Almacenamiento “eterno” de la información
Consiguen un sistema capaz de almacenar información a temperatura ambiente durante un lapso de tiempo que es 10 órdenes de magnitud superior a la edad del Universo.
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Todos lo hemos sufrido alguna vez. Un CD, un DVD o un disco duro externo en donde guardábamos ficheros que queríamos conservar no pudo ser leído total o parcialmente cuando queríamos recuperar parte de la información que contenía.
Un disco duro duran 5 años en promedio, la información en un DVD o un flash drive 7 y 8 años respectivamente. Este es el pequeño y sucio secreto de la informática moderna. Parece que estamos condenados a estar migrando la información importante, como las fotos personales y cosas similares, de una un sistema a otro continuamente.
Esto, que a escala personal es un fastidio, puede ser un problema realmente grave para ciertas empresas u organizaciones que necesiten archivar grandes cantidades de información de manera permanente.
Ciertas compañías han trabajado en sistemas de almacenamiento a largo plazo, pero superar los 100 años no ha sido fácil. En estas páginas de NeoFronteras hemos visto algunos esfuerzos al respecto.
M-disc ya está en el mercado y la información que almacenan dura miles de años. Otros sistemas están en desarrollo, pero prometen mucho. Así por ejemplo, Hitachi tiene un sistema de almacenamiento con una duración de millones de años. Hay que señalar que, en todos estos sistemas, esta duración se refiere al soporte y a la información que contiene, pero no a los sistemas de lectura.
Ahora, Jingyu Zhang, Mindaugas Gecevičius, Martynas Beresna y Peter G. Kazansky (University of Southampton) han logrado un sistema que almacena información por un plazo de tiempo relativamente eterno para la escala humana: 3 ×1020 años a temperatura ambiente, que es 10 órdenes de magnitud superior a la edad actual del Universo.
Muchos individuos, compañías, gobiernos, museos o archivos del estado han estado interesados en un almacenamiento eterno de la información desde que la democratización de la informática produjo cantidades masivas de datos, así que estos investigadores han decido proporcionar esta solución.
Como en otros aspectos de la existencia, no se puede tener todo a la vez. Normalmente una gran duración de la información almacenada va en detrimento de la cantidad de información que se puede almacenar o de la velocidad de escritura. Se puede almacenar información en átomos individuales, pero sólo durante picosegundos.
Aunque la idea no es nueva, los sistemas previos basados en este método tenían una velocidad de escritura que los hacía inviables de forma práctica. En este caso se ha multiplicado la velocidad de escritura por 100.
El nuevo sistema se basa en el uso de un láser que lanza pulsos de 280 femtsegundos (1 fs = 10-15 s) sobre una pieza de cuarzo. Esto cambia la estructura cristalina del cuarzo en puntos específicos que pueden contener hasta 3 bits de información, pues estos puntos registran tanto la intensidad como la polarización de los pulsos. Además, se pueden crear muchas capas de información una encima de otra. En un disco del tamaño de DVD se pueden almacenar cientos de terabytes de información.
La velocidad de escritura se ha aumentado gracias a que se hace rotar la lámina de media onda que controla la polarización.
Para saber la duración de la información almacenada los investigadores aceleraron el proceso de envejecimiento para así deducir el ritmo de decaimiento. Este decaimiento se acelera con la temperatura, pero incluso a 189 grados centígrados la duración es de 13.800 millones de años, que es la edad del Universo. A temperatura ambiente se tienen los 3 ×1020 años mencionados antes.
Estos investigadores planean mejorar tanto la capacidad como la velocidad del sistema mediante el aumento de la potencia del láser entre otros aspectos.
Ahora parece que el reto no es conservar la información durante un tiempo ilimitado, sino cuánta sabiduría hay en esa información y si la supervivencia temporal del género humano será comparable a la longevidad de los datos que produce.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4336
Fuentes y referencias:
Artículo original
Ilustración: American Physical Society.
35 Comentarios
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domingo 9 febrero, 2014 @ 12:01 pm
Entiendo que el proceso de grabación y recuperación se la información con este sistema, además de no muy rápido, es caro y aparatoso. Nada que uno pueda tener en su casa para grabar las fotos de la boda del primo de nuestro tío, o algo así. Mejor. En cuanto a la información realmente valiosa siempre podría almacenarse en la «nube de cristales de cuarzo» y copiarse a sistemas perecederos que podrían ser accedidos desde cualquier sitio.
Por otro lado es muy cierto que los sistemas populares actuales como las memorias flash y demás duran mas que los yogures pero menos que una lata de sardinas, por poner un ejemplo gráfico. En los sistemas profesionales como los que se usan para almacenar webs como esta, cuando un disco se rompe no pasa nada porque la información esta redundada, se recibe un aviso y el operador de mantenimiento se pone los patines y va al sitio exacto donde está el disco roto y lo cambia como quien sustituye un libro por otro en un estante. Pero el mantenimiento y los suministros han de ser permanentes, con todo lo inquietante que eso puede ser. Toda la tecnología humana es igual. O estás continuamente inyectando «orden» o la entropía la devora en un rato o menos.
Me pregunto por los famosos discos que van en el Voyager con el currículum vitae de la humanidad dirigido a cualquier especie alienígena que nos quiera «contratar». Cuando lleguen al departamento de personal dentro de una eternidad o más, serán aun legibles?
Saludos efímeros.
domingo 9 febrero, 2014 @ 2:39 pm
Los discos y lectores M-disc se venden ya para el consumo popular. Incluso se puede pensar en un negocio consistente en llevar un disco duro a una tienda y que lo vuelquen a un sistema de estos.
En cuanto a la nube, es poco de fiar, que se lo pregunten a los clientes de ese servicio en la nube que fue cerrado hace no tanto por el FBI.
Los discos del Voyager son surcos sobre una placa de metal. Su densidad de información es muy baja. Pero, sin erosión alguna y en el frío espacio interestelar, se espera que duren muchos millones de años. Posiblemente nadie los encuentre jamás. Su valor reside en el desafío que suponen para la raza humana.
domingo 9 febrero, 2014 @ 5:55 pm
Me sonaba el nombre pero no sabía que eran discos compatibles con DVD/Blu-Ray. Imagino que solo se graban una vez. Seria mucho más interesante discos regrabables que duren miles de años y que sean muy rápidos, pero me temo que eso sí que es ciencia ficción. Algo así como los discos duros de estado sólido SSD que se están imponiendo ahora pero cuasi eternos.
Y ya puestos a pedir ordenadores que duren miles de años trabajando o parados sin degradarse. Y memorias RAM y…
Saludos
En cuanto a la nube efectivamente no es fiable. Pero cuando baja el precio de la tecnología necesaria uno se puede crear su propia nube en casa. Eso ya es posible, pero no dura miles de años…
lunes 10 febrero, 2014 @ 8:37 pm
Sí, sólo se graban una vez, esa es la idea. Cualquier sistema de regrabación reduce la duración de la información porque el estado es reversible.
La densidad de información de un M-disc es de 4,7 Gigas por disco. Cada disco sale por 3 dólares. Barato, lo que se duce barato no es. Pero para los ficheros personales puede ser suficiente.
lunes 10 febrero, 2014 @ 10:37 pm
Efectivamente la capacidad es aceptable, pero los sistemas para leerlos no son tan duraderos, con lo cual el ordenador con el cual grabas un disco no será el ordenador con el que puedas leerlo dentro de, digamos para no ser ambiciosos, 20 años. Ese es un tema que personalmente diría que me apasiona: Si uno compra un PC, el mejor y más caro del mercado, y lo tiene en su casa digamos 50 años sin desembalarlo y nuestros herederos legales lo enchufan sin saber siquiera lo que es, se encenderá la pantalla? Probablemente no, y eso es aplicable a toda la tecnología humana. Sin un mantenimiento permanente y estricto todo deja de funcionar en muy poco tiempo. La infraestructura necesaria es enorme, lo cual crea muchos puestos de trabajo pero nos coloca en una especie de borde del abismo permanente.
Todos hemos visto alguna película de ciencia ficción en la que alguien encuentra un artefacto misterioso enterrado en algún planeta lejano que sigue funcionando miles o millones de años después de su creación. Nada hecho por nosotros se acerca a eso ni de lejos. El problema no parece ser la tecnología, sino las leyes de la física.
En fin, saludos.
lunes 10 febrero, 2014 @ 10:39 pm
Bueno, tal vez una fregona o un sacacorchos…
lunes 10 febrero, 2014 @ 11:57 pm
Efectivamente todo esta duración es para el soporte, no para los aparatos de lectura/escritura.
Un PC almacenado no funcionaría al cabo de unas décadas. Los sistemas del disco duro dejarían de funcionar, se oxidarían sus componentes y los muelles y cabeza lectora no funcionarían por efecto de la gravedad que siempre habría actuando en un sentido. La correa de goma que conecta el disco al motor se degradaría y rompería. Cuanto más moderno es un disco duro, más pequeños son sus bits y más preciso es, lo que le hace más susceptible a estos fallos.
El problema surge cuando los aparatos de lectura desaparecen. Se puede leer un disco floppy después de décadas, pero ya casi no quedan lectores de ese tipo ni se fabrican ya. Los arqueólogos del futuro lo van a tener muy complicado.
Sin embargo, sí se pueden diseñar sistemas que duren mucho tiempo si carecen de partes mecánicas y no se utilizan. Un chip o un microprocesador debe de funcionar al cabo de mucho tiempo si no se usa. Es algo que se podría investigar. Además sería útil para aquellos que buscan más la viabilidad que lo moderno en los ordenadores. Total, los no se cuentos núcleos de ahora se utilizan para casi lo mismo de hace 10 años: navegar por Internet y enviar correos.
martes 11 febrero, 2014 @ 8:42 pm
En efecto, disponer de códigos de traducción lógicos que hagan accesibles los registros de memoria de los discos a nuestros sentidos y ó lenguaje son , creo, la madre del cordero. De nada sirve un disco cuasi eterno si no sabemos leerlo o resulta tremendamente complicado . Recuerdo, creo que del lenguaje Ensamblador ( no hay como ser antiguo), lo complicado que resultaba conseguir algo tan aparentemente sencillo como escribir una «a» en la pantalla …
En realidad vamos a almacenar ristras interminables de unos y ceros, que a una inteligencia futura les puede parecer tan interesantes como un cristal de sal común o cuarzo desorganizándose… Sería magnífico crear un lenguaje o sistema de grabación binario ( o ternario…), cuya lógica interna lo hiciera accesible y asequible a cualquier inteligencia, pero no se ni siquiera si eso es posible, porque primero traducimos el humano a otro que es asequible a una máquina binaria ( por ahora ) y despues hay que retornarlo a algo que sea inteligible a cualquier intelecto presente o futuro… ¿ Otro problema del milenio ? Yo aportaría el primer euro al fondo del premio si Neofronteras se decide a crearlo… Lástima que Turing ya no esté por aquí.
miércoles 12 febrero, 2014 @ 9:44 pm
Todo nuestro mundo humano funciona porque dedicamos una constante vigilancia y mantenimiento. Si la inmensa mayoría de la gente despareciera de golpe todo dejaría de funcionar muy pronto y los supervivientes volverían a la edad de piedra durante mucho tiempo.
miércoles 12 febrero, 2014 @ 10:11 pm
Exacto, ese es el punto. En la ciencia ficción las cosas son diferentes. Hay máquinas que funcionan por si mismas miles de años. En nuestro mundo los teléfonos móviles se estropean en poco tiempo y son llevados al servicio técnico o mejor aún cambiados por otros «mejores» que hacen lo mismo pero cambiando las «iconos» de sitio con la nueva versión x.8. Lo que yo me pregunto es si esto es simplemente por mero afán consumista y de marketing de las empresas o si se podría tener una tecnología robusta y útil (y barata) que durase mucho más aunque fuese más «cutre» y «primitiva». Si lo que lo impide es nuestra ignorancia o la economía capitalista. O las leyes de la termodinámica. Los Voyager y Pioneer llevan décadas en el espacio sin mantenimiento, pero los coches necesitan pasar por el taller cada 15000 km como mucho. Quizá algún día la escasez de recursos nos haga plantearnos toda la tecnología con otros criterios.
Saludos perdurables.
jueves 13 febrero, 2014 @ 7:26 am
El 9 de Neo me ha hecho recapacitar. Le reconozco una gran parte de razón, pero ¿tanto como la edad de piedra? Imagino que podríamos quedarnos como muy allá en la época del Imperio Romano.
jueves 13 febrero, 2014 @ 7:48 am
Estimado «jab»:
Dices: «Si lo que lo impide es nuestra ignorancia o la economía capitalista». Pienso que la economía capitalista procura nuestra ignorancia y fomenta el afán consumista. Existen normativas para estandarizar que no se respetan. Sería infinitamente más barato que no hubiera que usar utillajes especiales para cada marca de vehículo. Ahora mismo, si me quedo tirado en una carretera no queda otra que llamar a una grúa y llevar el coche a un taller de la marca. ¡Qué tiempos aquellos en los que podías desmontar y limpiar el carburador del 600 en la misma carretera con un simple destornillador!
Creo que esto no es bueno, porque ni siquiera se gana con ello en prestaciones. Abogo por estandarizaciones obligatorias.
Cuestión aparte es que si tienes que llevar el coche cada 15 000 km, medita cambiarlo o conduce de otra manera. Llevo muy cerca de los 100 000 y sólo he tenido que tensar el freno de mano una vez. Otra cosa son las ruedas, a las que hago durar sus 60 000 km. Siempre a base de velocidad moderada y respetando que haya dibujo suficiente. Pero claro, alguna vez he pinchado… como todos en todos los aspectos de la vida.
Un abrazo, querido amigo.
jueves 13 febrero, 2014 @ 9:52 am
Todo depende de cuánta gente quede. Si quedan pocas personas no podrán encargarse de las centrales eléctricas, ni de las redes de distribución, ni de las redes de telefonía o de comunicación, ni hacer paneles fotovoltaicos, ni de sacar y fraccionar petroleo, ni mantener el agua corrientes, los pantanos o las calzadas romanas. No habría sistema educativo ni sanitario.
Si es edad de piedra o algo un poco mejor da lo mismo.
jueves 13 febrero, 2014 @ 9:53 am
En cuanto a la tecnología robusta simplemente no interesa económicamente a las empresas que nos venden lo mismo una y otra vez. Además parece que nos gusta presumir de consumo y cambiar de coche cada cinco años.
jueves 13 febrero, 2014 @ 12:49 pm
El consumo es el motor de la economía, pero no va a durar mucho más. Quizá, siendo optimistas, después venga una época donde será de buen tono enseñar un laptop de hace 20 años que funciona como el primer día y que legaremos a los nietos para que en su día lo sustituyan por otro de solo 10 años, como el antiguo reloj del abuelo. En algún momento no se podrá renovar todo cada 2,10 o 20 años. Pero entonces sobrará mucha más gente aun que ahora mismo. No se, lo veo oscuro.
Tomás, tu coche debe ser el troncomovil de Pedro Picapiedra. El mío tiene nombre de una isla balear y cada 15000 kilómetros hay que enchufarle al ordenador para que diga que todo está Ok y pagar una pasta o para que diga que hay que cambiarle algo y pagar aún más, y aún así ya me ha dejado tirado una vez. Empiezo a creer en la obsolescencia programada, pero me niego a pasar por el aro hasta que tenga al menos 15 años, lo que viene a ser 6 mas. Cuidalo y échale gasolina de vez en cuando (😇).Un abrazo.
Por cierto, se me ocurre que lo de la obsolescencia programada en la tecnología no está tan mal pensado. Es la misma solución que encontró la naturaleza para acelerar la evolución: sexo y obsolescencia programada. A partir de cierta edad mas de lo segundo que de lo primero (😢).
viernes 14 febrero, 2014 @ 6:49 am
Estimado «jab»:
Aunque me declaro enemigo de la obsolescencia programada en los artilugios que usamos, porque la sustitución podría muy bien proceder de que el usuario viese ventajas en lo nuevo, o bien que fuese obligatorio un mínimo de rendimiento y un tope de contaminación, me ha sorprendido tu agudeza al resaltar que los seres humanos y casi todas las especies somos vida con obsolescencia programada y la íntima relación de ello con la evolución.
Te felicito.
viernes 14 febrero, 2014 @ 7:05 am
Estimado Neo (por tu 14):
Yo debo ser inmune a ese defecto. Mi portátil creo que son trece años los que ha aguantado, con bastante uso diario y mi coche es -me parece- del 2001. Procuro hacer durar a las cosas cuanto puedo y, desde luego, nunca he sentido la necesidad de cambiar por moda o cosas así. Mis hijos me lo reprochan y quieren modernizarme: empeñados están en que abandone el cachirulo, la banda y las abarcas, ¡jo!
viernes 14 febrero, 2014 @ 10:23 am
Para una vez que puedo entrar en el Guiness de Neofronteras, aunque sea solo temporalmente, aprovecha, mi coche disfrutó hace un mes de su vigésimo compleaños. No doy la marca y el modelo porque podría crear jurisprudencia y demandas varias. Algunas cosas sí duran… aunque eso vaya en detrimento de las ventas. Alguna empresa recientemente quebrada fabricaba para mucho tiempo ( yo cambié un electrodoméstico suyo por puro aburrimiento ). Otras no tanto, y me refiero a las duraderas bombillas de bajo consumo… al menos las que compro yo, que parecen de usar y tirar.
viernes 14 febrero, 2014 @ 2:13 pm
Hoy no voy a tratar nada numérico.
Solo comentaros lo que ayer ocurrió en Bélgica.
Se cuan fácil es disfrazar con razonamientos el horror.
Solo deciros que un amigo, esta mañana, ha llorado.
Muchas matrices, muchas ecuaciones diferenciales, muchas hojas con cambios de variables y estados, lleva en su ya larga vida este amigo hechas.
Ayer no quería ver la T.V.
No quería saber el resultado.
Pero sabia cual iba a ser.
Hoy lo ha visto, y mas allá del hemisferio izquierdo, o el derecho, lagrimas han salido de sus ojos.
Supongo que en dos dias esto desaparecerá de los mass-media y solo seguirá la bolsa de Frankfurt, PAris, Londres, etc.
viernes 14 febrero, 2014 @ 4:49 pm
¿A qué se refiere? ¿Tiene que ver con el hilo?
domingo 16 febrero, 2014 @ 8:03 am
He esperado la contestación de «theti…» que es a quien corresponde, pero como no dice nada, me atrevo a suponer que se debe a la aprobación de la eutanasia a todas las edades. Creo que fue la noticia del día sucedida en Bélgica el 13. Al menos coinciden fecha y lugar. También se trata de algo muy emotivo, así que…
domingo 16 febrero, 2014 @ 10:37 am
Si es ese el tema mejor lo dejamos a un lado, pues no tiene que ver con el almacenamiento de información.
domingo 16 febrero, 2014 @ 11:20 am
Si, es muy emotivo, pero a la hora de paliar el sufrimiento sin esperanza, debiera imponerse el frío razonamiento lógico. No me parece que el sufrimiento entienda de edades.
Hay informaciones que preferiríamos no haber recibido y obviarlas rápidamente. Pero eso no evitará el sufrimiento, ni el de los que lo padecen , ni el de los que han de decidir, ni el de los que han de actuar.
Al menos la palabra «informaciones» puede tener una mínima relación con el hilo. Suplico pues indulgencia.
domingo 16 febrero, 2014 @ 11:47 am
Simplemente no es el foro adecuado, pues eso pertenece al dominio de la ética. En cuestiones éticas y morales cada cual tiene una postura que generalmente es muy visceral.
La ciencia tiene poco que decir al respecto. Puede decir que el dolor y el sufrimiento existen y qué sustancias o terapias pueden paliarlo, pero no indica qué decisiones son las éticamente adecuadas.
A veces, simplemente, algunas preguntas no tienen respuestas claras.
lunes 17 febrero, 2014 @ 7:13 am
Pues sí, querido Neo, este no es un foro ético -preferiría no mencionar moral, no se nos cuele por ahí algún feísta- pero, en mi opinión esta web ha transcendido lo meramente científico. Aquí hay algo más. Creo que muchos nos queremos en verdad, aunque no nos conozcamos personalmente. Si nuestro buen amigo «theti…» lo ha pasado mal por cualquier cuestión, ojalá pudiera consolarle.
Pero tu pones las reglas y tu experiencia es muy superior a la mía, así que las acato, pero sumo mi súplica a la de Pocosé con la condición de que se tratase el tema de la forma más racional, sopesando pros y contras y evitando lo emotivo. En el caso de que se saliese de madre, siempre puedes cortar por lo sano. Nuestros compañeros son muy inteligentes y cultos; quizá aportasen algún matiz novedoso que se haya escapado.
Un sincero abrazo, también para «theti…» y Pocosé.
lunes 17 febrero, 2014 @ 7:19 am
Incluso creo que sería una prueba de la madurez de esta página. ¿Seremos capaces de tratar esto con total raciocinio? Fíjate, muy admirado Neo, que tenemos en nuestras filas a un inestimable Miguel Ángel que creo recordar forma parte del equipo ético de un hospital. Bueno, no insisto más.
Sea cual sea tu decisión la admitiré como la más prudente.
miércoles 19 febrero, 2014 @ 12:09 pm
La obsolescencia forzosa es cosa antigua. Un profesor de ETSII madrileña contaba que los Messerschmitt alemanes, los primeros aviones a reacción conocidos, tenían una vida útil de unas ochocientas horas , dato del que no se informó a sus pilotos… El propio universo padece del mismo mal. De alguna forma, las leyes termodinámicas aseguran la obsolescencia del universo macroscópico ( me temo que en el nivel atómico no funcionan así ). Todo lo que conocemos a ese nivel, está condenado a convertirse en calor a baja temperatura. De modo que cualquier información, supongo, acabará con el universo, incluidos nuestros intentos por mantenerla en pie.
Pero, claro, si mantenemos la información durante 10E20 años terrestres, no es mala marca y podíamos permitir a otras civilizaciones potenciales conocer nuestras glorias y nuestras desdichas. Así que a por ello. El tema ese, que yo tampoco entendía , y si es lo que he entendido, podría ser visto desde la Física, y con permiso de Neofronteras , como una especie de violación de la segunda ley de la Termodinámica , la obsolescencia natural obligada , pero aplicada a humanos.
sábado 22 febrero, 2014 @ 8:26 pm
Si se violara la segunda ley de la termodinámica, podríamos pensar en tener una máquina de movimiento perpétuo. De todos modos este artículo me ha traido a la mente el asunto de ese tipo de máquinas. La verdad sea dicha no puede haber relación alguna. El principio de conservación de la energía es inviolable de todas todas.
domingo 23 febrero, 2014 @ 2:43 am
Querido petrus:
Me encanta lo que propones en tu 27, sería estupendo que ese compromiso nos alcanzase a todos.
No ignoro que nos enfrentamos a una sociedad carente de referentes donde se promociona el individualismo, el consumismo y los proyectos a corto plazo…a esa carencia de referentes se suman el autoengaño y las coartadas para justificar nuestra inacción: «Para cuatro días que me quedan en el convento, me cago dentro!; «no hay que preocuparse, Dios proveerá!» o «después de mí, el diluvio»…
Es curioso cómo somos capaces de exprimirnos para comprar un teléfono móvil último modelo que ni necesitamos ni nos va a aportar satisfacción duradera y, en cambio, desdeñamos compromoternos con actividades relacionadas con el altruismo que producen una satisfacción mucho más intensa y duradera…o cómo nos afanamos en limpiar o no manchar si se trata de «mi casa», pero no nos importa deshacernos de la basura en cualquier otro sitio. ¿Es tan difícil caer en la cuenta de que si nos cargamos el planeta ya no habrá lugar para preocuparse por ningún domicilio particular? ¿qué va antes, por tanto?
No creo que podamos considerarnos una civilización avanzada hasta que estemos firmemente implicados en cuestiones como la que nos ocupa o dejemos de apuntarnos con armas atómicas suficientes para destruir 10 planetas como la Tierra.
Abrazos para mejorar
domingo 23 febrero, 2014 @ 7:17 am
Mi buen amigo Miguel Angel:
Tienes toda la razón. Vivimos una sociedad del beneficio inmediato. Yo me asombro de ese afán por consumir. Sale un nuevo artilugio y se hacen colas ante las tiendas por ser los primeros en obtenerlo. Y luego esa despreocupación por lo que dejamos a nuestra descendencia. Es asombroso, porque casi todas las mujeres y muchos hombres parecen estupendos abuelos.
Yo soy un impenitente metomentodo y tengo cierta facilidad para entablar una conversación que, siendo amena, tiene el propósito de advertir, como quien lo dice de pasada, de los peligros, por ejemplo, del agua embotellada o de el trato de los residuos de los que me he convertido en un maniático reciclador. Algunas veces logro captar su atención, pero no debo ser muy convincente.
Estando en un importante supermercado para comprar una bombilla de bajo consumo, llevaba la inservible en la mano y preguntando si la admitían para su tratamiento correcto me dijeron que no. Expliqué e incluso advertí lo que debían hacer si se les rompía alguna, pero noté que mis precauciones les parecían exageradas. Con toda la amabilidad posible les pedí la hoja de reclamaciones y les dije que advirtieran a sus superiores porque volvería en el plazo de una semana a ver si habían hecho algo. Nada. Pero eran unas muchachas muy agradables y no quería ponerlas en un aprieto ante sus superiores. Así que les di un plazo mayor. ¡A los dos meses por fin me dijeron que ya se había arreglado y que las recogían! De acuerdo, las felicité, han hecho ustedes lo que debían. Aunque no estoy muy seguro de que simplemente se hayan quitado de encima a un pesado -yo- cuando su jefe les haya dicho «¡ah vale, decidle que ya las recogemos!». El «súper» es alemán y se ha fusionado o algo así con uno muy «diario». En cuanto se dé la ocasión propicia preguntaré en otro a ver si se han tomado en serio lo que es una obligación creo que legal además de ética.
Habría que hacer campañas de educación ciudadana y una exigencia estricta de la recogida de artilugios difíciles de reciclar.
Os dejo, que tampoco quisiera ser un latazo para vosotros.
Un abrazo.
domingo 23 febrero, 2014 @ 8:17 pm
Estimado Tomás:
Lo de las bombillas flurescentes tiene delito. Casi nos han obligado a ello y ahora nadie sabe qué hacer con ellas una vez dejan de funcionar. Su reciclado es, al parecer, un desastre, y se termina liberando mercurio. ¡Como si ya no tuviéramos suficiente con los buscadores de oro sudamericanos! EN un documental se veía cómo calentaban la amalgame de oro-mercurio hasta evaporar todo el mercurio en medio de la selva. ¡Y eran varios kilos de mercurio cada vez!
Volviendo a lo de las bombillas de bajo consumo, lo malo es cuando se rompen en casa. Se han dado casos de bebes con problemas a raíz de esto. El mercurio es un conocido neurotóxico (el sombrerero de «Alicia en el páis de las maravillas»).
Menos mal que el supermercado era alemán, por cierto. De otro las posibilidades de aceptar las bombillas fundidas es casi cero.
De todos modos lo ideal es pasarse a la tecnología LED. Ya es asequible, pero hay que ver bien los precios, pues en algunas grandes superficies las venden muy caras.
domingo 23 febrero, 2014 @ 9:37 pm
Por cierto, le gustará la nueva entrada sobre los productos envasados.
domingo 23 febrero, 2014 @ 10:22 pm
Sobre el tema de los fluorescentes hay mucha desinformación, yo mismo me ví sorprendido por un vídeo al respecto que compartió «tomás».
En cuanto al consumismo, también recuerdo un enlace de Juan Manuel que mostraba una curva decreciente de la felicidad en USA a partir de los años 50, justo cuando empezó a desatarse el consumismo…vamos, que tenemos montado un tinglado de lo más absurdo:
-El que puede consumir se siente infeliz.
-El que no puede también.
-Para que podamos comprar a bajo precio las empresas abaratan los costes usando materias primas de baja calidad que hacen que los productos duren poco y pagan sueldos miserables a trabajadores del tercer mundo, con jornadas de trabajo inhumanas.
-Se consumen y se destruyen recursos sin que la empresas se responsabilicen luego de arreglar los desperfectos que han causado en el medio ambiente o de lo que han contaminado.
De ahí la relevancia no sólo de los grandes cambios o medidas importantes, sino de los pequeños gestos porque aquí la totalidad si que es la suma de cada acción individual y puede verificarse con cada plástico que no tiremos en el campo, limitándonos a tener 2 hijos como máximo, comprando un utilitario en vez de un todoterreno, usando más la bicicleta…
lunes 24 febrero, 2014 @ 7:44 am
Queridos Neo y Miguel Ángel:
Desde luego que fue una operación de lo más elaborada, premeditada, planeada y lubricada con mantequilla, como en el famoso tango en París. Lo malo es que este no ha sido ni será el último. Ahí están nuestros representantes comunitarios dispuestos a dejarse untar, que su decisión enriquezca sin medida a cualquier oligopolio y que sus efectos los paguemos muy caros cientos de millones de personas.
En efecto, amigo Miguel, aquel vídeo me informó del grave peligro al que nos llevan impunemente, porque no tengo noticia de que se haya imputado a quien nos llevó a esto.
Creo que te refieres, amigo Neo, a «Más peligros de la comida envasada». Es muy importante, y el comentario de nuestro experto compañero también. Creo que la gente como no ve el bisfenol por parte alguna y el agua sabe mejor que la del grifo, no dan importancia a la cosa. Luego las parejas se quejan de que los espermatozoides están medio muertos o se han vuelto tontos y no saben hacia donde ir. Así que han de encontrar algunos que den la talla -selección artificial- y luego tienen gemelos o trillizos.
En fin, que sí, las próximas bombillas serán led, sin dudarlo.
jueves 27 febrero, 2014 @ 12:11 pm
No, si al final, el mejor sistema para transmitir la información a través de los siglos es el que utilizaron los egipcios en la célebre piedra Rosseta: sencillo de almacenamiento, perdurable en el tiempo (si se hace en cuarzo o en obisidiana, ya ni te cuento. O en acero inoxidable, que es eterno), en varios idiomas (siempre sobrevivirá alguno al paso del tiempo). Y de fácil lectura para quién posea un / unos ojos o similar; es decir, no le hace falta un soporte técnico auxiliar para su interpretación, ni tampoco ningún tipo de energía para ello. ¿Que la capacidad de almacenamiento es muy limitada?. Según se mire. Los Sumerios, en millones de tablillas de arcilla, nos legaron toda la sabiduría de una civilización completa, con sus miserias incluidas. Es decir, todo es cuestión de número. Y es que, la tecnología es fundamental para el desarrollo humano, pero no es imprescindible para según que cosas.