El extraño papel de los radicales libres
Un aumento de los radicales libres parece alargar en lugar de acortar la vida de los nematodos.
A estas alturas todos hemos oído hablar de la teoría que relaciona los radicales libres y el envejecimiento. Los radicales libres son moléculas muy reactivas que se producen en nuestros cuerpos cuando nuestras células procesan en oxígeno. Según pasa el tiempo el cuerpo usa las funciones celulares metabólicas, se consume oxígeno y genera radicales libres como subproducto, que causa daños a las células. De acuerdo a esta teoría el envejecimiento está producido por un ciclo de realimentación en el que se aumenta la producción de radicales libres, seguido de daño celular y un aumento de radicales libres producido por ese daño. De este modo, la presencia de radicales libres acortaría la vida celular y, por tanto, la vida del organismo. Ciertas vitaminas y antioxidantes previenen estos daños neutralizando estas moléculas.
Nadie dudaba mucho de esta teoría hasta que Siegfried Hekimi y Wen Yang la pusieron a prueba al crear gusanos mutantes que aumentaban su producción de radicales libres pero que, en lugar de vivir menos, vivían incluso más que los gusanos normales. Y lo que es más, esta extensión de la longevidad era eliminada cuando se les administraba antioxidantes como la vitamina C.
Entonces estos investigadores buscaron imitar los aparentes efectos beneficiosos de los radicales libres tratando a los gusanos normales C. elegans con Paraquat, un herbicida que funciona aumentando la producción de radicales libres. Este herbicida es tan tóxico para los humanos y otros animales que está prohibido en la Unión Europea y su uso es restringido en otros muchos países.
Para delicia de Hekimi, los gusanos vivían más tiempo si eran expuestos a este compuesto químico.
Según este investigador el hallazgo desafía la comprensión de cómo los radicales libres están relacionados con el procesos de envejecimiento. “La presente teoría es muy limpia y lógica, pero estos hallazgos sugieren un marco diferente de por qué el estrés oxidativo está asociado con la edad”. Los gusanos modificados genéticamente demuestran que la producción de radicales libres puede ayudar a disparar la respuesta de protección y reparación del organismo. En otras palabras, en ciertos estadios de la vida, los radicales libres pueden ser una parte clave de nuestro bienestar, a pesar de su toxicidad.
“Se requieren experimentos futuros para explorar exactamente cómo estos datos pueden cambiar nuestra teoría del envejecimiento”, explica Hekini. Añade que los radicales libres están claramente implicados, pero quizás de un modo diferente a la manera en la que los investigadores solían pensar.
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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Foto: Universidad de Washington.
30 Comentarios
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martes 4 enero, 2011 @ 2:19 am
Todos los ensayos clínicos con suplementos de antioxidantes en humanos, si bien no han sido diseñados para evaluar longevidad (serían demasiado largos) sino su papel en la prevención de enfermedades crónicas como el cancer o la enfermedad arterial coronaria han demostrado ser inútiles para ello.
Aunque la «oxidación» juega un papel en el desarrollo de enfermedades crónicas la verdad falta mucho por aprender…Y no les recomiendo tomar vitamina E o selenio o vitamina C como prevención (algo que yo mismo hacía en los 80tas)
martes 4 enero, 2011 @ 7:14 pm
Estimado JOrge:
¿Y cual es la razón de que no los recomiendes?
Un cordial saludo.
martes 4 enero, 2011 @ 7:48 pm
Parece que tendremos que esperar a que se confirme lo que proponen estos investigadores.Pero esto no hace menos sorprendente lo que se afirma en el estudio.¡vaya hombre, ahora que todo el mundo se había aprendido lo de los «radicales libres»!
Yo también espero respuesta a la pregunta que ha formulado tomás.
Saludos a todos.
miércoles 5 enero, 2011 @ 12:00 am
Esto puede ser aplicable al C.elegans…pero en los humanos el déficit de vitamina C produce escorbuto. James Cook ya le plantó caro de modo empírico en su viaje de descubrimiento de Australia.
miércoles 5 enero, 2011 @ 3:37 am
Simple: Por que no funcionan. La razón del boom de los antioxidantes en los 80tas se basó en estudios epidemiológicos que relacionaban niveles bajos de vitamina E y selenio en algunas poblaciones con ciertas enfermedades, sobre todo cardiovasculares.
Lamentablememnte, cuando se desarrollaron estudios prospectivos para comprobar si tomar suplementos a dosis mayores de los requerimientos diarios (1gr de Vitamina C al día, por ejemplo es mas de 10 veces lo necesario) disminuia la incidencia de cancer o enfermedades cardiovasculares nada pasó.
Yo mismo pasé los 80tas tomando 1000UI/día de vitamina E junto con vitamina C (500mg) y otras vitaminas pero en el estado actual de conocimiento no tiene sentido (todavía indican vitamina E para mejorar la calidad de la esperma y a mujeres con condición fibriquistica de mama)
Claro que estoy tomando resveratrol, a sabiendas de que tomo un sexto de la dosis por peso que alargó la vida y mejoró la salud de ratas en diversos ensayos. Faltan los estudios en humanos pero hasta que la evidencia llegue tengo derecho a creer ;-)
miércoles 5 enero, 2011 @ 11:55 am
Me parece que la clave podría estar en lo que dice el artículo : » En ciertos estadios de la vida, los radicales libres pueden ser una parte clave de nuestro bienestar, a pesar de su toxicidad». ¿Cuales serían esos ciertos estadios de la vida?. No se le ve mucho sentido a tomar antioxidantes cuando tienes 20 años, pero si tienes el doble o el triple a lo mejor son convenientes. Esto me recuerda a los anuncios de anticelulíticos de las farmacias, que siempre tienen una veinteañera anunciando algo que ella evidentemente todavía no necesita… pero necesitará (suponiendo que los anticelulíticos funcionen, cosa más que dudosa). En cuanto a lo que dice JOrge creo que es muy cierto : Nadie ha demostrado que esas cosas funcionen para retrasar el envejecimiento ni para casi nada. Según he leído en algún sitio eso podría deberse a que las dosis masivas y puras de esas sustancias simplemente no son absorbidas por el organismo. Te tomas una pastilla de supervitaminas y orinas con un color curioso, lo que quizás quiera decir que lo único que has conseguido es hacer trabajar más a los riñones. Recuerdo un libro de Valentín Fuster en el que decía que sus pacientes, a partir de cierta edad cuando el envejecimiento empieza a enseñar su fea pezuña, le preguntaban si era recomendable empezar a tomar suplementos. El siempre les decía que no los recomendaba y que él no los tomaba, pero sí que aconsejaba comer más frutas y verduras, porque esos antioxidantes sí que son absorbidos por el cuerpo. Así que la clave tal vez esté en la dieta más que en los suplementos. Una hamburguesa con queso no es nunca buena aunque luego te tomes unos cuantos antioxidantes de bote.
Saludos
PD : Yo también tomo resveratrol, pero lo hago de forma natural : Tomando unos vasitos de vino tinto…
miércoles 5 enero, 2011 @ 3:59 pm
Totalmente de acuerdo con lo que afirman JOrge y joabbl respecto a las vitaminas. Sólo se ha demostrado la eficacia de los suplementos vitamínicos en estados carenciales. Lo que ocurre es que ante estudios equívocos o contradictorios nos tomamos vitaminas «por si acaso». En todo caso el riesgo de efectos adversos es mínimo (con algunas excepciones, como la vitamina A) y el coste suele ser bajo. No obstante, ojo con los productos-milagro con publicidad engañosa (más memoria, piel rejuvenecida, erecciones espectaculares, adelgazamiento instantàneo y un largo etc.).
En referencia al artículo, creo que no deben hacerse extrapolaciones aventuradas en un estudio con gusanos (con todos los respetos por C. elegans). El estudio marca un camino a seguir. Eso es todo.
No hay ninguna duda sobre la asociación de los radicales libres a procesos inflamatorios y degenerativos. Por otro lado hay evidencias de que la dieta rica en antioxidantes disminuye el riesgo de padecer ciertas dolencias. Pero no hay que olvidar que una dieta rica en antioxidantes es una dieta sana por definición, porque es abundante en vegetales, moderada en pescados y pobre en carnes. O sea: dieta mediterranea. Dicho esto, con permiso de joabbl, comer una hamburgesa con queso de vez en cuando no es del todo malo. Lo malo es comerla a menudo, y más acompañada con patatas fritas (pirenos cancerígenos del aceite refrito).
La dieta sana junto con el ejercico físico son esenciales, no para dejar de envejecer sinó para hacerlo de la mejor manera.
Por otro lado, si existiera la fuente de la eterna juventud no estoy nada seguro de querer beber de ella…
Saludos cordiales.
miércoles 5 enero, 2011 @ 6:09 pm
Los últimos estudios (no cubiertos aquí por falta de tiempo) indican que los antioxidantes presentes en frutas y verduras (incluidos los de las uvas y similares) no son tan mágicos a la hora de prevenir problemas como el cáncer.
Al parecer sus propiedades fueron un tanto exageradas.
Tal y como indica el artículo cronológicamente posterior a éste, los resultados en seres como el C. elegans no siempre son extrapolables a humanos.
En cuanto a beber de la imposible fuente de eterna juventud (que no senectud) todo depende de si se quiere saber o no lo que pasará después. En todo caso dar una respuesta es un buen indicador sobre el verdadero optimismo o pesimismo de las personas.
miércoles 5 enero, 2011 @ 6:56 pm
Respecto al comentario 8, de Neo, uno puede parecer un chiflado, pero no le importaría asistir al acto final de la extinción de la especie, sea dentro de 40 años o de…(¿de cuantos podríamos poner como máximo?)Y, ya que hablamos de juventud, decrepitud y senectud o muerte,a los que tengan tiempo de leer les recomendaría leerse el libro de Julian Barnes «Nada que temer». Barnes aborda el tema de la decrepitud y de la muerte con una maestría envidiable(Barnes es amigo de Richard Dawkins, al que cita varias veces , así que en el libro, aborda la muerte pero con la música de fondo, hasta cierto punto tranquilizante, de la ciencia, pero es que a parte de esto hay historias muy interesantes de cómo afrontaron la muerte personajes tan conocidos como Voltaire,Ravel,Mozart, que por cierto menuda sabandijilla estaba hecho este último según una historia que refiere el propio Barnes en su libro.
Saludos cordiales.
miércoles 5 enero, 2011 @ 7:18 pm
Estimado Lluís:
Es curioso encontrarse con gente que dice ser optimista y de dotar de un sentido a la vida y que, sin embargo, dicen que no les gustaría beber de la dichosa fuente. Encima parecen preferir vivir la vida eterna en un sitio (el cielo metafísico) mucho menos interesante que éste.
La inmortalidad en este mundo (o la vida sana extendida a un par de siglos, por ejemplo) tiene indudables ventajas. Permitiría alcanzar al individuo que la poseyera una sabiduría, un conocimiento de la naturaleza humana, inigualable. Ver transcurrir la Historia, comprender un poco más de la Naturaleza, asistir a cosas como el contacto con una civilización extraterrestre, etc. La verdad es que, no aparecen los inconvenientes por ningún sitio.
jueves 6 enero, 2011 @ 1:31 pm
Prefiero ser inmortal y elegir eventualmente la muerte por fastidio que ser mortal.
Y en cuanto a la «otra vida» pues mi opinion es que, si existe, es absolutamente diferente e inimaginable a la que tenemos ahora. Se necesita si, mucha madurez de espíritu para aceptar que tal vez no halla nada mas allá y que uno simplemente se desconecte al morir. Es algo que tengo presente.
viernes 7 enero, 2011 @ 9:40 am
Estimado JOrge:
Haya o no haya algo más allá, tu idea de desconexión a voluntad no es mala. De hecho, es utilizada a menudo por los suicidas. Es una manera -aunque negativa- de afirmar que la vida, junto al propio pensamiento, ambos unidos en la toma de una decisión así, son -creo- las únicas posesiones inviolables en derecho, del ser humano. Y digo en derecho porque también nos las pueden robar.
Un cordial saludo.
viernes 7 enero, 2011 @ 12:24 pm
Cosas para las cuales quisiera estar vivo:
1.- Ver el primer reactor de fusión comercial.
2.- Asistir al primer contacto con ETs
3.- Tener mi primera discusión sobre el sentido de la existencia con una computadora.
4.- Ver la llegada del hombre a Marte.
5.- Asistir a la inauguración del ascensor orbital.
6.- Leer el reporte de la ONU donde afirma que la población mundial esta estabilizada (o tiene crecimiento negativo)es alfabeta por encima del 90% y por encima del nivel de pobreza.
7.- Navegar en barco por los canales de New York (cuando esté bajo 20mts de agua)
Es mucho pedir? No tendria que tener ni 300a para ver todo eso, exceptuando lo del reactor de fusión comercial ;-)
viernes 7 enero, 2011 @ 8:06 pm
Eso tambien te lo firmo yo ahora mísmo, JOrge.Añadiría dar por fin con una teoría (confirmada por la experimentación)de la gravedad cuántica.De lo que no estoy nada seguro es de que una computadora pudiera darte el sentido de algo que no existe, sino que cada uno le da el que más cree convenirle (de sentido, me refiero).Sinceramente,soy de los convencidos de que la evolución es ciega y sin propósito alguno.
En cuanto al comentario de tomás sobre el suicidio, lo suscribo.En realidad el único acto de libertad que poseemos es el de quitarnos la vida, si por lo que fuera, uno decide de manera consciente dejar de existir.Obviamante, mucho mejor que nadie se suicide y decida vivir la maravilla de la vida,o lo que es lo mismo, las muchas maravillas de la naturaleza (incluídas en tales maravillas todas sus estrepitosas manifestaciones, completamente propias por otra parte del carácter salvaje o violento-desde nuestra óptica,claro- del universo)
Saludos cordiales.
sábado 8 enero, 2011 @ 12:19 pm
Pues sí, la lista de Jorge es interesante y añadir una teoría cuántica de la gravedad la completa. Incluso se podrían añadir más cosas, cómo saber qué nos hace inteligentes o el origen de nuestros sentimientos y voluntad, saber por qué necesitamos religión y por qué creemos en lo irracional, conocer la explicación a todas las extinciones masivas, ver una prueba de la hipótesis de Riemann y a los problemas del milenio, ver la primera computadora cuántica funcionando, conocer la naturaleza del tiempo, explicar los fundamentos de la MC o de una teoría más profunda aún, saber por qué el Universo se puede describir matemáticamente, saber el origen de la vida y ver cómo lo han reproducido, ver la recreación de algunos animales extintos o de biologías bioquímicamente alternativas, ver la terraformación de un planeta, atisbar otros universos o saber por qué hay algo en lugar de nada.
sábado 8 enero, 2011 @ 9:51 pm
A mi también me gustaría ver todos esos avances, y aunque yo no los vea, cosa harto probable por cuestiones de edad, me gustaría que los pudiesen ver nuestros descendientes. Pero me temo que para que haya al menos una probabilidad de conseguirlo necesitamos el mayor avance de todos : Tenemos que dejar de ser una especie tan estúpida, egoista y depredadora como somos ahora. Tenemos que cambiar y mucho. Y nada apunta a que vayamos en la dirección correcta. Si me equivoco que alguien me corrija. Las reglas del juego son despiadadas : La especie que no se adapta abandona el juego.
Saludos (por decir algo).
domingo 9 enero, 2011 @ 2:39 pm
Estimados:
Dice Neo: «…todo depende de si se quiere saber o no lo que pasará después.» No puedo estar de acuerdo. Siendo igualmente optimistas o pesimistas puede haber otras motivaciones.
Son muy distintas mis pretensiones. También desearía vivir mucho y beber en la fuente de la juventud o de la edad que ahora tengo -algo se pierde y algo se gana- si:
1º La humanidad se concienciase de la gravedad de la situación en la que se conjuga la superpoblación, el consumo desaforado junto al hambre y la continua destrucción del planeta.
2º Se pusiese en marcha un comportamiento mundial para corregir aquello que nos arrastra hacia lo que yo llamo el fin de nuestra civilización.
3º La cultura se extendiese de manera que la ciencia pudiese ser comprendida en su esencia, en sus limitaciones y su propósito.
Lo demás vendría por añadidura, como el obtener recursos de asteroides o, posiblemente, viajar a Marte. Lamento no ser tan optimista como Neo y JOrge en los contactos con ETs porque imagino que se refieren a seres inteligentes y, por tanto, poseedores de una estructura social y una tecnología tan ajena a nuestra existencia que no soy capaz de imaginarla. Si se refiriesen a vida, soy un convencido sin motivos suficientes. También lo soy de nuestra incapacidad para salir del Sistema Solar y menos en los 300 años que ilusionan a JOrge (han pasado casi 40 desde el último viaje tripulado a la Luna).
Veo en nuestras máquinas una evolución-tema que me gustaría debatir porque me siento inseguro- y no me parece que la finalidad que JOrge espera pueda incluir alguna posibilidad de capacitarlas para especular sobre un sentido de la existencia. Otra cuestión es que, personalmente, algunos busquemos no haber nacido inútilmente -parece que coincido con lluís en este tema-. Es como buscar una trascendencia pero sin pretensiones de gloria ni inmortalidad. Así pues, no presupongo que la existencia, en general, haya de tener algún sentido ni veo razón para otorgárselo.
Por supuesto me ilusionaría ver, comprender e interiorizar avances y conocimientos de muy distintas índoles. Y tengo muy en cuenta, compartiéndolo, el 16 de joabbl.
Un cordial saludo.
domingo 9 enero, 2011 @ 6:28 pm
Estimado Neo:
Me ha hecho pensar el final de tu 15: «…por qué hay algo en lugar de nada.»
Aunque eso es un tema de filosofía pura, veo en él que el manejo de la palabra «nada» puede ser la clave. A ver si me explico. Sea unicornio: es concepto que tiene como característica el no existir, pero construido por suma de cuerpos que sí existen. Tiene en común con «nada» que ambos son conceptos. Es decir, «nada» es un concepto. Lo que sucede es que «nada» es el concepto contrario a la existencia, es decir es el «no ser absoluto».
Si pensamos en cómo hemos llegado a construir este concepto, podemos partir de una habitación en la que antes pudo haber, por ejemplo, manzanas. Una vez se han retirado todas, a la pregunta de si hay algo, podemos contestar «no queda ninguna» o «ya no hay nada». Es decir que, históricamente se ha formado a base de retirar cosas y propiedades a un espacio. Y, en cierto modo, resulta curioso que no se haya tenido en cuenta el tiempo para ello. El pensamiento ya más elaborado, la identificó con el vacío, pero luego se vio que un vacío si propiedades, entre objetos, era imposible.
Solemos pensar en la nada como un espacio. Puedo imaginar un informe espacio rodeado de objetos al cual debo ir retirando toda propiedad que estos otorgan, no solo como, p. e. campo de fuerza sino, incluso como distancia. Esto resulta ser muy importante: en la nada no cabe ni siquiera la distancia. Tampoco cambio alguno, por lo que la modificación de su «informidad» sería pura entelequia pues afectaría a lo que sí es.
Tampoco una «nada» infinita resuelve el problema. La «nada» ha de estar desprovista de toda propiedad o dejaría de ser «nada», No cabe en ella la finitud ni la infinitud, ni la temporalidad, ni la distancia. Ni puede ser una singularidad de la que todo emerge.
Deduzco que «nada» es un concepto imposible y de ello deriva que la cuestión que planteas no tenga sentido alguno. «Nada» es un concepto tan contradictorio como el de «dios», para mí, paradigma de lo imposible al que ahora habré de sumar el de «nada».
Recibe un cordial saludo y mis excusas por una filosofía tan pedestre.
domingo 9 enero, 2011 @ 7:38 pm
Estimado Tomás:
Lo malo de este tipo de conceptos es que lo filósofos han estado debatiendo sobre ellos de manera continuada sin llegar a ninguna conclusión.
Puede que en este caso la solución sea que la nada no se da. Aunque tampoco se soluciona el problema si reparemos en el hecho de que el algo que hay tiene ciertas propiedades y no otras. ¿Por qué no tiene esas otras propiedades? Eliminando las que son contradictorias todavía quedan una infinitud que son autoconsistentes y que no se han dado. ¿por qué unas y no otras?
Por otro lado la nada no es el vacío. Incluso un vacío físico vaciado de espacio-tiempo es algo sobre lo que los físicos piensan o pensamos de vez en cuando.
En matemáticas tenemos el concepto de cero, que es equivalente a la nada, pero, sin embargo, el cero precisamente soluciona muchos problemas que de otro modo harían a las Matemáticas muchos más limitadas. Así no parece adecuado despreciar así como así a la nada.
Sus pretensiones de 17, Tomás, son muy adecuadas, porque de otro modo no se llegará a nada interesante. Simplemente la humanidad colapsará, desapareciendo la estructura socio-económica que soporta la investigación científica en la actualidad. Algo que sucederá inevitablemente si no hacemos nada para remediarlo. Si tuviera que apostar por una posibilidad lo haría por el peor caso al ser éste el más probable. La fe en la especie humana se pierde pronto.
Sobre SETI y viajes interestelares saldrá un post dentro de pocas horas, así que dejamos el debate para entonces.
domingo 9 enero, 2011 @ 9:01 pm
La pregunta de por qué las cosas son como son y no de cualquier otra forma no contradictoria puede responderse con la idea de múltiples universos. He leído en algún sitio sobre un «Principio de Fecundidad», que afirma más o menos que todo lo que no es contradictorio se da en la naturaleza, incluyendo este mismo principio. Lo de por qué hay algo en vez de nada, dejando aparte los desvaríos filosóficos habituales, podría quizá resolverse diciendo que lo que existe ha existido siempre y que por lo tanto «esto es lo que hay» y nunca ha habido otra cosa. Supongo que se podría ir más lejos y preguntar por qué la realidad ha de ser racional y existir solo cosas explicables y no contradictorias. Pero me niego a seguir por ese camino.
PD : Por cierto, ¿no iba esta noticia sobre el papel de los radicales libres? Demostrado : La racionalidad es opcional. A fin de cuentas de eso suele ir la religión…
Saludos
lunes 10 enero, 2011 @ 10:12 am
Muy estimado Neo: Estoy muy de acuerdo con alguna de tus afirmaciones: «…que la nada no se da.»: Cierto por definición.
El resto del 2º párrafo creo que es un problema distinto; importante, pero distinto. Habrá que meditar sobre ello o quizá afirmar que cualquier algo es posible si tiene, al menos, una propiedad, que no se la otorguemos por haber sido pensada. Si tiene más, no deben presentar contradicción.
«La nada no es el vacío…los físicos pensamos de vez en cuando.»: Cierto, pero eso no da carta alguna de posibilidad. En caso contrario estaríamos ante el argumento ontológico que otorga existencia a todo lo pensado. Me asombra que mentes tan poderosas como Descartes o Leibniz pudieran admitirlo, pero…
En cuanto a «¿Por qué no otras?», creo que no toda pregunta es lícita o quizá mejor, no toda ha de tener respuesta. Yo soy humano y no vegetal; no hay un por qué inmediato y sin historia. La evolución puede mostrarme el camino de lo sucedido; quizá las circunstancias explicarían casi infinitos «porqués». Pero, de forma inmediata, sólo cabe admitir el hecho.
En cuanto al cero, pienso que no es una representación de la nada de la cual hablamos. Ni siquiera cuando se concibe como un conjunto vacío.
Voy a hacerte un obsequio, si me lo permites, porque viene a cuento.
«¿Será un beso?»
Y el rugoso maestro que investiga.
«¿Quien lo ha dicho?»
Nadie habla; silencio.
«¿Acaso el cero puede ser un beso?»,
se pregunta.
Y el anciano deja que su mirada
se pierda en la distancia.
¿Donde estarán sus besos?
Bajo la tierra, helados,
ya son nada.
¡Cuanta tristeza la del beso olvidado!,
la del beso que se llevó la lluvia,
la del beso que se convirtió en agua,
la del beso que se fue por el río,
la del beso que la mar cobijara.
«Ve y besa la pizarra»,
me dijo con ternura
el niño de ilusión y esperanza.
Y la besé muy suave,
y volví a mi pupitre
con la boquita blanca.
¿Será, entonces, el cero un beso ausente
o el guardián de la nada?
¡Y lo titulé, hace ya mucho tiempo, «Nada»!
Un saludo cordial y mil perdones por salirme tanto de la ciencia.
lunes 10 enero, 2011 @ 10:32 am
Muy estimado joabbl: Sin pretender forzarte a seguir un camino, sólo deseo comentarte que lo «racional» es el resultado de nuestra capacidad para pensar, nada más. Creo que hay y seguirá habiendo hechos y cosas a las que no encontraremos explicación nunca. Sólo me aferro a la imposibilidad de que lo contradictorio sea posible. Quizá esta especie de criterio de valoración no sea absolutamente correcto: el lenguaje me la puede jugar y debo tener mucho cuidado con ello.
Recibe todo mi respeto para tus opiniones y un cordial saludo.
lunes 10 enero, 2011 @ 2:20 pm
Apreciado Tomás.
Gracias por el obsequio. En reciprocidad ahí va uno de José Hierro:
VIDA
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
lunes 10 enero, 2011 @ 7:47 pm
Cuanta filosofía y cuanta poesía.Muy bonito.Pero lo que me ha dado que pensar un poco (se podría pensar más)es lo que dice Neo en su 15 sobre la posibilidad de saber por qué el universo se describe matemáticamente.Creo que si pudieramos saber eso,muy posiblemente, lo sabríamos todo.
Y no le deis más vueltas a la nada, que al fin y al cabo no somos otra cosa que energía perdiendo velocidad.
Saludos.
martes 11 enero, 2011 @ 12:38 pm
Estimado Neo:
Toda mi gratitud, que es nada al lado de los temas con que nos invitas a meditar. José Hierro es mucho. Él está con los grandes.
martes 11 enero, 2011 @ 12:52 pm
Estimado lluís:
No sé si debiera, pero como escribidor difícil de acallar, me tomo la libertad de comentar sobre la frase «…saber por qué el Universo se puede describir matemáticamente…». pues porque la matemática es una importantísima parte del lenguaje, con parcela propia, en la que las relaciones entre sus entes han sido muy estructuradas, determinadas y poco susceptibles de interpretaciones varias. Eso le otorga una ventaja al referirse a algo. También la desventaja de ser más minoritaria conforme más se especializa. Pero lo importante es que la matemática es determinista y también lo es la realidad, es decir, el Universo. En esa coincidencia está la clave.
Al igual que un ente nuevo, hasta ahora desconocido, pronto será conceptuado y resumido en una palabra, cualquier relación será incluida en alguna rama de la matemática que le sea afín, o se creará aquella que permita manejarla.
Como esto podría ser un rollo sin final, me despido de ti con, posiblemente, las más bellas ecuaciones: E = m.c2. Quizá te guste más E = h.v (perdón por utilizar la «v»).
Recibe mi más cordial saludo.
martes 11 enero, 2011 @ 9:28 pm
De gustarme me gustan las dos.De lo que se trata es de reconciliarlas.Ya sabes RG. y MC.no nos cuentan la misma película.No me referia exactamente a eso, tomás, la cosa era más bien sobre saber si tendremos alguna vez una respuesta al por qué de la -irrazonable- eficacia de las matemáticas.
Saludos cordiales, amigo tomás.
miércoles 12 enero, 2011 @ 12:43 am
Estimado Tomás:
Para escribir cualquier letra griega en html se escribe el símbolo de las mayúsculas de la tecla 6 el nombre en inglés de dicha letra y un punto y coma. De este modo se puede escribir por ejemplo E=hν.
También se puede escribir con la ayuda del sup y sub de html dos casos bonitos:
eπi+1=0
Gμν=-8πTμν
No es Latex, pero para formulas sencillas sirve.
miércoles 12 enero, 2011 @ 12:48 pm
Estimado Neo: Agradezco mucho tu clase de informática, pero mi ignorancia es tal que, en la práctica sólo uso el ordenador como máquina de escribir, como archivo y antes -ahora medio olvidada- como hoja de cálculo. Pediré ayuda a algún amigo para que me ayude a interpretar lo que me dices. Te aseguro que he probado tu consejo, pero se ve que esto no es lo mío.
Un agradecido saludo.
domingo 30 enero, 2011 @ 1:26 pm
Amigo lluís: Me refiero a tu 27. Es que yo no veo irrazonable que las matemáticas sean eficaces. Me parece lo más natural eso que tanto te asombra y extraña. En cada rama el mérito está en la consistencia del conjunto de premisas. Si son correctas, como suele suceder una vez que han sido pulidas y criticadas por el estricto examen de los matemáticos puros, es decir, por aquellos que no se dedican a aplicarlas, lo demás sólo puede ser cierto. Puede haber problemas con las conjeturas no demostradas, pero las deducciones y las transformaciones son obligatoriamente ciertas.
No puedes extrañarte de que varios describan a la perfección un árbol desde distintos puntos de vista y todos estén en lo cierto. Estamos en el lenguaje hablado. Pues lo mismo sucede con las matemáticas. Y es que son un lenguaje dotado de exactitud. Si algo puede fallar es nuestra capacidad de afinar en la medida.
A veces, precisamente en matemáticas, he tenido problemas hasta interiorizar los resultados. Creo que es lo que te sucede.
Recibe mi más cordial saludo.