Primeros resultados publicados de Rosetta
Se publican los primeros resultados de la misión Rosetta al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Entre los resultados está el haber encontrado compuestos orgánicos que no han sido antes hallados en un cometa.
Ya empiezan a publicarse los primeros resultados interesantes de la misión de la Esa Rosetta.
Sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko se han encontrado moléculas orgánicas precursoras de biomoléculas nunca encontradas en un cometa, así como otras de este tipo que sí se habían encontrado anteriormente en este tipo de cuerpos. Fueron halladas por el módulo Philae sobre la superficie de este cometa.
Estas moléculas forman agregados en lugar de estar dispersas por todo el hielo que forma el cometa. El hallazgo ha sido publicado en un conjunto de 8 artículos en la revista Science.
Como todos sabemos, el aterrizaje de Philae sobre el cometa fue un tanto accidentado y necesito de dos rebotes para que finalmente el módulo quedara encajado entre unas rocas. Pero esto permitió tomar varias muestras distintas de los tres lugares que visitó, lo que supuso una fuente extra de información.
Los registros fueron realizados por el experimento COSAC, que examinó las partículas que entraban pasivamente en él, posiblemente procedentes de la nube de polvo levantada al rebotar sobre la superficie.
Se identificaron 16 compuestos divididos en 6 clases (alcoholes, carbonilos, aminas, nitrilos, amidas e isocianatos). De todos estos, 4 fueron detectados por primera vez en un cometa: metil isoacianato, acetona, propialdehído y acetamida.
Estas sustancias son precursoras de moléculas importantes para la vida como azúcares, aminoácidos, bases de ADN, etc. Pero la presencia de estas otras moléculas más complejas no ha podido ser confirmada de manera no ambigua todavía en este primer análisis.
Todos estos compuestos proporcionan, además, pistas sobre la composición global del cometa y de la nube interestelar a partir de la que se formó. Nube que también terminó formando el Sistema Solar.
Pero conviene apuntar que la presencia de estos compuestos no es indicativo de que haya vida o que hayan sido generados por proceso biológicos.
Las cámaras del experimento CIVA revelan que el terreno que rodea a Philae está dominado por granos oscuros que posiblemente son ricos en compuestos orgánicos. Como el material cometario ha sido poco alterado desde el comienzo del Sistema Solar, esto sugiere que los compuestos orgánicos ya se aglomeraban en forma de granos antes de la formación de nuestro sistema. Se ha especulado que la introducción de estos granos en los océanos terrestre primitivos pudo haber facilitado la aparición de vida.
Aunque COSAC ha detectado compuestos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, no ha detectado compuestos orgánicos en los que intervenga azufre, algo contradictorio a los datos obtenidos por ROSINA, que está a bordo del orbitador. Esto sugiere que la composición superficial puede variar según el área considerada.
También se ha podido determinar que las propiedades mecánicas y estructurales de la superficie del cometa varían según el área considerada. Esto se ha podido calcular gracias a los rebotes sufridos por Philae y también ayudará a diseñar futuras misiones.
El paisaje captado por esta misión ha permitido a los científicos implicados llegar a la conclusión de que su superficie está determinada fundamentalmente por la erosión, con signos de que el viento (fruto de la sublimación del hielo) erosiona la superficie en unos puntos y hay deposición en otros lugares.
La superficie en la que se encuentra Philae está a temperaturas entre 90 y 130 kelvin y el suelo está cubierto por una capa compacta microporosa de hielo y polvo con una porososidad entre el 30 y el 65%.
Sin embargo, el interior del cometa parece ser más homogéneo que lo predicho por los modelos. El experimento CORSET, que hizo una radiografía con ondas de radio del núcleo del cometa, indica que el lóbulo menor de 67P/Churyumov-Gerasimenko no contiene estructuras mayores a unas pocas decenas de metros. Pero se confirma una porosidad de entre el 75% y el 85%. Además, la relación polvo/hielo se estima entre 0,4 y 0,6.
Recientemente se ha establecido esporádicamente la comunicación entre el orbitador Rosetta y Philae. Esto se debe a que la cercanía del cometa al Sol ha permitido el calentamiento de las baterías de Philae y su recarga con los paneles solares que hasta ahora estaban casi permanentemente en la sombra.
Si finalmente se restablece la comunicación de un modo más permanente, quizás que se puedan realizar más experimentos sobre la superficie, sobre todo ahora que el cometa empieza a estar más activo.
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Fuentes y referencias:
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Foto: ESA/ROSETTA/NAVCAM/SONC/DLR.
3 Comentarios
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lunes 3 agosto, 2015 @ 1:41 am
No están mal estos resultados, pero yo tenía ilusión de que encontrasen alguna base nitrogenada. De momento, me quedo con las ganas.
lunes 3 agosto, 2015 @ 6:37 am
«Pero conviene apuntar que la presencia de estos compuestos no es indicativo de que haya vida o que hayan sido generados por procesos biológicos» (párrafo 9), pero sí llevan consigo una probabilidad -diría que alta- de ser capaces de generar bases nitrogenadas y concretamente las que componen el ADN que es lo que echa de menos nuestro buen Miguel Ángel, a poco que surja la ocasión: «Se ha especulado que la introducción de estos granos en los océanos terrestres primitivos pudo haber facilitado la aparición de vida» (última frase, párrafo 10)
Así que espero que no tardando se avanzará mucho en el conocimiento de nuestros más lejanos orígenes.
viernes 7 agosto, 2015 @ 7:41 am
Si consideramos los «granos oscuros», de los que nos informa el artículo, combinando con lo que se expone en «Sobre la falsabilidad de la pnaspermia», resulta la posibilidad de la existencia de esos granos antes de la formación de nuestro sistema. Pero no hay que olvidar que la nuestra es una segunda generación, lo que nos lleva a preguntarnos si esto sucedía ya antes de que esa primera estrella originase la nuestra.