Aceleran esfuerzos contra el ébola
Se aceleran los protocolos de vacunas y fármacos para así combatir el reciente brote de ébola.
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En el momento de escribir estas líneas el nuevo brote de ébola en África occidental ha matado ya a unas 2400 personas, lo que hace que haya sido el peor hasta este momento. Se producen 500 casos de nuevos infectados cada semana. Países como Nigeria son un importante nudo de comunicación en la zona y con el resto del mundo, mientras que otros tienen una asistencia sanitaria deficiente. Estos factores hacen temer por una propagación de la enfermedad.
La situación no es nada buena, especialmente entre los trabajadores de la salud, que se están dejando la vida en el esfuerzo por contener la enfermedad. Estos sanitarios cuentan con pocos recursos y encima son atacados por parte de la supersticiosa población local. Pese a todo parece que han conseguido rebajar el porcentaje de muerte del 90% de otros brotes a un 50%.
La parte positiva es que el virus de de esta enfermedad hemorrágica se transmite por los fluidos corporales y no por el aire, lo que hace que el contagio no sea mayor. Pero los infectados no quieren morir solos y, a veces, prefieren morir con la familia que aislados en un hospital, por lo cual no acuden a los mismos. Los familiares los abrazan y besan, lo que favorece la transmisión de la enfermedad.
Estas circunstancias y el miedo de que este brote se convierta en una pandemia mundial han hecho que la OMS acelere el ensayo de vacunas y fármacos contra la misma.
Normalmente se necesita que una vacuna o fármaco supere una serie de protocolos y ensayos antes de aplicarse a la población, pero en un acto sin precedentes la OMS se está saltando estas barreras. La idea es moverse lo más rápido posible, según Marie-Paule Kieny, jefe de innovación de la OMS.
La decisión de administrar vacunas y fármacos todavía experimentales se tomó el pasado 5 de septiembre tras una reunión en Ginebra.
La farmacéutica GlaxoSmithKline está desarrollando una vacuna en colaboración con el NIAID (National Institute of Allergy and Infectious Diseases) y espera tener 10.000 dosis a finales de año. En un artículo publicado el 7 de septiembre se sostiene que la vacuna sigue funcionando a los 10 meses de su administración en animales.
NewLink Genetics desarrolla otra vacuna que ha comenzado su ensayo en humanos este mes y que usa una estrategia de caballo de Troya. Un virus de la estomatitis vesicular es modificado para que en su cubierta porte proteínas del virus ébola. De las 1500 dosis existentes la mayoría se usaran en ensayos clínicos.
Ambas vacunas han demostrado su eficacia a la hora de proteger a monos y pequeños animales de laboratorio, como ratones, frente al ébola.
Un problema grave puede ser la seguridad de estas vacunas, pues existe la posibilidad de que se produzcan enfermedades neurológicas en algunos casos, según los ensayos en animales.
Además de las consideraciones éticas de aplicar estas vacunas tan rápido, no es fácil determinar la eficacia de las mismas de este modo. Así por ejemplo, va a ser difícil determinar el grado de protección en el tiempo de estas vacunas, pues la enfermedad no es endémica y los brotes tienen un fin. Encima está el problema de recopilar los datos sobre el resultado de estas vacunas, porque el personal sanitario está ya superado por el trabajo y las circunstancias.
La OMS ha autorizaron además otras medidas, como la administración de transfusiones de sangre de supervivientes de la enfermedad a enfermos de la misma, pues esa sangre porta anticuerpos contra el virus. Este tipo de tratamiento salvo a 7 de cada 8 pacientes en el brote de ébola que se produjo en 1995 en África central. Se espera que este tratamiento se generalice en África a finales de año.
También existe un medicamento experimental denominado ZMapp basado en anticuerpos que estaría disponible en diciembre para tratar la enfermedad y con el que ya se ha hecho algún ensayo en humanos, pero el problema es que necesita refrigeración y en esos países africanos es muy complicado mantener la cadena del frío.
Al año que viene la farmacéutica Tekmira podría disponer de 900 dosis del tratamiento TKM-Ebola, que está basado en ARN que interfiere con el virus ébola inhibiendo su replicación. La pega es que necesita de una administración lenta.
Otro fármaco es el BCX4430 (favipiravir), que confunde a la enzima de copia de ARN del virus, pero no afecta a las enzimas humanas similares. Este proceso también impide la replicación del virus. Ste producto ha sido ensayado ampliamente en humanos como antigripal y recientemente ha demostrado sus posibilidades contra el ébola en ratones, que se salvaron a los seis días de la infección. Japón ya ha enviado 10.000 dosis de este fármaco.
No se sabe si la población local se prestará a la vacunación y/o tratamientos de buena gana o no. Puede que al notar los primeros signos de la enfermedad se presenten voluntarios y que esos casos no pasen ocultos hasta que sea demasiado tarde, mueran y transmitan la enfermedad.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4497
Fuentes y referencias:
Noticia en NewScientist.
Noticia en Science.
11 Comentarios
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martes 16 septiembre, 2014 @ 10:48 am
«La idea es moverse lo más rápido posible…». Pienso que ésta debería ser siempre la idea usual, lo que no parece suceder con un buen número de lo que se llaman «enfermedades raras». Parece evidente que, al ser raras, no son económicamente rentables, pero si se profundiza en el tema se llegaría a la conclusión de que el averiguar la causa o encontrar el remedio tendría efecto de ampliar enormemente el conocimiento médico, lo que redundaría en la mejora de enfermedades comunes. Algo así como lo que ha sucedido con la salida al espacio y las aplicaciones ya ordinarias de los adelantos conseguidos.
Aunque sea un pequeño acierto, la verdad es que no estoy muy seguro a qué atenerme. Me refiero a haber escrito «ébola» con minúscula, puesto que es una especie. Sé que el nombre procede del río Ébola, pero he visto escribir «Ébola», «Virus del Ëbola», «virus del Ébola», «ébola- para mi correcto-» y quizá alguna expresión más. En mi opinión, debemos decir «enfermedad de ébola» cuando nos referimos a ella sin más, pero cuando se dice «enfermedad del Ébola» refiriéndose al río, elidiendo ‘río’, entonces debe escribirse con mayúscula. Digo yo…
martes 30 septiembre, 2014 @ 1:45 am
La suerte es que no es muy contagioso porque algunas medidas de prevención están siendo de risa. Poner el termómetro a los pasajeros de los vuelos no sirve para detectar a los que están incubando la enfermedad.
En cuanto a las medidas que nos han pasado al personal de los centros de salud (al menos en mi Comunidad) por si nos encontramos algún caso, incluyen un protocolo sobre cómo y en qué orden nos tenemos que poner el pijama, las calzas y la mascarilla. La mascarilla es de las básicas y seguramente lo justificarán diciendo que no se necesita una mejor porque el virus no es contagioso por vía aérea, pero lo cierto es que en alguno de los paises de origen he visto a personal sanitario autóctono usando modelos de mascarilla muy superiores.
El otro día hablando con algunosd compañeros coincidimos al llegar a la conclusión de que bien podríamos hasbernos agenciado un equipo similar en un «Todo a cien» …y eso que Rajoy decía que iba a hacer recortes, pero sin tocar la educación ni la sanidad.
sábado 4 octubre, 2014 @ 8:12 pm
¡Claro que no ha re-cortado! Ha cortado por lo sano que no es lo mismo; por tanto no miente ni en re-corte ni en sanidad, actitud casi imposible de imaginar.
Un político asegura que los políticos siempre mienten. Por tanto, como es político, miente. Pero entonces resulta que los políticos «no siempre mienten» que no es igual que «nunca mienten». Agradecería cualquier solución lógica. Y si no la hay, pues nada.
Abrazos
martes 7 octubre, 2014 @ 10:53 am
Querido amigo Miguel Ángel:
Ya tenemos aquí -por desgracia- las consecuencias del obrar chapucero. Y, no te lo digo por amistad, estoy seguro que no es médica la causa. Nada sé mas que lo que es lógico: o el protocolo es deficiente o se ha aplicado mal o ha existido algún accidente de imposible o inimaginable predicción.
Pero hay algo que no puedo entender: ¿Como es posible que esa profesional no haya pasado, como debieran pasar todos los que han tenido algo que ver con los dos casos un periodo de cuarentena?
Y otra cosa: ¿Como puede confundirse -porque acabo de oirlo por radio con rotunda afirmación- que el virus no se transmita por el aire con que no pueda ser expulsado en un estornudo y respirado por alguien próximo?
Y aún más: ¿Por qué no puede transmitirse si no hay síntomas? Es elemental que un virus ya operativo ha de tardar un periodo, aunque sea muy corto, en ejercer sus efectos en el paciente y que durante ese periodo podrá transmitirse de alguna forma. A no ser -digo- que madure en algún nódulo o nódulos o dentro de células -no tengo cultura médica para saberlo- antes de extenderse, pero en cuanto haya salido, aunque aún no haya producido síntomas, o el enfermo no los haya reconocido como tales, ya está en sus fluidos, incluida la sangre, naturalmente y ésta baña los pulmones y existen los estornudos…
Desde luego no me extraña que fuese a Urgencias y la mandasen para casa a tranquilizarse. Mi ejemplo me da experiencia: de las tres vértebras rotas, en el curso de cuatro años, que tengo, ninguna fue detectada en esa primera visita urgente.
Tu desconfianza expresada en el comentario 2 se ha confirmado para esa profesional y crucemos los dedos para que todo acabe ahí y con ella curada.
miércoles 8 octubre, 2014 @ 1:43 am
Pues sí, querido Tomás, ahora ya no hace falta que te lo cuente porque está en todos los medios de comunicación. Cualquiera puede ver los equipos de protección que nos han mandado: pijamas porosos, calzas y mascarillas del «Todo a cien» que no es que san insuficientes, ¡es que vamos tan desprotegidos como yendo con ropa de calle!
En cuanto a la no contagiosidad durante el periodo de incubación, parece bien estudiado y no veo motivo para ponerlo en duda…es más a pie de trinchera donde se producen las chapucillas.
Por cierto, recibe un montón de abrazos contagiosos.
jueves 9 octubre, 2014 @ 10:32 am
Agradezco tus abrazos protegidos por ese lote de «todo a cien». Si tú me dices que durante el periodo de incubación no es contagioso, yo lo creo a «pies juntillos» -me rebelo contra la RAE por pura lógica-. Pero permíteme una pregunta: una persona ajena a todo conocimiento médico ¿cómo distingue entre el fin del periodo de incubación y el comienzo de los primeros síntomas, cuando ya el virus es contagioso? Aunque el lapso sea breve, ha de existir.
Por otra parte, ¿no resulta extraña esa explicación de que con un guante -seguramente contaminado- la enfermera, al tocarse la cara -se supone que sin heridas ni otro acceso que los inevitables poros- pueda quedar infectada? Porque, con seguridad, además de esa ducha de lejía con el traje puesto y todo eso, se habrá duchado inmediatamente aunque sólo sea por quitarse algún resto de esa lejía salvadora. A mi no me parece creíble cuando tanto se asegura que sólo por fluidos se transmite.
Si nos fijamos en en la cuestión del perrito Excalibur, creo que se ha desperdiciado la ocasión de que la ciencia pudiera tener acceso a un conocimiento más profundo del virus y de las particularidades de la inmunología. Porque debe haber más de un millón de perros en España que, en el caso de que la cosa se pusiera fea -lo cual pienso y espero no suceda- podrían ser un vector casi indetectable.
En mi opinión, la tontez tiene pocos límites. Nuestra supongo que políticamente interfecta ministra de sanidad no debe ser cesada por responsable directa del caso -seguramente sí por laxitud presupuestaria, aunque eso le venga ordenado por el jefe (siempre se puede dimitir por razones de ética)-. Debe serlo por tonta y por políticamente inepta. Tuve ocasión de ver la entrevista que le hicieron. Con una cara de mala leche que si la veo de noche en un callejón me da canguelo -porque una cara así es políticamente incorrecta. Hay que sonreir. Van cien muertos, pues se sonríe; van mil, pues a sonreir aún más-. Muchos recordamos a Sancho Rof cuando dijo aquellas tranquilizadoras palabras: un bichito que si se cae de la mesa se mata -más o menos-. Esta señora no aprendió de su ínclito predecesor. Pues en esas, cuando se le preguntaba, ora hacía una leve señal hacia su derecha y respondía su adlátere de ese lado, ora hacia la izquierda, donde otro, creo que doctor en medicina hacía lo que podía para salir del paso. Cualquiera de ellos hubiese sido infinitamente más eficaz. Y ella en medio, más seria que si le hubiesen dado una pedrada, y sin decir ni mu: total iba a ir a las Cortes a petición propia tras la insistente y general exigencia de que compareciese…
Bueno. Ya he terminado. Soy crítico, pero no pesimista. Creo que todo acabará bien en España; al menos con los ahora afectados, incluida Teresa Romero. El no decir en Urgencias su dedicación me parece culpable, pero… seguramente no creyó estar infectada y pensó que le privarían de hacer vida normal. ¿Quién sabe? Mucho peor lo veo para los habitantes de los países de origen con sus decenas de muertos diarios. La economía internacional ha de ponerse las pilas y no lo está haciendo.
Bien ahora ya he terminado de verdad.
Te devuelvo el abrazo, mi buen amigo, sin traje ni nada. Total ¿para qué? Cuídate, que perteneces a la profesión más útil y arriesgada.
domingo 12 octubre, 2014 @ 9:15 am
Nuestra afamada víctima Teresa, dentro de la gravedad, permanece, desde hace un par de días estable, y tal cosa parece esperanzadora. Todo el mundo lo sabe; todos lo sabemos y abrigamos la esperanza de que venza. Si lo hace, lo cual toda persona de bien desea fervorosa y emocionadamente, habrá vencido a un torrente… ¡¿qué torrente?!: ¡a Torrente! A ese Torrente que hasta ahora, al menos, ha sido el conjunto político que ha manejado el tema desde el principio.
Sinceramente pienso que todos los actos importantes han sido realizados por pura política. ¿Por que se trajeron a los dos inicialmente infectados? Yo me pregunto si se hubieran traído de no haber sido religiosos. ¿No hubiera sido mejor -incluso con el mismo o mayor coste, lo que dudo- haber llevado allí un equipo material y humano suficiente para realizar el trabajo, dejar el material allí para su posterior aprovechamiento en el país afectado y traerse luego a los voluntarios pasando una cuarentena? Se podrá alegar que el riesgo de esos voluntarios podría haber sido mayor, pero yo creo que si no salen del recinto que se llevase como «hospital de campaña», no deberían haberse expuesto a mayor peligro que el que han soportado aquí. Una sospecha me la da que el Carlos III ha sido suspendido por el comunicado de los expertos.
El traslado en ambulancia llevado a cabo sin protección ninguna y seguramente decidido por el encargado de alguna empresa contratada… Bueno eso es una consecuencia de política general; no es responsabilidad directa, pero es propia de un Torrente.
La decisión del juez de sacrificar a pobrecito Excalibur… ¿Seguro que fue judicial pura y destilada, sin asomo político? Imposible. Porque ha de ser aconsejado por expertos y nadie me garantiza que éstos no hayan sido escogidos por personal dependiente del Ministerio de Sanidad, o sea, por Torrente. Y no es que quiera salvar al juez, a quien no conozco, pero no tengo razón alguna para confiar o desconfiar de él. A veces creemos que «muerto el perro, se acabó la rabia». Es lo fácil, pero no tiene por qué ser lo más acertado. Yo creo que se ha desperdiciado la ocasión de estudiar la inmunología que podría haber sido muy útil de un ser del que tenemos millones que nos acompañan y, ocasionalmente, nos contagian. ¿Sabemos si el ébola del perro es capaz de contagiarse a un humano? ¿Como es su estructura, su biología y su evolución? ¿Como puede el perro ser inmune? Todas estas preguntas, y las que puedan hacerse quienes estén mejor preparados que yo para ello, han quedado irremisiblemente sin respuesta, al menos por ahora.
Afortunadamente, la Mato -deseo de todo corazón que sin agudo- ha sido apartada del caso aunque, como es de rigor, previamente apoyada para no reconocer error alguno, por el mayor notario del reino -no confundir con el Notario Mayor del Reino, o ministro de Justicia, ahora en estado real semiindefinido-.
Como soy optimista espero que, a corto plazo, todo acabe bien en nuestro país y, seguramente, en todo el mundo, salvo en África. A largo, o se pone toda la carne en el asador, es decir que procuramos los medios de ayuda suficiente para África o tendremos ébola como tenemos SIDA; al menos.
¡A ver si el día 14 nuestra querida Teresa está ya bien!
Un fuerte abrazo para ella y para todos.
domingo 12 octubre, 2014 @ 11:45 am
Los políticos españoles se empeñan en hacer ciencia experimental con la clase política española y demuestran que, efectivamente, es incompetente y corrupta. No es cuestión de opinión, es cuestión de evidencia experimental.
lunes 13 octubre, 2014 @ 1:55 am
Así es, querido Neo, hay sobrada evidencia de esa suma que incluye incompetencia más corrupción.
El caso es que no han perdido la ocasión de hacer el ridículo y de paso ponernos a todos en peligro. Es también notable su incapacidad para sonrojarse, si bien puede entenderse en el contexto de su insuficiencia moral, que deja fuera el concepto de «vergüenza». La misma que no tienen para echar toda la culpa a Teresa.
Punto por punto:
-INCONGRUENCIAS: El principal motivo que se ha esgrimido para ejecutar a Excalibur ha sido que no teníamos un hospital veterinario de 4º grado. Sin embargo, tampoco se disponía de un hospital de esas características para humanos, y no ha sido obstáculo para repatriar a los misioneros.
-El debate sobre si había que repatriarlos o no, se ha zanjado por parte de los políticos esgrimiendo que en situaciones similares en otros países europeos, siempre se ha repatriado. No obstante, también parece claro que el camino se haya visto allanado por ese sorprendente maridaje que existe entre la Iglesia y los partidos conservadores. Matrimonios raros he visto, pero ninguno tan imposible.
Pero aún más inquietante es que toda esta ideología se ensamble y, a nivel mundial, domine, en democracias que rezan eso de que «todos somos iguales»… y que, de nuevo, sea sin un atisbo de sonrojo.
-INCOMPETENCIAS: ¡Ante todo que el ministro de Sanidad no sea nunca un médico!
Es tarde, un abrazo para todos, algo más animando con las buenas noticias que hay sobre Teresa. A vers si mañana puedo seguir
martes 14 octubre, 2014 @ 10:25 am
Al calor del párrafo de Miguel Ángel titulado «INCOMPETENCIAS», podemos recordar la tremenda fobia que todo político tiene a la llamada tecnocracia porque, claro, ellos sólo son, generalmente, profesionales de la política. No importa que, como creo recordar, Zapatero fuese abogado con una breve experiencia didáctica. Suelen ser, sobre todo, funcionarios que ya han ido cobrando maneras y méritos políticos en su dedicación. Tal cosa se adquiere, como todo el mundo sabe, consagrándose en cuerpo y alma al partido. Así un ministro, lo mismo sirve para llevar Sanidad que Industria o cualquier otro ministerio, aunque no tenga ni noticia de lo que va a gestionar. Tal ignorancia se la resuelve un compañero, como todos sabemos aún colea aquello de «eso te lo enseño yo en dos tardes» frase que niega el presunto enseñante, pero dice textualmente: «en esencia, los conocimientos básicos para adoptar decisiones políticas sobre asuntos económicos en la vida pública están al alcance de cualquier persona interesada». Aquí entiendo yo que las decisiones políticas no precisan ser muy doctas; no es necesaria una base mínima en el tema, ni una inteligencia destacada; basta estar interesado. Así nos va.
Muy al contrario, por mi parte sería preferible que un profesional llevase las riendas de todo ministerio. Seguramente no tendría ni siquiera que ser afecto al partido. Por profesional, haría honestamente su trabajo. Supongo, claro.
Es más quisiera que existiera una carrera -no como la de ahora- de la que pudieran salir políticos especializados en obras públicas, o en defensa -por bien llamar- o en sanidad ya que estamos en eso. Y que tuviesen que hacer su especie de «mir» en esa dedicación. Luego podrían concurrir a las urnas. Incluso podría haber un ministerio de ética. Bueno, la verdad es que soy un poco raro en todo esto, pero eso de que, como hemos visto en esta web alguna vez, los elijamos por su físico y su verbo, no me parece nada bien.
Como comprendo lo discutible de todo esto, estoy abierto a una conversación. Pero será difícil que alguien me convenza que todo político sirve para el ministerio que le pongan y hasta para presidente o primer ministro -a ver si se aclara el tema-. Y eso es lo que estamos teniendo: cosa más absurda es imposible.
martes 14 octubre, 2014 @ 10:49 am
Como se acerca la despedida de este artículo no quiero hacerlo sin desear lo mejor para nuestra querida y generosa Teresa Romero. Sinceramente hago extensivo mi reconocimiento a todo el personal médico no politizado o que anteponga su honrosa profesión a alguna afición política mentalmente inevitable -somos humanos y «errare humanum est»-. (No me refiero al decir «político» a aquel que, verdaderamente, desea mejorar la sociedad, al que deberíamos llamarle de otra manera que no se me ocurre. Quizá anteponerles un calificativo: «buenos políticos», que alguno habrá).
Abrazos para ellos de todo corazón y, sobre todo para Teresa.