Empatía y análisis racional
El pensamiento empático y analítico son, al menos hasta cierto punto, mutuamente excluyentes en el cerebro.
¿Cómo puede ser tan insensible el directivo de un banco o el presidente del consejo de administración al sufrimiento que pueden causar entre sus clientes o trabajadores cuando toman sus decisiones?
Un estudio muestra que incluso las mentes más inteligentes pueden ser seducidas por una historia sentimental. En esos casos cuando la parte del cerebro encargada de procesar las emociones toma el control suprime la parte dedicada al pensamiento analítico. También puede ocurrir al revés y que un directivo despida a parte de su plantilla aunque la empresa no presente pérdidas sin tener en cuenta el drama que pueden vivir los que son despedidos. En este caso sería la parte fría y analítica de su cerebro la que tomaría el control y reduciría la habilidad de apreciar el coste humano de sus acciones. (leer más…)