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Cómo la extinción de los dinosaurios cambió la evolución de las plantas.

Con la extinción de los grandes dinosaurios, hace 66 millones de años, los grandes herbívoros desaparecieron de la Tierra durante los siguientes 25 millones de años. Dado que las plantas y los animales herbívoros se influyen mutuamente, surge la pregunta de si esta larga ausencia y el posterior regreso de los llamados «megaherbívoros» afectó la evolución del mundo vegetal y cómo lo hizo.

Para responder a esta pregunta, un equipo de investigadores analizó tanto las palmeras actuales como sus fósiles. Los análisis genéticos permitieron a los investigadores rastrear el desarrollo evolutivo de las plantas durante y después de la ausencia de los megaherbívoros. Por lo tanto, primero confirmaron la suposición científica común de que muchas especies de palmeras en la época de los dinosaurios daban frutos grandes y sus troncos y hojas estaban cubiertos de espinas.

Sin embargo, el equipo de investigación encontró que la «velocidad evolutiva» con la que surgieron nuevas especies de palmeras con frutos pequeños disminuyó durante el periodo de desaparición de megaherbívoros, mientras que la velocidad evolutiva de aquellas con frutos grandes permaneció casi constante.

Sin embargo, el tamaño de los propios frutos también aumentó. Entonces, hubo palmeras con frutos grandes incluso después de la extinción de los dinosaurios. Aparentemente, los animales mucho más pequeños también podían comer frutas grandes y esparcir las semillas con sus excreciones.

«Por lo tanto, pudimos refutar la suposición científica anterior de que la presencia de grandes frutos de palma dependía exclusivamente de los megaherbívoros», dice el primer autor del estudio, dice Renske Onstein (iDiv y Universidad de Leipzig). «Por lo tanto, asumimos que la falta de influencia de los grandes herbívoros condujo a vegetaciones más densas en las que las plantas con semillas y frutos más grandes tenían una ventaja evolutiva».

Sin embargo, los rasgos de defensa de las plantas, como pueda ser las espinas, mostraron una imagen diferente: el número de especies de palmeras con rasgos de defensa disminuyó durante la ausencia de megaherbívoros.

«Los rasgos de defensa sin depredadores aparentemente ya no ofrecían ventajas evolutivas. Sin embargo, regresaron en la mayoría de las especies de palmeras cuando evolucionaron nuevos megaherbívoros, en contraste con los cambios en las frutas, que persistieron», dice Onstein.

Con su trabajo, los investigadores arrojan nueva luz sobre la evolución y la adaptación durante uno de los períodos más enigmáticos y únicos en la historia de la evolución de las plantas, durante y después de la extinción de los megaherbívoros. Comprender cómo las extinciones de megaherbívoros afectó a la evolución de las plantas en el pasado también puede ayudar a predecir futuros desarrollos ecológicos. Por ejemplo, los autores han notado la pérdida de ciertos rasgos durante la desaparición de los megaherbívoros. Esta pérdida puede afectar a funciones y procesos importantes del ecosistema, como la dispersión de semillas. La extinción en curso de animales grandes debido a la actividad humana y al cambio climático también puede afectar la variación de rasgos en las comunidades de plantas y ecosistemas hoy y en el futuro próximo.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: CC/Pixabay.