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Los animales ya estaban construyendo arrecifes incluso antes de que apareciera la vida animal compleja, lo que sugiere que debe de haber habido una presión de selección en tiempos precámbricos todavía sin comprender.

Al proceso de desarrollar estructuras biológicas duras se le denomina biomineralización y no siempre estuvo basado en el mismo tipo de mineral. Gracias a este proceso tenemos huesos, comemos ostras o se forman los arrecifes.
Los arrecifes de coral son las estructuras de origen biológico más grandes de la Tierra. Algunos de ellos pueden incluso verse desde la órbita terrestre. Pero los arrecifes no siempre se han formado gracias a los corales. Algunos de los arrecifes del pasado geológico lo formaron las esponjas, pero uno de los primeros arrecifes del que se tiene noticia fue formado gracias a cloudinas de hace 550 millones de años. Ese antiguo fondo de mar está ahora en la reseca tierra de lo que hoy en día es Namibia.
La cloudina era un animal filtrador que vivió en el lecho marino ediacarense y probablemente fue el primer animal en formar cochas. Las pruebas fósiles indican que los animales de la época tenían cuerpos blandos sin estructuras duras de ningún tipo hasta que aparecieron las cloudinas. Así que es el primer metazoo conocido con un esqueleto externo.
La filogenia de este animal no está clara. Algunos expertos consideran que podrían ser cnidarios y otros que podrían ser anélidos. Pero hay ciertas pruebas que indican que, al menos algunos de ellos, probablemente se reproducían asexualmente. Cloudina formaba vasos apilados de calcita hasta formar estructuras de entre 0,3 y 6,5 mm de ancho por 150 mm de longitud.
Se han encontrado fósiles de cloudina en pocos lugares del mundo. Además de en Namibia se ha informado de su existencia en Oman, formación Dengying (China), Canadá, Uruguay, Argentina, Antártida, Brasil, Nevada (EEUU), Extremadura (España), noroeste de México, sur de Siberia y California.

Fue en ese momento de la historia biológica (Ediacarense tardío) en el que unas pequeñas criaturas desarrollaron por primera vez la capacidad de generar cubiertas protectoras duras y construir arrecifes en donde refugiarse de un mundo cada vez más peligroso. Hasta ese tiempo los únicos arrecifes que se formaban lo hacían por procesos de erosión y sedimentación no biológicos.
Un nuevo estudio revela que estos animalillos se fijaban a sí mismos a las superficies dura y a sus semejantes gracias a la producción de un cemento formado por carbonato cálcico para así formar arrecifes.
Este nuevo estudio apoya las investigaciones previas que sugerían que la presión ambiental provocó que diversas especies desarrollaran nuevos rasgos y comportamientos para así poder sobrevivir. Posiblemente la depredación se inició en ese tiempo. La habilidad de construir arrecifes sería una estrategia para protegerse del aumento de los depredadores. Además, los arrecifes proporcionan acceso a las corrientes ricas en nutrientes en un tiempo en el que la competencia por la comida y por el espacio se hacía cada vez más fuerte. La capacidad de biomineralización se incrementó dramáticamente justo a partir de esa época en los ecosistemas marinos.
“Los arrecifes modernos son lugares con una biodiversidad muy rica que constituyen ecosistemas muy sofisticados. Animales como los corales construyen los arrecifes para defenderse de los depredadores y competidores. Hemos encontrado que los animales ya estaban construyendo arrecifes incluso antes de que apareciera la vida animal compleja, lo que sugiere que debe de haber habido una presión de selección en tiempos precámbricos que todavía no comprendemos”, dice Rachel Wood, una de los autores del estudio.

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Fuentes y referencias:

Ilustración: Wimedia commons.
Foto: Fred Bowyer.