de la galaxia, un signo de que tiene una fuente rica de estrellas jóvenes y calientes de menos de 200 millones de años de antigüedad.

Los investigadores estudiaron el espectro de la galaxia usando los datos de archivo del Telescopio VLT del Observatorio Europeo del Sur, All Sky Survey de dos micras, y el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, así como GALEX.

Mediante el análisis de la distribución de energía por longitudes de onda, el equipo descubrió un patrón distinto de edad estelar a lo largo de dos brazos espirales de la galaxia. Las estrellas más jóvenes aparecen en el extremo del brazo noroeste y en la candidata a «enana de marea» siendo cada vez más antiguas a medida que su posición se acerca al centro de la galaxia. El brazo suroccidental muestra el mismo patrón, probablemente influido por oleadas de formación estelar provocadas por el encuentro galáctico.

Un estudio realizado en 2007 con simulaciones de ordenador de la colisión, reproducen la apariencia general del sistema tal y como lo vemos hoy. De acuerdo con la más acertada, IC 4970 hizo su aproximación más cercana hace unos 130 millones de años, siguiendo un camino que la llevó casi a lo largo del plano del disco de la espiral en la misma dirección en la que rota.

Como en todas las espirales barradas, NGC 6872 contiene un componente de barra estelar que une los brazos espirales y las regiones centrales de la galaxia. Con un radio de unos 26.000 años-luz, aproximadamente el doble de la longitud media encontrada en las espirales barradas cercanas, es una barra que corresponde a una galaxia gigante.

El equipo no encontró ningún signo de formación estelar reciente a lo largo de la barra, lo que indica que se formó por lo menos hace unos pocos miles de millones de años. Sus viejas estrellas proporcionan un registro fósil de la población estelar de la galaxia antes de que el encuentro con IC 4970 cambiara las cosas.

La misión GALEX está dirigida por el Instituto Tecnológico de California en Pasadena, que se encarga de las operaciones científicas y análisis de datos. El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, administra la misión y construyó los instrumentos científicos. GALEX fue desarrollado bajo el Programa de Exploradores de la NASA, dirigido por el Centro Goddard para Vuelos Espaciales. En mayo de 2012, la NASA cedió GALEX a Caltech, que continúa las operaciones del observatorio espacial y la gestión de datos utilizando fondos privados.

Fuente: Noticia de NASA Goddard Space Flight Center.



El viento estelar de las estrellas gigantes no es continuo, sino racheado

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Ilustración comparativa de un viento estelar uniforme (izquierda) con uno altamente fragmentado (derecha) como el de zeta Puppis. Fuente: ESA– C. Carreau/Nazé et al.

El viento emitido por una estrella gigante ha sido estudiado por el Observatorio Espacial XMM-Newton de la ESA, que ha llegado a la conclusión de que no se trata de un flujo uniforme, sino de cientos de miles de ráfagas.

Las estrellas masivas queman su combustible nuclear mucho más rápido que las estrellas de tipo Sol, por lo que viven sólo unos millones de años antes de explotar como supernovas, arrojando de nuevo gran parte de la masa que las compone al espacio. Son poco comunes, pero juegan un papel muy importante reciclando materia en el Universo.

Durante su corta existencia, estas estrellas pierden una parte considerable de su masa en forma de fuertes corrientes de gas que parten de su superficie, impulsadas por la intensa luz de la estrella. Ese viento estelar es al menos cien millones de veces más potente que el de nuestro propio Sol, y altera el entorno de estas estrellas de forma notable. Es tan fuerte que puede iniciar el colapso de las nubes de polvo y gas que haya en su vecindad, dando origen a nuevas estrellas o impedir su formación disolviendo esas nubes antes de que puedan crear nuevos astros.

Durante una década, los astrónomos han estudiado en detalle la estructura de estos vientos gracias a las observaciones realizadas por XMM-Newton, analizando cómo variaba la emisión de rayos X de ζ Puppis. Ésta es una de las estrellas masivas más cercanas a la Tierra, y observable a simple vista desde el hemisferio sur, en la constelación de Puppis.

Los grumos de materia que componen el viento estelar van colisionando a distintas velocidades y se calientan hasta alcanzar varios millones de grados, emitiendo rayos X. A medida que estos grumos se enfrían o se vuelven a calentar, la intensidad y la energía de esta radiación también fluctúa.

Si la corriente de gas está formada por unos pocos grumos de gran tamaño, la emisión combinada fluctúa de forma considerable. Sin embargo, cuando aumenta el número de grumos, la variación en la emisión de cada uno de ellos contribuye en menor medida al total, que se mantiene relativamente estable.

En el caso de ζ Puppis, su emisión de rayos X era muy estable a corto plazo (a lo largo de periodos de unas pocas horas), lo que sugería la presencia de un gran número de grumos en su viento estelar. Sin embargo, XMM-Newton registró una variación inesperada en la emisión de rayos X de esta estrella, que se mantuvo a lo largo de varios días. Este fenómeno podría indicar la presencia de grandes estructuras (quizá con forma espiral) en el seno del viento estelar superpuestas a la corriente irregular que emite la estrella mientras gira sobre sí misma.

Los estudios realizados en otras longitudes de onda ya habían sugerido que el viento de las estrellas masivas no era una brisa uniforme. Los nuevos datos de XMM-Newton confirman esta hipótesis, pero también indican la presencia de cientos de miles de grumos, fríos y calientes. Es la primera vez que se acota el número de grumos presentes en el viento de una estrella masiva adulta, un número que supera en gran medida todas las predicciones teóricas.

Para poder comprender estos resultados en profundidad, habrá que desarrollar nuevos modelos de los vientos estelares mucho más detallados, que tengan en cuenta las estructuras a gran escala y la naturaleza grumosa de la corriente. Actualmente no existe un conjunto de datos con una sensibilidad o cobertura temporal o espectral comparable de ninguna otra estrella masiva, pero más estudios de este tipo nos ayudarían a entender mejor cómo contribuye el viento a la pérdida de masa de las estrellas gigantes.

Fuente: Noticia de ESA.



La NASA se une a la misión Euclides de la ESA para explorar la materia oscura

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La misión Euclides de la ESA tiene por objeto estudiar la materia y energía oscuras. Ahora la NASA se ha unido oficialmente a este esfuerzo. Mediante un satélite con un telescopio de 1,2 metros de diámetro y dotado de dos instrumentos, Euclides estudiará la distribución en 3D, la forma y el brillo de 2.000 millones de galaxias de una tercera parte del cielo. La misión Euclides será lanzada en 2020.

La masa y energía oscuras son responsables del 95% de la masa y energía del universo y su localización puede explicar la expansión acelerada del universo descubierta en 1998 y que mereció el premio Nobel de Física de 2011. Investigando el efecto que la energía oscura tiene sobre las galaxias y cúmulos de galaxias, los astrónomos esperan tener un mejor entendimiento de su naturaleza.

La NASA se ha unido al proyecto contribuyendo con el suministro de 20 detectores de infrarrojo-cercano que operarán en paralelo con la cámara de luz visible. El resto será contruído y operado en Europa. Álvaro Giménez Cañete, director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA incide en la importancia de este tipo de acuerdos de cooperación que benefician a ambas agencias y en definitiva, a la Ciencia.

Fuente: Noticia de ESA.



ESO fotografía la lagartija de sagitario

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La Cámara de Gran Campo instalada en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros del Observatorio La Silla de ESO, en Chile, muestra al brillante cúmulo estelar NGC 6520 y a su vecina, Barnard 86, la extraña nube oscura en forma de lagartija. Esta pareja cósmica se muestra sobre un fondo de millones de estrellas brillantes en la parte más tupida de la Vía Láctea, una región tan densa que es difícil ver zonas de cielo oscuro en la imagen.

Esta parte de la constelación de Sagitario es uno de los campos de estrellas más ricos de todo el cielo. El gran número de estrellas que iluminan esta región hace que destaque de forma impresionante la oscuridad de nubes negras como Barnard 86.

Este objeto, una pequeña y oscura nebulosa aislada que es un glóbulo de Bok, fue descrita como “una gota de tinta en el cielo luminoso” por su descubridor, Edward Emerson Barnard, un astrónomo estadounidense que descubrió y fotografió numerosos cometas, nebulosas oscuras, una de las lunas de Júpiter, y que hizo muchas más contribuciones a la astronomía. Barnard, astrofotógrafo con una impresionante capacidad de observación visual, fue el primero en utilizar fotografía de larga exposición para explorar las nebulosas oscuras.

A través de un pequeño telescopio, Barnard 86 parece una zona pobre en estrellas o una ventana hacia un pedazo de cielo claro y distante. Sin embargo, este objeto es una oscura, densa y fría nube compuesta de pequeños granos de polvo que bloquean la luz de las estrellas y hacen que la región se muestre opaca. Se cree que se formó a partir de los restos de una nube molecular que colapsó para formar el cercano cúmulo estelar NGC 6520, que en esta imagen puede verse a la izquierda de Barnard 86.

NGC 6520 es un cúmulo estelar abierto que contiene muchas estrellas calientes que brillan en tonos blancoazulados, lo que nos delata su juventud. Se cree que la edad del cúmulo es de unos 150 millones de años, y se estima que tanto el cúmulo de estrellas como su polvoriento vecino se encuentran a una distancia de unos 6.000 años luz del Sol.

En realidad, las estrellas que parecen estar dentro de Barnard 86 en la imagen, se encuentran delante de ella, entre nosotros y la nube. Aunque no se sabe qué está ocurriendo en el interior de Barnard 86, se sabe que muchas nebulosas oscuras tienen nuevas estrellas formándose en sus centros, como ocurre por ejemplo en la conocida nebulosa de la Cabeza de Caballo.

Fuente: Boletin de noticias de ESO.



Betelgeuse se prepara para una colisión

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Se han descubierto múltiples arcos alrededor de Betelgeuse, la estrella gigante roja más cercana a la Tierra en una imagen del Telescopio Espacial Herschel. Estos arcos parecen formar escudos frente a la estrella y podrían chocar contra un misterioso muro de polvo en unos 5000 años.

El diámetro de la estrella es 1000 veces mayor que el de nuestro Sol, y es 100.000 veces más brillante. Se cree que acabará como una gran supernova, habiendo ya expulsado gran parte de sus capas exteriores.

La nueva imagen en infrarrojo de Herschel muestra que los vientos estelares están chocando contra el medio interestelar circundante creando una onda de choque que se mueve por el espacio a velocidades de unos 30 km/s.

Más cerca de la estrella hay otra cubierta de material que muestra una estructura asimétrica. Parece que en el pasado se han ido expulsando células convectivas de la atmósfera exterior de la estrella que se han ido localizando en glóbulos o agregados de desechos de polvo.

También aparece una estructura lineal, más allá de los arcos de polvo. Mientras algunas teorías antiguas proponían que esta «barra» era resultado de la espulsión de material en una etapa previa en la evolución de Betelgeuse, los análisis de la nueva imagen sugiere que, o es un filamento ligado al campo magnético de la galaxia, o el borde de una nube interestelar cercana que está siendo iluminada por la estrella.

Si esa barra es un objeto completamente independiente dela estrella, según la distancia a la que se encuentran y, debido al movimiento de Betelgeuse, se estima que el arco o escudo más exterior colisionará con la barra en unos 5.000 años y que la propia estrella lo hará unos 12.500 años más tarde.

Fuente y referencias:
Nota de prensa de ESA.



Rio nilo en Titán descubierto por Cassini

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El instrumento de radar de la sonda Cassini de la NASA, ha permitido descubrir lo que parece ser una versión extraterrestre en miniatura del río Nilo: un valle fluvial que se extiende más de 400 kilómetros sobre la superficie de Titán, el satélite de Saturno.

Los científicos han llegado a la conclusión de que este río debe estar lleno de líquido, ya que aparece oscuro en las imágenes radar de alta resolución a lo largo de todo su recorrido, lo que es indicativo de que presenta una superficie completamente lisa.

Aunque tiene algunos meandros, este valle fluvial es bastante recto, lo que podría indicar que sigue el curso de una falla, al igual que los otros grandes ríos que desembocan en la orilla meridional de este mismo mar de Titán. Estas fallas o fracturas en la superficie de Titán no tienen porqué ser el resultado de una tectónica de placas, como en la Tierra, pero provocan igualmente la formación de cuencas o de grandes mares.

Titán es el único cuerpo celeste que conocemos, aparte de la Tierra, en el que existe líquido de forma estable sobre su superficie. Pero, mientras el ciclo hidrológico de nuestro planeta está basado en el agua, el equivalente de Titán lo está en hidrocarburos como el etano o el metano.

En 2008, el espectrómetro de Cassini en las bandas visible e infrarroja confirmó la presencia de etano líquido en un lago del hemisferio sur de Titán conocido como «Lago Ontario».

A finales del año 2010, las cámaras de Cassini de luz visible descubrieron varias zonas de Titán que habían tomado un tono más oscuro tras una precipitación atmosférica.

Las imágenes de este río tomadas por Cassini nos vuelven a mostrar un mundo en movimiento, como ya sugerían los canales y los barrancos fotografiados por la sonda Huygens de la ESA durante su descenso a la superficie de Titán en el año 2005.

Fuentes y referencias:
Noticia ESA-ESA
Cassini_spots_mini_Nile_River_on_Saturn_moon



Tormenta solar de clase 7

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El ciclo solar se encuentra en su pico de máxima actividad según los boletines de los centros de seguimiento del Sol. Expertos del Centro belga Helioterrestre (STCE) mantienen informada a la ESA, que incorpora sus datos en su programa de sensibilización y promoción del espacio. El equipo del STCE publicó recientemente la lista de los 12 acontecimientos solares más importantes del año 2012, ordenados cronológicamente.

Entre los doce acontecimientos hay imágenes y videos del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA y de las misiones del Observatorio Solar STEREO de NASA, el Proba-2 de la ESA y el SOHO conjunto de ESA/NASA.

Uno de ellos es el que presentamos en la imagen, una erupción solar espectacular de clase M7 captada por el SDO el 19 de julio de 2012. La fuente de la emisión fue el grupo de manchas NOAA 1520, el más grande de 2012 y el segundo más grande de todo este ciclo solar.

Aunque el presente ciclo ha sido débil en general hasta ahora, la intensidad durante 2012 ha sido interesante y ha contado con sucesos bastante sorprendentes siendo muy difícil reducir su lista a sólo 12 acontecimientos. Este ciclo que comenzó en 2008 es el SC24, siendo el 24º desde 1755, cuando los científicos comenzaron a seguir la actividad de las manchas solares.

El programa de Sensibilización del Espacio de la ESA, vigila los eventos solares, objetos y basura espacial y vigilancia de NEOs (objetos cercanos a la Tierra).

Fuentes y referencvias:
ESA (SSA), boletín de STCE.
Listado completo de sucesos extraordinarios.



VLT busca el origen de los rayos cósmicos en una supernova medieval

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La imagen de la izquierda muestra el resto de supernova SN1006 completo, visto en radio y rayos X. La siguiente, una ampliación de la zona de onda de choque marcada con el cuadrado de la anterior, es del Telescopio espacial Hubble. La tercera muestra como el instrumento VIMOS divide la zona en pequeñas regiones para analizar la luz de cada una mediante su espectro. Este determinará las propiedades de cada zona. A la derecha se muestra un mapa que representa una de sus propiedades, la anchura de su linea espectral que es muy variable, y que revela la presencia de protones de alta velocidad. Fuente: ESO, Radio: NRAO/AUI/NSF/GBT/VLA/Dyer, Maddalena & Cornwell, X-ray: Chandra X-ray Observatory; NASA/CXC/Rutgers/G. Cassam-Chenaï, J. Hughes et al., Visible light: 0.9-metre Curtis Schmidt optical telescope; NOAO/AURA/NSF/CTIO/Middlebury College/F. Winkler and Digitized Sky Survey.

Nuevas observaciones muy detalladas de los restos de la supernova del año 1006, llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, han revelado claves sobre el origen de los rayos cósmicos. Por primera vez, las observaciones sugieren la presencia de partículas de rápido movimiento en los restos de la supernova que podrían ser precursoras de estos rayos cósmicos.

En el año 1006, pudo verse una nueva estrella en los cielos australes, y su presencia fue ampliamente registrada por todo el mundo. Era muchas veces más brillante que el planeta Venus y podría haber rivalizado en brillo con la Luna. Era tan brillante en su máximo que producía sombras y era visible durante el día. Más recientemente los astrónomos han identificado la ubicación de la supernova y la han nombrado SN 1006. También han encontrado un refulgente anillo de material en expansión en la constelación austral de Lupus (El Lobo) que constituye los restos de la vasta explosión.

Durante mucho tiempo se creyó que este tipo de restos de supernova se encuentran donde se forman cierto tipo de rayos cósmicos, que son partículas de muy alta energía originadas fuera del Sistema Solar que viajan a una velocidad cercana a la de la luz. Pero hasta ahora los detalles de cómo ocurre esto han sido un misterio.

Un equipo de astrónomos ha utilizado el instrumento VIMOS, instalado en el telescopio VLT, para observar, con más detalle que nunca, el resto de SN 1006. Su intención era estudiar qué ocurría en el lugar en el que el material era expulsado de la supernova a gran velocidad, horadando la materia interestelar estacionaria. Este frente de choque, que se expande a gran velocidad, es similar a la explosión sónica producida por un avión al superar la barrera del sonido y es similar a un acelerador de partículas cósmico.

Por primera vez el equipo no solo ha obtenido información sobre el material del frente de choque en un punto, sino que también han dibujado un mapa de las propiedades del gas, y de cómo esas propiedades cambian a lo largo del frente de choque. Esto ha proporcionado algunas claves para resolver el misterio.

El resultado fue una sorpresa, ya que sugiere que en el gas de las regiones de choque hay muchos protones moviéndose a altas velocidades. Éstos no son los buscados rayos cósmicos de altas energías, pero podrían ser sus “partículas-semilla” cuya existencia se postula, que interactúan con el material del frente de choque calentándolo hasta alcanzar las energías extremadamente altas requeridas para saltar al espacio en forma de rayos cósmicos.

Este estudio fue el primero en usar un espectrógrafo de campo integral para sondear las propiedades del frente de choque de los restos de supernova con tanto detalle. Ahora, el equipo está deseando aplicar este método a otros restos de supernova.

Fuente: Comunicado científico de ESO.



Nuestro sistema inmunitario es más débil en ingravidez

Foto
La incubadora Kubik contiene una pequeña centrifugadora para simular la gravedad terrestre, a la vez que dispone de espacio para otras muestras sin centrifugar manteniendo todas ellas a temperatura controlada.

La vida en el espacio debilita el sistema inmunitario de los astronautas. Este descubrimiento puede ayudar a encontrar el medio de enfrentarse en la Tierra a las enfermedades, incluso antes de que aparezcan los síntomas.

Desde que comenzaron los viajes espaciales, se sabe que los astronautas pueden padecer infecciones comunes que un humano sano en la Tierra superaría fácilmente. Hasta ahora, no estaba claro qué era lo que impedía que el sistema inmunitario de los astronautas funcionara con normalidad.

En 2006, el astronauta de la ESA Thomas Reiter, llevó a cabo un experimento en la Estación Espacial Internacional utilizando la incubadora espacial Kubik de la ESA. Mientras se mantenía un grupo de células humanas en una centrifugadora para simular gravedad, otro grupo se mantuvo flotando en microgravedad.

Después de su análisis, una vez en tierra, las células que experimentaron gravedad simulada, parecían gozar de buena salud en comparación con las que habían estado en ingravidez. Comparando las muestras, los investigadores vieron qué hacía que las células del sistema inmunitario no funcionaran adecuadamente. En ausencia de gravedad, un transmisor específico de las células, llamado sistema Rel/NF-κB, deja de trabajar.

Normalmente, cuando nuestros cuerpos detectan una invasión, se inicia una cadena de reacciones controladas por la información que poseen nuestros genes, algo similar a un libro de instrucciones. Encontrar qué gen hace qué, es como buscar una llave que encaje en una cerradura sin haber encontrado aún la cerradura.

Estudiar las células que han viajado en la Estación Espacial Internacional pone a los investigadores en el buen camino para descubrir la clave de cómo trabaja el sistema inmunitario. Comparar muestras es la forma de saber dónde buscar para averiguar qué enseña a nuestras células a reaccionar ante las enfermedades, y cómo lo hace.

Esta investigación podría ayudar a abordar dos tipos de enfermedades. Frenar a los genes que activan nuestro sistema inmune nos ayudaría a atenuar el sufrimiento de las personas que padecen enfermedades autoinmunes como la artritis. Por otro lado se podría averiguar los genes que deben estar activos para luchar contra determinadas enfermedades, para poder proporcionar anticuerpos hechos a medida.

Fuente: Noticia de ESA.



Este artículo ha sido escrito por Juan Antonio Bernedo.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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8 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    La estrella de los 14 eones: no es casi incompatible, es totalmente incompatible. Estadística aparte, el rango inferior le da una edad de poco más de 100 millones de años tras la creación, y eso no cabe en ningún modelo. Por no hablar de cómo se las arregló para llegar hasta aquí.

    La galaxia del medio millón de años-luz… eso es una salvajada. Al ver la cifra me he dado cuenta por un momento, de esos fugaces, de lo que supone un sistema interactuando a velocidades muy inferiores a su tamaño. Todas las estructuras humanas tienen velocidades de transmisión prácticamente instantáneas respecto a sus dimensiones, y aún así, la física resuelve claramente los procesos por diferencias infinitesimales de tiempo. Te da un poco de vértigo cuando ves una estructura como el Sistema Solar, cuyas fuerzas de cohesión tardan horas (por no decir días) en mantenerlo unido, pero es que una galaxia de medio millón de años-luz… sí, ya, no es mucho más que la Vía Láctea, pero…

    Respecto a las tormentas solares: el consenso actual indica que el riesgo parece controlado, que una tormenta no debería afectar de forma grave por debajo de ciertas latitudes (o por encima en el hemisferio sur), y que de todos modos avisaría. Me da que no va a ser así, y como el meteorito ruso, vamos a recibir un toque cuando menos lo esperemos, esperemos que sea tan relativamente inofensivo como el pedrusco.

  2. tomás:

    Estimado Dr Thriller: A veces me resulta difícil seguir tu pensamiento. En tu primer párrafo te refieres al artículo «La estrella más antigua». No lo veo tan incompatible dadas las dificultades en la medición de distancias estelares. Estoy seguro de que, necesariamente, habrá de estar más cercana que el límite, si lo hay, del Universo. Es cuestión de que la técnica se perfeccione para afinar más en las medidas.

    En tu segundo párrafo te refieres al artículo «La galaxia espiral más grande». Dices «sistema interactuando a velocidades muy inferiores a su tamaño». Eris, del cinturón de Kuiper está a una media de unos 67 al; por tanto los gravitrones, de existir, y si su velocidad es la de la luz, tardarían esos años en llegar; es decir, algo más que días. Lo que pasa es que a mi particular visión de las cosas, si las masas deforman el espacio, no me parecen necesarios los gravitrones. En el caso de la Tierra-Sol, es como si esta estuviese «cuesta abajo» y la velocidad tangencial le impidiera caer al pozo del Sol. Esto imaginado no en un solo plano deformado como se suele, sino en -a mi entender- infinitos planos, pero de los que sólo uno prácticamente afecta a la Tierra. En tal caso, deformado el espacio, la influencia es instantánea. Ahora bien, es posible que esos gravitrones sean necesarios para deformar el espacio.

    Un abrazo casi instantáneo, como aseguras se da en la Tierra.

  3. tomás:

    Estimado Neo: Quiero felicitarte y también a Bernedo por las magníficas ilustraciónes de todo el «Kiosco» y en especial por las del meteoroide inesperado, la preciosa Nebulosa esquimal, la muy ilustrativa sobre la pérdida de hielo, la que da idea de la distribución de la masa en el Universo del artículo: «La Nasa se une a la misión Euclides… (por cierto, en este título debes poner «esa» con mayúsculas), la foto de Betelgeuse, etc.

    Repito: mi sincera felicitación para ambos.

  4. NeoFronteras:

    La Astrofísica es una disciplina bonita e interesante. Es una lástima que los políticos españoles no opinen lo mismo:

    http://www.neofronteras.com/opinion/?p=100

  5. Dr. Thriller:

    Tomás, Eris no está a 67 años-luz. Está a «sólo» horas-luz. La distorsión del espacio-tiempo es un marco formal, que puede ser real o no serlo, es algo difícilmente falseable (además: se distorsiona, ¿qué cosa?), pero una partícula de intercambio sí es falseable (o eso entiendo yo). Pero en cualquier caso, esa distorsión también se transmite, y se transmite a la velocidad de la luz, o al menos con ese límite superior. Si el Sol desapareciese, no sé muy bien qué pasaría (nada, porque no puede, pero vamos, ya que estamos en el experimento mental sección disparate), en la archimanida analogía de la cama elástica (que no serviría, porque que yo sepa el espacio-tiempo no es elástico, estaría coñero que tuviese esas propiedades xD) imagino que debería «des-distorsionarse» a una velocidad que no tengo pajolera idea cuál sería, pero en cualquier caso menor a c.

    Instantáneo no hay nada. La velocidad de una fractura avanzando por una estructura cristalina o la de una señal nerviosa por los correspondientes nervios (la segunda virtualmente inmóvil frente a la primera) no son instantáneas. A escalas del tamaño del cuerpo humano lo parecen, pero incluso con estructuras del tamaño de montañas o así, ya son perfectamente visibles. Tengo un vídeo grabado en la cabeza en donde se ve el frente de la onda de choque de una explosión en una gasolinera avanzando a ras de suelo, filmada desde un helicóptero. Cuando la escala abarca un par de km la «ves», aunque sigamos hablando de décimas de segundo.

    Lo que quería expresar, tan mal como siempre (sí, tengo mentalidad de saltamontes), es que la causalidad en las escalas que nos son familiares es muy rápida, las partes del todo se afectan mutuamente en tiempo real, a escalas cósmicas esto ya va todo en diferido. Un puente colapsando las distintas piezas tienen tiempo de afectarse mutuamente durante la caída, si mañana explota Venus y Urano a la vez, tarda un tiempo considerable cada uno de ellos en verse afectado por el otro. Entendámonos, esto pasa en todas las escalas, es sólo que son músicas y partituras diferentes. Y claro, la diferencia la da c. A partir de ciertos tamaños, todo el majestuoso ballet ya tiene un nivel de desconexión mutua inédito en escalas pequeñas.

    Me olvidaba: no son equivalentes las hipótesis. Una deformación del espacio tiempo no puede «manipularse». Partículas de intercambio teóricamente pueden ser desviadas o apantalladas. Es decir, podría existir la cavorita de Wells, si abrimos la manga un poco bastante (o la rompemos, vaya). En la práctica esto ha venido a no ser así por razones bastante complejas, pero no deja de ser un detalle interesante.

    Otro abrazo todo lo aparentemente instantáneo que resulte a nuestra cosmovisión.

  6. Miguel Ángel:

    Vuelvo a felicitar a J.A. Bernedo. En cuanto al Curiosity, ya tenemos resultados de las primeras `perforaciones y el resultado es compatible con la posibilidad de que albergara vida microbiana en el pasado.
    Como el periodo en que Marte tenía más posibilidades de sustentar vida se remonta a unos 3500-3800 millones de años y por esa misma época ya había vida en La Tierra, saber o descartar que hubiera vida en Marte supondría también un importante test de cara a la panspermia, ya que por aquel entonces los impactos de meteoritos eran mucho más frecuentes.

  7. Miguel Ángel:

    La lástima es que el Curiosity no está preparado para descubrir vida en Marte sino sólo indicios de si había condiciones apropiadas para ésta en el pasado.

  8. tomás:

    Amigo Dr. Thriller: Muy tarde he llegado a leer tu comentario y tienes toda la razón. He tomado por «al» lo que son UA, evidentemente mucho más pequeñas y, a partir de ahí todo ha ido mal. Por fortuna no hemos enviado a nadie al espacio con mis cálculos, como sucedió en un accidente -no recuerdo cual- en el que creo que alguien de la NASA tomó pulgadas por cm o algo así. ¡Vaya faena si es al revés y le decimos al astronauta que ha de recorrer sólo unas pocas UA y luego resulta que son unos pocos al! Creo que se enfadaría… al menos un poco.

    En la cuestión de si la curvatura del espacio ha de respetar la velocidad de la luz, es cuestión dudosa puesto que la expansión no la respeta. El límite c es para la velocidad de la luz en el vacío, pero no para la expansión del Universo y por tanto del espacio que ocupa. Pienso que la deformación ha de ser parecida, pero si hay gravitrones por medio… De todas formas el ejemplo de la cama elástica no es por su elasticidad, sino por la forma que adopta y porque una masa mayor se «hundiría» más que una masa menor. Además la deformación del espacio por una masa yo la imagino en todas las direcciones, por tanto infinitas deformaciones con el mismo centro. De hecho los cometas que llegan de la Nube de Oort llegan en trayectorias oblicuas a los planos tan próximos al del ecuador solar que tiene el Sistema Planetario.
    Bueno, especular es gratis. Un abrazo.

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