NeoFronteras

Por primera vez se ha conseguido demostrar que existe una predisposición molecular en algunos individuos que les hacen estar predispuestos a que les encante el chocolate, frente a otros individuos que les es indiferente.

El estudio ha sido realizado por científicos británicos y suizos, y añade consistencia a un nuevo campo emergente de la biomedicina que clasifica a los individuos en diversos tipos metabólicos. Estos tipos pueden usarse para diseñar a medida dietas más sanas y adecuadas según las necesidades individuales.
Sunil Kochhar, del centro de investigación de Nestlé en Suiza, y sus colaboradores estudiaron a 22 voluntarios varones (para evitar variaciones metabólicas ligadas al ciclo menstrual no se utilizaron mujeres en el estudio) . La mitad de estos voluntarios se autoclasificaron como amantes del chocolate, mientras que la otra mitad se consideraban indiferentes al producto. En un estudio clínico bajo control se les dio de comer chocolate o un placebo durante por un periodo de cinco días mientras que se les tomaban muestras de sangre y orina que eran analizadas.
Los amantes del chocolate tenían un perfil metabólico que incluía bajo nivel del colesterol LDL (el llamado colesterol «malo») y unos niveles marginalmente elevados de albúmina, que es una proteína que se supone tiene efectos beneficiosos sobre el organismo. Los amantes del chocolate tenían este perfil incluso cuando no se les dio chocolate, es decir, cuando se les administró el placebo.
Además los científicos se dieron cuenta que la actividad de la microflora en el aparato digestivo (la comunidad de microorganismos que viven dentro de nosotros) de los amantes del chocolate era distinta de la de los otros.
Según los científicos implicados en el estudio puede ser que las preferencias alimentarias estén preprogramadas en nuestro sistema metabólico de tal manera que el cuerpo está en consonancia con una determinada dieta.
Se sabe de individuos con dietas ricas en carne y carbohidratos que permanecen sanos, mientras que otros con la misma dieta terminan con problemas de salud. Conocer nuestro perfil metabólico puede abrir las puertas a nuevos tratamientos y dietas que se ajusten a tipo metabólico de cada uno para así llevar una vida más saludable.
Los científicos saben desde hace tiempo que el estatus metabólico y las preferencias respecto a la comida pueden variar de persona a persona y entre diferentes culturas. El reciente estudio de la estructura y caracterización de conjuntos de completos de proteínas expresadas por nuestros genes ha permitido a los investigadores ganar un conocimiento más profundo de los cambios metabólicos que suceden cuando digerimos la comida.
Toda esta información metabólica puede ser usada para mejorar la salud y ahora es cuando ha empezado a explotarse.
Según Kochhar, en un futuro, a partir de unos análisis de sangre y orina se podrá saber el tipo metabólico del individuo, pero aún se necesitarán como mínimo cinco años de estudio hasta que los estos análisis sean fiables.
Se espera incluir a mujeres en futuros estudios de este tipo de estudios. Se espera que gracias estas pruebas se puedan identificar además biomarcadores que estén relacionados con los supuestos beneficios del chocolate y otros productos.
¿Y a usted, le gusta el chocolate? ¿Tiene el colesterol alto?

Fuente: American Chemical Society.