NeoFronteras

Paleoincendios antárticos

Área: Medio ambiente,Paleontología — martes, 9 de noviembre de 2021

Tampoco la Antártida se salvo de los incendios forestales del Cretácico.

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La Antártida, en su camino suicida hacia el polo sur, no siempre fue tan inóspita de lo que es ahora. Su latitud fue cambiando a lo largo del tiempo, pero también el clima del pasado era distinto de lo que es ahora.

En el Cretácio tardío este continente esta cubierto por densos bosques de araucarias y coníferas. El clima era húmedo y frío y se asemejaría a lo que es ahora la Patagonia chilena. Pero, además, esos bosques sufrían incendios forestales.

Había tantos fuegos hace 75 millones de años que algunos investigadores han apodado a este tiempo como el «mundo de súper fuego». Un artículo publicado hace poco en Polar Research por Flaviana Jorge de Lima (Universidad Federal de Pernambuco) y otros investigadores brasileños parece demostrar que la Antártida tampoco se salvo de estos eventos destructivos.

Ha habido cierta investigación en el campo de los paleoincendios, pero, esta se ha realizado generalmente en el hemisferio norte. Por esta razón, la Antártida fue considerada una vez una región sin grandes incendios.

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Los científicos del campo pueden encontrar evidencia de paleoincendios estudiando madera carbonizada, analizando sedimentos en lagos antiguos o examinando moléculas en carbón fosilizado. Con técnicas sofisticadas pueden ya reconstruir ecosistemas antiguos y patrones de fuego con una precisión creciente. Además, los marcadores moleculares en el carbón vegetal pueden decirles qué tipo de vegetación se quemó. Así, por ejemplo, las formas más redondas y plateadas indican biomasa leñosa.

Para realizar este estudio, los investigadores analizaron el carbón extraído de los sedimentos en la isla James Ross de la Antártida en 2015 y 2016. Este carbón vegetal fósil no era muy distinto al que se usa para hacer parrilladas de carne, pero Jasper y sus colaboradores utilizaron programas de análisis de imágenes y microscopía electrónica de barrido para analiza estos restos. Encontraron células homogeneizadas y un patrón con hoyos que demostró que estos fósiles comenzaron sus vidas como plantas antiguas.

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Hubo suerte, las muestras estaban en 2018 en el Museo Nacional de Brasil y se trasladaron unos meses antes del famoso incendio a un laboratorio diferente, por lo que se salvaron de las llamas de milagro.

Ya en 2010 se reunieron por primera vez pruebas de que los incendios forestales antiguos se daban en la Antártida. Pero las muestras de esa expedición estaban mal conservadas y los investigadores solo pudieron especular que el carbón provenía de alguna conífera. Los investigadores de este nuevo estudio hicieron una evaluación más precisa de estos nuevos restos y ahora creen que provienen de una araucaria.

Lo próximo a saber sería el origen de estos incendio. El período Cretácico estuvo marcado por extinciones masivas, cantidades fluctuantes de oxígeno en la atmósfera y cambios en la cantidad de vegetación que cubría el planeta. ¿Los incendios provocaron estos cambios o fue al revés?

Puede que este tipo de estudios no tengan importancia al común de los mortales. Después de todo, eso ocurrió hace mucho tiempo. Sin embargo, comprender esa época ayuda a desarrollar modelos para períodos de rápidos cambios ecológicos y con un número creciente de incendios, como sucede ahora mismo. Así que, cuanto más sepamos sobre el pasado y las relaciones entre los ecosistemas y el clima, mejor preparados estaremos para afrontar el futuro que nos espera.

Aunque el tiempo en el que vivimos corresponde a un mundo distinto al del Cretácico, es notable que las regiones de latitudes altas fueran relativamente cálidas, boscosas, sin hielo y propensas a las llamas, una dirección hacia la cual podríamos estar moviéndonos ahora en el mundo.

Tal y como afirma Jasper, la gran diferencia es que ahora somos nosotros los que estamos incendiándolo todo.

Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Mapa: Ron Blakey/ Wikipedia
Ilustración: Maurilio Oliveira (paleoartista, Museo Nacional, Universidad Federal de Rio de Janeiro).
Foto de microscopia electrónica de paredes celulares: Flaviana Jorge de Lima y colaboradores.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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9 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    Como señala la noticia, este tipo de estudios nos puede ayudar a predecir el futuro, pero la pregunta es si vamos a aprovechar lo que descubramos o vamos a insistir en no desviarnos de nuestra ruta (como el borrico del Tío Facundo). A la vista de la última cumbre de medioambiente, no empezaremos a reducir significativamente las emisiones hasta después de 2.040, 2.050 o cuando se nos agote casi todo el carbón y petróleo.

  2. tomás:

    Tengo la desgracia, mi querido Miguel, de desconocer la peripecia del burro del Tío Facundo, y te agradecería me la contases. Si intento deducirla, pudiera ser la del baturro que va por la vía del tren y este pita. El baturro contesta: Chufla, chufla, que como no te apartes tú…
    Pero no sé si es esa, aunque puede responder a nuestra humanamente suicida y común situación, en la que nuestros inútiles -como siempre-políticos se reúnen para resolver ABSOLUTAMENTE NADA.

  3. Miguel Ángel:

    Lo ilustras perfectamente (no había historieta detrás), a partir de 2.040 va a ser mucho más complicado enfriar el planeta porque estaremos alcanzando el punto de no retorno que señalan los expertos, a partir del que el calentamiento seguiría incluso con cero emisiones. Pero es que hay que considerar también el escenario posible de que sigamos emitiendo cada vez más incluso en la segunda mitad del siglo y que, como consecuencia, la Sexta Gran Extinción sea la mayor que haya sufrido el planeta.

    Abrazos van.

  4. tomás:

    Mi pesimismo en ese sentido es absoluto: quemaremos hasta el último gramo y cm^3 de combustible fósil. Y ya estamos en el punto de no retorno salvo acciones y sacrificios costosísimos y sin garantía de éxito. Pero la ambición humana es insaciable y nuestros «representantes» no representan a la ciencia ni dan ejemplo a las gentes poco instruidas, sino a sus propios intereses cortoplacistas y a los capitales que los sostienen y/o financian. En realidad, salvo algún país que no recuerdo, vivimos en democracias dictatoriales, es decir que democracias solo lo son de nombre; en todo caso puede ser que debiera exigirse algo para ser candidato a diputado: una cierta cultura, un test de decencia… No sé, nuestra humanidad me tiene decepcionado. Comprendo que el criminal, por mucho que lo sea tiene derecho a una defensa -honrada, no basada en artilugios ni vacíos legales-, pero no comprendo que ese criminal pueda votar a un asesino. ¿Realmente tenemos derecho a equivocarnos contra lo evidente? No sé si la ciencia-ética debiera rebelarse y, como mínimo, optar al Congreso, porque, en España y en Cataluña -que es lo que mejor conozco-, ya veo o vemos lo que hay.
    Abrazos, amigo Miguel y a cualquiera que quiera sentirse abrazado.

  5. Miguel Ángel:

    «Muy deficiente» a los políticos por faltar a su obligación de cuidarnos, pero un suspenso también para todos nosotros: en lugar de surgir movimientos ecologistas potentes, lo que emergen son partidos que amparan el negacionismo (Vox, 52 escaños).
    Sobre la COP26:

    https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2021-11-01/cop26-las-11-claves-de-la-cumbre-del-clima-de-glasgow.html

    Y en otra noticia que acabo de leer publicada en la BBC, ponen en solfa distintos aspectos del negacionismo climático: las milongas de los «mínimos solares» o la creencia de que el frío mata más que el calor:

    https://www.bbc.com/news/science-environment-59251912

    Abrazos.

  6. tomás:

    Estoy de acuerdo en que la ciudadanía es la que elije a sus representantes. Ahora bien, compruebo con tremenda decepción que, incluso gente a la que consideramos generalmente culta por su dedicación, son unos verdaderos ignorantes, al menos en el campo que nos ocupa. Se preocupan por temas menores y olvidan los que realmente son importantísimos. Andan liados con que si autonomías y federalismos, que si catalán o castellano y no caen en las dos cosas más importantes: el calentamiento global y la real amenaza de una guerra: China se está gastando un pastón para superar a USA y Rusia está superarmada amenazando con dominar el Báltico y, de paso, al Canal de la Mancha con miles de tanques, los más modernos que existen -y de su agresividad no puede dudarse, visto lo de Crimea -con vistas al Mar Negro- y Ucrania. En cierto modo está repitiendo la «teoría del nazismo» con el «paneslavismo» -más bien «rusificación». O sea, que los «Cuatro jinetes del Apocalipsis» son ahora cinco, pero multiplicados por no sé cuanto, dada la potencia de las armas actuales. A la vista de todo ello, creo que el provenir de nuestra descendencia lo tiene crudo.

  7. Miguel Ángel:

    Tienes el carnet de Greenpeace que dice que eres un guerrero del arcoiris, aunque todavía seamos muy pocos.
    La leyenda india de los «Rainbow warriors»:

    «Las aves caerán muertas del cielo. Los peces emergerán de las aguas panza arriba. Los bosques morirán. Se abrirá un agujero en el cielo. Las guerras circundarán el mundo. El clima se tambaleará de manera salvaje. Cada vez habrá más caos (…) en el mundo.
    Cuando empiecen a ocurrir estas cosas, los pueblos indios se hallarán en un estado de completa indefensión. Pero entonces la Luz vendrá de Oriente, y los nativos comenzarán a hallar su fuerza, su orgullo y su sabiduría. Y lo mismo ocurrirá con sus hermanos y hermanas de otras naciones –blancas, amarillas y negras–, que sentirán con fuerza la llamada del Espíritu. Comprenderán que es la Tierra la que nos da el agua, la comida, la ropa, el refugio y la belleza necesarias para el círculo de la vida. Estas almas despiertas se encontrarán unas a otras, y juntas enseñarán a todos los pueblos del mundo a respetar a la Madre Tierra, de quien procedemos todos los seres humanos. El respeto se impondrá.
    Bajo el símbolo del arco iris, todas las razas y religiones se unirán para difundir la gran sabiduría de vivir en armonía entre sí y con todas las creaciones del mundo, restaurando así el Círculo Sagrado. Las personas que transmitirán todo esto serán los Guerreros del Arco Iris; pero, aun siendo guerreros, no harán ningún daño. Utilizando exclusivamente medios pacíficos, y convirtiéndose en ejemplo del correcto vivir, tras una gran lucha conseguirán poner fin a la destrucción y profanación de la Tierra.
    Muchos y grandes serán los trabajos de los Guerreros del Arco Iris. Habrá montañas de ignorancia que superar, y se tendrán que enfrentar a los prejuicios y el odio. Tendrán que consagrarse a la causa, inquebrantables en su fortaleza, y deberán ser de corazón fuerte. Pero se encontrarán con corazones y mentes dispuestas que los seguirán en el sendero de la sanación. La paz y la abundancia reinarán a través de una larga y gozosa Edad de Oro».

    Si fuera posible…

  8. Miguel Ángel:

    *Fuente:

    https://theearthstoriescollection.org/la-leyenda-de-los-guerreros-del-arco-iris

  9. tomás:

    No tengo esa esperanza, mi querido amigo. Espero lo peor, pero no sé hasta donde alcanzará su daño. Lamento mi pesimismo.

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