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Según un estudio reciente, el origen de todos los grupos de peces se dio en las aguas someras marinas cercanas a la orilla.

Todos los humanos tenemos un pez interior. Nuestra cuerpo es heredero de los cuerpos de algunos de los peces que una vez proliferaron por los mares de hace más de 400 millones de años. Fueron los primeros vertebrados verdaderos. Tratar de saber sobre los primeros peces es tratar se saber sobre nosotros mismos.

Como siempre que hablamos de Paleontología tenemos que tener en mente que el registro fósil no es completo y que muchos seres del pasado no dejaron huella fósil de su existencia. Por tanto, no es fácil averiguar cómo era la vida sobre la Tierra hace cientos de millones de años

Se cree que loa primeros peces tuvieron que a aparecer hace unos 480 millones de años, pero los fósiles de esa antigüedad son muy escasos y fragmentados. En ese tiempo los peces se dividieron en tres grupos: los peces sin mandíbulas (como la actual lamprea), los peces cartilaginosos (como los tiburones y peces óseos (como el atún). Fue este último grupo el que dio lugar a anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

Pero en ese mismo registro aparece una explosión de diversidad que tuvo que darse hace 420 millones de años. Los detalles de cómo ocurrió esto son difíciles de conocer porque los mejores y más numerosos fósiles tienen 360 millones de años o menos.

Como siempre en estos casos, surgen preguntas, como dónde estaban antes de esa explosión de biodiversidad y qué originó esa misma explosión.

Sallan Ivan J. Sansom (University of Birmingham) y sus colaboradores tratan de desentrañar estas incógnitas. Ahora publican un estudio sobre el tema. Según ellos esta gran variedad de peces apareció a partir de los que vivían en zonas de aguas someras intermareales cerca de la orilla o en lagunas marinas.

Hasta ahora se sospechaba que, como los arrecifes coralinos modernos están relacionados con una gran diversidad de peces, entonces, quizás esto fuera así desde el principio y se ha mantenido así desde entonces. Pero no han logrado encontrar pruebas al respecto.

En su lugar, este estudio muestra que cada división de vertebrados, desde los primitivos peces sin mandíbulas, a los tiburones y pasando por nuestros propios antepasados, empezaron cerca de la orilla y lejos del arrecife. Incluso cuando los grupos antiguos se dispersaron, nuevos grupos aparecían otra vez en la orilla.

El hallazgo ayuda a explicar un rasgo importante en el registro fósil y es por qué hay tan pocos fósiles antiguos que estén intactos. Básicamente, la acción de mar somero trituraría los restos de estos animales. Además, esto también explicaría por qué, a lo largo del tiempo evolutivo, muchos grupos de peces fueron adaptándose desde vivir en el mar a vivir en agua dulce. Al parecer les fue más fácil emigrar hacia los ríos que desembocaban en el mar que hacerlo hacia los arrecifes de coral. Algunos de estos evolucionaron hasta llegar a los tetrápodos que dieron lugar a todos los vertebrados de tierra firme.

En el mundo académico paleontológico hay un debate sobre el origen y diversificación de los vertebrados. Unos mantienen que ciertos grupos de fósiles del Paleozoico medio tendrían un origen en aguas someras, mientras que otros sostiene que provendría de aguas profundas del interior oceánico. Incluso algunos han propuestos otros lugares de origen.

Estos investigadores decidieron investigar el asunto empleando un método de tipo big data. Para ello usaron numerosos datos de 2728 fósiles de peces con y sin mandíbula, tanto de los propios animales como del ambiente en el que vivían, fuera este de aguas profundas, someras, ríos, lagos o arrecifes. Las rocas que contienen los fósiles mantienen información sobre esos ambientes. El lapso temporal cubría desde hace 480 a 360 millones de años

Además, rellenaron los huecos de información del registro fósil usando un modelo matemático, lo que les permitió realizar predicciones sobre el tipo de hábitat en el que aparecieron los antepasados de varios grupos de vertebrados.

Encontraron que el origen de todos ellos se dio en las aguas someras marinas cercanas a la orilla y estuvieron en esa área limitada durante mucho tiempo tras su aparición. Según permanecían en esas aguas, fueron adquiriendo rasgos que los hizo más adecuados tanto para la vida en el fondo como para la vida en mar abierto.

Un divergencia similar se ha dado en los peces modernos, como los peces espinosos (Gasterosteidae), que evolucionaron desde la vida en el fondo a nadadores pelágicos en tiempos modernos.

Esta calidad de las aguas someras de ser focos de biodiversidad supone una sorpresa, porque los grandes pasos evolutivos están usualmente asociados con puntos calientes de biodiversidsd, como los arrecifes.

Según especulan los autores, la razón de este incentivo evolutivo a la biodiversidad de las aguas someras, podría estar en que los peces podrían haber prosperado bien en ese hábitat gracias a su estructura ósea, que les permitiría resistir mejor el oleaje y las turbulencias de esas mismas olas rompiendo en la orilla.

Lo que no se sabe aún es si estas aguas poco profundas todavía son un generador de biodiversidad que enriquezca los arrecifes. Si es así, existe el consuelo de pensar que la biodiversidad se pueda recupera algún día pese a la inminente desaparición de los arrecifes coralinos.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.


Ilustraciones: Nobumichi Tamura