Las especies de plantas escasas en peligro
Casi el 40 por cierto de las especies de plantas corren el mayor riesgo de extinción si el cambio climático continúa por la misma senda.
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Las plantas son la base de la vida en la Tierra. Sin ellas y sin su fotosíntesis no habría animales ni humanos. Eliminar una sola especie desencadena un efecto dominó que hace desaparecer otras especies. Si queremos sobrevivir hay que conservarlas.
Un grupo de investigadores publica ahora un estudio en el que se afirma que casi el 40 por cierto de las especies de plantas, catalogadas como raras o muy raras, son las especies que corren mayor riesgo de extinción si el cambio climático continúa por la misma senda.
El estudio se publica en Science Advances y coincide con la celebración de la cumbre del clima de Naciones Unidas (COP25) que se celebra en Madrid del 2 de diciembre al 13 del mismo mes. La meta detrás de COP25 es lograr acuerdos que reduzcan nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y se palíe el Cambio Climático.
«Cuando hablamos de biodiversidad global, tenemos una buena aproximación de número total de especies de plantas, pero no hemos sido capaces de saber cuántas son realmente», dice Brian Enquist (University of Arizona)
Treinta y cinco investigadores de distintas instituciones de todo el mundo han trabajado durante 10 años para recopilar 20 millones de observaciones de plantas terrestres de los registros existentes. Como resultado han obtenido la mayor base de datos de biodiversidad botánica hasta el momento.
Los investigadores esperan que esta información ayude a reducir la pérdida de biodiversidad global gracias a la información estratégica que puede aportar en las acciones que se tomen sobre los efectos del Cambio Climático. Entre otros resultados llegan a la conclusión de que hay 435 000 especies de plantas raras y únicas en la Tierra.
Según Enquist no sólo es importante el número de plantas, sino cómo se lleva su contabilidad. «Lo que realmente queremos comprender es la naturaleza de la diversidad y qué pasará a la diversidad en el futuro. Algunas especies se encuentran en todas partes, pero otras son muy raras», añade este ecólogo.
Enquist y su equipo ha descubierto que el 36,5% de todas las especies de plantas terrestres son demasiado raras, lo que significa que sólo han sido observadas y registradas menos de 5 veces en la historia de la Botánica.
«Según la teoría evolutiva y ecológica esperábamos que muchas especies fuesen escasas, pero el número real observado que encontramos fue realmente bastante asombroso. Hay muchas más especies escasas de las que esperábamos», dice este investigador.
Lo que es más, este grupo científico encontró que las especies raras tienden a agruparse de agregados en unos pocos lugares como el norte de los Andes, Costa Rica, Sudáfrica, Madagascar y Sureste Asiático. Estas regiones tienen la ventaja de ser climatológicamente estables desde la última glaciación, lo que ha permitido a estas plantas persistir en el tiempo. Pero justo porque estas plantas han disfrutado de un clima relativamente estable en el pasado no significa que vaya a ser así en el futuro y logren sobrevivir.
Además, estos investigadores revelan que los lugares en los que estas especies raras o escasas viven experimentarán un gran impacto climático y humano en las proyecciones que se han hecho sobre el futuro.
«Hemos aprendido que en muchas de estas regiones hay un aumento de la actividad humana, como la agricultura, ciudades, uso del suelo y tala. Esas no son exactamente las mejores noticias. Si no se hace nada esto indica que habrá una significativa reducción de diversidad, principalmente en estas especies escasa, porque sus números son tan bajos que las hace propensa a la extinción», dice Enquist.
Lo peor es que sobre estas especies la ciencia conoce muy poco. Puede que desaparezcan ante nuestros ojos antes incluso de que hayan sido estudiadas con detenimiento. Un valioso conocimiento que se perderá para siempre.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Mapa: Patrick R. Roehrdanz, Moore Center for Science, Conservation InternationalData from Enqist et al.
9 Comentarios
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jueves 5 diciembre, 2019 @ 5:20 pm
No sólo las plantas físicas, el rol que desempeñan como «raras»…
Sabemos bastante para tener responsabilidad, pero si salimos de esta me parece claro que la actitud, digámosle etología imprudente, va a quedar finiquitada para lo quede por venir.
lunes 9 diciembre, 2019 @ 4:30 am
Ojalá sea, querido Dr. Y ojalá sobreviva bastante gente que pueda continuar nuestra «pequeña gran historia» como dice Neo.Pero nunca confíes en que aprendamos la lección para siempre. Los cuervos de Nueva Caledonia se dejan estafar hasta en dos ocasiones, pero a la tercera no vuelven a confiar en el impostor nunca más. Nosotros sí.
¿Han aprendido en Alemania después de dos guerras? La letra del himno no la han cambiado. Si fuese la del himno español me daría auténtica vergüenza la parte de «por encima de todas las naciones del mundo». Imperios nunca más, otra cosa en la que coincido contigo del todo. Pero si no demostramos ser capaces de colaborar a nivel global tenemos todas las posibilidades de que el fracaso sea morrocotudo.
Sobre el mapa, tengo duda si la zona que aparece marcada en el centro de Chile coincide con el lugar donde son autóctonas creo que el 90% de las subespecies de patata que existen. El resto de subespecies originales se encuentran en Perú y Ecuador. Creo que no hay muchas subespecies brasileñas, pero quizás nos lo pueda decir el amigo Eduardo Rincón.
lunes 9 diciembre, 2019 @ 6:30 pm
Amigo Miguel Ángel.
Con esfuerzo, he conseguido no desistir de leer hasta el final el artículo que recomiendas. Su nivel de conceptos y lenguaje técnico (para mi totalmente hermético), hace que prácticamente no haya entendido nada. Por tanto, poco puedo opinar sobre lo que propone.
Intuyo que, en el fondo, vuelve a plantear nuestra inmensa ignorancia actual sobre Nuestro Universo.
Prefiero, los artículos en que, para su explicación, usan figuras más gráficas, y lenguaje popular, (poco técnico), aunque los temas tratados sean fundamentales.
Amigo Miguel Ángel.
Nada puedo decir sobre las variedades de patatas aquí en Brasil. Desconozco por completo el asunto.
Solo decir que, en cuanto a sabor y textura, dejan mucho que desear a las que en mi infancia comía (de cosecha propia, en un pequeño pueblo de Cuenca) preparadas por mi querida madre, especialmente fritas o en tortilla.
Creo que el clima cálido y húmedo de la mayor parte de Brasil, contribuye para que sean bastante aguadas.
Por lo que me consta, la patata no es originaria (nativa de aquí) tanto es que, desde antes de la colonización, los indígenas ya consumían la Mandioca, es una raíz cuyo sabor tiene algo de parecido con la patata. Es muy usada en la culinaria de todo el país.
Un fuerte abrazo
lunes 9 diciembre, 2019 @ 6:32 pm
No se por que he mandado tambien el anterior comentario. Se ha colado sin querer.
martes 10 diciembre, 2019 @ 1:34 am
Muito obrigado, querido Eduardo. Entonces puede que esté en lo cierto, porque en principio la zona sur de Brasil donde resides sería la que tendría el clima más adecuado para cultivarla, a excepción de la zona andina, pero en la parte brasileña de la cordillera también estoy en que apenas llueve, así que tampoco.
De la mandioca no te puedo decir mucho porque aquí se consume muy poco, lo que sí que llega desde Brasil son piñas, plátanos, melones y sandías (estos dos últimos en invierno y primavera, en verano se venden los que cultivamos en España).
Lo que sí que he probado es una feijoada al estilo brasileño en un restaurante de la zona de Albufeira, en Portugal. Me gusto mucho. En esa comida también pusieron pinchos (espetada) de carne a la brasa que nos dijeron que también eran al estilo brasileño, pero no los diferencié de los que asan normalmente.
Un fuerte abrazo.
martes 10 diciembre, 2019 @ 2:47 pm
Querido Miguel Ángel
A mí también me gusta bastante la Feijoada. Se dice que es originaria de la época de la esclavitud. La realizaban los esclavos con las sobras de la carne que despreciaban sus dueños. Mayoritariamente de cerdo.
En cuanto al CHURRASCO es mas consumido en las reuniones familiares y de amigos, generalmente en los fines de semana.
La carne aquí, además de abundante (barata) tiene un sabor puro natural intenso, por ser criado el ganado a campo abierto.
El churrasco es originario del Sur. La feijoada del Norte. Aunque ambas están diseminadas por todo el territorio.
Hay muchos restaurantes CHURRASQUERIAS que únicamente sirven ese tipo de comida. Claro que acompañados de ensaladas y sobremesa (dulces).
Sigue un enlace con un ejemplo, donde además se comenta parte de la cultura de esta región. (Sur), coloquialmente se llaman Gauchos.
Estoy a disposición de mayores informaciones, dentro de mi escaso conocimiento.
Un fuerte abrazo
https://globoplay.globo.com/v/5837497/
martes 10 diciembre, 2019 @ 3:35 pm
Disculpa Miguel, el enlace que queria mandar es este
https://www.youtube.com/watch?v=Q_ZeWzHQeyE
miércoles 11 diciembre, 2019 @ 12:53 am
Supongo que el olor llegará a kilómetros, ¡cuánta chicha! De todos modos ya sabes que la carne de vaca es más perjudicial para el calentamiento global que la de pollo o cerdo.
Desde el punto de vista médico tampoco está recomendada (la de vaca), como mucho un filetito a la semana. Aporta mucho hierro, proteínas de las mejores y tiene muy poca grasa. Pero tiene otra sustancia que es perjudicial para la salud.
Pero no solo Brasil, Argentina y Uruguay figuran a la cabeza en cuanto a consumo de carne/habitante/año. Además la tenéis a mucho mejor precio que aquí. Me comentan argentinos que conozco que por 3 o 4 euros te puedes hinchar a comer carne en un restaurante (aquí costaría 20 o 25 euros). ¿Cuánto costaría en Brasil?
Abraços.
miércoles 11 diciembre, 2019 @ 12:51 pm
Pues sí, el olor llega lejos, incentivando el apetito de vecinos.
Los restaurantes especializados en servir carne se llaman CHURRASQUERIAS. En ellos por un precio fijo, no hay límite de cantidad a comer. Te están sirviendo mientras quieras, los diferentes cortes con sus correspondientes sabores. Dependiendo del establecimiento puede haber hasta 8 o 10 tipos diferentes.
El precio ahora ha aumentado bastante 30%. Por causa de la mayor exportación a China, como consecuencia del problema que allí existe de abastecimiento de carne suina por epidemia local.
En un restaurante de calidad media, el precio por persona está ahora entre 6 a 8 euros.