La gripe es más contagiosa con frío y sequedad ambiental
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Un estudio con conejillos de indias pone de manifiesto el efecto de la temperatura y la humedad en el contagio de la gripe.
Todo el mundo ha podido comprobar que es más fácil tener gripe en invierno que en verano. Los expertos nos habían dicho que en invierno la gente se reúne en recintos cerrados y que así se facilita el contagio de esta enfermedad. Otros expertos han culpado al sistema inmunitario que se debilitaría en invierno. Sin embargo la sabiduría popular nos decía que era mejor estar calentitos, en lugar de sufrir bajas temperaturas, si queríamos tener menos posibilidades de contagiarnos. Ahora parece ser que una investigación sobre la gripe da la razón al sentido común: la gripe se contagia más en ambientes fríos y secos.
Parece ser que el virus de la gripe es más contagioso en determinadas condiciones ambientales como baja humedad y temperatura, mientras que por encima de cierta temperatura y humedad es muy poco contagioso. Este resultado puede ayudar a desarrollar estrategias que dificulten la transmisión de la enfermedad.
Peter Palese y sus colaboradores del Mount Sinai School of Medicine en Nueva York han realizado un estudio sobre cómo afecta la temperatura y la humedad a la transmisión de la gripe en conejillos de indias y publican sus resultados en PLoS.
En una serie de experimentos los investigadores colocaron las jaulas de algunos de estos animales contagiados con el virus de la gripe humana cerca de las jaulas de otros conejillos de indias sanos. Controlaron las condiciones de humedad y temperatura y midieron la tasa de contagio para determinados valores en los parámetros.
Manteniendo la temperatura constante y cambiando la humedad encontraron que a una humedad relativa del aire del 20% al 35% (ambiente más bien seco) la transmisión de la enfermedad era máxima, con un contagio del 75% al 100% entre los animales. La tasa de contagio fue muy baja a un 50% de humedad y nula cuando ésta se situaba por encima del 80%.
Por otro lado la máxima tasa de transmisión de la enfermedad a humedad constante se dio a 5 grados centígrados de temperatura, mientras que el contagio cesaba por encima de los 30 grados.
Este experimento ofrece una explicación de por qué en invierno se producen más contagios de gripe en latitudes templadas, ya que las temperaturas son más bajas en esas fechas. También explica por qué el contagio de esta enfermedad en los países tropicales (donde la temperatura nunca es muy baja) sigue un ciclo que depende de si hay o no estación de lluvias, es decir si hay más o menos humedad en el ambiente.
El descubrimiento debe de confirmarse en personas, aunque en este caso el control de las condiciones en el laboratorio y la heterogeneidad fisiológica dificultan dicho estudio.
Los investigadores especulan que a bajas temperaturas la mucosa nasal se ve afectada y la mucosidad se espesa. Los cilios, que se encargan de la limpieza de esa zona, verían su trabajo dificultado debido a ese fenómeno.
El efecto de la alta temperatura se debería a que las partículas de virus se inactivarían más rápidamente en el ambiente que a una temperatura baja.
El efecto de la humedad se podría deber, según los investigadores, a varios fenómenos. El primero, que los investigadores creen que contribuye poco, se debería a que el aire seco afectaría la mucosa facilitando la infección. El segundo se debería a la estabilidad de las partículas de virus en aerosol y ya propuesto en otras investigaciones. Y el tercero, que consideran importante, se debería a que en ambiente seco la gotitas cargadas de virus que exhalamos se evaporaría pronto permitiendo al residuo alcanzar mayores distancias de vuelo, mientras que a alta humedad la gotitas se agregarían con las presentes en la humedad ambiente, ganarían masa y caerían más fácilmente.
Estos resultados podrían aplicarse al control de humedad y temperatura de edificios para dificultar la transmisión de la gripe, quizás incluso en hospitales. Aunque en este caso hay que tener cuidado porque la alta humedad y temperatura puede favorecer a otros patógenos, como la bacteria de la legionela. Y es que, como siempre, no se puede tener todo.
Y usted, ¿se ha vacunado ya?
Fuentes y referencias: Influenza Virus Transmission Is Dependent on Relative Humidity and Temperature
5 Comentarios
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viernes 26 octubre, 2007 @ 1:11 am
Son muy buenos estos experimentos en los que se comprueba experimentalmente algún conocimiento popular: si hace frío y está seco, en estas latitudes, suelen darse dos verdades como puños, es invierno y te vas a resfriar. Ahora sabemos que los conejillos de indias piensan lo mismo.
Quizás hecho de menos que se hubieran atrevido a testar algunas de sus hipótesis sobre el porqué ésto es así. Supongo que todo se andará.
Y hay una parte del primer párrafo que me ha intrigado: «Otros expertos han culpado al sistema inmunitario que se debilitaría en invierno». ¿Se ha investigado sobre ello? Creo que podría ser un tema interesante. ¿A qué temperatura está el umbral de infección? ¿Por qué los esquimales no se resfrían?
Por cierto, en el caso de la humedad también podría ser que a altas humedades, las gotas que portan partículas víricas estuvieran «más disueltas» en el resto, con lo que entrarían menos de ellas en cada inhalación. ¿Estoy diciendo una tontería?
Demasiadas preguntas para un solo comentario.
Por último, felicitarte (¿felicitaros?) por el blog. Muy riguroso y altamente actualizado. Un placer.
Salva
viernes 26 octubre, 2007 @ 2:23 am
Se hace una revisión de las teorías anteriores en la introducción del artículo original del enlace del final. En esta introducción se mencionan 6 trabajos previos (de la referencia 4 a la 10), de los muchos que debe de haber, entre las cuales está las fluctuaciones en el sistema inmunitario (número 5).
Por otro lado muchas gracias por sus palabras.
miércoles 31 octubre, 2007 @ 11:42 am
Para Salva:
Creo que los esquimales no se resfrían porque el frío mata a los microorganismos que pudieran salir en contacto con el aire.
Sabiduría popular:
No será la primera vez que los «expertos» se la envainan ante la cultura popular (hasta hay un estudio que demuestra -si esto es posible- que el caldo de pollo reduce los síntomas del resfriado).
El caso de la fitoterapia es otro caso similar.
Saludos!
lunes 17 diciembre, 2007 @ 11:33 pm
Esto únicamente muestra que bajo esas condiciones especificas es posible acelerar el proceso de contagio, aunque no se ha realizado el experimento en personas con muestras que nos permitan inferir el comportamiento vírico en una población más general, con la posibilidad de discrepar con la mayoría de las personas seria conveniente exponer que un sujeto aislado solo en un cuarto con las condiciones de humedad y temperatura descritas en el experimento anterior no presentaría síntomas de infección pues esto solo permite el contagio de una fuente a un portador y no su aparición, es recomendable expresar esta condición pues la población en general piensa que si se expone al viento se contagia o si se expone al frío. Agradezco cualquier observación al comentario expresado.
martes 18 diciembre, 2007 @ 8:38 pm
Obviamente una persona aislada de otras personas o animales no se contagiaría aunque hiciera mucho frío. Para el contagio se necesita la presencia de partículas víricas.
Otro tipo de microorganismos pueden permanecer en letargo en dentro del cuerpo humano. y la exposición a unas condiciones climatológicas adversas pueden darles la oportunidad de provocar la infección al bajar las defensas del cuerpo.