Calentamiento no tan malo
La selva tropical de cierta parte del mundo se diversificó durante el máximo térmico de hace 60 millones de años en lugar de sufrir extinciones.
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Hace unos 60 millones de años el bosque tropical sufrió una temperatura que era de 3 a 5 grados centígrados superior a la que tienen que tiene que soportar en la actualidad las plantas que lo pueblan, mientras que el nivel de dióxido de carbono era 2,5 superior al actual. Carlos Jaramillo, del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI), y sus colaboradores dicen que, pese a todo, el bosque tropical de la época prosperó igualmente y contenía una gran biodiversidad.
La mayoría de los científicos asume que los niveles de dióxido que estamos alcanzando por culpa de nuestras emisiones (y que aumentan el efecto invernadero) tendrán un coste alto para las plantas, éstas serán incapaces de adaptarse a las nuevas condiciones más cálidas y desaparecerán. En el caso del bosque tropical el factor probablemente más importante serán las sequías provocadas por este cambio climático, que finalmente provocará una extinción de las plantas que lo forman.
Hacia finales de siglo se espera que la temperatura de los bosques tropicales se eleve en 3 grados. Según ya dijo el año pasado Joe Wright, también del STRI, el mundo actual se aproxima a un escenario nuevo y no sabemos cómo reaccionarán las especies al cambio climático actual. El grupo de Jaramillo ha intentado ver qué es lo que pasó en el pasado en circunstancias similares. Al parecer, al bosque tropical no le fue tan mal como nos habíamos imaginado.
Este grupo de investigadores se puso a estudiar los granos de polen atrapados en rocas procedentes de Colombia y Venezuela que se formaron durante el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno de hace 56,3 millones de años. Entonces el mundo se calentó de 3 a 5 grados centígrados y los niveles de dióxido de carbono se doblaron en 10.000 años. Estas condiciones duraron 200.000 años.
Analizando estos granos de polen se puede saber qué plantas había en la época y en definitiva se puede inferir la biodiversidad y los procesos de extinción y evolución de la época.
Contrariamente a lo que se suponía, en cuanto al daño que este evento causó al bosque tropical, los datos indican que la diversidad aumentó rápidamente durante este periodo de tiempo. Nuevas plantas evolucionaron más rápido y algunas plantas antiguas se extinguieron. Así por ejemplo, la familia de las pasifloras apareció por primera vez durante esta época.
Por tanto, según una primera aproximación, unas condiciones un poco más cálidas no provocan un desastre sobre la biodiversidad, sino todo lo contrario. Estos investigadores encontraron lo opuesto a lo que esperaban. Así que un mayor nivel de dióxido de carbono y una mayor temperatura puede espolear la biodiversidad tropical.
Según opina Jaramillo, si no hubiera deforestación la selva puede que pudiera soportar el cambio climático.
Aunque estos resultados sugieren que el bosque tropical no sufrió en general durante este periodo, eso no significa que ese mismo escenario se dé ahora. Los supuestos beneficios del dióxido de carbono y la temperatura pueden verse contrarrestados por otros factores.
Según Kalus Winter, también del STRI, hay mucha preocupación sobre el efecto del cambio climático sobre los bosques tropicales actuales, pero “estos escenarios de horror probablemente tienen alguna validez si el aumento de temperatura da lugar a sequías más severas y frecuentes, tal y como sugieren las actuales predicciones para escenarios similares”.
Según indica esta investigación, los niveles de humedad no decrecieron significativamente durante este evento y los regímenes de lluvia se mantuvieron. No está claro que esto mismo se mantenga en la actualidad, más bien parece todo lo contrario y, por ejemplo, la selva del Amazonas sufre cada año sequías más intensas.
Que los niveles de dióxido de carbono se doblen en 10.000 años no es lo mismo que lo hagan en 100. Hay dos órdenes de magnitud de diferencia. La velocidad de cambio actual es mucho mayor que la del máximo térmico y las plantas no tienen tiempo de adaptarse o evolucionar hacia nuevas especies. Además, la selva tropical afecta al propio clima y se retroalimentan el uno al otro, quizás una evolución más pausada permita mantener el régimen de lluvias.
Además, otros expertos, como Guy Harrington de University of Birmingham (RU), ponen el énfasis en otro factor. Que las plantas de la selva se adapten no significa que lo hagan otras a otras latitudes. El estudio de fósiles de ese periodo que ha efectuado Harrington en Norteamérica indica que allí las plantas simplemente se extinguieron.
Según Matthew Huber, de Purdue University en West Lafayette, los resultados de Jaramillo puede que no se apliquen a todo el trópico, ya que las muestras procedían solamente de la parte norte de Sudamérica. Según sugieren los modelos, la parte central (actual Brasil) tendría condiciones mucho más duras. Matthew Huber predice que cuando se analicen muestras de esa región los resultados serán distintos.
Los científicos del STRI trabajan en más de 40 países del mundo realizando un seguimiento global de los bosques para así evaluar escenarios que permitan predecir los efectos del cambio climático y otros procesos a gran escala sobre el bosque tropical. Ya veremos lo que nos cuentan en el futuro, pero probablemente no sea bueno. Independientemente del cambio climático, la selva tropical y los bosques en general son destruidos de manera directa por la acción humana. Algo que puede ser vigilado por cualquiera a través de Google Maps. Es posible que en 20 años hayan desaparecido todos los bosques de la Tierra. A partir de ese momento, la temperatura que se pueda alcanzar allí 70 años después será totalmente irrelevante.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3301
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
12 Comentarios
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miércoles 17 noviembre, 2010 @ 9:39 pm
Los daños del calentamiento global no dejan de ser una proyección de pronósticos meteorológicos a largo plazo, que pueden tener un porcentaje muy grande de error.
Los desastres ecológicos como desforestación por culpa de la soja y la ganadería, los ríos, mares y suelos contaminados por culpa de la acción del hombre, la contaminación urbana, son una realidad actual y concreta.
Creo que atacar estos últimos problemas deben ser nuestra prioridad, ya que los recursos son siempre escasos y deben ser utilizados en forma eficiente.
viernes 19 noviembre, 2010 @ 6:39 pm
Precisamente hoy he leído una entrevista con David Attenborough.Le preguntaba el periodista si el cambio climático era el principal problema con el que nos enfrentamos.He aquí su respuesta:» No.El cambio climático está determinado por el crecimiento desorbitado de la especie humana.En estos momentos, la población mundial es TRES veces superior a la que había cuando yo empecé a trabajar (nació Attenborough en 1926).Y esa gente quiere un trabajo,una casa, comida,tiene unas necesidades que cubrir.Dentro de diez años la situación será peor todavía.Hay que hacer algo ya.Nuestros nietos nos lo agradecerán.En mi opinión el crecimiento descontrolado de la población es uno de los principales problemas que sufre el planeta.El exceso de población pone en riesgo la diversidad.».Yo también creo todo eso.Pero nadie habla del problema de la «bomba demográfica».Los políticos le tienen pavor a este asunto.Cualquiera le pone el cascabel al gato, deben pensar.Rápidamente saldrían las fuerzas del oscurantismo y la superstición a defender el «creced y multiplicaos», por razones obvias:Cuanto más miseria, enfermedades y pobreza haya en el mundo mejor les va a ir a ellos…hasta que al final les acabe saliendo el tiro por la culata.
Saludos.
sábado 20 noviembre, 2010 @ 8:20 pm
Totalmente de acuerdo con Lluís y Attenborough : La superpoblación no es un problema más sino El Problema, todos los problemas políticos, económicos y ecológicos que nos azotan tienen una gran faceta que lo refleja, pero nadie quiere hacer nada porque la demagogia y la religión pueril y suicida son más cómodas. Aunque también hay que reconocer que las soluciones son muy pero que muy complicadas. Al final si nosotros no podemos lo hará la naturaleza o dios o el demonio de su parte.
Saludos pesimistas
domingo 21 noviembre, 2010 @ 3:39 pm
Attenborough da en la diana, pero como es una asunto políticamente incorrecto no se hará nada hasta que sea tarde.
Esto de la reproducción sin control va en contra del sentido común pues asume que un planeta finito puede albergar una cantidad arbitrariamente grande de gente, su ganado, su agricultura, sus mascotas, sus automóviles, casas, etc.
Las fuerzas que se oponen a que se tomen medidas son:
– Las económicas: para mantener el modelo (el sistema económico se basa en el crecimiento de la economía o si no es así hay una crisis) hay que seguir engañando a la Tierra y esperar que los recursos nunca se acaben o lo hagan lo más tarde posible. Más gente significa más consumidores y más clientes.
– El pensamiento religioso: «creced y multiplicaos», «conquistaremos occidente con el vientre de nuestras mujeres», etc.
– Lo gobiernos absolutistas: a más población más soldados, más pobreza con la que controlar a la gente, etc.
– Los gobiernos democráticos: según algunos si no hay crecimiento de la población no se garantizan las pensiones ni el estado del bienestar. Y si el país no produce suficientes niños hay que importar gente de fuera (que pasarán a consumir como los demás) como sea (y de paso explotarles).
– La progresía: según ellos el control de la población es la última afrenta hacia los países pobres, pues todos los desmanes ecológicos cometidos son culpa de los países ricos. Los países en vías de desarrollo necesitan contaminar y explotar la Naturaleza para crecer, al igual que lo hicieron los ricos.
– La derecha: todos los supuestos peligros son un invento (según ellos) de ecologistas iluminados que quieren destruir el sistema económico. Todo es mentira incluyendo el cambio climático que huele a izquierdoso por todos los lados. La tecnología solucionará todos los problemas y la población puede seguir creciendo sin parar. Una tecnología que debe ser fruto de la ciencia en la que sólo creen parcialmente.
Si se observa bien todas esas fuerzas se basan en dogmas y apelan a los sentimientos de la gente. Y tratan de seguir con lo que no es más que un fraude piramidal.
Falta, por último, la gente, que no quiere renunciar a absolutamente nada, incluyendo cosas absolutamente superfluas.
También hay mucha gente ignorante y mucha gente que quiere vivir de sus hijos, sobre todo cuando sean mayores.
domingo 21 noviembre, 2010 @ 5:35 pm
Un ejemplo estos casos lo tenemos en Mahmud Ahmadineyad, que recientemente ha instado a las adolescentes iraníes a casarse a los 16 años y a los jóvenes a crear familias a partir de los 20.
Según este fanático la población de Irán, de 75 millones de personas, debe doblarse como arma para hacer frente a las presiones de Occidente.
Considera que las políticas de control de natalidad son una perversa y perniciosa influencia de Occidente.
Por lo demás es de imaginar que sigue con sus planes nucleares.
domingo 21 noviembre, 2010 @ 6:04 pm
Quizá ayudase en el tema de la superpoblación el tener métodos anticonceptivos fiables y mucho más económicos, tanto para hombres como para mujeres. Hoy por hoy no es así. Cuando la gente además de no tener cultura no tiene casi ni para comer no se van a gastar un duro en anticonceptivos que además han de renovarse periódicamente. Si existiera, por ejemplo, una única pastilla muy barata que funcionase durante años las cosas serían más fáciles. Pero por lo que se es un tema muy difícil.
PD : En el caso de Ahmadineyad y sus amigos, por ejemplo, esta pastilla maravillosa podría disfrazarse de caramelo…
Saludos
lunes 22 noviembre, 2010 @ 9:26 pm
Hay otro detalle importante respecto a los métodos anticonceptivos, y es que la enseñanza principal a las adolescentes es abstenerse, y se crea un problema mayor cuando ellas tienen relaciones sin protección porque ¡si su mama les consigue pastillas anticonceptivas las mata!
viernes 26 noviembre, 2010 @ 5:30 pm
Estaba leyendo un poco en la web y me conseguí con lo siguiente:
Palabras de Isaac Asimov (Introducción a la Ciencia, Basic Books, 1973), con el fin de que ayude al lector, a sacar sus propias conclusiones…
Si la población terrestre continúa duplicando su número cada treinta y cinco años (como lo está haciendo ahora) cuando llegue el año 2.600 se habrá multiplicado por 100.000 (..) ¡La población alcanzará los 630.000.000.000! Nuestro planeta sólo nos ofrecerá espacio para mantenernos de pie, pues se dispondrá únicamente de 3 cm2 por persona en la superficie sólida, incluyendo Groenlandia y la Antártida.
Es más, si la especie humana continúa multiplicándose al mismo ritmo, en el 3.550 la masa total de tejido humano será igual a la masa de la Tierra.
Si hay quienes ven un escape en la emigración a otros planetas, tendrán materia suficiente para alimentar esos pensamientos con el siguiente hecho: suponiendo que hubiera 1.000.000.000.000 de planetas habitables en el Universo y se pudiera transportar gente a cualquiera de ellos cuando se estimara conveniente, teniendo presente el actual ritmo de crecimiento cuantitativo, cada uno de esos planetas quedaría abarrotado literalmente y sólo ofrecería espacio para estar de pie allá por el año 5.000.
¡En el 7.000 la masa humana sería igual a la masa de todo el Universo conocido!
Evidentemente, la raza humana no puede crecer durante mucho tiempo al ritmo actual, prescindiendo de cuanto se haga respecto al suministro de alimentos, agua, minerales y energía. Y conste que no digo «no querrá», «no se atreverá» o «no deberá»: digo lisa y llanamente «no puede».
viernes 26 noviembre, 2010 @ 8:46 pm
Se ha calculado que a este ritmo estaremos consumiendo los recursos de dos planetas en 20 años. Antes de que la población se duplique ya habremos traspasados los límites de sostenibilidad para la población. Las guerras, epidemias, desastres y similares se llevarán a gran parte de la población. Lo ideal es que además lo haga cuanto antes.
Estos son los hechos pero las preguntas son otras:
¿Por qué nos empeñamos en reproducirnos como conejos aunque sabemos de sobra lo que esto conlleva?
¿Por qué creemos que un número mayor de gente es mejor que las especies y ecosistemas que eso destruye?
¿Por qué creemos que un mundo con mucha más gente pero sin naturaleza, sin bosques, sin aire limpio, sin belleza natural, ni mares, ni ríos, ni lagos sanos es mejor que un mundo con menos gente pero con naturaleza? Es decir, ¿por qué más gente infeliz y hambrienta en un mundo triste, feo y siniestro es mejor que un mundo en donde haya menos gente pero más feliz?
¿Cuántas especies vale un humano? Puestos ambos en una balanza cuantas eliminaríamos para salvar una sola vida humana, ¿una, dos, tres, 10.000?
¿Qué razones y motivos tenemos realmente para reivindicar la especie humana? ¿Merece la pena conservar el género humano? ¿Qué razones daríamos a una civilización extraterrestre justiciera que decidiera exterminarnos como ratas para que no lo hiciera?
Esta es fácil: ¿cómo podemos preservar mejor a la humanidad, con sostenibilidad o sin ella?
Lo más probable es que todas estas cosas se «solucionen» con violencia cuando los recursos escaseen. Es la «solución» que siempre hemos adoptado en el pasado. La que ha prevalecido a lo largo de la Historia. Si un grupo, país, etc. ve que va a perder siempre le queda la posibilidad de «romper la baraja» con el recurso a la violencia, es decir, con la guerra.
Incluso cuando quizás pase el tiempo y nos acerquemos al fin y se vea que la lucha pacífica, diálogo, estudios científicos, educación, etc no hayan servido absolutamente para nada y se siga destruyendo lo poco que quede de medio natural, entonces quizás surjan grupos terroristas que asesinen banqueros, vuelen sedes de multinacionales, cometan magnicidios, etc. Es un buen argumento para una novela. Un mundo bastante siniestro.
sábado 27 noviembre, 2010 @ 5:47 pm
¿Por qué nos empeñamos en reproducirnos como conejos aunque sabemos de sobra lo que esto conlleva?
En mi país, el 95% de la población no tiene ni idea del problema de la superpoblación, no saben la cantidad de humano que hay ni el limite que soporta la tierra. (Siendo optimista con el porcentaje)
Lamentablemente no hay ni una noticia en un periódico o noticiero, nadie habla ni lee del asunto.
El problema es la falta de información y educación. Aunque otra cosa es que cuando les comentas el tema piensan que el problema es que hay muchos chinos.
martes 30 noviembre, 2010 @ 9:40 pm
Acierta lluís de pleno en el problema al citar la opinión de Attenborough y así veo lo perciben los compañeros y nuestro mentor, Neo. Este, en su 4 y 9 viene a decir que el multiplicador de la gravedad demográfica es el crecimiento económico o, lo que es lo mismo, el consumo por habitante.
La cuestión es que los más pobres tienen derecho a alcanzar el nivel de vida medio normal en los países ricos.
Por otra parte, no se tiene la visión de futuro ni la educación vital para darse cuenta de que no es posible crecer continuamente. Suele decirse que sólo se crea empleo a partir de un cierto crecimiento, que varía según el país, y todo político precisa prometer que va a minorar las cifras de paro. Esto equivale a un crecimiento sin límite, lo que es sencillamente imposible. Pero nunca elegiremos a quien nos asegure una legislatura de menores ingresos, ni a quien razone como cualquiera de nosotros.
Si a cualquiera le dices que debemos decrecer, es decir, disminuir nuestros gastos, no lo va a aceptar porque ya está educado en su incremento. Si añades que, además, hay que repartir y que es preciso disminuir la población, su mente se cierra a la razón; prefiere hablar de eventos deportivos. Nadie quiere ver el callejón sin salida en que nos hemos metido. Imagino que evitar considerarlo se parece a la actitud que tomamos ante la muerte: eludimos pensar en ella aunque la sabemos cierta. La diferencia está en que la cuadratura del círculo de salvar la civilización aún sería posible si no fuera por la propia e ineludible condición humana: tenemos poderosos medios de comunicación y educación de masas.
Y la única salida es ser menos y consumir menos.
Pero se acerca Navidad; las ciudades se engalanan ahorrando -un mes antes- en luces que nos incitan a comprar lo innecesario. Papá Noel y los Reyes Magos compiten para que nuestros hijos y nietos tengan regalos múltiples que olvidarán en pocos días. Nosotros brindaremos para dar la bienvenida al Año Nuevo y comeremos y beberemos en exceso. ¿No es mucho mejor que pensar en la estupidez de un final cercano? Es posible que, a pesar de la crisis, las ventas aumenten algo, aunque sea poco. Es la esperanza de la economía de mercado.
Seamos como la orquesta del Titanic y que suene la música hasta el último instante.
Elijo, mis queridos amigos -quizá os aprecio tanto porque veis lo que yo veo-, prefiero hoy no despedirme. Me ha vencido la impotencia y la tristeza.
Pero sólo por un rato.
Ya está. Otra vez a la brega. Hace años que lo hago: intento convencer de esto y utilizaré -sé que me lo vais a permitir- las ideas que con vosotros comparto y que en los comentarios se exponen. Es decir, que no por saberme derrotado al final, voy a dejar de luchar hasta el último momento. Es una forma de dar algún sentido útil a mi vida.
lunes 6 diciembre, 2010 @ 10:50 pm
Neofronteras: creo que a pesar de todos los intereses creados, del individualismo de cada uno de los paises y demás males alguna vez dejaremos de pifiarla.
Con Internet nos podemos conectar, nos podemos informar, podemos abrir los ojos de otros que como nosotros buscan respuestas y soluciones…
Saludos.
tomás: simplemente magnífico. Saludos.