Microplásticos en el Everest
Encuentran microplásticos en todas las muestras tomadas en el Everest, incluso a 8440 metros de altura.
En NeoFronteras hemos visitado el problema de los microplásticos varias veces. Estos pequeños fragmentos de plástico han sido estudiados frecuentemente en el mar porque allí es más fácil estudiar su presencia.
Pero este tipo de contaminación ha sido estudiada poco en otros lugares, como las cumbres de las montañas, en donde es muy complicado llegar.
Un grupo de investigación ha publicado recientemente los resultados de sus análisis de unas muestras de nieve que fueron tomadas en diferentes localizaciones del entorno del Everest. Encontraron microplásticos en todas las muestras. Aunque la mayor concentración de microplásticos se encontró en las muestras recogidas en el campo base, también han encontrado microplásticos en la nieve que estaba a 8440 metros de altura sobre el nivel del mar. En esta muestra había 12 microplásticos por litro de nieve.
Es verdad que el entorno del monte Everest se ha definido muchas veces como el basurero a mayor altura del planeta. También es verdad es que ha habido varias campañas de limpieza. El problema es que los microplásticos son muy difíciles de limpia comparados con los grandes trozos.
«No sabía lo que esperar en términos de resultados, pero me sorprendió encontrar microplásticos en cada muestra que he analizado. El monte Everest es algo que siempre había considerado remoto y prístino. Saber que estamos contaminando las cercanías de la cumbre más alta del mundo es realmente te abre los ojos», dice Imogen Napper (University of Plymouth), líder del estudio.
Aunque algunos miembros del equipo de investigación escalaron la montaña para recolectar muestras en una expedición en 2019, gran parte del esfuerzo se realizó muy lejos de allí en el laboratorio analizando las muestras recolectadas. Lo importante era saber el origen de la contaminación por microplásticos.
Los análisis mostraron que estaban presentes cantidades significativas de fibras de poliester, nailon y polipropileno. Estos materiales se usan cada vez más para confeccionar ropas de montañeros, así como cuerdas de escalada. Así que, posiblemente, estos objetos sean la fuente principal de esta contaminación.
Con sólo andar 20 minutos, lavar la ropa o abrir una botella de plástico se liberan microplásticos al ambiente. Lo peor es que todavía no sabemos el daño potencial que pueden causar estos objetos en los ecosistemas, puede que sean los asbestos del siglo 21, según Christian Dunn (Bangor University). Se sabe, por ejemplo, que en el mar pueden ser plataformas en donde se concentre todo tipo de contaminantes.
El problema es que todavía no se sabe cómo limpiar este tipo de contaminación. De momento, los esfuerzos están enfocados en reducir, reusar y reciclar los objetos contaminantes usuales, que son grandes. Según Napper, lo importante sería realizar esfuerzos en el diseño de las ropas y cuerdas para incorporar fibras naturales en lugar de plásticos.
Los microplásticos se han encontrado ya desde el fondo más profundo del océano (fosa de las Marianas) hasta la montaña más alta (Everest). Va siendo hora de que encontremos soluciones a este problema.
Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: NatGeo.com/Everest. Credit: Baker Perry/National Geographic.
19 Comentarios
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miércoles 25 noviembre, 2020 @ 3:48 am
12 microplásticos por litro de nieve no es una cifra desorbitada si la comparamos con otras zonas, pero tiene valor como registro que indica que están por todas partes.
Los que estamos también por todas partes somos nosotros, y el Everest no iba ser la excepción tratándose de la montaña más alta: hay que escalarla para presumir después, aunque puedas perder la nariz, las falanges, o la colambre. Darwinismo gili-puá.
Hace años que se ha convertido en todo un negocio de cuyos ingresos los serpas dicen no poder prescindir ya: en un día favorable de verano pueden partir hacia la cumbre hasta 60 o 70 personas repartidas en 3 grupos.
Pero no penséis que son todos escaladores expertos: lo intenta gente de más de 6o años y sin experiencia. De modo que al avanzar hacia la cumbre algunos se van rezagando o no logran avanzar por zonas donde solo se puede ir de uno en uno (bloqueando el paso a los demás y obligándoles a detenerse en la «zona de la muerte») creando atascos al acabar coincidiendo dos grupos en una misma zona…He visto situaciones dantescas en los documentales.
jueves 26 noviembre, 2020 @ 11:53 am
De que los micro y nanoplásticos están por todas partes, estoy plenamente convencido. Lo que me gustaría saber es si están, como es de prever, en nuestro cuerpo, porque al ser la cumbre de la cadera trófica, al menos, por nuestro intestino, pasan. La cuestión es saber si se quedan y la tolerancia que podamos soportar.
domingo 29 noviembre, 2020 @ 10:33 am
Bueno, también podemos respirarlos, como sucede con las micro-nanopartículas de los neumáticos de los automóviles.
lunes 30 noviembre, 2020 @ 8:11 pm
¡Lo que decía!: no se me había ocurrido ampliar la foto, pero ahora que lo he hecho cuento unas 75-80 personas subiendo (aunque hasta donde me permite el aumento, los de arriba aparecen muy juntos y cuesta separarlos). Y no sabemos si habría más gente por debajo de los que aparecen en primer plano.
Menos mal que la ruta principal no es especialmente complicada (salvo por la altitud) y que el Everest está bien pertrechado de campamentos base, guías, monitores, helicópteros de rescate, etc.
En el cercano K-2, la cosa cambia: la ruta es más complicada y peligrosa y hay menos medios y asistencia que en el Everest. Por eso el porcentaje de muertes es sensiblemente mayor: en la falda del K-2 hay una pila de platos de los que usan para comer los montañeros que fallecen durante la escalada que, a pesar de tener un tamaño considerable, raramente sirve de disuasivo. Y de ahí, otra curiosidad que ya había señalado en algún lance anterior:
Entre los alpinistas es frecuente el rasgo antisocial de la personalidad, es decir, el mismo tipo de rasgo o trastorno que es también frecuente entre los delincuentes y presidiarios. Se caracteriza por la falta de empatía y un déficit en la asimilación de las normas sociales. Suelen ser personas con una fachada simpática que esconde un interior mucho más oscuro.
No sé si el propio Miguel Calleja presenta el rasgo, pero fachada simpática tiene…Y en una entrevista también le oí decir que nunca se había enamorado.
lunes 30 noviembre, 2020 @ 8:55 pm
Estimado Tomás:
Eso es algo que no se suele mencionar. Se culpa al diesel, pero las partículas de pastillas de frenos son emitidas por autos a gasolina, eléctricos, a gas, etc. A las emisiones de partículas de caucho hasta se sumarían las bicicletas. Por no hablar de las calderas de todo tipo. Todavía quedan de carbón. Y ni quiero mencionar las estufas y chimeneas de leña.
martes 1 diciembre, 2020 @ 11:36 am
Y aún habría que sumar, amable Neo, la desintegración del alquitrán de las carreteras, especialmente de las autopistas. Debería hacerse un estudio de qué materiales vamos almacenando a lo largo de nuestra vida. No sé si serviría para algo, pero al menos nos conoceríamos.
Abrazos.
miércoles 2 diciembre, 2020 @ 11:55 am
Greenpeace junto con Intermon Oxfam y Ecoligistas en Acción han interpuesto una demanda ante el poder judicial para instar al gobierno a que tome medidas decisivas y urgentes frente al cambio climático. Cito un mensaje recibido en mi correo:
«Por todo ello hemos decidido dar este paso histórico. Junto con Oxfam Intermón y Ecologistas en Acción hemos iniciado un procedimiento para exigir al poder judicial que obligue al Gobierno a tomar decisiones políticas valientes, con una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero más ambiciosa, acelerar la transición ecológica y evitar una crisis mucho más virulenta que la que el mundo está experimentando con la COVID-19.
Es la primera vez que se abre en España un proceso judicial por inacción del Gobierno frente al cambio climático durante décadas, y se suma a litigios climáticos presentados en todo el mundo en países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Bélgica, India o Nueva Zelanda».
¡Al ataque, mis valientes!
miércoles 2 diciembre, 2020 @ 11:59 am
*Si queréis uniros y firmar esta demanda, os facilito el enlace:
https://es.greenpeace.org/es/que-puedes-hacer-tu/peticiones/emergencia-climatica/?utm_term=texto&utm_campaign=LitigioClimatico&utm_medium=email&_hsmi=100915878&_hsenc=p2ANqtz-_cedLWiWSixaBYJJuz_A6MdXRgAnwNlSWR-CFeS2PxRKx5AWY5doxppfqPQCLOMgaCKck2onbYa7lulhwlbUoEeYHcbHAZXT1Py9dYwQf3lfrbwRE&utm_content=FirmaLitigio&utm_source=newsletter-socios#notel
Abrazos.
jueves 3 diciembre, 2020 @ 10:07 am
También yo recibí el correo, y estoy muy de acuerdo con esa lucha, porque, por ejemplo, es la que me hace ser partidario de considerarme ciudadano del mundo y pretender un gobierno único para esta Europa de las naciones-patrias, como paso previo. Ya sé que eso podría ir para muy lejano, pero es preferible al «sálvese el que pueda», en el que nadie se salvará.
Muchos abrazos y enhorabuena por tu iniciativa.
jueves 3 diciembre, 2020 @ 6:58 pm
Eso de los alpinistas no lo sabía. La momia más antigua de un congénere que tenemos (Ötzi) no era exactamente un alpinista, pero desde luego andaba cual cabra por los riscos, de hecho parece ser que tuvo una muerte violenta. De ese antepasado nos han llegado unas muestras de tecnología artesanal asombrosas (y extraordinariamente funcionales, alguna mejor que mucha porquería que se vende ahora, lo que es de flipar), parece ser que nosotros dejamos eme en todas formas y tamaños a los que vengan detrás. Ya se sabe, los que tienen que arrear. Sistemas sociales curiosos, en vez de cambiarlos le dejamos el tutti frutti al que venga, que nosotros fijo que no estaremos. Me temo que somos (mucho) más estúpidos que Ötzi, cosa que es normal: él vivía mucho más en contacto con la naturaleza, alias «la realidad», que nosotros, que nos asfixiamos en nuestros mundos irreales y artificiales.
viernes 4 diciembre, 2020 @ 12:09 am
Asco de mundo, cito otro correo recibido de Greenpeace señalando a los trileros del clima:
1-BBVA. Financiar lo verde sin descarbonizar la cartera de inversiones.
En 2018, el BBVA anunció la movilización de 100.000 millones de euros hasta 2025 para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. Además, ha sido una de las entidades pioneras en ajustar sus préstamos a los objetivos marcados en el Acuerdo de París. Sin embargo, y según el Fossil Fuel Finance Report Card 2019, entre otras trampas al clima, el BBVA ha destinado 12.080 millones de dólares en los tres últimos años a financiar la industria de los combustibles fósiles.
2-Campofrío. Buenrollismo contra el clima y los bosques.
Mientras hace anuncios cargados de buen rollo por Navidad, Campofrío contribuye a la destrucción del planeta. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en 2019 el sector agrícola (agricultura y ganadería) fue responsable del 12,5% del conjunto de emisiones totales de gases de efecto invernadero, siendo el cuarto sector más contaminante en España. Campofrío está detrás de estas cifras, aunque se empeñe en intentar ocultarlo al no calcular las emisiones indirectas producidas en su cadena de valor.
3-Ecoembes. Haciendo lobby contra la economía circular.
Ecoembes, el monopolio del reciclaje en España, miente sobre sus objetivos y hace trampas al clima: evita asumir dentro de sus impactos indirectos ese 5% de gases de efecto invernadero que emite su sector debido, entre otras cosas, a la fabricación desmedida de plásticos de un solo uso, botellas desechables y envases.
4-Endesa. Comprando liderazgo a golpe de talonario
Endesa es la empresa más contaminante de España. Sin embargo, esto no impidió que llevase a cabo una de las mayores operaciones de greenwashing de los últimos tiempos. Durante la celebración de la Cumbre del Clima en Madrid en 2019 (COP 25), compró todas las portadas de los periódicos para anunciar sus “soluciones para una sociedad libre de emisiones”.
5-Iberia. Volar seguirá saliendo caro para el clima.
Iberia reconoce que emitió 5,1 millones de toneladas de CO2 equivalentes en el año 2019. La empresa tampoco esconde que depende de la quema de combustibles fósiles para realizar su actividad, pero sí que oculta el impacto de los vuelos cortos operados por sus filiales Iberia Express y Air Nostrum, que es donde reside el verdadero potencial de las compañías aéreas para reducir emisiones.
6-Naturgy. Una mariposa para esconder la apuesta por el gas fósil
Naturgy (ex Gas Natural Fenosa) se jacta de ser “la única energética española reconocida como líder mundial por su acción frente al cambio climático”. Sin embargo, su supuesta estrategia de adaptación al cambio climático, eliminando un incremento de generación a partir de renovables, se sigue basando en extraer y quemar gas, agudizando el cambio climático.
7-Real Madrid: contaminando partido a partido
Mientras comienzan los trabajos para crear un bosque de 25 hectáreas para neutralizar la huella de carbono, el Real Madrid se traslada en avión para jugar cada partido fuera de la capital, incluso a ciudades como Valladolid, Salamanca o Zaragoza, a una distancia de la capital inferior a las dos horas de viaje en tren. El ejemplo no puede ser más sangrante: contaminar y plantar árboles, compensar emisiones para seguir igual.
8-Repsol. Dejar los deberes para 2040
Captura y almacenamiento de CO2, fabricación de combustibles sintéticos, plantación de árboles… La descarbonización de Repsol está llena de trampas. Sin embargo, la mayor muestra de la resistencia de Repsol al cambio está en que la petrolera pospone para después de 2040 la compensación del 60% de sus emisiones.
9-Banco Santander. Viaje a Groenlandia para no ver el humo de los incendios
Las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero del Banco Santander se hacen gigantes por su exposición al sector del carbón en Polonia y al sector agropecuario responsable de la deforestación en Brasil. Sin embargo, la presidenta del Banco Santander no dudó en participar en un conocido programa de televisión para lamentarse de los efectos del cambio climático en Groenlandia, mientras con la otra mano el banco sigue financiando la energía sucia.
viernes 4 diciembre, 2020 @ 11:56 am
Bien, Dr. Somos más estúpidos que ¨Otzi» pero, además, somos muchísimos más, empujados a comprar por el sistema: si no compramos no hay empleo y por tanto, menos PIB y todo eso. Así que hay que comprar quieras o no: ¡Hemos de salvar la campaña de Navidad!
Querido Miguel: te mando un consuelo que escuché anoche: ¿Sabes cuanto ha reducido la pandemia el CO2 emitido?: orec. Léelo al revés.
Abrazos para ambos.
viernes 4 diciembre, 2020 @ 6:02 pm
Sí, están en esa cifra. No me extrañaría, pero tampoco sin negarlo espero cálculos más sosegados. Vamos a ver, si los PIBs se han desplomado sin precedentes (hay que retroceder a la II GM para ver esas caídas), no son cantidades marginales, son barbaridades de dos dígitos, no me acaba de cuadrar que se haya emitido la misma cantidad de CO2. Todos los países han reducido su PIB, unos más y otros menos, el consumo de gas y petróleo ha bajado, no son cifras tremebundas pero son un descenso objetivo. Repito que no estoy negando que incluso la emisión haya sido mayor en el histórico, lo que quiero decir es que de ser así necesita una explicación y no breve.
La actividad económica se ha ralentizado mucho, y no sólo por causa del virus, el sistema ya venía trastabillando y los confinamientos han purgado líneas enteras de consumo. Si la emisión de CO2 no se ha resentido nada, entonces el sistema está aún mucho más zombie de lo que parece.
sábado 5 diciembre, 2020 @ 10:18 am
Quizá se necesitase una explicación numérica y por sectores de actividad económica. Yo escuché la noticia en la radio sin que dieran razones ni detalles, pero como soy tan pesimista en esto del comportamiento capitalista, la creí. Ahí te/os mando una explicación de fuente fiable que resumo: la inercia en la permanencia del CO2 en la atmósfera es la explicación: https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2020/05/descenso-emisiones-de-carbono-por-pandemia-no-ralentizara-cambio-climatico.
Abrazos.
sábado 5 diciembre, 2020 @ 7:04 pm
¡¡ATENTOS AL ENLACE DE TOMÁS, QUERIDOS AMIGOS!!
La conclusión es tremenda, pero muy clara: casi el 50% del total de las emisiones proceden de las empresas de la energía, por tanto, se requiere la transición energética.. Plantando bosques y usando coches eléctricos no nos vamos a salvar.
Sobre lo que menciono en el 11 de la denuncia de Greenpeace al banco de Santander y el viajecito a Groenlandia, pongo el vídeo del programa. Si no lo queréis ver entero, NO OS PERDÁIS A PARTIR DEL MINUTO 38 que es cuando empiezan a hablar del calentamiento:
https://www.cuatro.com/planetacalleja/programa-completo-hd_18_2879895132.html
…Atentos a la cara y la respuesta de la Botín cuando el experto le espeta en la cara que: «basarse solo en la Economía es un error que nos conduce al desastre»…Contesta algo que ya os adelanté cuando se emitió el programa: que sí…que ha estado en reuniones con Al-Gore y los magnates del petróleo y que ya se lo están planteando…PERO QUE LO DEJAN PARA 2.030 EN ADELANTE.
Otro detalle que podría pasar desapercibido, pero me parece muy significativo, está más al principio del vídeo, cuando está hablando sobre el Santander y se le escapa una frase que rectifica después: «el Banco es lo que importa»…Y luego rectifica. «bueno, no es lo único que importa, también importan las personas»…¡¡Y UNA MIER…!!
domingo 6 diciembre, 2020 @ 1:31 pm
Si, tienes razón, amigo Miguel. Pero olvidémonos de ellos. La cuestión es qué se puede hacer. Deberíamos tener un «plantador» de esos que se usan en el vídeo cada uno. Abaratarlos todo lo posible, ponerlos de moda casi como juguete y usarlos en todo terreno que nos caiga a mano. Sin pedir permisos. Ya los quitarán los que no entiendan, pero muchos quedarán. Entonces podríamos recorrer los campos útilmente. Y, si fuera posible, como se hizo en Israel y creo que en Libia sacar agua fósil y recuperar desierto. Es fundamental un plan global.
Un fuerte abrazo.
lunes 7 diciembre, 2020 @ 12:31 am
Querido amigo Tomás:
Sabes que prefiero coincidir, de modo que no me produce satisfacción que hoy no se ha dado el caso con las lámparas UVC y tampoco con lo de plantar los árboles sin permiso. Me dejas un poco sorprendido, pero si es porque no te acuerdas, tampoco quiero que te agobies: lo digo porque lo estuvimos planteando hace poco y, en aquella ocasión, no rebatiste la opinión de la mayoría de expertos y asociaciones que apuestan por hacerlo de modo planificado.
No sé si podrás disculpar al Gran Corregidor. Más abrazos.
lunes 7 diciembre, 2020 @ 9:39 am
Como siempre, tienes razón, excepto -claro- cuando también la tienes. El problema es el que se planteó cuando hablé sobre eso con el alcalde de mi término: todo terreno del municipio tenía dueño personal. Como es muy independentista -él no se bajó del catalán ni yo de mi español- y yo todo lo contrario, quizá me ocultó que tenía que haber forzosamente terrenos municipales. A esos me refiero, porque imagino que todo lo que no sea particular es del municipio, así que todo tiene algún dueño. Pero sí, habría que tener un asesor agrónomo. O sea que algo hay que hacer, pero no tengo claro el qué, salvo que no soy partidario de enterrar, a menos que se hiciese en pozos de petróleo sustituyendo a éste en vez de usar agua o nitrógeno y con una fuerte garantía de impermeabilidad. Además, para hacerlo de forma masiva habría que transportarlo licuado y quizá en oleoductos o, al menos en grandes barcos ad hoc, lo que encarece la cosa. Sigo pensando que árboles de crecimiento rápido -muy vigilado por los incendios- talados y con alguna resina u otro tratamiento, deberían inmovilizarse en la construcción de edificios, sustitución del ladrillo que también tendría sus ventajas: nulo radón, mayor aislamiento térmico, posiblemente, menor peso del edificio lo que reduce la cimentación y ya no se me ocurre alguna más. Además de eso, promover bosques masivamente y pagar a los países -p. ej. Brasil, Congo, Nigeria, Canadá, Rusia y los demás, según en lo que se valore esa riqueza que se emplearía en todo el planeta-, entre todos para que no corten sus selvas y bosques. O sea emplear la razón y el deseo de mejorar el mundo de forma no egoísta. Y, de acuerdo, si es de forma masiva, todo muy organizado y planificado por expertos, ¡pero, que yo sepa no se estñá haciendo!
Abrazos corregidos.
lunes 7 diciembre, 2020 @ 10:32 am
Por cierto, me preocupaba en mis comentarios dos, y tres de las micro y nano-partículas de plástico en nuestro organismo. Ayer, escuche -como casi siempre de pasada- que además de haberlos, al parecer, llevan compuestos dañinos para nuestra salud, que se descomponen y quedan en nosotros. Por otra parte estos nano-micros, se acumulan en riñones, hígado, tejido adiposo, pulmones, bazo, etc.
Así que ánimo, pronto acabaremos siendo casi todo nuestro ser, plástico. Seremos de carne, hueso y plástico.