NeoFronteras

Entorno novedoso y memoria

Área: Psicología — domingo, 23 de octubre de 2022

Explorar un entorno nuevo mejora la memoria en personas jóvenes.

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Viajar a un país distinto, otra ciudad o incluso a un lugar nuevo de nuestra propia ciudad nos es gratificante. A esto se podría añadir un beneficio más: nos ayuda a aprender cosas nuevas.

Según Judith Schomaker, durante la preparación sus exámenes, un estudiante, en lugar encerrarse en su habitación o en la biblioteca, debería explorar entornos nuevos, un lugar en el que nunca haya estado antes como una ciudad completamente nueva, pues ello le ayudaría a aprender.

Esta investigadora, junto a Marit Ruitenberg y Valentin Baumann publica un estudio que sugiere que se aprender mejor después de haber explorado un nuevo entorno.

Sin embargo, para las personas mayores, este efecto ventajoso de la novedad no es tan acusado. Cuanto más mayor te haces, menos se beneficia tu memoria de un nuevo entorno. Ese hallazgo no es consistente con lo que otros investigadores propusieron previamente. Durante aproximadamente una década se sugirió que la memoria de la gente mayor mejoraba en entornos nuevos, pero el nuevo resultado muestra que en realidad no hay una mejora de la memoria en esa población mayor.

Schomaker y sus colegas descubrieron esto después de un experimento a gran escala durante NEMO Science Live. Era otoño de 2020, el museo estaba muy ocupado, pero todas las exposiciones estaban cerradas, por lo que muchas personas fueron al experimento de este grupo de investigadores. Esto les dio la oportunidad de encuestar exhaustivamente a más de cuatrocientos participantes de entre 8 y 67 años.

Les hicieron explorar un entorno de bosque virtual dos veces. La mitad caminó dos veces por el mismo entorno, la otra mitad visitó un nuevo lugar la segunda vez. Luego, los participantes fueron sometidos a una variedad de pruebas, incluida la memorización de una serie de palabras. Vieron que, especialmente los adolescentes y adultos jóvenes que habían visitado un nuevo entorno, recordaban mejor la lista de palabras.

Los rastreos de navegación individuales muestran que algunas personas abandonaron los caminos y usaron atajos a otros caminos. Estos datos se utilizaron para calcular una matriz de probabilidad que reflejaba la probabilidad de que cada uno de los lugares fuera visitado.

Además, se descubrió que esos participantes testarudos que se desviaron de los caminos virtuales trillados también recordaron mejor las palabras que los participantes que permanecieron en el camino asignado.

«Parece que hay un vínculo entre tu exploración, tu entropía itinerante y lo bien que eres capaz de recordar esas palabras. Por supuesto, también podría ser al revés, que las personas que son naturalmente exploratorias son mejores para aprender cosas nuevas», dice Schomaker.

Que las personas que exploraron un nuevo entorno la segunda vez recordaran mejor las palabras puede que se deba al sistema de dopamina, pues un nuevo entorno aumenta la dopamina, que se libera en el hipocampo, el área del cerebro relacionada con el aprendizaje, ya que la dopamina reduce el umbral de aprendizaje.

Los autores argumentan que, desde una perspectiva evolutiva, esto tiene sentido. En un entorno nuevo, tienes que analizar rápidamente el entorno: ¿dónde encuentro una recompensa, dónde está el peligro? De antemano, no sabes qué será relevante para ti, por lo que tampoco es sorprendente que ese efecto de aprendizaje se generalice a otros áreas.

Ahí, entonces, radica la posible razón por la cual este efecto beneficioso de la memoria fracasó en los ancianos, así como en los niños pequeños . En los ancianos, el sistema de dopamina está disminuyendo y en los niños ese sistema aún se está desarrollando, por lo que eso podría explicar por qué la novedad no tiene un efecto de refuerzo de la memoria en ellos.

Aún así, queda mucho margen para la investigación del seguimiento en esta área, incluso en los ancianos. «Hemos visto en investigaciones anteriores con animales que si enseñas a animales mayores después de un aprendizaje repetido, es decir, aprenden dos veces seguidas, recuerdan mejor la información nuevamente después y antes de la exposición a un nuevo entorno. El efecto todavía parece existir en ellos, pero tal vez los ancianos necesiten un poco más de estimulación para desencadenarlo», finaliza Schomaker.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Universidad de Leiden.

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3 Comentarios

  1. tomás:

    Según tengo entendido, en principio, podríamos decir que más dopamina, mejor aprendizaje y mejor memoria, aunque también hay que tener en cuenta la actividad de los receptores de este neurotransmisor.
    Pero no entiendo la última parte del décimo párrafo «… ya que la dopamina reduce el umbral de aprendizaje». Porque «umbral» es la parte más baja de algo. ¿Quiere decir que se precisa menos dopamina para el mismo resultado?
    Ruego a quien pueda ayudarme que lo haga. Mil gracias.

  2. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Si existe un umbral por encima del cual se aprende, si este umbral baja entonces se aprende más fácilmente.

  3. tomás:

    Muchas gracias, admirable Neo. Siendo como dices, parece que interpreté bien.

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