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Mutualismo entre planta carnívora e insecto

Área: Biología — domingo, 11 de marzo de 2018

Existe una relación mutualista entre una Nephentes y una larva de insecto.

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Las plantas carnívoras viven en terrenos pobres en nutrientes, pero consiguen los que necesitan a través de los cuerpos de las presas que capturan. Muchas de estas plantas segregan cócteles de jugos digestivos que ayudan a degradar los cuerpos de sus incautas víctimas.

Un tipo de plantas carnívora muy común en Asia es la Nephentes, que tiene jarros con los que captura y digiere los insectos y pequeños animales de los que se alimenta.

Los jarros de estas plantas no son más que hojas modificadas que forman un receptáculo con boca y que almacena agua de lluvia a la que añade sus propias secreciones. Algunos insectos y, a veces, alguna ranita o cangrejo encuentran cobijo en estas plantas y crecen dentro de los jarritos sin llegar a ser víctimas de los mismos. No es fácil explicar esta paradoja.

En Singapur vive la Nepenthes ampullaria, una carnívora que crece en el suelo tropical y cuyo jarro tiene el tamaño de un huevo de gallina. Esta planta ha llegado a un curioso trato con la larva del insecto Xenoplatyura beaveri. Larva que de adulto se parece a un mosquito con patas fuertes.

X. beaveri vive en la boca del jarro de la planta y confecciona una telaraña que está suspendida sobre la boca del jarro. Con esa telaraña, la larva en cuestión atrapa otros insectos que rápidamente ingiere. Pero defeca sus excrementos dentro del jarro de la Nephentes.

La relación es mutualista, pues la larva tiene un lugar seguro y obtiene cobijo y víctimas, mientras que la planta puede aprovechar los compuestos de nitrógeno de los excrementos que deja caer la larva.

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Los investigadores que han descubierto esta relación llegan a esta conclusión gracias a una serie de experimentos de laboratorio que simulan la interacción del mundo real.

Según Weng Ngai (Universidad Nacional de Singapur), líder del trabajo, el estudio de cómo las comunidades de estas plantas jarro y otras se comportan puede revelar secretos tanto de la vida de las plantas como de los insectos.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=6039

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto de cabecera: Weng Ngai
Foto de Nephentes: NeoFronteras.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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16 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    Si no explican nada más, no me queda tan claro que se haya demostrado la relación mutualista. Lo que dicen en el «Abstract» es que han podido comprobar que había mayores niveles de amonio en el líquido de las jarras-trampa que tenían la larva que en las del grupo de control.
    En ese grupo control supongo que no hay larvas, pero sí otros insectos que deberían caer dentro de las jarras (incluso en mayor número que las que tienen larva, puesto que la larva atrapa algunas con su seda, que ya no caerán en la jarra).
    Y mi duda surge de que, aunque soy consciente de que los excrementos de la larva aportan el amonio en altas concentraciones («de golpe»), los cadáveres extra que caigan en la jarras desprovistas de larvas, también debería de acabar aportando amonio al descomponerse dentro de la jarra.
    Os agradecería cualquier intento de explicación.

  2. tomás:

    Pudiera ser, Miguel, cuestión matemática. Sea que el insecto víctima tiene un aporte energético de A. Sea que su cadáver, que acabará digerido dentro más su excremento correspondiente valen B. Este B es lo que recibe la planta en vez de A que recibiría si no estuviese la larva. Pero para digerir A directamente, la planta tendría que emplear una energía C, mientras que para aprovechar el cadáver más el excremento solo precisa D. Entonces basta que A menos C sea menor que B menos D. O sea A-C < B-D, con lo cual la planta aprovecha más energía por gastar menos.
    Espero se me entienda. Un abarazo.

  3. tomás:

    Como no dices nada, deduzco que algo no te convence. Releído tu comentario veo que hay un detalle que puede tener importancia. Me refiero a la parte entre paréntesis: «(… la larva atrapa algunas con su seda, que ya no caerán en la jarra)». Yo, sin embargo, cuento con que el cadáver cae siempre en la jarra. Posiblemente no caigan todos los cadáveres pero, para que la seda sea útil es necesario que esté lo suficientemente limpia, por lo que he supuesto que la larva ha de encargarse de dejar caer esos cadáveres, ya que si no, su seda acabaría inútil. Por ejemplo yo no recuerdo haber visto telarañas atiborradas de insectos muertos, sino que están limpias, lo que indica que las arañas han de hacer algo para mantenerlas así. Pues lo mismo sucederá con las larvas.
    Un abrazo.

  4. Miguel Ángel:

    Querido amigo Tomás:

    Una lástima que no sepamos nada más de los hábitos de la larva: es posible que actúe como dices, pero también entra dentro de los posible que almacene los cadáveres en un depósito o los deje colgando en la parte inferior de la tela.
    Un aspecto que ha sorprendido a estos investigadores es que han visto que los niveles de amonio en el líquido de la trampa siguen aumentando después de que la larva haya sufrido su metamorfosis:
    «Furthermore, fluid ammonium concentrations increased greatly after X. beaveri larvae metamorphosed, although the cause of this increase could not be identified».
    Resulta sorprendente porque, aunque tampoco lo explican, debemos de suponer que el insecto adulto (un díptero), ya no se alimentará gracias a los insectos que caen en la seda.

    Otro abrazo.

  5. Miguel Ángel:

    Y sobre lo que comentas acerca del gasto de energía para digerir a los insectos que caen, es otro aspecto que me intriga y creo puedes tener razón, porque el amonio lo absorbe directamente. No obstante, desconcozoco si los jugos de la jarra son responsables de la totalidad del proceso de metabolización de los insectos que caen, o intervienen también algunas bacterias que finalizan el proceso.

    Y otro abrazo, que no falten.

  6. tomás:

    Los supuestos del primer párrafo de tu 4 no me convencen. Sería, en ambos casos un gasto de energía inútil para la larva. Por esa razón también podría tomarse la molestia de llevarlos fuera de la abertura y de su seda y dejarlos caer en el suelo de su biotopo. Lo que no sé es si la seda tapa completamente la abertura; diría que no. Mera sospecha.
    Me fastidia eso de que la causa del incremento no haya sido identificada.
    En cuanto al último párrafo de tu 5, diría que es muy posible un proceso más complejo en el que intervengan bacterias u otra microfauna, porque cualquier lugar donde haya algo que obtener, será aprovechado. Creo que habrá de ser una ley de la vida, muy consecuente con la simbiosis, el parasitismo y todo eso.

    No han de faltar los abrazos, mi escrupuloso amigo.

  7. Miguel Ángel:

    Hay una presión de selección positiva para que las carcasas de los insectos acaben cayendo en el líquido de la jarra, en vez del caso contrario en el que no aportarían nutrientes extra. De modo que coincido contigo en que lo más probable es que eso sea lo que ocurre, pero no podemos descartar por completo las otras opciones.
    Nos vamos a quedar con un buen puñado de incógnitas, querido Tomás. Y me sigo reiterando en mi duda inicial de si la relación es de mutualismo o de parasitismo, pero compensado en cierta medida por los excrementos de la larva. No dicen si las plantas con larvas de Xenoplatyura han crecido más o más sanas, sino que han detectado -en el líquido de la jarra- niveles de amonio significativamente mayores a los de las jarras sin larva.

    Mutuales abrazos.

  8. tomás:

    En efecto, la información que proporcionan es muy incompleta y solo nos permite especulaciones seguramente muy gratuitas que pueden estar muy alejadas de la realidad, además de que no conocemos -al menos yo- la planta ni de lejos.

    Como oí -¿fue ayer o anteayer?- la voz de tu hijita, quiero presumir, aunque no venga a cuento -orgullo de abuelo-, de que mi nieta Pat -no tengo otra- ha sacado 10 sobresalientes y 4 notables. Me dice mi hijo que en el Bachillerato Dual ha sacado Excelente en todas las materias. ¡Qué listas son estas mocitas!

    Abrazos muchos.

  9. Miguel Ángel:

    ¡Transmítele mi más sincera enhorabuena! Los varones suelen tener más problemas: mantienen menos tiempo la atención y solo hay dos asignaturas en las que tienen ventaja con respecto al sexo femenino (Matemáticas y Física).

    Abrazos.

  10. Miguel Ángel:

    A propósito de tu nietecita,y aprovechando que me acaba de preguntar mi mujer cómo es, te voy a responder lo mismo que a ella: es el tipo de belleza nórdica que se puede contemplar en la esculturas grecorromanas…y esos siguen siendo los cánones de belleza actual, no nos engañemos.
    ¿Qué Venezuela es el país que tiene más misses?…¡cierto!, pero de entre las que se han operado la cara, siempre es en la dirección de ocultar sus rasgos latinos y acercarse a los noreuropeos, a la proporción aúrea, a la belleza grecorromana, como digo.

  11. tomás:

    Pues como has sido tan amable, termino con el tema diciéndote que tira hacia medicina. O sea que quizá tengas una colega.

  12. Peter:

    Antes se usaba el termino simbiosis, que concuerdo no corresponderia al caso.

  13. tomás:

    Estimado Peter: Es lo que estamos diciendo. Simbiosis se usaba y se usa, y corresponde al caso -mira el final de mi comentario seis-.
    Es que la simbiosis puede tener varios aspectos: en este caso se trataría de mutualismo, porque los dos simbiontes obtienen beneficio; también en el caso del humano y el perro. Nosotros le proporcionamos comida -por ahí debió comenzar la cosa- además de unas condiciones de vida menos «perra» que en la naturaleza: están calentitos en en nuestro hogar, no tienen que buscar el agua, cuidamos sus cachorros, etc. Ellos nos dan compañía, o guardan el ganado, o ayudan en la caza, etc. Esta relación siempre me ha sombrado. Veo a la grandes o pequeños perros atados a la entrada de las tiendas, prácticamente inmóviles mirando a la puerta, ansiosos, esperando la salida de su dueño. Parece como si este fuera su dios. Yo los quiero muchísimo y no pierdo ocasión de acariciarlos, preguntando antes si puedo hacerlo. Pero me salgo del tema, como casi siempre; perdón por ello.
    Otra variante es el comensalismo. Es el caso de cuando uno de ellos obtiene alimento o quizá otra cosa sin fastidiar al otro. Así ampliado podría cambiársele el nombre, pero dejemos esa tarea a los biólogos. Un ejemplo sería el escarabajo pelotero que aprovecha los excrementos de herbívoros para guardar sus huevos, no para presumir de pelotas, aunque los que pueden con las más grandes son los preferidos de las hembras; ¡estas féminas!
    Por último están el parasitismo, que es la relación de los «caraduras» con sus víctimas. Por ejemplo la tenia o solitaria, que se aloja en nuestro intestino -o de otros animales (no se si la misma especie u otra más o menos similar de gusano), aprovechándose de la comida que compramos en el super y sin pagar nada. Solo haciendo que tengamos que comprar más mientras adelgazamos y ella engorda y se reproduce.
    Además está la endosimbiosis que practican, por ejemplo virus y bacterias alojándose en el interior de nuestras células o entre ellas.
    Pues eso. Un saludo cordial.

  14. tomás:

    También en el último caso, microhongos que se alimentan de nuestra piel y microarácnidos en las cejas -creo- o en el pelo. Pero no sé si estos últimos son perjuciciales siempre.
    Chao.

  15. Miguel Ángel:

    Arácnidos en las cejas:

    http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150512_vert_earth_acaros_en_tu_cara_yv

  16. tomás:

    Totalmente de acuerdo, Miguel. Conozco el tema, porque yo tengo una ligerísima rosácea que trato con una pomada de la que prefiero no decir su nombre por aquello de las normas de nuestra querida página. Pero es tan poco importante que me basta cosa de un toquecillo al mes, o cada dos o tres meses en el lugar que lo precise, muy generalmente, la narizota. Lo que me extraña es que no hayan mostrado el caso tan extremo del cuadro «El viejo y el niño», de Doménico Ghirlandaio. Como dice tu enlace, somos todo un biotopo, como lo son todos otros animales y -diría- que vegetales.
    Algunas mozuelas a las que les he hablado de ello, lo rechazan por completo con agitadas muestras de asco, repugnancia de sí mismas, rechazo, incredulidad e histerismo; incluso moviendo las manos como no queriendo tocarse. Es de risa.
    Mil abrazos.

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