NeoFronteras

El ardiente comienzo del Triásico

Área: Geología,Paleontología — jueves, 25 de octubre de 2012

El Triásico comenzó con temperaturas tropicales que llegaron a los 60 grados en tierra firme y a 40 en los océanos, lo que impidió durante 5 millones de años la recuperación biológica tras la extinción del Pérmico.

Foto
El mundo hace 251 millones de años. Fuente: Yadong Sun, University of Leeds.

Vamos a viajar con nuestra imaginación hacia atrás en el tiempo, nada menos que un poco menos de 250 millones de años, para descubrir un mundo terrible del que hasta ahora no éramos conscientes.
En ese momento el mundo acababa de pasar por la peor extinción masiva de toda la historia biológica conocida: la extinción que se dio al final del Pérmico. En esa extinción más del 90% de las especies marinas desaparecieron para siempre de la faz de la Tierra. Y en la parte continental la extinción fue también colosal, ya no hubo más gorgonópsidos ni dicinodontos sobre la Tierra. Antes de esta extinción había plantas y animales sobre tierra firme, incluidos reptiles primitivos y una gran variedad de anfibios. En el mar había una gran variedad de vida marina, que incluía corales y lirios marinos.
Después de esa extinción empezó lo que los humanos hemos llamado periodo Triásico. Las extinciones masivas dejan una profunda huella en el registro fósil y a los paleontólogos les es más fácil dividir el tiempo geológico usando como frontera esos eventos. Las posibles causas de esta extinción han sido divulgadas varias veces desde estas mismas páginas.
Pero una extinción masiva deja un montón de nichos ecológicos vacíos que pueden ser ocupados por nuevas especies. Aunque que aparezcan nuevas especies no es algo instantáneo, generalmente se da un tramo corto en el registro fósil durante la cual no hay nuevas especies. Después se produce una radiación evolutiva y aparecen nuevas especies. Pero el “periodo muerto” tras la extinción del Pérmico se extendió durante mucho tiempo: nada menos que 5 millones de años.
En el pasado se propusieron diversas explicaciones a este hecho. Ahora científicos de las universidades de Leeds, Erlangen-Nurnburg y China de Geociencias dibujan un panorama distinto. La temperatura oceánica superficial en los trópicos era de 40 grados centígrados y en las zonas tropicales emergidas la temperatura sería de 50-60 grados centígrados. Los veranos tropicales eran simplemente mortales térmicamente hablando. Nadie se había atrevido hasta ahora a decir que algo así era posible.
Esa temperatura tan alta sería la causa de la ausencia de especiación. Habría grandes dificultades para la supervivencia de cualquier especie, fuera nueva o antigua. A esa temperatura oceánica casi letal la fotosíntesis prácticamente se detiene y la vida marina casi desaparece. Esta situación de temperatura extrema impidió que la vida comenzara de nuevo en las regiones tropicales durante millones de años.
El mundo era extraño en ese momento de la historia geológica. Los trópicos eran muy húmedos, pero en ellos no crecían bosques o selvas, sino matojos y helechos. No había animales terrestres complejos porque su metabolismo les hacía imposible sobrevivir en esas condiciones de extrema temperatura. En esas regiones tampoco había peces o reptiles marinos, sólo había algunos moluscos. Se extendía una gran zona muerta a lo largo del planeta. Las escasas especies de animales vivían en las regiones polares, que eran las únicas que podían proporcionar refugio del calor agobiante.
Este escenario fue causado por una ruptura del ciclo del carbono. En circunstancias normales las plantas ayudan a reducir el efecto invernadero fijando el dióxido de carbono atmosférico. Pero sin plantas el nivel de este gas se disparó, aumentó el efecto invernadero y la temperatura subió. La gran extinción no fue provocada por estas altas temperaturas, sino que estas temperaturas serían una consecuencia de la extinción.
Aunque hasta ahora se había asumido un aumento de la temperatura, no se había considerado un aumento de la temperatura tan alto. Los modelos empleados no consideraban hasta ahora que la temperatura superficial oceánica pudiera superar los 30 grados. Este nuevo estudio ayudará a comprender posibles cambios en los patrones climáticos del futuro.
Pero para llegar a este escenario los científicos involucrados en el estudio no han usado modelos computacionales, sino mediciones. Han analizado 15.000 muestras de conodontos de entre hace 252 millones de años y 247 millones de años extraídos a partir de 2 toneladas de rocas en un yacimiento en el sur de China.
Los conodontos son los dientes de unas criaturas similares a las anguilas y durante mucho tiempo fueron un misterio, porque el resto del cuerpo no solía fosilizar pese a que abundan en el registro fósil. En tiempos se propusieron todo tipo de ideas descabelladas sobre estos seres hasta que finalmente se descubrieron ejemplares bien conservados que resolvieron el misterio.
El caso es que para la formación de estas partes duras se emplea oxígeno, que se tomaría del entorno de la época. El oxígeno presenta varios isótopos cuya abundancia en el agua depende de la temperatura. Calculando las diferentes proporciones de estos isótopos presentes en estos fósiles se puede deducir la temperatura de la época en la que se formaron. Las temperaturas deducidas en este estudio provienen de estas mediciones, aunque obviamente estos resultados necesitarán ser confirmados por grupos independientes.
La temperatura volvió a ser normal hace 247 millones de años y los animales activos y las plantas reconquistaron los trópicos, tanto en los océanos como en tierra firme.
Quizás el actual calentamiento global no alcance esos niveles, pero estos científicos dicen haber mostrado que si ocurre se tardarían millones de años en recuperar la situación anterior. De todos modos, aunque no se llegue a esos niveles algunas regiones de la Tierra pueden llegar a ser inhabitables para los humanos en los próximos siglos si la tendencia continúa. Las condiciones de alta humedad y temperatura se pueden extender a lo largo de los trópicos si la temperatura global sube 7 grados centígrados.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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24 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    ¡Menuda sauna finlandesa!
    Si no recuerdo mal, uno de los animales que se salvó de la terrible extinción del Pérmico fué un pequeño pez con mandíbula. Todos los animales con mandíbula que hay en el momento actual descienden de ese pececillo, sean reptiles, anfibios, aves o mamíferos como nosotros.

  2. NeoFronteras:

    Estimado Miguel Ángel:
    Sobrevivieron algunos reptiles y anfibios, así que probablemente se refiera a alguna extinción anterior.

  3. Miguel Ángel:

    Maese Neo:

    Muchas gracias y felicitaciones por su bien orientada respuesta que me ha ayudado a salir de una duda y de un error.
    Recordaba un documental que hablaba sobre ese pez y creía recordar que había sobrevivido a la extinción del Triásico y que de él descendían todos los animales con mandíbula: he buscado muchas veces en Internet y no había encontrado nada al respecto, pero hoy he hecho una búsqueda diferente y parece ser que el pez sobrevivió a la extinción del Devónico (hace 360 millones de años) y que de él descienden todos los vertebrados TERRESTRES. De todos modos sólo he encontrado esta referencia:

    http://chisland.com/forum/index.php?topic=17

    Al parecer es un Celacantimorfo perteneciente a los Sarcopterygii.

    Muchas gracias y un abrazo.

  4. Miguel Ángel:

    Disculpas: el enlace estaba bien escrito pero nos manda a una página diferente. A ver si funciona ahora:

    http://chisland.com/forum/index.php?topic=170.10;imode

    Si tampoco funciona se puede introducir la siguiente búsqueda en Internet: koljaiczek «pez con mandíbulas».

  5. Ines:

    Muy interesante y ameno el articulo, he quedado satisfecha con la informacion, siempre me pregunto acerca de la extincion, el por que, y que relacion hay con la teoria de la evolucion. No soy paleontologa, solo arquitecta, y pienso que es enriquecedor plantearse estos misterios del universo. Para eso estamos, para saber quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos.

  6. Juan Manuel:

    Estimado Miguel Angel:

    Acaso es este el pececillo que andas buscando?

    Aquí el vídeo
    http://www.youtube.com/watch?v=4jl_txxYQEA

    Aquí más información, y buenos datos
    http://www.foxnews.com/scitech/2012/04/14/skull-confirms-older-origin-for-living-fossil-fish/

    Vale la pena, hasta pronto

  7. tomás:

    Me pregunto qué razón pudo haber para que la «zona muerta» estuviese desplazada tan al sur de los 30º N y S. Porque parece que había más tierras en el sur y por tanto debiera haber más vida.

  8. Juan Manuel:

    Estimado Neofronteras:
    Dado que el proceso evolutivo hacía mucho que había iniciado, no sería mejor utilizar Radiación adaptativa en lugar de Radiación evolutiva, el cual no se me hace usual; en cambio, lo que se describe es una diversificación de especies y supongo que de varios grupos de distintos organismos, lo cual nos daría radiaciones adaptativas, término que si se usa en evolución para describir la aparición de nuevas especies, creo.

    Un cordial saludo

  9. Miguel Ángel:

    Muy apreciados Neo y Juan Manuel:

    He revisado vídeos y ya dispongo de información para resolver el asunto que tratamos.
    En mi primer mensaje hacía referencia a un pececillo pequeño según reocrdaba, pero el pez que se salvó de la extinción del Devónico al que hago referencia en el 3 (el Tik.aalik de la familia de los sarcopterigios) medía en torno a los 2 metros: el pez que yo recordaba es más antiguo y se salvó de la primera extinción masiva entre los periodos Orodovíco y Silúrico hace unos 445 millones de años, este pez es el ancestro de los animales de todos los animales con espina dorsal y mandíbula, incluidos peces, se llama «astraspis» y aparece en este vídeo en el minuto 3:20:

    http://youtube.com/watch?v=bNi9joV8fnI&feature=relmfu

    El pez que se salvó de la posterior extinción del Devónico hace 360 milloones de años era el que menciono en el 3 y de él proceden los vertebrados terrestres. El pez que me presenta Juan Manuel está emparentado con el mencionado Tik.aalik), sale a pàrtir del minuto 17 en este vídeo:

    http://youtube.com/watch?v=KwWNvVyioKE&feature=related

    Abrazos

  10. Miguel Ángel:

    Perdón: en el segundo vídeo salen los sarcopterigios (no el Tik.aalik en concreto) precursores de los vertebrados terrestres a partir del minuto 14:10.

  11. NeoFronteras:

    El primer vídeo es una maravilla. No es lo mismo ver un celacanto muerto en foto que ver cómo mueve sus aletas. Casi se pueden ver los protomiembros de aquel primo lejano de los celacantos actuales que al final conquistó tierra firme.

  12. tomás:

    Estimada Ines:
    En primer lugar deseo corregirte. La evolución no es una teoría, sino un hecho y sólo significa que los seres cambian, que no permanecen iguales -fijismo-, que se modifican, se adaptan que, como dice el artículo, se extinguen y que aparecen otros nuevos derivados de los que resistieron- Teorías son, sobre la evolución, las de Lamarck, Darwin-Wallace, Margulis, Gould, por citar las más eminentes, ciertas o no.
    En cuanto a las preguntas que te haces yo no creo que la paleontología pueda responderlas. Son más bien filosóficas. Bilooógicamente quizá podrían responderse modestamente y sin pretensiones. ¿Quienes somos?: Cada uno es sí mismo lo cual es no decir nada y entre todos una sociedad sin meta concreta. Por eso prefiero mejor ¿qué somos?: Un conglomerado de células provistas de una cierta organización y de una complejidad que nos permite pensar hasta un límite. Menor límite tienen otros animales. ¿De donde venimos?: Del caos de un espermatozoide fecundando un óvulo; si somos más poetas y menos científicos, muchas veces del amor. ¿Hacia dónde vamos?: Hacia la entropía máxima como último final.
    Un cordial saludo.

  13. petrus:

    Estimado Tomás: la última frase de tu post de esta mañana es demoledora: «Hacia la entropía máxima como último final» . Confieso que , cuando la he leído, he sentido un escalofrío, porque me ha recordado, lejanamente, por su firmeza y fuerza emocional , algún eslogan revolucionario… De todos modos, lo que no me encaja es la seguridad de que la entropía, su ley de crecimiento,ni cualquier ley física conocida, sea la que marque el final definitivo del cosmos, porque , una de dos: o el cosmos es indefinidamente antiguo o solo es temporal. No puede ser temporal, » ahora no existe nada, ahora sí «, por la propia definición de nada. Al ser indefinidamente antiguo , o es sin principio, o empezó de la nada ( asunto imposible, por dicha definición). Por lo tanto, debe ser sin principio.Lo que nos lleva a tener que admitir que siempre hubo algo por ahí ( ¿ por qué existe algo ? se pregunta Nietzsche). Ergo, que dirían los latinos, el cosmos o sus generadores, alguno al menos, siempre ha estado ahí. Si ha llegado hasta el estado actual despues de infinitos eones, es lógico pensar que se las apañará para seguir adelante a pesar de la segunda ley. Por lo tanto, respetuosamente, difiero de la segunda ley en el límite, aunque comprendo y respeto a los que la respetan hasta él y más allá. Saludos y espero no haberme liado…

  14. tomás:

    Estimado Petrus:
    Sí, yo sé que para muchas mentalidades que hemos heredado una cultura bastante común, ha de resultar difícil admitir algo así. Tanto lo que yo digo como, incluso, ese principio al que te refieres. Por eso mi «ideario científico» está contra el concepto de tiempo porque, en el momento que lo admitimos nos encontramos con alguna contradicción: nada puede original la Nada. Pero si hubiese estado ahí siempre, si fuese, como pareces decir, indefinidamente eterna y puesto que hemos comprobado una ley, al parecer una de las más seguras, la del incremento de la entropía, ya estaríamos en ese punto hace una eternidad, ya seríamos átomos desgarrados hace tiempo.
    Por poner un ejemplo muy sencillo: definimos fuerza como masa por aceleración, por lo que parece que la fuerza es una derivación de una prexistente masa y una aceleración que le producimos. Pero no es así. Lo primero es la masa y el campo de fuerza, por ejemplo gravitatorio si lo tomamos con el modelo newtoniano y lo que se deriva es la aceleración. La aceleración es un concepto útil. Pues así pienso del tiempo, que resulta ser una magnitud derivada y útil, consecuencia del espacio, existente y la velocidad de los cuerpos, también real. De su cociente obtenemos una magnitud derivada, tan útil que la cultura la ha convertido en principal.
    Y de la pregunta de Nietzsche, creo que es totalmente absurda.
    Recibe toda mi consideración por detenerte a pensar, lo que no es poco en estos tiempos tan pragmáticos.

  15. tomás:

    Perdón «petrus»:
    Tal como lo he escrito parece que cuando digo: «Pero si hubiese estado ahí siempre…» me estoy refiriendo a la Nada. No; si hubiera estado ahí siempre ese Universo, quiero decir. Lamento haberme expresado mal.
    Un cordial saludo.

  16. petrus:

    Estimado Tomás : gracias por tus aclaraciones, que no merezco porque solo expongo mis ideas y mis razones y estoy encantado de que alguien ( Tomás) las lea y las comente. Más que nada porque a ellas no suelo encontrar oposición, no se si porque son insufribles o son confusas o son evidencias «demoledoras», je , je. De todos modos, te observo que solo deduzco que el cosmos o sus generadores han estado siempre ahí. Si el cosmos fuera eterno, o es cíclico o ha empezado alguna vez. Las evidencias físicas, la segunda ley de la Termo, la expansión del universo, etc nos aseguran que empezó hace , digamos, alrededor de 18 x10E9 años y condenado, por ahora, a la muerte por agotamiento. Es lo que hay.
    Así que, por ahora, habrá que creer, sin haberlo visto, que procede de un generador anterior, sencillamente porque es necesario para su existencia. No me preguntéis por el aspecto de ese o esos generadores, de los que solo se que existen por necesidad y que, por ahora, tampoco son el cosmos.
    Saludos

  17. tomás:

    Bueno «petrus», aquí ya hemos de entrar en el terreno de la neurociencia o de la psicología, no sé, aunque son cosas distintas. El caso es que en toda mente hay zonas borrosas, temas en los que cada uno sentimos una cierta aversión a entrar; otros por los que tenemos tendencia o afición. Hay cosas que, los más objetivos, procuran evitar y los fanáticos entrar con furia. Yo me veo -y perdón por mencionarme- muy inclinado a desear que se halle vida en Marte y, como soy consciente de ello, me retengo. Pero por lo mismo me siento muy adverso a la idea de un ente con personalidad, la que sea, como creador; simplemente por innecesario. Ya ves lo asombroso de nuestra mentalidad: lo que tú intuyes como necesario -sea personal o no- a mi me parece lo contrario.
    Un cordial saludo.

  18. petrus:

    Bien «Tomás». Aclarado. De todos modos, no es necesario deducir de lo que escribo, que ese generador sea personal, al menos en primera instancia. Lo cual no cierra la posibilidad de que siguiendo el método, más adelanta se planteara. El cosmos actual puede proceder, y de hecho parece ser así, de una singularidad cuyo origen hay que dilucidar. Lo que no comprendo es por qué produce en general tanto rechazo profundizar en el razonamiento lógico en cuanto esta lógica nos coloca ante disyuntivas , lo reconozco, profundamente comprometedoras. Solo la posibilidad de que la siguiente conclusión roce la posibilidad de que parezca que se admite algo parecido a un creador, suele producir rechazo o, cuando menos, temor . Eso nos obliga a mantenernos, por definición adoptada voluntariamente, lejos de ese campo. Pero a diario usamos nuestra lógica cuando, por ejemplo, estudiamos una función con opciones mutuamente excluyentes y que nos conducen, inexorablemente, a la apertura de una puerta o al disparo de un tiristor, y lo hacemos sin pestañear . Este Pc es, en el fondo, una maraña ordenada de funciones lógico -matemáticas repetidas millones de veces ( or nor and nand xor …) en las que creemos con la misma adhesión que prestamos a los axiomas que las sostienen. ¿ Por qué ese temor suele embargarnos a todos ?. Sencillamente, todos sabemos la respuesta. Saludos.

  19. tomás:

    Estimado «petrus»:
    Creo que el fondo del problema es, al menos para mi, esa segunda frase tuya de tu último comentario: «Lo cual no cierra la posibilidad de que, siguiendo el método, más adelante se planteara». Y es que esa situación se parece mucho a la estrategia creacionista o del diseño inteligente. Es una especie de supositorio.
    Yo debo descartar, por principio, todo lo que pueda llevarme a una personalidad, con voluntad y todo eso, creadora. Te aseguro que no me produce temor alguno; exceptuando esa solución, cualquier otra, científica, o si nuestros conocimientos no dan para más, incluso filosófica aunque siempre apoyada en la ciencia, es decir en la investigación de la realidad hasta donde se pueda y mediante el método científico.
    En tu ejemplo del ordenador, éste no tiene personalidad o, la que tenga es la que nosotros le prestamos.
    También te agradezco la controversia. Un muy cordial saludo.

  20. petrus:

    Estimado «tomás»: tener principios, en ciencia, es como tener principios en la vida. Son elementos culturales o personales fruto de la propia reflexión o de la educación recibida que, a la vez que modelan nuestra forma de ver el mundo, nos ayudan a vivir en él. Pero tienen también su peligro. Un principio mal diseñado equivale a un error de concepto o de planteamiento, un handicap en el proceso vital que desarrollamos cada uno. Temer que la razón y la lógica pueda llevarnos a territorios desconocidos que nos veda un principio dado, nos impedirá, de facto, investigar una parte de la realidad total . Y si nos negamos a la razón y la lógica, ¿ qué nos queda como humanos ?. Bueno , siempre nos quedará el miedo. Saludos.

  21. tomás:

    Apreciado «petrus»:
    Tienes razón en cuanto dices, pero en mi caso recibí esos principios totalmente contrarios a los que mantengo. Hube de trabajar y padecer mucho para librarme de ellos. Sobre los trece años, estando en el colegio religioso como interno, escribí este mal poema estilo Espronceda:

    Comencé mi paseo por la vida
    naciendo a la deriva
    y recorrí las sendas y caminos
    buscando entre lo humano, lo divino.
    Hollé vírgenes e ignoradas selvas
    me perdí en las tinieblas;
    atravesé desiertos y anchos mares,
    mas no encontré la luz en estas partes.
    Busqué entre los remedios del olvido
    una paz que no vino:
    donde creí reinara la dulzura
    vi, con horror, campar la desventura.
    Como en juego de feria
    escapó el objetivo y, esperando
    se apagará la luz que voy buscando.

    Bueno, es una reconstrucción en algunos detalles, porque se perdió el original, pero resulta propio de esa edad en la que uno busca alguna verdad a la que aferrarse. Hay una desesperanza y desilusión que todavía me acompañó bastantes años. Leí cuanto pude: la Biblia, el Corán, textos budistas, religiones antiguas, las versiones del argumento ontológico, Chardín… pero no encontré nada razonable. Mi afición a la ciencia me sacó del problema y ya nada me interesa fuera del método científico.
    Como ves, nunca me negué a investigar la que dices es «una parte de la realidad total», hasta que me di cuenta de que había algo que no formaba parte de esa realidad.
    Y te aseguro que el miedo nunca me ha motivado en la búsqueda de mi ideología. No es que sea un valiente ni nada de eso. No puedo temer a lo que no existe y tengo todo un cúmulo de razones lógicas que sustentan mi pensamiento.
    Recibe un fuerte abrazo.

  22. Petrus:

    Tomás. Comprendido. Coincidimos hasta en los datos de la edad y de internado vividos y sufridos , así que tenemos elementos comunes ( solo faltaba que fuera el mismo sitio …). Leyendo tu post he recordado a tu homónimo ( en el nick) autor de la frase ya incorporada al refranero popular del «si no lo veo, no lo creo». Más o menos, es un camino recorrido por todos, siempre con algo de poesía ( quién no ha sido joven ) y resultados a menudo muy diversos. Yo, que no cultivo la poesía con mucho acierto, me dedico a la pintura y, gracias a este post, he terminado esta mañana el boceto de mi, espero, próximo cuadro, muy relacionado con el citado refrán. En definitiva, el Triásico queda lejos, aunque amenaza volver, y seguro que ninguna bacteria ni bichejo de la época atisbó siquiera en qué berenjenales mentales iban a meterse sus descendientes bípedos del Cuaternario tardío. Suerte.

  23. Alejandro Sánchez:

    Ojalá que no pasemos por lo mismo en estos tiempos, aunque se está alterando muchísimo el ciclo de carbono con todo lo que se hace. Por cierto, las temperaturas descritas se dan, aunque no con humedad, en el desierto del Sahara y allí hay grupos humanos que saben sobrevivir.

    De todas maneras, el estudio nos indica lo que muy probablemente sucede cuando se altera el ciclo de carbono.

    Lo cierto es que las grandes extinciones nos muestran cómo al comienzo el Universo y un planeta no son muy favorables al desarrollo de la VIDA, hasta que la VIDA finalmente triunfa y se logran especies de alta capacidad de adaptación ¿y qué somos nosotros con nuestra cultura en evolución?

  24. tomás:

    Amigo Alejandro Sánchez:
    Desde luego el comienzo del Universo con sus descomunal temperatura y el comienzo de un planeta con la suya muy considerable no dan las condiciones apropiadas para la vida. Luego la vida triunfa, pero no finalmente. Como le digo a Ines en mi 12, y que a «petrus» repele, finalmente nos espera la entropía máxima, aunque aquí en la todo Tierra ya habremos terminado miles de millones de años antes.
    Un abrazo optimista.

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