Kepler-1649c
Encuentran el exoplaneta Kepler-1649c entre los falsos positivos de la misión Kepler rechazados por software.
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La búsqueda de planetas extrasolares sigue su camino incluso entre los datos de misiones extintas.
Uno de los instrumentos más fructíferos a la hora de encontrar exoplanetas ha sido la misión Kepler. Este telescopio dejó ya de operar por diversos fallos, sobre todo en su misión primaria. Pero ha generado tal cantidad de datos sobre posibles tránsitos que todavía se pueden descubrir nuevos planetas gracias a cierta «minería».
Un equipo de astrofísicos ha reanalizado los datos de Kepler y ha descubierto un planeta del tamaño de la Tierra en la zona habitable de su estrella en donde podría haber condiciones para que exista agua líquida: Kepler-1649c.
El posible planeta fue descartado por el algoritmo Robovetter que busca falsos positivos entre los datos de tránsitos, pero ha sido reconocido por estos científicos en una revisión a ojo.
El sistema se encuentra a 300 años luz de distancia a nosotros y es posible conjeturar que Kepler-1649c tenga condiciones para la vida al ser su tamaño y temperatura similar a la de la Tierra. Posee un tamaño de 1,06 veces el terrestre y recibe el 75% de la luz que recibe la Tierra. Kepler-1649c tarda 19,5 días terrestres en completar una órbita.
Sin embargo, y como en muchas ocasiones, su estrella es una enana roja (clase espectral M) y no una estrella amarilla como el Sol (clase espectral G). La mayoría de los planetas han sido descubiertos alrededor de este tipo de estrellas porque son las más abundantes en la galaxia y porque existe un sesgo observacional que favorece el descubrimiento de planetas a su alrededor.
Y, como siempre se señala, las estrellas de tipo M son bastante inestables, sobre todo al principio de sus vidas, por lo que generan fulguraciones tan potentes que ponen en peligro la vida que pueda haber en los planetas que la orbiten.
Según Thomas Zurbuchen (NASA) el descubrimiento es intrigante, pues nos da esperanzas de que haya una segunda Tierra entre las estrellas. «Los datos recopilados por la misión Kepler y por TESS continuarán dando descubrimientos maravillosos según la comunidad científica refine sus habilidades para buscar planetas año tras año», añade.
Sin embargo, hay muchas cosas que se desconocen de Kepler-1649c, como si tiene atmósfera o de qué está compuesta y esto altera las expectativas de temperatura adecuada para la vida. Una atmósfera cargada en dióxido de carbono, por ejemplo, lo convertiría en un Venus inhabitable.
Ste planeta se postula como uno de los mejores cantidatos a albergar vida, junto a TRAPPIST-1f, TRAPPIST-1d, Teegarden c o TOI 700d. Estos son propicios pque ninguna reune las buenas condicioens de Kepler-1649c como para considerarlo una posible Tierra II.
En el mismo sistema planetario hay, al menos, otro planeta: Kepler-1649b. Pero este está a la mitad de distancia de la estrella que Kepler-1649c con un periodo orbital de 8,7 días y, por tanto, es demasiado caliente como para tener agua líquida.
Kepler-1649c realiza 9 órbitas por cada 4 de Kepler-1649b, lo que indica que sus órbitas están sincronizadas. Esto señala que las órbitas son muy estables al ser resonantes. Además, esto indica que posiblemente hay al menos un tercer planeta en el sistema, pues las resonancias suelen tener ratios de 1 a 2 o de 3 a 2 para dos planetas. Así que es posible que haya un tercer planeta entre medias de los dos ya conocidos. Pero, de momento, no se ha encontrado pese a los intentos realizados, quizás porque es pequeño o su órbita está inclinada respecto a nuestra visual.
Robovetter tiene como misión descubrir el 12% de los planetas de entre todos los candidatos. El resto son calificados como falsos positivos. Pero los investigadores sabían que, de vez en cuando, comete errores y por eso revisaron algunos de ellos a ojo. Así fue cómo encontraron Kepler-1649c. Así que este resultado muestra el valor del trabajo hecho a mano que no depende de software alguno. Es posible que todavía pueda haber bastantes exoplanetas reales entre los objetos rechazados como falsos positivos y que la inspección visual por parte de seres humanos ayude a encontrarlos.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Copia en ArXiV.
Ilustración: NASA/Ames Research Center/Daniel Rutter
19 Comentarios
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lunes 27 abril, 2020 @ 10:42 pm
Como ya ha pasado en otras ocasiones, se vuelve a obviar que en las profundidades de un hipotético oceáno habría protección frente a las fulguraciones de las enanas rojas. Además, una de los dos caras no estaría expuesta.
Diferente es que, como se señala en la noticia, haya demasiado CO2 que aumente la temperatura y evapore el agua, disipando las posibilidades de vida.
300 años luz nos pueden parecer lejos, pero dentro de unas décadas podría ser visible por telescopios. Pero a esa distancia creo que no nos plantearíamos enviar misiones aunque encontrásemos biomarcadores (una lástima que ya no tengamos a Sagan, porque pienso que lucharía por ello: en este momento no tengo tiempo para consultarlo pero creo recordar que la primera sonda Voyager que cruzará otro sistema estelar, será dentro de 150.000 años. Pero ahora ya no tenemos tanto romanticismo).
Sin embargo, me mantengo también en la apuesta intuitiva que hice ya hace 7 u 8 años: creo que vamos a encontrar buenos candidatos a menos de 50 años luz de distancia. Mejores que el de Próxima Centauri, aunque estén un poco más lejos.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por publicar, que así sabemos que está bien, querido Maestro Neo.
martes 28 abril, 2020 @ 3:55 am
*Afinando: la sonda Voyager 2 transitará las proximidades de la estrella Ross 248 dentro de 193.000 años.
martes 28 abril, 2020 @ 1:01 pm
Ya te digo, mi querido amigo, que superas a Sagan en optimismo y subrayo su faceta poética sobre la científica, sin minorar esta, envidiable por cualquiera.
Ya hablaremos dentro de 193.000 años. Mientras tanto, un fuerte abrazo.
miércoles 29 abril, 2020 @ 2:25 am
No me refería a enviar sondas convencionales viajando a 13 o 14 Km/s: a esa velocidad tardarían más de 20 millones de años en llegar hasta Kepler-1649-c y mi optimismo no da para tanto.
Enviando un buen número de nanovelas impulsadas por láser hasta alcanzar un 3% de c, el viaje duraría 10.000 años. Pero, a distancias inferiores a 10 años luz, hablaríamos de periodos inferiores a 300 años: si encontrásemos biomarcadores en un planeta situado tan próximo, me parece que la espera es admisible.
De todos modos, si no estás de acuerdo, no te preocupes, que con presidentes como el tío Trump no se van a realizar este tipo de proyectos. Prefiere otros más asequibles, como el que se le ocurrió hace unos días de meterse jabón por la boca y la nariz para evitar la infección por coronavirus. Y creo que repetirá presidencia.
miércoles 29 abril, 2020 @ 3:12 am
193,000 años transmitirá o nos llegara la señal? y la verdad no creo que el combustible le dure tanto creo recordar que hace poco mencionaron que solo operaria una decada mas
miércoles 29 abril, 2020 @ 8:35 am
Si estoy contigo, mi buen amigo, en la importancia de investigar. Lo que pasa es que habría que enviar aparatos -no humanos- y que nos fueran informando de todo aquello que desde la Tierra nos es imposible conocer. Como dices, 300 años no es excesivo, pero luego, esa información ¿llegaría en unos 100? Suman 400. ¿Cómo será la humanidad en esa época. ¿En qué estará interesada? Incuso ¿existirá?
Un fuerte abrazo desde el escepticismo.
jueves 30 abril, 2020 @ 10:01 am
En lo que dices de Trum-oso parece ser que hay unos cientos de intoxicados por ingestión de líquidos fregaplatos, lejía y algún que otro limpiador. ¡Pero serán idiotas! Con tales electores, como dices, igual sale reelegido.
viernes 1 mayo, 2020 @ 12:35 am
Comunicarse con Alfa Centauri podría suponer 25 años usando este sistema:
http://neofronteras.com/?p=5621
Y ya hemos descubierto un exoplaneta interesante en la más cercana de las estrellas de ese sistema estelar (Próxima Centauri). Viajar a otras estrellas -como imaginaba Sagan- es una utopía, pero explorar el vecindario más próximo, no digo que sea sencillo, pero podemos decir que ya casi lo tenemos a nuestro alcance.
Abrazos optimistas.
viernes 1 mayo, 2020 @ 12:39 am
Se me ha olvidado poner este otro enlace:
http://neofronteras.com/?p=5314
viernes 1 mayo, 2020 @ 10:38 am
Mi buen amigo: Sigo siendo escéptico, aunque comprendo tu esperanza porque tu poesía no tiene límites. Cada vez me recuerdas más a Sagan. Veo excesivamente teórica la posibilidad de las velas. Siento ser más terrenal y prosaico, aunque deseo lo mejor para nuestra humanidad: Viento en popa a toda vela…
Un fuerte abrazo.
viernes 1 mayo, 2020 @ 12:45 pm
De todas formas, acabo de enterarme de que la Tierra retrasa el tiempo en recorrer su órbita en dos milisegundos por siglo. Con tanta precisión, voy a tener que bajarme del burro (o de la no-vela) y creer más en nuestro Miguel.
lunes 4 mayo, 2020 @ 4:37 am
Y no renunciar a nuestros sueños, aunque haya viento en contra. Por lo menos intentarlo, aunque no encontremos arena de playa bajo los adoquines. Como nos canta Ismael…
https://www.youtube.com/watch?v=QCFrpS-jDdw
…aún sigue sucia la plaza.
lunes 4 mayo, 2020 @ 10:06 am
Mi amigo poeta: «… mueren Bosnia los que morían en Vietnam…». Ahora en Siria, Irak, Yemen, etc.
Pero eso: «Facciamo finta che…», que es una letra extraordinariamente bien hallada. Puede servir para el virus, para las guerras, para el Cambio Climático -eufemismo, por supuesto-. ¡Estos italianos!
jueves 7 mayo, 2020 @ 12:46 am
Francis en LFDLC: Trece jedi científicos hablando del futuro de la exploración espacial, Por Francisco R. Villatoro, el 2 mayo, 2020
https://francis.naukas.com/2020/05/02/francis-en-lfdlc-trece-jedi-cientificos-hablando-del-futuro-de-la-exploracion-espacial/
Parece, curioso y entretenido.
Un saludo a tod@s.
jueves 7 mayo, 2020 @ 10:13 pm
Bienvenido, Eustacio Chavez:
Como bien dices, las sondas Voyager solo tienen batería suficiente para operar unos pocos años más. Cuando se agoten por completo esas baterias, dejarán de enviarnos información, pero todavía las podremos seguir desde la Tierra como hacemos con las sondas Pioneer (que ya llevan años completamente apagadas).
Saludos.
viernes 8 mayo, 2020 @ 8:55 am
Debo tener el ordenador lleno de virus porque no hay manera de acceder al sitio recomendado por David. ¿Lo habéis conseguido alguno?
viernes 8 mayo, 2020 @ 6:58 pm
Estimado Tomás:
El problema era que ponía naucas en lugar de naukas. Pues el filtro impide poner «ka». Aunque la culpa es de los de Naukas que tuvieron que buscar un nombre con una sílaba que no está en el castellano. Ya puestos la podrían haber germanizado y llamarla Naucaß. Al menos hubo un tiempo en el que la ciencia se escribía en alemán.
sábado 9 mayo, 2020 @ 12:27 am
Lo ha arreglado Neo y ahora ya funciona, querido Tomás. Además hay que felicitar al amigo David porque está muy bien: son científicos españoles hablando de un buen número de ideas y proyectos, por ejemplo, cultivos de carbono activo o de madera. Ya que demandas presencia femenina, a partir del minuto 21 tienes la opinión de una psicóloga.
Un abrazo y que lo disfrutes.
domingo 10 mayo, 2020 @ 11:33 am
En efecto y felicito a David por habernos informado. Es muy interesante todo lo que dicen. Y me agrada que hablen dos mujeres, que tanto echo de menos en nuestra web.
Gracias a los tres: David, Miguel, Neo.