NeoFronteras

¿Cómo será el próximo supercontinente?

Área: Geología — miércoles, 27 de enero de 2021

Estudian cómo Eurasia puede llegar a formar un nuevo supercontinente

Foto
Secuencia pasada y posible futura de supercontinentes y megacontinentes (hacer clic sobre la imagen para ampliar). Fuente: Ross Mitchell y colaboradores.

Hay que aceptar que el concepto de deriva continental fue un hueso duro de roer. Pese a que las costas de África occidental y de la Sudamérica oriental nos dicen que no puede ser de otra manera, explicar dicha deriva continental fue difícil. Se aceptó hace menos de un siglo.

Alfred Wegener propuso la idea en 1912 a partir de diversas observaciones empírico-racionales, pero no fue hasta la década de los sesenta cuando se pudo explicar de manera adecuada el movimiento de los continentes gracias a la tectónica de placas.

Según está teoría, la corteza terrestre está formada por una serie de placas que forman los continentes y los océanos. El calor interno de la Tierra produce corrientes de convección en el manto terrestre y estas corrientes de roca fluida van empujando las placas. Las placas pueden subducir unas por debajo de otras en las zonas de colisión y crearse nueva corteza marina en las dorsales oceánicas. El proceso dura millones de años, pero la Tierra es ya tan vieja que ha dado tiempo a que los continentes se junten en uno solo varias veces.

Todos conocemos a Pangea, el supercontinente cuya fragmentación dio lugar a los continentes actuales, pero pocos conocen a Rodia, el supercontinente anterior. Menos conocido es Columbia, que fue el continente anterior a Rodinia. Se estima que el ciclo de formación de supercontinentes es de 600 millones de años.

Estamos hablando de lapsos de tiempo tan grandes que es seguro que el ser humano se habrá ya extinguido para cuando se forme el próximo supercontinente, sobre todo porque esta extinción es inminente bajo el punto de vista geológico. Con él se llevará a multitud de especies en una extinción masiva, posiblemente la mayor de todas. Pero la vida prevalecerá, incluso con un Sol cada vez más cálido. Mientras tanto, las placas tectónicas seguirán desplazándose. Al final se formará un nuevo supercontinente aunque no haya nadie para verlo. Pero los seres humanos somos seres con curiosidad que nos planteamos cómo será ese nuevo supercontinente.

Los geólogos no se ponen de acuerdo en cómo será ese supercontinente (tampoco en cómo fueron los supercontinentes del pasado), pero algunos de ellos siguen trabajando para conseguir llegar a un consenso. Ross Mitchell (Academia de Ciencias China) y sus colaboradores se centran en el estudio de grandes continentes, mayores que los actuales, pero menores que los supercontinentes únicos. A estos objetos los llaman, desafortunadamente, «megacontinentes». Un ejemplo de este caso seria Gondwana, que se formó hace 520 millones de años para después colisionar con los continentes Laurentia, Báltica y Siberia y formar Pangea hace 220 millones de años. Gondwana comenzó a disolverse durante el Jurásico, hace unos 180 millones de años.

Estos investigadores querían saber cómo Gondwana terminó siendo Pangea, así que reconstruyeron cómo fueron los continentes a lo largo del tiempo basándose en el registro fósil y otros registros. Entonces, exploraron cómo las posiciones de estos continentes estaban relacionadas con el flujo del manto según los modelos existentes.

Encontraron que los continentes tienden a moverse hacia las zonas de subdución en las que el flujo del manto es hacia abajo, que es cuando la roca del manto está ya fría y ya baja. Estas zonas sufren cierto efecto «corsé», pues las placas continentales son demasiado gruesas para subducir y se quedan atascadas. Sólo se pueden mover lateralmente a lo largo de la zona de subdución y, en este proceso, van recolectando otros continentes. Es lo que le pasó a Gondwana en el pasado.

Cuando Pangea se rompía dio lugar a la formación del Anillo de Fuego del Pacífico, que es un conjunto de zonas de subdución a lo lago del perímetro del océano Pacífico y en donde hay numerosos volcanes y se dan muchos terremotos.

El modelo de estos investigadores predice cómo será el futuro. Varios continentes se unieron ya para formar la actual Eurasia, que jugará un papel parecido al que jugó Gondwana y que se aleja ahora del Anillo de Fuego. Al final terminará colisionado con América y, según Mitchell, se terminará formando un nuevo supercontinentes dentro de 50 o 200 millones de años al que algunos han denominado Amasia.

Según los modelos de Mitchell, Amasia tendrá una ubicación polar en el entorno del actual Océano Ártico.

Todavía queda mucho trabajo por hacer y por comprobar para ver si los demás geólogos terminan llegando a la misma conclusión o no.

Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com

Fuentes y referencias:
Artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
Compartir »

1 Comentario

  1. tomás:

    Posiblemente la única solución es que se forme ese futuro supercontinente, sobre el Ártico -como dicen-, si tenemos en cuenta la dorsal Mesoatántica que separa cada vez más América de Eurasia y África y consideramos, además, que la placa del Pacífico más la Australiana creo que subducen en casi todas sus direcciones; de ahí los Andes y la Himalaya. Pero ¿qué pasará con la Antártida?
    Preocupado me tiene ese supercontinente, que tendrá un clima poco propicio para el veraneo en las playas.

RSS feed for comments on this post.

Lo sentimos, esta noticia está ya cerrada a comentarios.