NeoFronteras

Los estudios sobre contaminación provocada por plásticos nos cuentan que el problema es mayor de lo pensado.

Desde hace un tiempo se viene señalando el gran problema de los plásticos que contaminan los mares en sitios tan remotos como la fosa de las Marianas o las aguas antárticas. En el caso de los microplásticos, pues todo plástico se termina fragmentando, algunas de las consecuencias es que alteran los tejidos reproductores de algunos moluscos marinos.

Un estudio reciente ha analizado la evolución en el tiempo de la presencia de los plásticos en el mar.

Desde 1957 los científicos recolectan plancton con redes especiales (Continuous plankton recorders, CPR) y en numerosas ocasiones se han atascado por la presencia de plásticos. Así que hay un registro sobre la incidencia de la contaminación por plástico en los mares. Este registro se basa en un total de 6,5 millones de millas náuticas recorridas.

Unos investigadores han analizado estos datos hasta 2016 y llegado a la conclusión de que la mayoría de estos eventos se han dado a partir de los años noventa del pasado siglo. Además, a partir del año 2000 el número de eventos de atasco se ha multiplicado por 10. Esto indicaría que estos deshechos se han disparado en las últimas dos décadas.

Como la red para el plancton ocupa lo que que un mamífero marino, es de esperar que este tipo de animales, por ejemplo, se vean afectados por estos plásticos. En estudios previos se ha podido comprobar que muchos animales marinos terminan ingiriendo plásticos al confundirlos con comida. Plásticos que luego no pueden expulsar.

Es la primera vez que se ha demostrado sin duda el reciente incremento de la contaminación por residuos plásticos en los mares. Además, el estudio revela que la industria pesquera es una gran responsable en el desaguisado.

Sin embargo, se ha criticado el estudio al no tener en cuenta los microplásticos, pues estos no atascan la red y su presencia en las muestras recogidas no ha sido anotada hasta hace poco. Por tanto, la situación es posiblemente peor.

Los autores abogan por una mejor gestión de los residuos que evite este desastre.

En otro estudio descubren que los microplásticos han llegado a montañas como los Pirineos y se sospecha que la situación es peor de lo que se creía. En estudios previos se demostró que estos microplásticos, que pueden ser injeridos o inhalados por humanos, pueden subir en la atmósfera y volver a caer en seguida sobre las ciudades que los emiten. Pero se suponía que estos microplásticos no viajaban largas distancias en la atmósfera.

Para saber el alcance que tienen estos microplásticos aéreos un grupo de investigadores franceses recolectó las partículas que caían del cielo durante 5 meses en la estación meteorológica de Bernadouze en los pirineos franceses, que está a más de 100 km de la ciudad más cercana.

Encontraron microplásticos en las muestras recogidas, principalmente plásticos procedentes de lo usados para embalaje. Calculan que cada día caen 365 partículas de plástico por metro cuadrado sobre esa superficie. Extrapolando este número al resto de Francia llegan a la conclusión de que en todo el país caen 2000 toneladas de este tipo de contaminante al año.

Las simulaciones computacionales sugieren que estos microplásticos se originan en las ciudades y flotan al menos durante 100 km antes de caer al sobre el suelo. Sin embargo, este nuevo resultado indica que estas partículas viajan un distancia mucho mayor.

Los investigadores encontraron arena del Sahara en los Pirineos, pese a que los granos de arena son más pesados que los microplásticos.

Estos pequeños trozos de plástico flotantes atmosféricos son virtualmente imposibles de eliminar. Los autores proponen, en su lugar, que la única opción viable es reducir su emisión.

Este grupo investigador desea seguir con este estudio y realizar una labor detectivesca hasta deducir la procedencia de loa microplásticos

Copyleft: atribuir con enlace a htpps://neofronteras.com

Fuentes y referencias:
Artículo original 1.
Artículo original 2.
Foto: NOAA.