Cálculos estadísticos y sociales en los keas
Una especie de loro de Nueva Zelanda es capaz de realizar cálculos estadísticos.
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En estas mismas páginas ya hemos visto la inteligencia que exhiben animales que hasta hace poco eran calificados de inferiores, como abejas, cuervos de Nueva Caledonia u otras especies de aves. Ahora le toca el turno al kea, un loro oriundo de Nueva Zelanda.
Estas aves son conocidas en su lugar de origen por agujerar las mochilas de los excursionistas en busca de comida, pero también por las travesuras que cometen y que van desde el desmontaje de antenas de televisión hasta arrancar los limpiaparabrisas de los automóviles. Al parecer realizan estos actos por pura diversión.
Puede que un signo de inteligencia esté precisamente en la búsqueda de diversión, pero esto es algo que se no se puede medir bien. Una pruebas de campo cuidadosamente realizadas con keas en cautividad recientemente sí que nos miden su inteligencia.
Parte de nuestra inteligencia consiste en una cálculo de posibilidades que nos permite predecir el futuro y adelantarnos a los acontecimientos para así tomar medidas que nos beneficien. También está el calculo de los aspectos social, que nos permiten desenvolvernos mejor en el medio. Esto es lo que usamos cuando cambiamos de cola del supermercado cuando oímos a alguien detrás de nosotros toser para así evitar contagiarnos del coronavirus. En ese mismo acto también sopesamos las consecuencias sociales que ello puede acarrear.
Este tipo de cálculo se ha demostrado en simios y en algunos humanos, pero no se había encontrado hasta ahora en otros animales. Ahora se demuestra que está presente en los keas, por lo que esto podría tener implicaciones en la comprensión de cómo evolucionó la inteligencia.
Amalia Bastos (University of Auckland) y colaboradores realizaron una serie de pruebas sobre seis keas en cautividad que son mantenidas en una reserva cerca de Christchurch.
Lo primero fue entrenar a estas aves a usar unas fichas negras a modo dinero, de tal modo que si entregaban una se les recompensaba con un premio en forma de una bolita de comida. Otros fichas de color naranja no tenían valor alguno y no se les recompensaba si las entregaban. Al final las aves aprendieron el valor de las fichas negras y las usaron a modo de moneda.
Entonces se les presentó dos tarros transparentes con mezcla de fichas negras y naranjas. La investigadora metía ambas manos en sendas jarras, pero el kea de turno no podía apreciar qué color de ficha contenían las manos cerradas, sólo podía calcular la proporción de fichas negras frente a naranjas que podía apreciarse a través de esos contenedores transparentes. Luego debía elegir una mano y se le entregaba la ficha que contenía.
Los contenedores tenían distinta proporción de fichas y en uno de ellos la fracción de fichas negras era superior a la de naranjas y viceversa. Los keas elegían la mano que había obtenido la ficha del tarro con mayor cantidad de fichas negras, incluso cuando la proporción era de sólo 63 frente 57.
Pero fueron más allá. En otro caso se puso un divisor visible que dividía los tarros por la mitad, de tal modo que sólo la parte superior era accesible a las manos, pero dejando visible la parte de abajo. Los keas escogían la mano que había extraído la ficha de la mitad con más fichas negras, aunque en el conjunto del contenedor la proporción fuera de igual cantidad de fichas naranjas y negras.
Ambos experimentos demostrarían la capacidad de inferencia estadística de estas aves.
En otra prueba se entrenó a las aves para que apreciaran como uno de las investigadoras tenía predilección por escoger fichas negras, mientras que la otras lo hacía al azar. Entonces se presentaba de nuevo las jarras con fichas, pero la primera investigadora miraba al tarros hasta escoger una ficha, mientras que la otra miraba al cielo y escogía una ficha al azar de la otra jarra.
Los keas aprendieron a reconocer el sesgo de la investigadora que buscaba fichas negras y a escoger su mano frente a la de la otra incluso cuando el tarro tenía más fichas naranjas que negras.
Estos experimentos muestran que los keas puede integrar la información física (la barrera divisoria) con la proporción de fichas y con la información social (investigadora sesgada) y usar toda esta información al mismo tiempo para optimizar una decisión.
Los keas son, por tanto, capaces no solo de usar probabilidades para hacer predicciones, sino que también de combinar información social y física para realizar sus predicciones. Esta capacidad de integrar en el cálculo probabilístico y aspectos sociales sólo se había demostrado con anterioridad en chimpancés y humanos. Pero los keas lo hacen pese a tener un cerebro muy pequeño comparado con el de un humano y ser estructuralmente diferente al nuestro y al de los chimpancés.
Estas aves tendrían, según los investigadores implicados, una capacidad mental capaz de integrar varios tipos de información de una manera similar a como lo hacen los humanos, pese a que el antepasado común de ambos data de hace 312 millones de años y las marcadas diferencias anatómicas de ambos cerebros. Es decir, sería un ejemplo más de evolución convergente: la evolución posiblemente habría llegado a este mismo logro por dos caminos distintos.
Hasta ahora se creía que esta inteligencia de dominio general requería de la existencia del lenguaje, pero estos resultados nos dicen que no es necesario.
En libertad, estas aves forman grupos que pueden superar la docena de individuos, por lo que necesitarían de una inteligencia social muy similar a la de los grandes simios.
Si los keas poseen este tipo de habilidades, tal y como el estudio propone, entonces debe de haber alguna razón evolutiva para ello. Es de suponer que los animales que tengan unas nociones básicas de estadística pueden predecir mejor ciertos aspectos esenciales para su supervivencia y reproducción, como estimar mejor la cantidad de comida disponible o la disponibilidad de parejas con las que aparearse. De este modo, pueden tener más descendencia y mejorar su éxito reproductor, que es, al fin y al cabo, lo que dirige la evolución.
Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Wikipedia.
23 Comentarios
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domingo 8 marzo, 2020 @ 3:48 am
Hombre, de detectar que eso está más negro a hacer cálculos estadísticos hay un trecho.
domingo 8 marzo, 2020 @ 5:43 am
Resulta acertado su nombre científico (Nestor notabilis).
Considerando a los loros de mayor tamaño, son los que viven en regiones más frías. Sin embargo, hasta el siglo XIX había una especie de perico que se había adaptado a vivir bastante más al sur, en una isla pequeña y yerma de Australia: la isla Mcquire…
https://www.mascotarios.org/perico-de-macquarie
…Hasta que llegó la plaga de humanos con su séquito.
domingo 8 marzo, 2020 @ 5:49 am
+Rectifico: Macquarie.
domingo 8 marzo, 2020 @ 10:16 am
El artículo deja como el kea al que describe a quien se tomó la gracia de filmarlo y comentarlo: https://www.youtube.com/watch?v=XsFoTmCyZkQ
Creo que hay alguno más realizado, posiblemente, por el mismo autor. Se ve que le tiene manía por ser más inteligente que él.
domingo 8 marzo, 2020 @ 9:50 pm
Y no se reproduce nunca, ¡¡ja, ja, ja!! Queda la esperanza de los proyectos de recuperación por parte de Australia: en el enlace que he puesto ya explican que en la isla Macquarie ya han logrado retirar a los gatos y tienen previsto seguir con los ratones y otras especies invasoras.
También llevan años invirtiendo en la recuperación del cacapo, los diablos de Tasmania, los wombats, etc. Pero parecen no encontrar solución para la plaga de camellos que sigue prosperando en los desiertos.
domingo 8 marzo, 2020 @ 10:42 pm
Un saludo, «juanpi»: son cálculos estadísticos sencillos, tampoco les vamos a pedir que hagan una «chi cuadrado».
lunes 9 marzo, 2020 @ 9:54 am
Pues no sé como estará la cosa con los malauva o diablos de Tasmania, porque, los pobres, están afectados por una especie de cáncer contagioso o algo así. En caso de que la enfermedad no pueda atajarse, desaparecerán sin nuestra ayuda. Muy lamentable. A ver si tienen y tenemos suerte.
lunes 9 marzo, 2020 @ 7:05 pm
Bueno, ciertamente un ave tiene que volar, no sé cuántos drivers y aplicaciones de vuelo hay que cargar en un cerebro, pero en general las aves raramente colisionan y sus cálculos posicionales son notables. Ciertamente que hay cerebros mamíferos que vuelan. Imagino que algo de cálculo estadístico también debe ser necesario para volar, así que tampoco me sorprendería que algún artrópodo pudiera hacer estimaciones volitivas no instintivas, o parcialmente volitivas, o como se quiera analizar. Claro, es que los humanos no volamos, ortopedia aparte, y en general lo hacemos mal (con la ortopedia, hablo de vuelo libre sin motor), creo que puedo decir que peor que las aves. La naturaleza siempre viste un santo desvistiendo otro, las aves suelen caminar fatal (con excepción de avestruces y similares, que no vuelan porque tienen alas vestigiales).
Patinajes mentales aparte, las analogías con la informática no sirven porque ni siquiera sabemos si los conceptos de soporte lógico y físico son aplicables a un cerebro biológico. Que un cerebro tenga áreas dedicadas queda muy forzado en integrados, aunque existen placas diseñadas específicamente para cálculo gráfico, no sé hasta que punto esto resiste una (incipiente) analogía, por otro lado los cerebros no trabajan con álgebra de Boole, más bien parecen funcionar con lógicas borrosas (continuos entre extremos, no mecanismos binarios).
Yo siempre tuve la sospecha de que las deposiciones en vuelo de estos parientes nuestros no tan lejanos no tienen nada de aleatorias.
martes 10 marzo, 2020 @ 9:44 am
Muchas cabezas y sombreros pueden dar fe de tu último párrafo. Los coches de bombardeo aleatorio.
martes 10 marzo, 2020 @ 11:24 am
A alguien que conozco le acertaron en un helado de cucurucho que llevaba en la mano. Recuerdo que me puse a calcular la probabilidad, en broma que no en serio (por quitar hierro al asunto, cualquier tema humano tiene un potencial de tragedia que ya decían los antiguos: tragicomedia), cuando alguien me adelantó por la izquierda y dijo «están amaestrados por la heladería» (esto es absurdo a poco que se escarbe), pero de ahí la discusión derivó porque alguien comentó que en el Levante otomano (donde está ahora Siria) había unas guerras de palomas amaestradas en enormes bandadas (no recuerdo si eran palomas o lo he mezclado con el animal autor de la firma en el helado), entre cuyas muchas armas de combate, o eran meros colaterales (lo más seguro), estaban nubes de deposiciones dado que eran por miles los animales implicados. Por lo visto era el espectáculo anual por el que toda la sociedad (multirreligiosa, multicultural) esperaba.
La paisana del helado depuesto se comió el mío porque su novio ya se había zampado el suyo (y 20 más que tuviera para ello) y yo fui a comprar otro. Conclusión personal: columba defecat, parvus pacat anatem.
miércoles 25 marzo, 2020 @ 10:31 am
Querido Neo: Creo que todos estamos intrigados. Nos conformaríamos con un saludo, por ejemplo «hola», para cerciorarnos de que estás bien. Te mando el mío con mis mejores deseos.
jueves 26 marzo, 2020 @ 6:54 pm
Me uno al coro de buscadores de Neo… nos resulta extraño. Hola ! al menos tomás y petrus sobrevivimos, por ahora, al tsunami, pero, ¿ Hay alguien más por ahí?
jueves 26 marzo, 2020 @ 7:13 pm
Off-topic obligado.
Neo nos tiene mal acostumbrados. Cada lunes reviso las últimas noticias. Y cada martes los comentarios correspondientes. Supongo que en las actuales circunstancias, quiza Neo emplee el tiempo en otras cosas. Lo entiendo, pero lo echo en falta. Saludos Neo!
Saludos cordiales también a los compañeros que enriqueceis las noticias con vuestros atinados comentarios. Aunque a veces esto parezca un chat ;-).
Y, como diría el Sr. Spock, larga vida y prosperidad!
viernes 27 marzo, 2020 @ 11:26 am
Bueno será saber de cuantos más, mejor. Ya tenemos a «petrus» y a RicardM. He de agradecer a esta página, a Neo y a los extraordinarios comentaristas el haberme permitido compartir ciencia con ellos durante muchos años. Todos hemos pensado con su base y, al menos por mi parte -y creo que en general-, se ha creado un acercamiento científico-amistoso. Mejor que sepamos unos de otros. Si, de momento y hasta tiempos mejores, como dice RicardM, esto parece un chat, habrá que aceptarlo como mal mínimo. Creo sinceramente que las cosas no mejorarán pronto. Veo cómo parece que Europa se debilita cuando debería fortalecerse ante la adversidad. Como ya sospeché hace tiempo, mucho antes de comentarlo aquí, USA se ha convertido en el mayor contagiado del mundo. Y a Brasil, con ese presidente empeñado en que esto es una «gripe de nada» -o algo así-, podemos imaginar lo que le espera.
La muy variada condición humana se muestra con el sacrificio o/y la generosidad de unos y el egoísmo de otros que están haciendo su agosto especulando y aun engañando con material médico, lo que califico de crimen.
Un fuerte abrazo de corazón a los corazones de todos vosotros, mis queridos amigos.
viernes 27 marzo, 2020 @ 4:06 pm
Otro para todos, por supuesto para ti Tomás y para M.A. que simplemente es impagable lo que hace. Tuve un médico de cabecera (se jubiló) y tenía unas opiniones muy agudas del papel del dinero en la sociedad humana, concretamente en el sentido de que hay labores que no hay dinero que las pueda pagar, y se hacen, se siguen haciendo, sin esperar nada a cambio. Aquí tampoco cabe engañarse, aunque tiene una base bastante real (tangible, incluso), el dinero es básicamente cultural. No hay mucha literatura científica sobre cómo otros animales devuelven favores.
Lo de EEUU va a meter miedo, así que no es descartable que lisa y llanamente dejen de dar datos. Siempre les tiró todo de un pie, es lo que tiene ser imperio, pero si las cifras se van a ocho dígitos el comportamiento electoral pueder ser excesivamente caótico. Y de la UE, pues ya es sabido, Alemania todo lo que toca… Eso.
domingo 29 marzo, 2020 @ 12:13 pm
Acabo de saber de Miguel Ángel. Aunque no especifica, da la impresión de estar bien, lo cual me alegra muchísimo, pues son los que más expuestos están.
domingo 29 marzo, 2020 @ 5:39 pm
De momento el que escribe no tiene coronavirus. Aunque he estado bastante ocupado en varias esferas de mi vida, por lo que he dejado desatendida NF unos días. Espero arreglarlo pronto.
Me alegra que los demás estén bien y espero que no les pase nada, ni tampoco a familia y amigos.
domingo 29 marzo, 2020 @ 7:12 pm
Al 15 de Dr.Thriller: Lo de USA debería darnos miedo, no tanto por su manejo atolondrado del Covid-19, sino por su ya evidente “destino (que digo Proyecto) manifiesto” de detener a China a cualquier precio, lo que significa, como cualquiera lo entiende, guerra, si, guerra mundial, no sabemos si mañana, dentro de 3 años o en 9 años. ¿Exagero?, ¿alarmismo infundado? Los USAnos no vacilaron un minuto luego de tener su bomba y usarla contra un Japón ya en la práctica derrotado, mintieron al mundo con lo del Golfo de Tonkin para arrasar con Vietnam, mintieron para justificar la guerra del Golfo y arrasar Irak, luego Libia. ¿Eran Vietnam, Irak, Libia, Siria un peligro existencial contra USA? Eso, para no hablar del cerco económico, más bien bloqueo -en la práctica bloqueo total de la población-, a países cuyos regímenes políticos no le caen bien al Tio, y cuyas consecuencias se traducen en enorme sufrimiento y muerte a millones de personas. Porque aunque nos parezca que Ayatolas, Maduros, Al-Asades, Ortegas y etc., sean unos hijos de puta, pues la verdad cada uno de ellos es un HP venezolano, un Hp sirio o un HP iraní, y si verdaderamente estamos en un mundo de países y pueblos soberanos, como dice la sacrosanta ONU, creada y afincada en los USA con supuesto apoyo total de la muy civilizada Europa, pues eso, que sólo a los venezolanos, cubanos, sirios, iraníes les compete decidir por si mismos que hacer con sus “amados” líderes, sin que tengan todos que pagar las consecuencias del peligro para la “seguridad nacional” que supuestamente representan para los USAnos.
lunes 30 marzo, 2020 @ 5:49 am
Muchas gracias, queridísimo Neo, y una alegría saber de los demás amigos que han ido interviniendo. ¡Mucho ánimo para todos!
lunes 30 marzo, 2020 @ 5:45 pm
No sé si acabo de entender el seudónimo de Neo (si es que tiene algo que entender), pero viendo la bochornosa ceremonia a escala planetaria, que no es más que un tirabuzón en medio de una locura generalizada, uno diría que muchas mentes se estructuran no en neo-, sino en paleofronteras. Para esto, recetas atroces que fracasaron en el siglo XIX, para esto otro, disparates demenciales que sembraron el horror en el siglo XVII, y así sucesivamente. Debe ser eso que en política llaman la vanguardia, se ve que es una mera película (de grosor) y que el grueso es todo retaguardia. Se diría que hay también retroguardia, que por lo visto es el étimo de retaguardia.
A bpico:
La situación más, aparte de probable, lógica, en beneficio de minimizar pérdidas y maximizar ganancias, es que EEUU y China en algún momento del futuro lleguen a un pacto similar al que los propios EEUU hicieron con Gran Bretaña en 1945 o el que ésta hizo con los Países Bajos en declive unos 150 años antes. Un pacto con uno en el papel de jefe y el otro de subalterno, como los EEUU, la mayor parte de los chiflados que la dirigen, no están preparados para asumir este rol intentan forzar la situación de alguna manera para seguir ellos de jefes, pero eso no es posible de ninguna manera.
En tanto este acuerdo se resista, le da aire a mucha gente para irse posicionando. Se ve perfectamente la inteligencia de Rusia, más allá del comercial que da la cara, y la triple estupidez de la UE que es un gallinero de subprimates, y no necesita tener a un comercial dando la cara porque el show de payasos en la pista quedaría totalmente deslucido.
Este acuerdo puede no llegar a producirse e incluso la probabilidad de guerra no es nula. Puede no llegar a producirse porque los EEUU pueden autolesionarse de tal manera que su deterioro los incapacite para tener un peso geopolítico rentable, o simplemente porque tampoco es descartable que colapsen como la URSS. Sería muy mal rollo, porque aparte las siete o diez mil cabezas nucleares que tienen, a diferencia de Rusia, no han destruido ni sus stocks de armas químicas ni biológicas.
En cuanto a la UE, está al borde del abismo. No es imposible, pero sigue siendo improbable, que se desintegre (estúpido es una cosa, loco es otra), pero si no se pone la pasta que hace falta para el tsunami que viene, es China quien la pondrá y se sentará en el consejo de administración, naturalmente.
lunes 30 marzo, 2020 @ 8:36 pm
Para el que le interese, hay un artículo nuevo en Opinión:
http://www.neofronteras.com/opinion/?p=153
martes 31 marzo, 2020 @ 2:18 am
Del más alto interés, querido magister.
Querido amigo Dr.:
Uno de las claves se puede encontrar en el nuevo artículo que nos escribe Neo: la societé del «porque yo lo valgo». Algo que, por otra parte, tiene también sus días contados imaginando un 2050 en el que se malvivirá con todo tipo de restricciones.
martes 31 marzo, 2020 @ 12:37 pm
Sí que es un magnífico artículo de Opinión sobre el tema que nos conmina y esos malditos bichejos que provocan nuestra prisión, enfermedad y, a veces, muerte. Y hace tiempo que lo advirtió Bill Gates, como dice el artículo -creo que hace como unos cinco años o más-, y que también Neo ha pronosticado más de una vez. La referencia a la opinión de un médico inteligente, que tan evidente parece. Y esa chulería idiota a la que Miguel se refiere; ese «porque yo lo valgo».
Mal remedio tiene esta humanidad desbocada. Nos damos cuenta de cuan mínimo hemos hecho a nuestro planeta, a pesar de lo cual tantos cabemos que ya no puede con todos.
No sé si habremos aprendido la lección cuando esto acabe. Lo dudo.
Enhorabuena, querido Neo, por tu opinión.