La miel está contaminada por neonicotinoides
Un estudio demuestra que la miel está contaminada por pesticidas, lo que implica que las abejas durante el invierno se ven sometidas a este tipo de sustancias,. Lo que explicaría los problemas que tienen estos polinizadores.
Desde hace pocos años a esta parte se van acumulando estudios sobre negativos efectos de una nueva generación de insecticidas: los neonicotinoides.
Estos insecticidas son absorbidos por las plantas y se difunden por sus tejidos. El problema es que parte de estos productos químicos terminan en el néctar y polen que recolectan los insectos polinizadores.
Prácticamente todos los estudios realizados señalan que estos productos afectan de un modo u otro a las abejas y abejorros. Al parecer interaccionan con su sistema nervioso y alteran su memoria y sus capacidades cognitivas. Como resultado se reduce su capacidad de recolectar alimentos o incluso de encontrar el camino de vuelta a la colmena. También hay estudios que apuntan a que estos productos afectan a las abejas durante el invierno, principalmente a la reina, por lo que alteraría la reproducción de la colmena. Estudios más recientes muestran que la sensibilidad de las abejas a estos pesticidas aumenta con las exposiciones largas, aunque sea a bajos niveles.
Todo ello podría explicar la reducción de las poblaciones de estos insectos en todo el mundo. Dada la gran importancia ecológica de estos polinizadores no es extraño que la situación sea alarmante. Las Naciones Unidas avisaron en 2016 que un 40% de los invertebrados polinizadores están en riesgo de extinción.
Pero, además, muchos de nuestros cultivos dependen precisamente de la polinización realizada por estos insectos. Debido a todo esto, la Unión Europea impuso una moratoria sobre este tipo de insecticidas. En noviembre se decidirá si esta moratoria se transforma en una prohibición total. Pero en otras partes del mundo se siguen usando.
Para saber el alcance que el uso de estos productos tiene, un grupo de investigadores suizos pidió a familiares y amigos a lo largo de todo el mundo que les proporcionasen muestras de miel locales. En total recolectaron miel de casi 200 localizaciones distintas, salvo de la Antártida.
El análisis de estas muestras reveló que el 86% de las muestras de Norteamérica contenían al menos un tipo de neonicotinoide. Ese porcentaje bajaba ligeramente a un 80% y un 79% en Asia y Europa respectivamente. En Sudamérica ese porcentaje fue del 57%. Había más de dos tipos deneonicotinoides en un 45% de las muestras de miel y había 4 o 5 tipos en un 10% de las muestras. Se desconoce efecto que la mezcla de estas sustancias químicas pueda tener, pero se supone que sus consecuencias son peores para las abejas. Aunque ninguna de las muestras tenían concentraciones que se crean perjudiciales para el ser humano.
Pero para los polizadores no es tan bueno. El 48% de las muestras contenían neonicotinoides en tal cantidad que superaban el nivel a partir del cual es perjudicial para estos insectos. El problema es que las abejas se alimentan de miel durante el invierno.
El resultado no es ninguna sorpresa, pero lo original es que para el estudio se han usado métodos de análisis protocolizados. Esto ha permitido levantar un mapa mundial del fenómeno.
Pero la extensión del problema es sorprendente. Había miel que contenía neonicotinoides en sitios tan remotos como islas en medio del Pacífico o islas en África occidental. Esto sugeriría que las abejas están expuestas a estos pesticidas durante generaciones a lo largo de todo el mundo. Uno puede ir a un restaurante y que le dan mala comida un día. Pero si el frigorífico lo tienes contaminado entonces toda la comida que comas lo estará. Esto es lo que les pasa a las abejas en sus colmenas.
Todo ello ha hecho decir a expertos del campo que este resultado es alarmante.
Los autores hacen un llamamiento a los gobiernos para que publiquen los datos sobre la cantidad de estos insecticidas usados en sus campos agrícolas. De este modo se facilitaría el estudio de la relación entre la cantidad usada y la que termina en la miel.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5743
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: NeoFronteras.
12 Comentarios
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lunes 9 octubre, 2017 @ 9:42 pm
Para la Comisión esto no son pruebas suficientes, para Trump lo que no mata engorda (lo cual es rotundamente falso), y para los del diseño inteligente las abejas son anarco-marxistas.
Me parece palmario que esto las industrias del sector lo sabían desde el principio. Son sus burbujas, y hay que respetarlas.
Por cierto, supongo que es tarde para detener el seudoanglicismo «químico» por «sustancia química», en inglés esto es un chemical, un químico es un chemist, y la química chemistry. No me parece mal que se use «quimical», aunque «sustancia» o «producto» se viene usando desde hace tiempo, o empezar a llamar quimistas a los químicos, pero vamos entrando en riesgo de acabar los químicos de los químicos químicos son químicos químicos químicos.
Me queda el cuerpo de un mal después de hacer de talibán…
martes 10 octubre, 2017 @ 1:17 am
Nunca es tarde. Pero para «rango», «en base a», «panel de expertos», «monitorizar» y otras cuantas más, la batalla parece perdida. Será peor después de la salsa boloñesa y la implantación de los grados en lugar de licenciatura en las facultades de comunicación.
martes 10 octubre, 2017 @ 9:46 am
Iba a contar una historia sobre un amigo que tengo y que es de estas personas tan disciplinadas y mentalmente ordenadas, que no puede dejar de causar admiración. Es de letras-letras, humanista que le dicen ahora, pero siempre ha tenido un interés inmenso en la ciencia-ciencia, cuando descubrió los vídeos de Carl Sagan quedó embobado, literalmente, y yo no pude dejar de tener una satisfacción interior, quizá un poco egoísta, no lo sé. La historia es que domina muy bien varias lenguas (por cierto, incluso el catalán y antes de haber pisado nunca ninguna parte donde se habla), y cuando digo domina, digo domina, que una cosa es leer como hago yo.y otra muy diferente armar un discurso. Es además una persona que te corregía, sabiendo hacerlo, cuando cometías algún tipo de barbaridad lingüística de las que hacen llorar al niño Jesús, en cualquiera de las lenguas bajo su conocimiento.
Cierto día discutíamos en general sobre normas, y particularmente sobre las diferencias ortográficas entre PT-PT y PT-BR, obviamente de origen totalmente político. Gracias al acuerdo ortográfico, donde antes había electrão y elétron, ahora hay eletrão, electrão, elétron y hasta elétrão. Es un poco sangrante porque en realidad las diferencias ortográficas son mínimas en realidad (puedes leer algo y olvidar en qué norma estaba si no prestas atención), pero él sostenía el punto de vista, con no poca razón, que cuestiones léxicas de tipo científico-técnico no son un problema en absoluto a la hora de llegar a un patrón único, en no menor medida por el grupo social al que van dirigido.
Yo le hice ver que el origen del problema era la pasta, y que las editoras luchaban por ganar el mercado africano de tradición ortográfica europea, y que el problema era muy similar al que tiene el alemán en Austria, Alemania y Suíza, donde Suíza p.ej. pasa bastante de todo e incluso ni usan la es-tset, ß, que es un icono ortográfico como la ñ en castellano y es deliberado.
Yo estaba haciendo ver que la pasta está por encima, incluso o peor aún en este caso, dado que los beneficios de las editoras científico-técnicas repercuten directamente en esa comunidad.
Muchas veces odias tener razón.
jueves 12 octubre, 2017 @ 1:38 pm
Ojalá sea cierto eso de «nunca es tarde», pero le falta la segunda parte: «si la dicha es buena».
viernes 13 octubre, 2017 @ 11:31 am
Hoy me he levantado un tanto nicotinóideo ( corríjanme si yerro), porque ayer mismo, mientras disfrutaba de la mañana festiva en pleno campo, una abeja, española por más señas, me inyectó una buena dosis de ácido fórmico en vena, y eso que lo hizo atravesando el guante de nitrilo de la mi mano derecha ( ¿qué estaba haciendo usted con guantes de nitrilo por el campo, mr. petrus ?, recogiendo algo de hierba seca, señor inquisidor, respondo ) . En el episodio de violencia, la airada abeja se dejó clavado, como corresponde, su aguijón …
Como tenía cerca al apicultor, comentamos el incidente y me contó que tenía problemas con el mantenimiento de sus colmenas, porque se despoblaban año tras año,la varroa, me dijo, a pesar de sus cuidados. Tanto él como yo manejamos productos fitosanitarios, y sabemos que algunos llevan, bien visible, una recomendación clara que dice «no utilizar durante la floración «. Pero si a la vez se precisan para atajar otras plagas presentes en la explotación en ese mismo momento… ¿ dejarán de usarlos ? necesitamos un producto químico o biológico eficaz contra algunos insectos perjudiciales y a la vez inocuo para los beneficiosos… Es hora de que hablen los químicos, los biólogos, hasta los sanitarios, porque haberlo, tiene que haberlo . El asunto y la preocupación está en boca de todos… hasta el punto de que solo hace unos días que alguien me aseguró que, contra determinada plaga, era eficacísima la pulverización «con leche desnatada»…
En descargo de la agresora, he de decir que mi vecino apicultor estaba ayer atareado descargando de miel sus colmenas y acarreándola a su casa , a solo cien metros del lugar de los hechos. Yo , de ser abeja, hubiera hecho lo mismo, pero ahora caigo en la cuenta, de pronto, que hubiera sido zángano….
viernes 13 octubre, 2017 @ 9:00 pm
Ciertamente, amigo «petrus»: se pulveriza leche sobre las hojas para tratar o prevenir las plagas de hongos y para que que actúe como abono foliar. También se le puede añadir bicarbonato. Desconozco si hay algún estudio al respecto, pero según las opiniones que leo por Internet, parece que sería más efectiva para prevenir que cuando ya está presente el hongo.
http://www.lahuertinadetoni.es/como-hacer-fungicida-casero-con-leche/
Con leche no he experimentado, pero sí que he probado pulverizando alcohol de 90º diluyéndolo en agua al 10-15%, con poco resultado frente a los hongos, pero sí que se marchan los pulgones y bastantes insectos. Si le añado unas colillas de tabaco a la mezcla, desaparece prácticamente toda la fauna, pero sería una milonga llamar a este tratamiento «ecológico».
Lo de matar selectivamente es más complicado . Se puede aplicar, en el agua de riego, hongos como los «tricoderma», que ya han demostrado su eficacia en varios estudios. Y, en la hojas, el Bacillus Thuringiensis, pero sobre éste último no tengo experiencia personal y he leído poco:
https://es.wikipedia.org/wiki/Bacillus_thuringiensis
sábado 14 octubre, 2017 @ 10:09 am
Bueno, te corrijo un pelín: el sufijo -oideo no lleva acento; por ejemplo «albumunoideo».
Pero sigo admirado de tus conocimientos del agro que ya conocía.
Lo que me ha sorprendido muy gratamente es que mi querido Miguel Ángel, esté tan «al loro». Eso merece un abrazo de admiración.
Ojalá los gobiernos del mundo se den cuenta de esta carrera hacia el abismo, porque no hay faceta de cualquier ámbito donde no estemos causando destrozos, algunos de ellos irreversibles. Presidentes como Trump, negando lo evidente, aunque se les esté quemando el trasero en California; y presidentillos ocupados en estupideces, cuando nos estamos cargando la Tierra.
Antes de indignarme más os envío abrazos que dicen relajan. Pues eso: muchos y muy fuertes abrazos.
sábado 14 octubre, 2017 @ 11:30 am
Pregunto: el insecto de la foto es una abeja , la apis melífera , o más bien un abejorro ? Aunque supongo que ambos hacen tareas similares…
domingo 15 octubre, 2017 @ 2:06 pm
A juzgar por el tamaño ha de ser, forzosamente, un abejorro gigante. De todas formas, basta dejarse picar por uno y, si pierde el aguijón, es abeja supergigante, pero si se va tan campante es, como he dicho, un abejorro muy, pero que muy grande. ¡El conocimiento exige sacrificios!
Abrazos, querido amigo.
lunes 16 octubre, 2017 @ 12:53 am
Es un abejorro.
martes 17 octubre, 2017 @ 2:20 am
Bien deducido, querido Tomás. ¿Es cierto lo que dices de las picaduras?
viernes 20 octubre, 2017 @ 10:23 am
Mi buen amigo Miguel:
Es lo que, entre los chicos, cuando el campo era accesible, creíamos. Y me parece que es verdad. Voy a ver si lo veo por ahí. Algo he encontrado: http://www.botanical-online.com/animales/abejorro.htm. Dice ahí que puede picarte varias veces; por tanto no pierde el aguijón.
Abrazos mil.