Hormigas parasitadas parecen bayas silvestres
Un parásito recientemente descubierto transforma de una manera dramática a su anfitrión, una hormiga, que termina pareciéndose a una baya silvestre de la región para que así sea comida por los pájaros.
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Cuando un nematodo parásito infecta la hormiga Cephalotes atratus, su abdomen, que normalmente es negro, se torna rojo imitando las bayas royas que se dan en el bosque tropical. Según los investigadores esta estrategia desarrollada por los nematodos hace que los pájaros, confundidos, se coman las hormigas y el parásito pueda así completar su ciclo vital. Es la primera vez que se informa de un mimetismo frutal inducido por un parásito.
Presumiblemente este sistema ha surgido evolutivamente para que las hormigas sean comidas por los pájaros, que normalmente las encuentran desagradables de comer, y así puedan terminar en el tracto digestivo de los mismos. De este modo los pájaros propagan al parásito a través de sus heces y así los nematodos pueden seguir infectando. Los excrementos de los pájaros, que normalmente consiste en semillas y trozos de insectos, son recogidos por otras hormigas y éstas los utilizan inconscientemente para alimentar a las crías, que terminan infectándose con el nematodo.
Este ciclo vital se da en el dosel vegetal del bosque tropical centroamericano y ciertas regiones de la selva del Amazonas, donde estas especies viven. Allí numerosas plantas producen pequeñas bayas de color rojo que son el alimento habitual de los pájaros.
La investigación, llevada a término por Robert Dudley de la Universidad de California en Berkeley y colaboradores, se publicará en The American Naturalist.
Los autores consideran sorprendente que algo tan simple como un nematodo sea capaz de manipular la morfología exterior de su anfitrión de una manera tan convincente como para que un animal tan listo como un pájaro lo confunda con una baya roja y jugosa y así se facilite la transmisión del nematodo.
Obviamente el nematodo no ha planeado este tipo estrategia. La evolución, mediante la selección natural, ha ido escogiendo a los nematodos con el mejor éxito reproductivo hasta conseguir nematodos que alteran de esta manera la fisiología de la hormiga.
Los investigadores descubrieron este comportamiento al estudiar a esta especie de hormiga (Cephalotes atratus) que ya de por sí era bastante interesante. El interés sobre esta hormiga residía en que es capaz de planear de un árbol al tronco de otro evitando así andar por el suelo de la selva.
En un principio creyeron que los individuos de abdomen rojo eran miembros de una especie distinta. Hace unos años, cuando encontraron algunos miembros de las colonias con el abdomen rojo los llevaron al laboratorio descubriendo que estaban llenos de huevos de nematodo.
Al ver que el abdomen de las hormigas se parecía mucho a las bayas silvestres los investigadores sospecharon que el nematodo había encontrado una manera única de garantizar su transmisión del anfitrión insecto al anfitrión ave. Necesitaron de varios años para demostrar esta hipótesis.
Las colonias de Cephalotes cuentan con cientos o miles de miembros y según sus averiguaciones el 5% en promedio de los miembros están infectados por el nematodo.
Las hormigas infectadas no sólo cambian su abdomen de color negro a uno rojo brillante, además lo mantienen en una posición elevada, y como las hormigas también están debilitadas a los pájaros les es muy fácil comérselas. Los pájaros no suelen comer hormigas ya que están fuertemente armadas y tienen sustancias químicas defensivas de muy mal sabor.
Los pájaros no se infectan con el parásito. Éstos son sólo un mero vehículo para transportar los huevos del parásito y propagarlos más ampliamente a través de sus heces. Las hormigas se infectan con el nematodo cuando las hormigas adultas recogen el contenido de las heces de los pájaros y lo utilizan como alimento para las larvas. Después del estadio de pupa las hormigas se hacen adultas y las hembras de nematodo incuban sus huevos en su interior alterando a la hormiga de algún modo. Entonces los huevos del nematodo maduran y a la hormiga que los contienen se le transforma el abdomen, haciendo que se parezca a las bayas justo cuando la hormiga empieza a forrajear por el exterior de la hormiguero. De esta manera queda ya montando el escenario para que los pájaros se la coma al confundirla con una baya.
Esto es un gran ejemplo de cómo de compleja puede ser la interacción entre un parásito y su anfitrión, y cómo pueden coevolucionar juntos.
Fuentes y referencias:
Nota de prensa en Universidad de California en Berkeley.
1 Comentario
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jueves 20 marzo, 2008 @ 12:45 am
Miren esto. Aunque cada ejemplo biológico es un mundo quizás se pueda vislumbrar un mecanismo común: los virus como transportadores de secuencias genéticas. En este caso secuencias de genes «homeobox».
Los Virus: el motor de la Coevolución entre Plantas e Insectos.
http://metcoevolucion.blogspot.com/2008/03/los-virus-el-motor-de-la-coevolucin.html