NeoFronteras

Sobre el sesgo ideológico

Área: Psicología — domingo, 2 de febrero de 2014

Los estudiantes de bachillerato se enfrentan a ciertos temas con prejuicios de tal modo que les es muy difícil mantener un pensamiento crítico.

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El Dr Matt Dr McCrudden, profesor en Victoria University, encontró en múltiples estudios de investigación sobre cómo la gente aprende, que en el instituto los estudiantes de edad y capacidad lectora similar interpretaban los textos que leían de distinta manera.
A consecuencia de ello Dr McCrudden centró su investigación utilizando textos que versaban sobre temas controvertidos, como el matrimonio de personas del mismo sexo o el cambio climático. Encontró que las diferencias de interpretación se podían atribuir fuertemente a las creencias preconcebidas del lector.
“El sesgo que tienen las personas interviene cuando estas están evaluando información sobre lo que ya tienen una opinión”, dice Dr McCrudden. “Se inclinaban a centrarse en la información que apoyaba sus puntos de vista, en lugar de sopesar objetivamente los hechos”.
El hallazgo ha reforzado un estudio que Dr McCrudden ha realizado recientemente en el que examinó cómo evalúa la gente la información acerca del cambio climático.
“Así por ejemplo, personas con visiones opuestas acerca de si el cambio climático se estaba dando o no usaron la misma pieza de información (que la temperatura media de octubre de 2013 en Australia fue de 22 grados en lugar de los 21 de 2012) para apoyar sus puntos de vista.”
“Parece que mucha gente estaba preparada para llegar a una fuerte conclusión basada en una prueba débil, como las temperaturas sobre un par de años, en lugar mirar el patrón sobre tres décadas o más, que es un aspecto esencial del debate sobre el cambio climático”, dice Dr McCrudden.
“Un aspecto clave del pensamiento crítico efectivo es la habilidad de evaluar información independientemente de las creencias de uno. Sin embargo, el pensamiento crítico efectivo puede ser un desafío si la gente descuenta o ignora información consistente o inconsistente según sus creencias.”
Dr McCrudden dice que un posible modo de minimizar el razonamiento auto-motivado en un escenario educacional sería dar a los estudiantes instrucciones para las tareas de pre-lectura que los animaran a considerar el mérito de las dos caras de un asunto.
“Esto podría motivar a los estudiantes a cuestionar activamente sus creencias, considerar seriamente visiones alternativas o actualizar conocimientos sobre el tema. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender las condiciones bajo las cuales las instrucciones para las tareas de pre-lectura afectan las creencias.”

Fuentes y referencias:
Este texto es una traducción directa de la nota de prensa de la universidad de Victoria.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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16 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    Muchísima más.

    El sesgo siempre actúa salvo que el fenómeno sea tan novedoso que nos resulte completamente imposible buscarle una relación con nuestra experiencia vital. Esto en la historia de la Ciencia se ve con bastante claridad en el desarrollo de la MC y en menor medida con el establecimiento de la termodinámica o el electromagnetismo. Pero en todas las eṕocas siempre se buscó (mucho más cuanto más hacia el pasado más distante, naturalmente) confirmar las ideologías de la época en los incipientes avances científicos. Tenemos además de todo, desde los que honestamente buscaban en esos avances el fundamento de sus creencias (como las historias «entrañables» del capitán del Beagle) hasta los que por prudencia, o miedo, o ambas cosas, no deseaban menear demasiado el status quo de las cosas.

    Creo que es difícil, o por lo menos no existe ninguna fórmula mágica, enseñar a las personas a ser conscientes de sus prejuicios. Sólo sirve el consejo de Gould: ser consciente de ellos y precisamente por ello, todo aquello que sospechosamente parezca apoyarlos, pasarlo bajo un escrutinio insano y exhaustivo. Sí, por supuesto se puede enseñar a pensar a la gente, pero al final es el volumen de conocimiento que uno llegue a acumular lo que da mayor capacidad de ser consciente de tus limitaciones, soy muy escéptico ante sistemas pedagógicos. Porque además, lo interesante no es librarse de prejuicios que de groseros o voluminosos son obvios, y uno puede aprender a tratar con ellos con el consejo de Gould, sino los sutiles que son los que más daño causan a la hora de enfocar las cosas.

    Yo tengo dos trucos. Dejarse llevar por las propias emociones (para facilitar la «técnica» de Gould, digamos), y procurar ver las cosas nuevas siempre desde una perspectiva «nueva», evitando que se las pueda relacionar con algo ya firme de nuestra visión del mundo. Un poco como ver una cara nueva que te recuerda a alguien, y rechazar firmemente ese recuerdo y buscar algo en esa cara que la haga nueva-nueva de verdad.

  2. Petrus:

    Me imagino la distribución de la objetividad de la gente según la campana de Gauss: nula, media, máxima. Cada uno llega a su propia situación en la tabla por diferentes caminos: unos, a la izquierda de la curva , porque no anduvieron camino alguno ya que nadie se lo mostró, otros encontraron uno, autodidactas, más o menos productivo, y otros además tuvieron la suerte de contar con el ejemplo y la enseñanza de algún buen entrenador. En el momento actual, con la enseñanza obligatoria hasta los 18 años mínimo, todos tienen opciones para alcanzar cierta destreza, aunque no todos las aprovechan. Por eso, en la sociedad encontramos un poco de todo: el fanático de una sola idea enroscada a su ego como una yedra, el permeable a todas las ideas, como un motor sin filtros ( así va el pobre …), el razonablemente escéptico, el analista puro y, entre otros, el buscador de la verdad absoluta. Todos necesariamente provistos de los prejuicios, experiencias y normas previas, saberes y cultura de su entorno, para desprenderse de ellos o utilizarlos adecuadamente a la hora de enfrentarse a una nueva idea, a una nueva situación. No obstante, creo que entre estudiantes es determinante la influencia de algunos profesores, líderes, que añaden a sus tareas de información y formación la de enseñar a pensar por cuenta propia. Aunque no sea una especie muy numerosa .

  3. jab:

    «El fanático de una sola idea enroscada a su ego como una yedra». Me ha encantado esta expresión. Todos hemos conocido a alguien así, supongo. En cualquier caso creo que existen niveles más peligrosos. Alguien podría ser consciente de ello y decir: «Vale, pero la idea que se ha enroscado a mi ego es superior a la del tuyo. Por no hablar de que tu ego da pena y el mío es estupendo». Es muy difícil luchar contra este tipo de «infecciones». Supongo que al final la clave esta no tanto en tener «sentido común» como otra cosa mucho menos abundante en nuestra especie: la humildad. Una característica poco favorecida por la selección natural.

    Saludos que intentan ser humildes.

  4. tomás:

    Tiene gran fuerza expresiva la frase de Petrus: «el fanático de una sola idea enroscada a su ego como una yedra…», pero no puedo acompañarle en lo que sigue. No es «permeable a todas las ideas como un motor sin filtro», sino todo lo contrario. El prejuicio lo hace impermeable a lo novedoso, a toda información que ponga en peligro su pensamiento. Es decir que la función de la yedra es impermeabilizar, ahogar su ego de modo que se resiste a cualquier cambio.
    Si algo me gusta de la ciencia es que su método lleva incluido la aceptación de la casi certeza de que, alguna vez, su inducción será falsada o, al menos, mejorada. Y esa idea debería recalcarse a los estudiantes como mérito de humildad.

  5. thetimethespaceandandtheman::

    El ser humano es un ser simbólico con solo retazos perdidos de genio y coherencia.

    Matrices de conceptos son la base de su mente.

    La creación de nuevos conceptos, la abolición de antiguos, la abolición de ligazones entre ellos, la creación de nuevas ligazones, son ‘la evolución de la mente humana’.

    Ayer releí un libro que un amigo me regaló hace años.

    Diálogos en el infierno, entre maquiavelo y montesquieu.

    Entre otros, recuerdo un párrafo que viene a colación de lo presente:

    ‘¿Acaso no recuerdas aquél pueblo que estaba a punto de sublevarse contra su tirano demócrata por la eliminación legislativas de derechos del pueblo, pero cuando el tirano autorizó el retorno del humorista fulanito (También desterrado antes), el pueblo, con sus risas, quedó mas tranquilo que si le hubieran restituido sus derechos?’.

    Sobran tantas universidades para ‘estudiar el sesgo’.

    ¿a las universidades que las pagan , no hacen estudios con sesgo?.

    A propósito, aconsejo ver quienes son los dueños de Science y Nature. Son solo 2 hermanos alemanes.

    Dos hermanos, ambos en la lista Forbes:

    Stefan von Holtzbrinck
    http://www.forbes.com/profile/stefan-von-holtzbrinck/

    Monica Schoeller

    ¿No tienen sesgo esas revistas?.

    Recuerdo hace meses un documental sobre el proyecto Manhatan.

    Escuche algo que nunca había escuchado (Y eso que en mis 20 años leí ‘mas brillante que mil soles’, de R. Openheimer).

    ‘Todas las publicaciones sobre la desintegración del átomo, fueron prohibidas en todas las revistas científicas’.

    ¿Ahora no ocurre nada asi?.

    Saludos.

  6. Dr. Thriller:

    Ser fanático no implica ser idiota. Es un concepto muy difícil de aprehender. Todos tenemos en la cabeza el cliché del fanático casi ridículo, normalmente de tipo religioso, que en realidad tiene más miedo que otra cosa. Pero hay formas de fanatismo mucho más sutiles y que nadie las llama así. En el fondo, estamos hablando de tener fe. Creer. Son terrenos muy resbaladizos, sobre todo porque nos gusta creer (tener fe xD) que la lógica es lógica pura, como la booleana, y no sé siquiera si la lógica borrosa es apta para describir cómo funciona la nuestra. Después nos cabreamos cuando un algoritmo (este sí, lógico ciento por ciento) nos hace quedar como estúpidos, pero esto es lo que hay.

    Kepler fue un fanático. Fue su fanatismo particular, o su fe inquebrantable si se quiere usar otra palabra para evitar cualquier matiz peyorativo, lo que lo llevó a enunciar sus tres leyes. La cosa es que esas tres leyes destruyeron su fe, pero creo que es innegable que el motor que lo llevó ahí fue su fe. Sí, sí, hizo falta que aceptase su derrota, ¿pero hubiera llegado ahí sin esa fe?

    Es como todo, es tan difícil ponerle bordes.

  7. jab:

    Quizá al final lo importante sea lo que haces con tu fanatismo, mas que el fanatismo en si. Una cosa es indudable: los fanáticos tienen energía, mucha energía. Ya me gustaría a mí tener la mitad de energía de un fanático. La de cosas que haría, por ejemplo luchar contra el fanatismo en vez de limitarme a despreciarlo. Quizá si pudiéramos meter a todos los fanáticos del mundo en una jaula con algún dispositivo extractor de energía no necesitaríamos centrales nucleares ni petróleo. Nuestra sociedad funcionaría con energía «electrofanatica».

    En, fin. Se admiten sugerencias sobre cómo seria ese dispositivo. Yo ya me estoy quedando sin energía…

    Saludos

  8. NeoFronteras:

    theti:
    Recientemente se prohibió la publicación de un estudio sobre las modificaciones en unos genes que harían que una potente cepa de virus de la gripe fuera transmisible entre humanos.

    La ventaja de las revistas científicas es que casi todo el trabajo se lo hacen los propios científicos y encima pagan por publicar y por leer los artículos. Es un negocio redondo de «masa crítica» debido al prestigios que Nature o Science tienen.
    Es como tratar de usar google+ en lugar de facebook. La masa crítica está en el infame facebook, así que gana.

  9. tomás:

    A ver, Dr. Thriller, ¿como puede ser inquebrantable una fe que se quebranta ante la evidencia? Si Kepler hubiera llegado a ella sin su fe o no, es pura especulación sin fundamento.

  10. Dr. Thriller:

    Más que especulación sin fundamento, es pésima explicación por mi parte as usual.

    No sé si su fe se quebrantó o directamente se evaporó, sublimó o dispersó en el vacío. Su época fue horrible. Sus circunstancias personales de drama. Consumió años de su vida buscando el orden platónico, limpito de sangre, del Universo. Se rebajó, se humilló para acceder a los datos. Pensaba pasar a la posteridad por descubrir el orden divino, y lo que descubre es que sus cartas astrales (de las que vivía) eran chorradas completas. Me resulta muy difícil creer que si no hubiera tenido esa zanahoria imaginaria al final del camino hubiera emprendido un casi Via Crucis. Si no fue su fe en lo que él creía el orden natural, ¿entonces qué era lo que le empujaba a un trabajo ingrato que no le daba ningún beneficio personal?

  11. tomás:

    Sí, estimado Dr. Thriller, su idealismo, su tremenda fe, le llevó a buscar un orden perfecto -platónico ¿para qué decir más?- pero, evidentemente, a la hora de la verdad, escogió el irrefutable y honrado resultado de la palpable ciencia. Un fanático habría arrojado sus hallazgos a la hoguera mientras suplicaría a dios el perdón por haber pretendido comprender. Hubiera obrado como el San Agustín del conocido ejemplo, que le explica al niño/ángel la imposibilidad de meter el agua del mar en un pocito hecho en la playa… etc. El fanático no ve sino lo que quiere ver y, si es «feísta» -no en el arte-, como todo es obra de dios y ha de ser perfecto, cualquier trabajo científico ha de resultar concorde con tal resultado; si no lo es, lo que está mal es la ciencia, no esa idea preconcebida sin base alguna.
    ¡Hay Dr. Thriller, hombre de poca fe!

  12. Dr. Thriller:

    Pero ahora eres tú el que arbitrariamente defines a un fanático como una persona sin capacidad de cambio. Y la historia está plagada de fanáticos que dejaron de serlo. Hum, a ver si nos centramos, voy a recurrir al DRAE por pura vagancia:

    fanático, ca.
    (Del lat. fanatĭcus).
    1. adj. Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. U. t. c. s.
    2. adj. Preocupado o entusiasmado ciegamente por algo. Fanático por la música.

    Ninguna referencia a que el fanatismo sea inmutable e irrenunciable. Es obvio que dejará de ser fanático en el momento que colapse su fe, pero el ser fanático no le garantiza que eso no vaya a pasar. Porque pasa. De todos modos, veamos el inglés que suelen hacer mejores diccionarios:

    fanatical (comparative more fanatical, superlative most fanatical)
    having an extreme, irrational zeal or enthusiasm for a specific cause.

    Tampoco incluye la definición que el fanatismo sea una condición término, irreversible.

    La palabra etimológicamente proviene de fanum > fanaticum, siendo fanum un templo, un lugar santo o de culto. Fanático originalmente era un adejtivo y se refería exclusivamente a lo propio de este lugar, y por analogía algo de inspiración divina (de los dioses o del dios particular). Sospecho que los matices de energumenismo, violencia, frenesí y furia llegaron con el cristianismo, pero no puedo probarlo.

    Entonces tenemos un fanático al que se le ha desmontado su fe. Tiene, obviamente, dos caminos, el primero abandonarla en la medida de lo posible. El segundo, como bien apuntas, negar los hechos y circunstancias que la han dinamitado. En cualquier caso, su fe está tocada ya, y ya no es un fanático estricto tampoco, no en el sentido virginal. Su fe está seriamente agrietada o directamente destruida. El camino más corriente es cambiar el escenario de la forma menos radical posible para salvar lo máximo del naufragio. Todo dependerá de cómo ha sido de demolido el edificio de creencias y de las circunstancias personales del afectado.

    En el caso de Kepler, efectivamente, podía tirar a la basura… bueno, ¿realmente podía?

    No, no podía. Sabía matemáticas, y sabía que lo que había encontrado era así, y punto pelota. No le quedó otra que aceptarlo.

    Y concluyendo: no me puedes dar una alternativa a que lo que realmente movió a Kepler fue una fe profunda, no fanática si lo prefieres. Y tampoco veo claro que en su caso pudiera ignorar lo que había descubierto (sabe Dios cuántas veces intentó falsearlo), y eso, eso, demolió íntegramente su fe.

    Por eso en los primeros momentos de la revolución científica todos (los que vivían de la mandanga ideológica) tenían claro que era algo con lo que había que acabar a toda costa. Sin embargo, la tecnología militar dependía de ella, así que no pudo ser. Y poco a poco, se fue metiendo por todas las grietas que se iban abriendo. Aún hoy, no sabemos por qué explotó en nuestra civilización y no en otras, y hay muchas respuestas fáciles pero son todas falsas.

    Así somos los humanos.

  13. NeoFronteras:

    El ejemplo de Kepler es paradigmático en el método científico y no tiene nada que ver con fanatismos.
    Él creía que las órbitas de los planetas se distribuían según los sólidos platónicos, lo que era un modelo. Luego al comprobar cómo eran los datos reales vio que su modelo no se sostenía y tuvo que renunciar a él y enunciar sus famosas tres leyes.
    A veces no es fácil tener el coraje de renunciar a lo que uno tiene cariño intelectual, pero el método científico obliga a ello. Pero, incluso hoy en día, algunos siguen de manera obstinada agarrados a sus ideas y modelos.

    Lo peor es cuando se emiten ideas que no son susceptibles de comprobación experimental, como la basura de las cuerdas. Entonces los fanáticos siempre se encuentran a salvo.

  14. tomás:

    Muy admirado Dr. Thriller:

    Aunque el DRA me satisface poco, si tú me lo pones como referencia, habré de utilizarlo. De él y de ti tomo «1. adj. Que defiende con tenacidad desmedida…». Y con ello nos vamos a «tenaz» cuyas dos primeras acepciones se refieren a cosas y solo la tercera a personas: «3. adj. Firme, porfiado y pertinaz en un propósito». Si miramos «firme», dice «estable, fuerte, que no se mueve ni vacila», en su primera; «entero, constante, que no se deja dominar ni abatir» en su segunda, y en prácticamente todas ellas permea durabilidad, especialmente en la locución adverbial «de firme»: 1. «Con constancia y ardor, sin parar». Si vamos a «porfiado», lo mismo: «1. adj. Dicho de una persona: Terca y obstinada en su dictamen y parecer». Y si terminamos en «pertinaz», «1. adj. Obstinado, terco o muy tenaz…» y en «2. adj. Muy duradero o persistente».
    Y en inglés, «cause» también tiene una fortísima relación con permanencia.

    Por otra parte, el que una definición no incluya una característica, incluso importante de lo definido, no significa que la excluya. Por ejemplo me detendré en la primera que se me ha ocurrido: «grande». Dice: «1. adj. que supera en tamaño…» Para nada dice alto, ancho ni grueso o cualquier otra palabra propia de un considerable tamaño.

    Por último, si lees con cierto detenimiento mi 11, en ningún momento defino, y menos «sin capacidad de cambio» que luego haces coincidir con «inmutable e irrenunciable». ¿Es posible que un fanático modifique su convicción? Sinceramente creo que sí, porque nuestra mente evoluciona con nuestras vivencias. Recuerda a San Pablo, que se bajó del burro o cayó del caballo -según versiones- ante la luz divina -los malévolos dicen que fue epilepsia, pero no había por allí ningún neurólogo que lo certificase-. Y en la actualidad hay múltiples ejemplos de feroces comunistas que, de pronto, y sin saber cómo, han resultado multimillonarios capitalistas ¡y eso que salían de un régimen sin propiedad privada! ¡Luego dicen que no hay cambios milagrosos!

    Por último, en tu «concluyendo» me dices que no te doy una alternativa a una fe profunda … ¡Pero si no te discuto tal cosa! Estoy convencido de esa fe profunda en Kepler, pero no de un fanatismo. El fanático, salvo casos como los que te he nombrado del batacazo de Saulo -rarísimo, pero posible- tiene como característica un fuerte componente de durabilidad y permanencia, que no tiene por qué ser inmutable y hasta la muerte, claro. El tal Saulo pasó de un fanatismo a otro… Una lástima.

    Por último, agradezco a Neo el que me eche una mano. No es sencilla una discusión contigo.

    Recibe mi más sincero saludo en esta poco importante, aunque extensa discrepancia.

  15. Dr. Thriller:

    Lo de los comunistas es que nunca fueron tales. No tenemos tampoco todavía un protocolo que nos permita distinguir los fanáticos auténticos de los impostados. A veces el tiempo y las circunstancias lo hacen, a veces no.

    Una teoría que me gusta mucho (que no es gratuita, aunque claro, es una mera hipótesis) es que Saulo en realidad nunca dejó de ser un agente romano. Está documentado que lo que podríamos llamar el FBI romano se infilitraba en organizaciones religiosas, a veces buscando topos, y en otras ocasiones introduciendo agentes, como en la actualidad. La estructura estatal romana era asombrosamente parecida a las nuestras, por ejemplo, el servicio básico de información y recopilación de inteligencia caía en primer grado sobre el personal (funcionario) encargado de comprar grano, esto llegó a ser tan notorio con el tiempo (y el servicio tan corrupto) que hubo que cortar por lo sano. Pues como digo, es perfectamente posible que Saulo fuese un agente romano dirigido a malenquistar grupos de judíos unos contra otros, y que el invento se saliese de madre (algo parecido a lo de José Smith, sólo que en este caso el sr. Smith si trabajaba con servicios gubernamentales era de forma irregular). Así que tal vez no fuese un fanático…

    Usé el DRAE por vagancia, por no levantarme a coger un libro físico de papel y copiarlo. La verdad estuvo mal, pero el cuerpo a veces se cansa xD.

    Creo que podemos llegar a un punto de acuerdo. Yo tiendo a considerar fanático a la persona con una fe a prueba de bomba, que siempre buscará un resquicio para agarrarse a su creencia, tú, si entiendo bien, pareces darle un matiz un tanto más aislado de la realidad. Existen ambos fenómenos, de hecho cuando comenzó la discusión yo expresamente comenté que los fanáticos de cliché, los religiosos de apariencia bastante ridícula, suelen tener más miedo que otra cosa. Quizá debería haber profundizado por ahí: no es lo mismo ser fanático por miedo, por buscar una burbuja particular que te resguarde de la realidad, que ser fanático «por amor», por creer verdaderamente (el caso de Kepler) que tu creencia (valga la rebuznancia) será una fuente de bienestar y felicidad para tus congéneres. No son incompatibles, además.

    Como dice Neo, hay posiciones en el mundo académico que a veces son puro fanatismo. Las personas que las sostienen no dan discursos iracundos, no descalifican (frontalmente) a sus adversarios -o enemigos-, pero sí maniobran y no pocas veces de forma, decir antideportiva es quedarse corto. Se podría decir que es precisamente porque están en el mundo académico que si llega a falsarse su posición no les queda otra que aceptarla, porque la creación de sectas afortunadamente no es posible bajo el paraguas del método. Pero es que también podríamos refugiarnos en el ejemplo de los comunistas o Saulo: es posible que el tema en realidad les importase un carajo y solamente estuviesen defendiendo un chiringo, una forma de vida.

    Ya tenemos un tercer tipo de fanáticos xD.

  16. tomás:

    Me ciño al párrafo de tu 15: «Creo que podemos llegar… tiendo a considerar fanático a la persona con una fe a prueba de bomba… tú… pareces darle un matiz un tanto más aislado de la realidad», porque parece resumir la discrepancia.
    Hombre, no. Yo considero fanático al que tiene una fe a prueba de bomba y hasta del fuego de la hoguera. Digo en mi 11: «Un fanático habría arrojado sus hallazgos a la hoguera…» que en un ser como Kepler -casi se me escapa Galileo- es como arrojarse a sí mismo, pues su vida es su obra. Pero es que esa posición me la reconoces en el primer párrafo de tu 12 donde dices de mí: «… defines a un fanático como una persona sin capacidad de cambio». Me estás haciendo el truco del trilero -sin relación malévola con tu nombre, que no sería amigable-; quiero decir que estas modificando mi posición. En efecto y en ello me baso para excluir a Kepler de fanatismo: el fanático permanece fanático, -como el Saulo de mi ejemplo que pasa de un fanatismo a otro, a no ser que fuera del FBI romano como dices-. Sin embargo, quien busca comprender la realidad cede en cualquier prejuicio y admite la prueba.

    Pero, aclarado esto, también creo, documentado compañero que, no solo en el fondo, sino también en superficie, estamos bastante de acuerdo, así que, con tu venia, podemos abandonar esta sutil e inútil discusión.

    Un cordial saludo y hasta la siguiente.

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