Más noticias sobre medio ambiente
Las noticias sobre medio ambiente parecen ser cada día más tristes y numerosas e inciden, de nuevo, en el desastre que se nos avecina.
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Podríamos empezar sobre los biocombustibles de origen tropical. En ciertas partes de Asia se plantan palmas de aceite para la producción de biodiesel o caña azucarera en otros lugares, pero según estudios recientes las supuestas bondades de esta fuente de energía son nulas y los beneficios en cuanto de emisiones de dióxido de carbono no merecen la pena.
En la revista Science se publicó un estudio en el que se decía que habría que esperar siglos para que los beneficios medio ambientales (bajo el punto de vista del CO2) de los biocombustibles de origen tropical compensasen. En él se estudiaba la deforestación de la selva brasileña para la producción de aceite de soja del se podría elaborar biodiesel. La deuda acumulada de dióxido de carbono sólo se podría compensar después de 319 años. Pero se acusó al estudio de subestimar la producción de aceite.
Para mejorar las estimaciones Holly Gibbs, de University of Wisconsin en Madison, ha estudiado diez cultivos diferentes en diversas partes del mundo. Calcula que la deuda de carbono, asumiendo un rendimiento optimista del 10% (siete veces superior al del etanol procedente del maíz) y teniendo en cuenta el consumo de fertilizantes y riego, tardaría 100 años en ser saldada.
La clave está en que los bosques y praderas contienen grandes cantidades de carbono almacenadas que son liberadas cuando son transformados en campos de cultivos, por lo tanto no hay manera de producir beneficios ecológicos a corto o medio plazo con este tipo de cultivos.
En el caso de que se haya arrasado la selva para plantar estos cultivos y luego se cambie de idea, el retorno a la selva primigenia, independientemente del balance de carbono, tampoco parece fácil. Marcia Marques y sus colaboradores de la Universidad Federal de Paraná han recopilado datos de campo sobre la recuperación de la selva brasileña. Según sus resultados ciertos aspectos del bosque primigenio se pueden recuperar después de sólo 64 años, pero la total recuperación necesita de 4000 años.
Algunas de las especies que van a pagar primero por el calentamiento global serán lo peces e invertebrados de aguas frías. Se calcula que para 2050 docenas de especies de estos seres no podrán migrar a aguas más frías y la pérdida de biodiversidad será considerable. La sustitución de las especies que se extingan por otras necesitará de millones de años.
El informe fue presentado por Daniel Pauly de University of British Columbia (Vancouver, Canadá) en el XI congreso internacional de arrecifes de coral.
Los peces pueden tolerar fluctuaciones de temperatura de unos pocos grados en los acuarios, pero en la Naturaleza una diferencia de un grado o dos puede ser determinante. De momento algunas especies lo pueden solucionar emigrando a aguas más frías según la temperatura aumenta en sus territorios tradicionales, pero en algunos casos esto no es posible y no podrán encontrar nichos adecuados.
El efecto para el ser humano será importante, porque muchas de estas especies tienen valor comercial. Calculan que unas 50 especies comerciales que viven en esas regiones se extinguirán hacia mediados de siglo. El cambio será tan rápido que las especies no tendrán tiempo de adaptarse a las nuevas condiciones, situación agravada por la escasa variabilidad genética que ya tienen sus poblaciones.
Se dan situaciones como en el Mar De Cortés. Allí la especie Totoaba macdonaldi, que ya está en peligro de extinción, no podrá escapar al norte y se extinguirá seguro. Algo similar pasará con muchas otras especies en el mar Mediterráneo y en otras partes del mundo. Aunque había otros estudios previos que afirmaban que los peces podían emigrar hacia los polos durante décadas, este estudio pone de relieve que esto no siempre es posible debido a las barreras geográficas.
Daniel Pauly, junto a Dirk Zeller, también se fija en el problema de la sobrepesca. Según sus resultados la idea que teníamos sobre este problema estaba equivocada por ser demasiado optimista, sobre todo en los trópicos, en donde parece ser que la situación es más dramática de lo pensado. En este caso también el impacto económico sobre las personas que viven de esta riqueza en las zonas afectadas va a ser muy grave.
El estudio se basa en la reconstrucción de datos procedentes de la FAO de entre 1950 y 2004. Parece ser que, en general, se reportan cifras de capturas pesqueras inferiores a las reales.
El problema se agrava cuando algunos países pobres dan licencias de pesca a barcos extranjeros de naciones desarrolladas, que disminuyen los recursos pesqueros de esas regiones, con lo que las poblaciones locales tienen cada vez menos posibilidades de vivir de este recurso. Problema exacerbado ahora por los altos precios de la comida.
Siguiendo en el mar, la noticia probablemente más triste se refiera a los corales. Un tercio de las especies de coral están ya en peligro de extinción. Esto representa siete veces el número de las que estaban en esa situación hace una década.
Los científicos predicen que a este ritmo habrá una extinción en masa de estos seres, que son los constructores de los más importantes y diversos ecosistemas de los océanos terrestres.
Las causas son múltiples: especies invasoras, pesticidas y fertilizantes agrícolas, acidificación por las emisiones de dióxido de carbono humanas…
Las situaciones más graves se dan el Caribe y el triángulo de coral del Pacífico oeste demarcado por Indonesia, Malasia y Filipinas.
Las únicas especies marinas que parecen prosperar son las medusas. Jacqueline Goy, del Instituto Ocenográfico de París, estudia este tipo de organismos, y según ella representan un buen indicador de que algo malo está pasando. Dos siglos de datos muestran que la población de medusas del Mediterráneo sube, permanece estable durante cuatro o seis años y luego declina. Sin embargo, 2008 va a ser el octavo año consecutivo con una población alta y estable de estos seres. El fenómeno ocurre en otros mares del mundo.
La razón de esta proliferación de medusas es la sobreexplotación de recursos pesqueros, que elimina a los atunes, tiburones o tortugas, que son algunos de sus predadores naturales. Por otro lado, salvo en raras ocasiones, las medusas no son consumidas por los humanos.
Lo malo de todo esto, además de representar un indicador ecológicamente negativo, es que estos seres pueden estar presentes en gran número en zonas de playa y los bañistas se pueden ver afectados por sus «picaduras».
Para aquellos que todavía no crean en la evidencia del calentamiento global podemos fijarnos en los últimos estudios llevados a cabo en tierra firme. Según un estudio publicado en Science las plantas de áreas montañosas emigran más hacia arriba de donde solían estar debido al calentamiento global. Recordemos que la temperatura disminuye según la altura, por tanto esta migración vendría dada por el aumento de temperatura.
El hecho se da en todos los continentes y no es un fenómeno aislado. Así por ejemplo en los Alpes y los Pirineos las especies han subido en promedio casi 19 metros. Han contabilizado que la gran mayoría de las 171 especies estudiadas experimentan este fenómeno.
Las plantas anuales de crecimiento y reproducción rápida son las que mejor se comportan, con una emigración rápida. Sin embargo, los árboles no puedan emigrar tan rápido y puede que no lo hagan a tiempo. Como éstos «se mueven» más despacio se está produciendo una segregación en los ecosistemas de montaña. Los expertos esperan extinciones entre los animales que viven en estos ecosistemas debido a este fenómeno.
Las noticias del Ártico no parecen tampoco buenas. Según científicos del National Center for Atmospheric Research, durante los procesos de pérdida rápida de hielo, como sucede ahora en el Ártico, la velocidad de aumento de la temperatura atmosférica en otoño se acelera. Llegan a esta conclusión gracias a un modelo climático, pero las medidas tomadas en Canadá, Alaska, Siberia y Groenlandia parece corroborarlo. Así, en 2007 el área cubierta por el hielo en la zona disminuyó un 30% respecto al promedio para ese época del año, y la temperatura en Canadá y Alaska subió 2 grados centígrados respecto al promedio 1978-2006. Estos expertos predicen que si a este fenómeno se le une el actual calentamiento en verano, se producirá la liberación de miles de millones de toneladas de dióxido de carbono y metano a la atmósfera procedente del permafrost ártico. Recordemos que estos gases producen efecto invernadero con lo que el calentamiento global se retroalimentaría a sí mismo.
De NOAA procede un informe sobre lo que, climatológicamente hablando, se nos viene encima por culpa del calentamiento global: sequías, inundaciones, fuertes huracanes y calor intenso. Esta agencia gubernamental liga estas consecuencias al cambio climático producido por los gases de invernadero de origen humano.
La sequías serán más frecuentes y las lluvias más escasas e intensas. Habrá días y noches de calor inusualmente intenso. Los huracanes serán más poderosos y la capa de hielo seguirá disminuyendo. Estas consecuencias dependen lógicamente de las distintas regiones que se consideren. Hay un informe completo en pdf de 909 páginas para todos aquellos que quieran saber sobre este tema en detalle.
Fuentes y referencias:
Noticia en Science sobre biocombustibles.
Artículo sobre regeneración de la selva.
Noticia en Science sobre migración de peces.
Noticia en Nature sobre sobrepesca.
Noticia en Science sobre los corales.
Noticia en Science sobre segregación vegetal.
Noticia en New Scientist sobre segregación vegetal.
Nota de prensa de UCAR.
Nota de prensa en NOAA.
Últimas noticias sobre medio ambiente.
Medio ambiente en NeoFronteras.
Nota editorial sobre medio ambiente.
5 Comentarios
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miércoles 16 julio, 2008 @ 2:51 am
Faltó agregar algo: El derretimiento del glaciar Perito Moreno en pleno invierno, que comenzó espectacularmente el 10 de julio de 2008, algo que fue tomado como «nueva atracción turística» y que sin embargo simboliza el avance alocado del calentamiento global, aunque oficialmente indiquen que no existe relación entre ambos fenómenos, es inevitable vincularlos. Hay que seguir difundiendo y difundiendo todo lo que se pueda, es lo único que tenemos para salvar aunque sea algo de la biosfera.
miércoles 16 julio, 2008 @ 9:50 pm
«Podríamos empezar sobre los biocombustibles de origen tropical. En ciertas partes de Asia se plantan palmas de aceite para la producción de biodiesel o caña de azucarera en otros lugares, pero según estudios recientes las supuestas bondades de esta fuente de energía son nulas y los beneficios en cuanto de emisiones de dióxido de carbono no merecen la pena.»
Esto se sabe desde el día que tuvieron la idea de semejante estupidez, la de subvencionar el biodiésel. La fotosíntesis es muy ineficiente en comparación con *cualquier* otra fuente de energía.
Lo del Perito Moreno rompe en invierno, pero no es por primera vez ni mucho menos y, además, tiene cada día más superficie.
Los mismos que están dando bombo y platillo a lo del glaciar ese fueron los que celebraron la subvención del biodiésel. No se cansan de meter la pata.
Listos estamos si tenemos que salvar nada con gente que se traga cualquier noticia falsificada.
No nos salvéis, por favor, que queremos sobrevivir.
jueves 17 julio, 2008 @ 12:36 am
Esperemos que por noticia falsificada no se refiera a las que colocamos en esta web.
jueves 17 julio, 2008 @ 1:06 pm
Lo del Perito Moreno es solo una suposición y lastimosamente nadie ha agregado una fuente de información responsable y especializada para poder respaldar la idea de que no es la primera vez que se «rompe» en invierno, porque todas las fuentes (tanto especializadas como no especializadas) afirman que es la primera vez que se «rompe» en invierno. Ahora se supone que nada tiene que ver con el calentamiento global tal fenómeno, pero ¿y porqué justo sucede esto con procesos atmosféricos atípicos en Sudamérica? Vamos a esperar los estudios, cierto, pero la sospecha está ahí.
viernes 18 julio, 2008 @ 7:14 pm
Dado que todos los estudios, sea por una causa o por otra, se muestran bastante escépticos respecto del futuro inmediato de nuestra especie lo único que procede es exclamar aquello de «Carpe diem». Fué bonito (o no tanto) mientras duró.