Sobre la fauna de Ediacara
Los primeros animales de la Tierra tenían un gusto particular sobre el lugar en donde vivían.
Sobre la Tierra, antes de la explosión del Cámbrico y hace aproximadamente 550 millones, aparecieron seres simples que desaparecieron por completo más tarde, no dejando ningún descendientes. Debido a esto es muy difícil saber sobre esta vida primitiva.
A esta fauna se le llama fauna de Ediacara porque se encontró por primera vez en la provincia australiana de Ediacara. Más tarde se descubrieron restos fósiles de este tipo de seres en otros lugares del mundo.
Estos animales no tenían patas u órganos que permitieran el movimiento, pero incluso así, una nueva investigación muestra que algunos de esos seres lograron ser exigentes con el lugar donde vivían.
Estas criaturas del Edicarense son animales de cuerpo blando de forma extraña que vivían en el mar. Los investigadores los han considerado durante mucho tiempo enigmáticos. Todavía se están resolviendo preguntas básicas sobre cómo vivían, cómo se reproducían y qué comían.
En este proyecto de investigación en particular, los investigadores se centraron en comprender en qué lugar del mar pasaban la vida los animales.
El mar antiguo también era un lugar en gran medida extraño en comparación con los entornos marinos actuales. Estaba dominado por una estera en el fondo del mar compuesta de bacterias y capas de otros materiales orgánicos. Además, los depredadores eran poco comunes.
Dada la naturaleza extraña de esta fauna, los investigadores se sorprendieron al encontrar un animal que vivía de manera muy parecida a como lo hacen los percebes en la actualidad. Un nuevo artículo de Paleobiología detalla cómo Obamus coronatus, llamado así por el ex presidente de los EEUU, optó por vivir en partes específicas del fondo del mar en compañía de otros Obamus.
El animal tenía un diámetro promedio de media pulgada y tenía la forma de una rosquilla con cintas en la parte superior, según afirma Phillip C. Boan (UC Riverside). No se movía por sí solo y probablemente pasó toda su vida incrustado en su lugar preferido en el fondo del mar.
«Pensamos que los animales más antiguos tal vez no fueran tan quisquillosos. Pero Obamus solo aparece donde hay una alfombra gruesa y esto es una forma bastante sofisticada de ganarse la vida con algo tan antiguo», dice Mary Droser (UC Riverside).
En 2018, el laboratorio de Droser nombró a Obamus en honor al presidente Barack Obama debido a la pasión que tiene por la ciencia. Su grupo lo descubrió en un sitio de fósiles extraordinariamente bien conservado en el interior de Australia, en lo que ahora se llama Parque Nacional Nilpena Ediacara.
Una serie de tormentas sepultó el lecho marino de Ediacara en Nilpena en capas de sedimentos, lo que ayudó a preservar las impresiones en arenisca de comunidades enteras de animales que vivían juntas allí. «De esta manera, podemos reconstruir ecosistemas completos. Mirarlos es como bucear en el fondo del mar antiguo, en lugar de mirar a un solo animal en una pecera», dice Droser.
Para este proyecto, el equipo de investigación seleccionó tres animales encontrados en cantidades relativamente grandes en Nilpena y examinó cómo estaban distribuidos geográficamente.
Los otros dos animales, Tribrachidium y Rugoconites, también son criaturas inmóviles sin descendencia moderna. Son trirradialmente simétricos, como el logotipo de Mercedes Benz y habrían vivido toda su vida incrustados en el fondo del mar, como lo hizo Obamus.
La distribución de estos otros dos animales fue variada. A veces se les puede encontrar viviendo en compañía de otros organismos como ellos, pero no en todos los casos. Sin embargo, Obamus mostró una clara preferencia.
Según Boan, este es realmente el primer ejemplo de una criatura ediacárica selectiva en cuanto al hábitat, el primer ejemplo de un animal macroscópico que hace esto. Sin embargo, todavía no se sabe cómo llegaban a donde querían vivir.
Este equipo de investigación sugiere que los Obamus probablemente estaban motivados por la necesidad de reproducirse. «Hay un número limitado de estrategias reproductivas, especialmente para animales como estos. Hay más estrategias hoy en día y ahora son más elaboradas. Pero las mismas que se usan hoy todavía se usaban hace 550 millones de años», dice Droser.
Es probable que Obamus se propagase a través de larvas selectivas que preferían lugares con una alfombra microbiana gruesa y cerca de otros Obamus. Los investigadores implicados no entienden del todo cómo se distribuyeron los descendientes de Obamus, pero creen poder afirmar que cuando elegían un lugar para vivir, este era muy específico.
Una comprensión más profunda de cómo se desarrolló la vida en la Tierra a lo largo del tiempo puede dar a los investigadores una idea de cómo podría desarrollarse la vida en otro planeta. Por esta razón, el laboratorio de Droser está financiado por el programa de Exobiología de la NASA.
«Esta es nuestra ventana a cómo se forma un ecosistema complejo. Solo tenemos la Tierra, y necesitamos usar cada parte de su historia cuando pensamos en la vida, incluso en el Cosmos», afirma Boan.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración de cabecera: Nobu Tamura
Foto: Mary Droser/UC Riverside.
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