NeoFronteras

Formación de carcinógenos en el humo de tercera mano

Área: Medicina — lunes, 15 de febrero de 2010

El humo del tabaco, una vez impregna las paredes, mobiliario o ropa, sufre cambios químicos al reaccionar con otros contaminantes produciendo aún más carcinógenos.

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El “humo de tercera mano” parece aún más peligroso de lo que se creía. En una serie de experimentos realizados en Berkeley Lab. En superficies de celulosa contaminadas con residuos de nicotina procedentes de humo de tabaco se ha encontrado que la presencia de algunos carcinógenos se multiplica por 10 después de una exposición de tres horas a los contaminantes del medio.
La nicotina procedente del humo del tabaco se pega a virtualmente a cualquier superficie y permanece allí mucho tiempo después de que el cigarrillo que originase el humo se haya apagado. Impregna los suelos, paredes, moqueta, muebles o alfombras durante semanas o meses (e incluso la ropa y piel humana). Además reacciona con los contaminantes que hay en interiores y exteriores, principalmente con el ácido nitroso, produciendo potentes carcinógenos como las nitrosaminas específicas del tabaco o TSNAs en sus siglas en inglés.
Según Hugo Destaillats, investigador del Berkeley Lab, las TSNAs están entre los agentes carcinógenos más amplios y potentes presentes tanto en el tabaco sin quemar como en el humo de tabaco.
Este investigador y sus colaboradores realizaron experimentos en los que se usó celulosa como modelo de superficie interior de una casa y se expuso a ésta al humo de tabaco. Al cabo de tres horas comprobaron que los niveles de TSNAs se habían multiplicado por diez respecto a la cantidad originalmente presente. En el ambiente del experimento se había introducido ácido nitroso en una concentración de 60 partes por mil millones en volumen, que es aproximadamente la cantidad alta aunque razonable que se puede encontrar en interiores. La fuente en interiores de este compuesto son las instalaciones de gas mal ventiladas y en exteriores los vehículos con motores de explosión interna. A veces pueden darse filtraciones de este compuesto en la cabina de camiones o en el interior de otros vehículos.
Los TSNAa están ausentes del humo recién emitido por el tabaco, aunque éste contiene otras nitrosaminas como NNA. También se encontró que, debido al mecanismo antes descrito, se formaba NNN y NNK, que también son potentes carcinógenos.
Según estos investigadores el humo de tercera mano representa un peligro importante para la salud a través de la exposición dérmica, polvo, inhalación e ingestión. En particular sería especialmente peligroso para los niños pequeños debido a sus especiales hábitos de comportamiento.
El estudio sostiene que ventilar abriendo la ventana de la habitación en la que se está fumando no elimina el peligro del humo de tercera mano. Tampoco fumar en exteriores es una mejora, según uno de los coautores. La razón es que los fumadores que salen fuera a fumar traen al interior los residuos de nicotina en la piel y en su ropa una vez han terminado de fumar. Una vez en el interior empiezan a formarse compuestos del tipo TSNA.
Los peligros del humo de segunda mano se han documentado muy bien. Entre sus consecuencias están las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, enfermedades pulmonares y defectos de nacimiento. Sin embargo, sólo recientemente las autoridades son conscientes de la amenaza que esto supone.
Cualquiera que haya entrado en una habitación, vehículo o ascensor donde haya fumado alguien sabe que el olor persiste durante mucho tiempo. Aunque los científicos eran conscientes de que los componentes volátiles del tabaco impregnaban las superficies y que finalmente podrían reaccionar con el ambiente, este estudio es el primero que cuantifica la reacción de estos compuestos con el ácido nitroso del ambiente.
El trabajo también se aplica a los cigarrillos electrónicos, que consisten en tubitos en los que se vaporiza eléctricamente una disolución de nicotina. Se supone que proporcionan una experiencia similar a la de fumar sin que produzcan cáncer. Además, como no hay combustión los usuarios de este tipo de dispositivos pueden saltarse las restricciones impuestas por las leyes. Igual que en los cigarrillos normales los residuos de nicotina expuestos al ambiente producen los mismos componentes cancerígenos.
Según Kamlesh Asotra, del University of California’s Tobacco-Related Disease Research Program, este estudio podría ser sólo la punta del iceberg.
En el artículo publicado por estos científicos se sugieren varias medidas a tomar para reducir este peligro. Además de implementar ambientes 100% libres de humos en lugares públicos, sugieren la autorestricción del uso del automóvil en áreas residenciales. Y en los edificios en donde se haya fumado aconsejan reemplazar moquetas, cubiertas de paredes y el mobiliario contaminado.
Estos investigadores están ahora estudiando la estabilidad a largo plazo de las TSNAs producidas en interiores mediante este proceso. Además, intentan estudiar la química que hay detrás de la formación de estos compuestos.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3009

Fuentes y referencias:
Nota de prensa de Berkeley Lab.
Artículo origoinal en PNAS (resumen).
Ilustración de cabecera: máquina empleada en la investigación. Fuente: Roy Kaltschmidt, Berkeley Lab Public Affairs.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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9 Comentarios

  1. tomás:

    Por fin alguien se da cuenta de que respirar el aire de las ciudades, contaminado por el humo de los vehículos, ha de ser tan perjudicial -o al menos comparable- a fumar o a respirar los humos de segunda mano. ¿Cuales son los de tercera?

  2. Fantomo:

    Sin afán de ofender…Pero ya es ridículo el grado de paranoia al que se llega.
    Sí, sí, fumar es malo (niños, no lo hagan).

    «reemplazar moquetas, cubiertas de paredes y el mobiliario contaminado»

    Ok, esto roza los límites de la locura…Mueren más personas atropelladas, que del tabaco y no hay campañas en la TV en favor de la eliminación del auto (yo sí estoy a favor de eso…¿Les gusta su auto? Con gusto les prohibiría usarlo!).

  3. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    El humo de tercera mano se refiere a los residuos que deja el humo de tabaco sobre las superficies. Aunque a raíz de este estudio se podría decir que es la combinación de los residuos de tabaco y la contaminación ambiental.

  4. Paul Adagio:

    Pero como es que esto se aplica a los cigarrillos electrónicos si el estudio se hizo con cigarros de tabaco? El humo y el vapor son muy diferentes, además la cantidad de nicotina que libera un cigarrillo electrónico es 10 veces menos que la de un cigarro de tabaco y la mayoría de esta entra en el cuerpo del usuario y sale solo una cantidad extremadamente mínima al ambiente.

    Yo creo que para saber si esto aplica también a los cigarrillos electrónicos se tendría que repetir el estudio pero con cigarrillos electrónicos, si no lo hacen así entonces son meras conjeturas.

  5. tomás:

    Gracias, Neo, por tu respuesta. Es que en mis lejanos tiempos de estudiante, cuando convivía con tres o cuatro compañeros en el hogar de una «patrona», siendo escaso el dinero, el tabaco sobrante de las colillas iba a parar a un bote bien tapado porque no imagines cómo olía. De allí, con el auxilio del papel de fumar, obteníamos nuevos cigarrillos, cuyas colillas también se guardaban de modo que, a fin de curso, la concentración de aquel tabaco podía ser de una potencia inimaginable. Eso sí, completamente aséptico: ninguna bacteria, ni siquiera virus, podría haber sobrevivido. Esa era la teoría que manejábamos para consolarnos.
    ¡Menos mal que sólo se utilizaba en casos de extrema necesidad! Lo que pasa es que tales extremidades eran muy frecuentes. Lo de tercera mano, para nosotros, habría de ser inofensivo.

  6. RicardM:

    Apreciado Fantomo (02). Coincido en quizá sea excesivo «reemplazar moquetas, cubiertas de paredes y el mobiliario contaminado» a menos que sean destinados para uso infantil, pero discrepo sobre el comentario posterior. Los riesgos se suman, no son mutuamente excluyentes. Aunque fuera cierto que muere más gente atropellada que por tabaquismo (cosa que yo, sinceramente, dudo mucho) los que vamos en automóvil o andando por la calle TAMBIEN nos exponemos al humo del tabaco (ya sea de primera, segunda, o enésima mano). El meollo de la cuestión reside en el análisis riesgo versus beneficio. En el caso del humo de tercera mano, el riesgo parece pequeño en relación a las medidas de prevención que se proponen. En cambio, las campañas antitabaco están enfocadas a un riesgo mucho mayor y, por tanto, sí son adecuadas.

    Amigo Tomás, todos de jóvenes hemos hecho burradas (no cuento las mias…) porque es la edad de hacerlas. Lo malo es continuar haciéndolas cuando pasas del medio siglo. Hace unos veinte años que dejé de fumar y todavía me faltan diez para que el riesgo asociado al tabaquismo sea el mismo que el de un no-fumador (espero cumplir unos cuantos mas…).

    Saludos cordiales

  7. Fantomo:

    @RicardM

    Mi intención es solamente subrayar el fanatismo con que se ataca al fumado como los más malo-feo-enemigo-caca de este mundo…

    El mundo desarrollado duerme tranquilo y está a salvo mientras en miles de lugares niños mueren de hambre…Eso ni les quita el apetito, pero que un fumador fume en espacio público ¡Por el MONESVOL! ¡Crucifíquenlo!

    Yo asumo como realidad que el alcohol es mucho más peligroso que el cigarro…No destroza los pulmones, si no las familias y las vidas; pero esto es secundario porque el tabaco es del diablo.

    Con un poco de moralina van a justificar esta cruzada en busca de su enemigo humeante, pero lo cierto es que miles de actitudes más son igual de peligrosas o hasta más, que el cigarro mismo.

    Es cierto, se han unido todos a esta nueva religión…Al peor estilo dogmático.

    Niños, no fumen, es malo, punto.

  8. tomás:

    Muy estimado RicardM: Buena noticia me das, pues llevo 34, pero cuando llevaba unos 17 sin fumar hubieron de operarme de la rodilla por los cruzados y algo más y en la preparación, tras ver las radiografías me preguntaron que si fumaba, como si fuese una deducción.
    No sé si es pregunta común para dárselas de listos, pero me consta que esto del tabaco ha de ser mucho peor de lo que pensamos. Y tengo poderosas razones para pensar mal. El «enganche » que produce es tremendo. Hasta no hace muchos años, quizá 5, aún soñaba que fumaba y que podía dejarlo cuando quisiera. Pero sólo yo sé cuanto me costó. Probé todo método y se me ocurrieron unos trucos que, simultaneados, me hicieron conseguirlo. La fuerza de voluntad, resultó inútil. Si a alguien le interesan con gusto se los revelaré.
    Un abrazo.

  9. RicardM:

    Amigo Tomàs, por si le puede ser de utilidad a alguien. Yo dejé de fumar con el método Camilo Jose Cela: de un dia para otro y para siempre. Concretamente el dia 1 de octubre de 1994 dejé una cajetilla entera en un cajón como testimmonio de mi decisión y sólo la abrí unos 5 años después para enseñarle a mi hijo qué era fumar. Todavía conservo la misma cajetilla en el mismo cajón. Mi hijo tiene ahora 26 años y no fuma, pero yo (igual que tu) todavía sueño que fumo y lo paso muy mal.

    Yo siempre digo que para dejar de fumar hay que dejar de fumar.

    Saludos cordiales (y perdón por el off-topic).

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