Nuevas especies descubiertas en Myanmar
Descubren nuevas especies en Myanmar, entre ellas 19 especies nuevas de geckos.
Las salamanquesas tropicales o geckos están por todas partes en muchos países de Asia. Allí son tus amigas porque se comen los mosquitos, que, posiblemente, son los animales más peligrosos del mundo. Su nombre es casi una onomatopeya pues viene del ruido que hacen, ya que los geckos son los únicos reptiles que tienen la capacidad de producir sonidos relativamente complejos.
Se conocen unas 1500 especies de geckos en el mundo. Estos animales son famosos porque tienen la increíble habilidad de poder caminar por paredes y techos sin dificultad gracias a sus dedos cubiertos por microestructuras. Algunos científicos han conseguido remedar estas estructuras, aunque su capacidad adherente no dure mucho.
No es difícil encontrar varias de estas criaturas boca abajo en el techo de la recepción de los hoteles de Myanmar. Pero, posiblemente, son más aburridas que las que se pueden encontrar en ambientes más salvajes. Algunas de las que se han encontrado recientemente en ese país eran desconocidas para la ciencia hasta hace unos días.
Lee Grismer (La Sierra University, California) y sus colaboradores acaban de publicar el descubrimiento de 15 nuevas especies de geckos de Myanmar, pero dice que ya está preparado un nuevo artículo en el que describe otras cuatro más. El descubrimiento ha sido posible gracias a la organización Fauna & Flora International que solicitó estudiar una zona del país para su campaña de conservación.
Estas nuevas 19 especies viven en una pequeña región de Myanmar de 50 por 90 km de tamaño, algo que resulta sorprendente. En una zona de ese tamaño es relativamente fácil encontrar nuevas especies de invertebrados, simplemente porque siempre hay muchas. Pero es toda una nueva novedad que haya tantas especies de vertebrados, sobre todo si se trata de reptiles y en concreto lagartos.
La razón de esta variedad se debe al paisaje tan especial en donde viven. Está compuesto por formaciones de caliza de 400 metros de altura. La superficie de estos bloques de roca de un kilómetro de largo está altamente corrugadas y erosionada. A veces también forman cavernas.
Lo interesante en este caso es que estos bloques hacen las veces de islas sobre las que cada especie sufre una evolución distinta y separada de las demás. Los geckos que viven en estas rocas tienen patas y dedos más largos que las especies de las planicies.
Aunque cada especie se encuentra confinada en un área pequeña, el número de individuos es muy alto, principalmente por estar a salvo de los depredadores de las planicies.
En el primer viaje de este equipo de investigadores a este ecosistema en 2016 encontraron las primeras 15 especies de geckos, así como nuevas especies de serpientes y ranas. En sólo 19 días descubrieron 23 nuevas especies. Los otros 4 geckos fueron descubiertos en un segundo viaje.
Como se puede apreciar en las fotos son animales increíblemente bellos y coloridos. Un ejemplo de lo que perderemos en esta sexta gran extinción masiva que ya hemos iniciado.
La mayoría de estos nuevos geckos pertenecen a un género concreto, pero, para sorpresa de los investigadores hay tres pertenecientes a género de geckos enanos que normalmente sólo se encuentran en las cumbres nubosas de algunas montañas.
Pero este paraíso del geckos está ya en peligro. Algunos de estos bloques han sido usados como fuente de piedra caliza. Hay explosiones de dinamita y trabajadores extrayendo el material por doquier. Se salvan los bloques que poseen cuevas convertidas en recintos budistas. Los monjes protegen entonces fuertemente el entorno.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Fotos: L. Lee Grismer.
3 Comentarios
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domingo 8 octubre, 2017 @ 11:36 pm
Siendo tan llamativos, ahora habrá que protegerlos para que no acaben en algún terrario del mercado chino o japonés de mascotas.
lunes 9 octubre, 2017 @ 9:08 pm
Cabe preguntarse cuánta diversidad se nos está pasando por alto por no mirar, y por supuesto, cuánta nos hemos cargado ya sin enterarnos.
viernes 13 octubre, 2017 @ 9:20 am
Ciertamente, durante una buena parte de la audición, se escucha algo muy parecido a su nombre.
La última salamanquesa que vi sucedió cuando tenía unos 25 años y no era nada colorida. No he vuelto a ver ninguna más. Pero diría que no todas las salamanquesas son geckos, sino que son una especie dentro de ellos, pero no estoy seguro.