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La sorpresa de Hongyu chowi

Área: Paleontología — sábado, 9 de septiembre de 2017

El fósil de un pez de hace 360 millones de años no encaja con lo que se pensaba sobre la transición de los vertebrados a tierra firme.

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La Paleontología nos enseña una vía a través de la que podemos saber qué somos y de dónde venimos. Incluso cuando se trata de animales o plantas no relacionadas directamente con el ser humano.

Hace unos 360 millones de años un grupo de peces de aletas lobuladas empezó a evolucionar hacia la formación de patas. El hecho de que estemos ahora aquí se debe precisamente a ese grupo de peces del Devónico que intentó aventurarse a tierra hace ya mucho tiempo. Más tarde darían lugar a los anfibios y reptiles. Y un poco más tarde a los mamíferos.

Todos los animales terrestres descienden de animales que tenían cinco dedos en sus extremidades. La razón está en que entre los distintos grupos de peces que intentaron conquistar tierra firme, sólo lo consiguieron aquellos que tenían cinco dedos, los de ochos dedos (que también los hubo) tuvieron menos éxito. Recuérdelo, amigo lector, cada vez que use sus manos.

El relato de cómo se fue labrando la evolución de la transición a tierra firme por parte de los peces ha venido siendo fijado en las últimas décadas gracias al descubrimiento de fósiles correspondientes a animales de transición, como el famoso Tiktaalik, del que ya hemos dado cuenta en numerosas ocasiones en este mismo sitio web.

Pero este esquema que parecía ya consolidado ha sido puesto en duda por culpa de un fósil hallado en 2002 en un yacimiento paleontológico cerca de Ningxia (China) y sobre el que ahora se publica un estudio. Este fósil podría cambiar el esquema que se tiene de la conquista de tierra firme por parte de los vertebrados.

El ejemplar parece pertenecer a una nueva especie de pez de aletas lobuladas al que se ha llamado Hongyu chowi. Tenía metro y medio de longitud y vivió hace entre 370 y 360 millones de años.

H. chowi es interesante además por su inusual estilo de vida. Su anatomía sugiere que era un depredador que cazaba por el método de emboscada y acechaba justo por encima del fondo para morder a los peces que nadaban demasiado cerca de él, tal y como hace el rape de hoy en día. Sería uno de los ejemplos más antiguos de este estilo de vida.

Cuando los paleontólogos trataron que colocar a Hongyu chowi en el árbol filogenético que describe la evolución de los peces de transición, empezaron a aparecer los problemas.

Esto se debe a que H. chowi se parece más bien a los peces depredadores denominados rizodontos, una rama que se separó de los peces de aletas lobuladas mucho antes de que el grupo diera lugar a los tetrápodos (animales de cuatro patas).

Pero, por otro lado, H. chowi posee aspectos que le hacen parecerse sorprendentemente a los animales de cuatro patas posteriores y a sus parientes cercanos del grupo de los elpistostegidos. Entre los rasgos similares está la estructura de los hombros y la que da soporte a los opérculos de sus branquias.

Esto abre dos posibilidades según los autores del estudio. La primera es que H. chowi sea alguna suerte de rizodonto que, de forma independiente, evolucionó hasta adquirir las características antes mencionadas y que corresponden a los tetrápodos.

La otra posibilidad es que los rizodontos podrían estar más emparentados con los animales de cuatro patas y los elpistostegidos de lo que se pensaba. Aunque esto implicaría, a su vez, cierta evolución independiente de rasgos similares, ya que los rizondontos estarían entonces situados entre dos grupos que tienen rasgos en común que habrían evolucionado independientemente.

El estudio ha despertado cierta expectación entre los investigadores del campo. Según Martin Brazeau (Imperial College London) H. chowi se parece mucho a los animales de cuatro patas o a los elpistostegidos. Ello significaría que diferentes grupos de peces de aletas lobuladas evolucionaron de forma paralela para tener rasgos muy similares.

Según Neil Shubin (University of Chicago), el hallazgo confirmaría la sospecha que había sobre la existencia de una evolución paralela entre rizodontos, elpistostegidos y animales de cuatro patas. “Es una tema recurrente en el campo”, añade.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5688

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: Brian Choo.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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2 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    Qué poca popularidad tiene la navaja del inglés aquel. Aunque se supone que la están aplicando aquí. Esto es un punto curioso, dado que al método no le importa, una vez se falsea algo da igual si se tardan 2 días que 200 años. Al método. Pasa que a los contemporáneos del debate igual sí nos importa. Y las consecuencias también vienen siendo relevantes. O no. También depende de la perspectiva.

    Supongo que antes de sacar conclusiones habría que encajar a este bonito animal en el árbol evolutivo e imagino que también tendrá su complicación.

  2. Tomás:

    Parece una convergencia evolutiva: vivían en ambientes similares y varias especies de órdenes distintos -creo- precisaron respirar aire de modo que hubieron de apoyarse en las aletas delanteras para levantar la cabeza. Porque lo de más alimento en tierra no me parece muy claro, a no ser que comiesen cangrejos o insectos. Pero tendría que haber muchos y ser fáciles de cazar para merecer la pena. El respirar el oxígeno del aire habría de ser ventajoso para obtener energía más rápidamente y cazar mejor en aguas someras. Sin embargo solo pudo ser uno nuestro antecesor. Un verdadero problema. A ver si lo solucionan los paleontólogos.

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