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El invierno volcánico previo a la extinción del Pérmico

Área: Geología,Paleontología — domingo, 21 de noviembre de 2021

Un estudio señala que previamente al calentamiento del final del Pérmico habría sido precedido de un invierno volcánico.

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Hace unos 252 millones de años aproximadamente, el 85 por ciento de las especies de la Tierra desaparecieron en lo que se llama la extinción masiva del Pérmico, que fue el evento de extinción más devastador en la historia de nuestro planeta hasta ahora. Durante esta extinción la vida en este planeta estuvo peligrosamente cerca de un colapso total.

La causa que provocó este evento, así como las otras extinciones masivas, es algo que siempre ha estado en le debate científico. La visión más aceptada hasta el momento es que el calentamiento global desempeñó un papel primordial en esta extinción masiva.

Ahora parece que hay pruebas de que este calentamiento fue precedido por un invierno provocado por la actividad volcánica que habría tendido un efecto de desestabilización de los ecosistemas.

Se cree que todo habría comenzado cuando la lava salió en una serie de erupciones en gran cantidad en lo que hoy conocemos como Siberia. Esta actividad inyectó suficiente dióxido de carbono y metano en la atmósfera como para elevar las temperaturas globales y reducir el oxígeno en los océanos. Las erupciones siberianas no fueron explosivas, por lo que no inyectarían cenizas en formo de polvo a la atmósfera.

Un estudio publicado hace unos días sugiere que estas erupciones siberianas no son las únicas erupciones culpables de la extinción. Según Michael Rampino (Universidad de Nueva York), en el sur de China hay niveles inusuales de cobre y mercurio incrustados en capas de ceniza justo en el límite de extinción masiva. Las capas de ceniza también son ricas en azufre, lo que sugeriría que se debería a la presencia una actividad volcánica explosiva en la región.

Estas erupciones explosivas fueron lo suficientemente catastróficas como para que se produjeran nubes de ceniza que habrían sido repartidas por todo el globo por vientos estratosféricos y que, según Rampino y colaboradores, habrían provocado un «invierno volcánico» al bloquear la luz solar, es decir: un rápido período de enfriamiento global. Este invierno volcánico habría precedido al calentamiento causado por las trampas siberianas.

Las pruebas encontradas muestran que las nubes de ceniza se correlacionan con las grandes extinciones locales, lo que sugiere que las erupciones explosivas eran lo suficientemente fuertes como para tener un impacto severo en la biosfera.

Si esta nueva teoría es correcta, la extinción del Pérmico podría haber sido provocada por un doble golpe de la actividad geológica, pues las especies ya estresadas con el período rápido de enfriamiento habrían sufrido después un largo período de calentamiento. La combinación de ambos fenómenos habría agravado el evento de extinción.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: José-Luis Olivares/MIT.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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3 Comentarios

  1. tomás:

    Durante un tiempo en el que estuve ocupado e ilusionado -hace más de veinte años- en divulgación sobre el cambio climático, me empapé de la cuestión volcánica, y sospeché que las trampas siberianas -también las del Decán, muy posteriores- debieron tener una gran influencia sobre el clima, pues calculé, no sé si correctamente, que la lava podría haber llenado el actual Mediterráneo. Lo que pasó es que, con mi manía de calcularlo todo y añadirlo, acabé sospechando que mi trabajo, con más de 500 páginas ya escritas, iba a aburrir a las vacas. Así que lo abandoné, y por ahí está, porque hubiera acabado con más de 2000 o 3000 páginas o más. Por ejemplo calculaba el tamaño, peso y alguna cosa más -temperatura, etc.- de las partículas de las nubes para formar las gotas y que lloviese. ¡Una catástrofe! Aunque lo ponía en un apartado final extensísimo. Pues eso, una catástrofe sin paliativos, así que pienso que las vacas estarán felices de no tener que leerme.

  2. tomás:

    Releído el artículo, creo que las erupciones explosivas citadas en el penúltimo párrafo, no tuvieron por qué serlo. Pudieron ser derrames poco violentos pero tremendamente masivos, aunque sus consecuencias fuesen igualmente catastróficas para los seres vivos de la época. Creo que los trapps debieron ser muy importantes como causa, quizá primera, salvo meteorito en la parte opuesta del planeta. Bueno, en ese evento, también pudo haber sucesos explosivos, pero no me parecen necesarios.

  3. tomás:

    Es que imagino que los traps pudieran deberse a un menor espesor de la corteza en esa zona de derrame de magma, como si no se precisase una descomunal pluma y cámara, sino que casi saliese el magma, atravesando la astenosfera, del mismo manto. Pero, claro, eso tiene sus problemas porque podemos deducir que ello daría lugar a una falla posterior que no creo se haya sospechado en el supercontinente de la época. De todas formas, mi imaginación del hecho no me lleva a muchísimos volcanes explosivos, aunque reconozco que pudo ser así.

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