Consiguen visualizar los orbitales atómicos de átomos de hidrógeno excitados.
Cuando se es estudiante a veces se requiere ciertas dosis de fe, pues el alumno no puede repetir cada uno de los experimentos que han llevado a las diversas teorías científicas. En el laboratorio puede realizar parte de esos experimentos, generalmente los más sencillos, pero no los más complicados.
Al final el estudiante tiene que terminar creyendo en la buena fe de la comunidad científica y admitir que los átomos, por ejemplo, existen.
Cuando se propuso la teoría del átomo probablemente nunca se pensó que en algún momento los pudiéramos ver. La existencia de los átomos era inferida a partir de los experimentos de Química. Saber sobre su estructura fue más complicado pues requirió lanzar partículas alfa y contabilizar las que rebotaban, aquellas que habían chocando contra un núcleo de oro. (leer más…)