Sobre la posible composición de Ross 128 b
Deducen la posible composición del exoplaneta Ross 128 b y llegan a la conclusión de que podría ser de tipo rocoso y tener clima templado.
Vivimos tiempos interesantes en el mundo de la Astrofísica. En los últimos años hemos podido asistir al descubrimiento de miles de planetas fuera de nuestro Sistema Solar.
Por primera vez estamos viendo cómo puede ser otros mundos. Mundos en donde la vida quizás haya surgido. Pero, aunque nos ponemos de puntillas sobre los dedos de los pies, no logramos alcanzar esos mundos. Todavía se nos escapan detalles fundamentales sobre estos planetas, cuyas características casi sólo se reducen a sus parámetros orbitales, su tamaño o su masa y algunas veces estas dos últimas a la vez.
Pero incluso con esas limitaciones, hemos visto como casi todas las estrellas enanas rojas están acompañadas de al menos un planeta. También que existen las supertierras, un tipo de planeta que no está representado en nuestro Sistema Solar.
Todavía no disponemos de telescopios capaces de tomar espectros de exoplanetas, o tan siquiera somos capaces de verlos. Parece que todo el presupuesto se lo tragan las misiones a Marte y el James Webb. Así que hay que usar algunos trucos para intentar deducir algo más.
Al igual que la poesía o las Matemáticas son un subproducto de una mente evolucionada para cazar y sobrevivir en la sabana africana, los planetas son el subproducto de la formación de las estrellas. Las estrellas surgen por acreción de nubes de gas y polvo, nubes que pueden tener diversas composiciones. Los planetas se forman en el disco de acreción que queda tras la formación de la protoestrella. Así que la composición de las estrellas nos puede dar una idea de la composición de los planetas que la orbiten.
Pero hay cambios, salvo que se sea un planeta de tipo gaseoso, los planetas pierden los gases ligeros como el hidrógeno y el helio. Además, dependiendo de la distancia a su sol pueden perder otros elementos o compuestos, como el agua. Este asunto del agua todavía no está del todo claro, pues incluso para el caso de la Tierra no está todavía claro de dónde viene.
En todo caso, los planetas sufren un proceso de diferenciación por el cual los metales pesados, como el hierro se acumulan en el centro y los elementos más ligeros forman las otras capas.
La química de la estrella, por tanto, influye en el contenido del disco de acreción y, por tanto, en los planetas resultantes y su estructura mineralógica interior. Así, la cantidad de magnesio, hierro y silicio en un planeta controla la relación entre la masa y el radio de su núcleo y manto.
El pasado otoño se anunció el descubrimiento del exoplaneta Ross 128 b, que se encuentra a sólo 11 años luz de nosotros. Fue descubierto por el método de la velocidad radial mediante Doppler y se encuentra en la zona de habitabilidad de su estrella.
Ahora, un estudio realizado por Diogo Souto (Observatorio Nacional de Brasil) y Johanna Teske (Carnegie Institution for Science) ha permitido medir las abundancias de elementos en su estrella Ross 128, que es una enana roja, como el 70% de las estrellas de nuestra galaxia. Souto ha desarrollado una técnica que permite hacer este tipo de medición, algo que era difícil hasta hace poco.
Esto podría ayudar a estimar las composiciones de los Ross 128b y de otros posibles planetas que orbiten la estrella y si esta es similar a la de la Tierra.
Para este estudio usaron el espectroscopio APOGEE del Sloan Digital Sky Survey, con el que analizaron la luz infrarroja de la estrella y dedujeron las abundancias de carbono, oxígeno, magnesio, aluminio, potasio, calcio, hierro y titanio.
Descubrieron que la los niveles de hierro de Ross 128 son similares a los de nuestro Sol. Aunque no fueron capaces de medir la abundancia de silicio, sí pudieron calcular el ratio entre el hierro y el magnesio de la estrella, que indica que el núcleo de Ross 128 b debería ser más grande que el de la Tierra.
No es posible saber de momento el radio de este planeta, pues no transita delante de su estrella según nuestra perspectiva. Pero el reciente cálculo de la masa mínima de Ross 128 b y estas abundancias de elementos en su estrella medidas por estos investigadores ha permitido deducir la posible horquilla de posibles radios.
Este dato es fundamental a la hora de saber si el planeta es de tipo rocoso y, por tanto, con posibilidades de vida, o un minineptuno gaseoso. Los astrofísicos creen que la frontera está en los 1,7 radios terrestres, por encima de eso se trataría de un minineptuno envuelto por una gruesa atmósfera.
Según las conclusiones a las que llegan, Ross 128 b debería ser una planeta rocoso.
Además, el cálculo de la temperatura en este planeta y su radio permitieron a estos investigadores determinar cuánta luz de la estrella debería ser reflejada por el planeta, lo que les permite suponer que tiene que tener un clima templado.
No hemos visto a Ross 128 b, ni sabemos nada sobre su actividad geológica o si tiene agua líquida en su superficie, pero es interesante saber lo que se puede aprender de él a partir de la luz de su estrella.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ross 128 b: una exotierra cercana.
Ilustración: ESO/M. Kornmesser
10 Comentarios
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domingo 15 julio, 2018 @ 5:15 pm
CReo que la única forma de poder ver directamente la superficie de estos planetas tan distantes, será en el futuro mandar telescopios-sonda, que se acerquen lo más posible a estos mundos distantes. A medio camino entre un telescopio solar, situado en el SS, y una sonda.
Y ya para poder ver el planeta en detalle, enviar una sonda hacia allí. pero esto ultimo, no lo veo practico. no es como mandar desde la Tierra, una sonda a Titan, Europa o Encerrado. lo de una o varias sondas automaticas, que se autoreplique y autoreparen… para enviar una señal de video HD a la Tierra, desde tan lejos, no lo veré yo. Todo eso me suena muy lejano, ahoa mismo, a SciFi o Ciencia Ficción.
Un saludo.
domingo 15 julio, 2018 @ 7:42 pm
El descubrimiento de todo esto, en sentido amplio, si hubiese sucedido en otra época hubiese sido de un impacto cultural inmenso. Sin embargo, creo que al final todo el ruido cultural vario (películas tipo star wars y contenidos culturales, que se les dice, de este jaez) y, sobre todo, la inmersión tecnológica que tenemos, que eso sí se está pasando por alto, tienen el ecosistema cultural un poco estupefacto (alteradas sus percepciones y análisis de éstas).
Hay planetas a barullo. Es más, el zoo/bestiario debe incluir a cientos de tipos diferentes, dado que sólo vemos por ahora los situados de forma más favorable a nuestras técnicas y sesgos. Aún más, están como les da la gana, en toda clase de órbitas y en localizaciones inexplicables. Debe haberlos flotando libres en el espacio interestelar para dar y tomar.
Cuando encontremos algo con biomarcadores, es decir, algo como lo que conocemos, me da que, as usual, no vamos a estar a la altura. O mejor dicho sí, pero con retraso, demora que se dice. A fin de cuentas otras cosas costó siglos asimilarlas, tampoco se pueden pedir peras al olmo.
Quiero decir que de las redes sale cada vez más pescado, y antes o después va a salir la campanada, porque no son cientos, ya son miles.
Pues anda que no hay portadas más allá de reyertas de primate ofuscado y embrutecido. Si yo fuera director de periódico, me echaban a la calle, porque esto lo ponía en primera plana. Y no porque me guste (que me gusta), sino porque se supone que la gente debe estar informada. Eso dicen. Ya, ya sé.
domingo 15 julio, 2018 @ 9:42 pm
Es curioso, estaba leyendo sobre otro tema, las cuasi partículas de Bogoliubov. Cuando el artículo comienza a contarnos » Los seres humanos ansiamos cosas nuevas si esas cosas mejoran nuestra calidad de vida, y la ciencia en general la ha mejorado, con importantes excepciones.
Hay quienes están ilusionados con los viajes a Marte, no se sabe bien porqué. América proporcionaba un nuevo espacio donde vivir, amable con los humanos, con plantas y animales, incluso con otros seres humanos que podían esclavizarse, por desgracia. Los barcos que iban a las Américas se podían utilizar para volver de ellas. Pero si algunos humanos llegan a Marte, al menos en estos siglos XXI y XXII, no podrán volver a la Tierra, y sus vidas serán esencialmente estériles.
Pero la ilusión existe, como existe la ilusión por la piedra filosofal, aquella que convertía en oro todo lo que tocaba, sin esfuerzo alguno. Si es sin esfuerzo, ansiamos la riqueza, la inmortalidad, la juventud eterna. (Si es con esfuerzo, estas cosas ya llaman menos la atención).»
Tiene gracia.
lunes 16 julio, 2018 @ 9:43 am
Si tu fueses director de un periódico, ocuparías también el puesto de redactor jefe, de redactor de cada una de sus secciones, de defensor del lector y hasta el de repartidor. No creo que nadie se atreviera a echarte, porque se quedarían sin periódico. Tú, amigo Dr., lo serías todo. Apabullante.
lunes 16 julio, 2018 @ 4:19 pm
Jops. Tengo que llevarte la contraria (llevo la cuenta, sí, y ya he acabado el abono 2018-2019). Primero, sí que me echarían, por múltiples razones, y bien distintas, y segundo, porque si yo hago todo ese periódico sólo tendría un lector (yo). Y no es plan.
Pero bueno, lo de Dr.Thriller (visto lo de los másteres no sé yo ya lo de dr.) es para dar miedo y risa, que es lo que da un thriller. Tiene que haber de tó, hombre.
martes 17 julio, 2018 @ 7:23 am
Sé que habría más, muchos más lectores; uno de ellos yo. El que puedas hacerlo todo, para nada implica que seas tú solo quien te lea. Ya sabes: cuenta conmigo.
martes 17 julio, 2018 @ 9:54 am
Bueno, en castellano hay un dicho sobre un tal Juan Palomo, y su culinaria. No cabe la menor duda que hay individuos que efectúan tareas complejas con un nivel de control llamativo y que podría decirse que sus obras son personales a un punto muy poco frecuente, me refiero por supuesto a actividades que por fuerza son colectivas, se me viene a la cabeza ahora mismo Stanley Kubrick, el caso opuesto sería Dumas Davy de la Pailleterie, más conocido por Alexandre (papá, no confundir con el vástago homónimo autor de romances tuberculosos), que, digamos industrializó la producción literaria básicamente porque no es creíble que haya escrito cuatro páginas diarias en promedio durante su vida (he dicho creíble para su caso, por supuesto que es factible, hay gente que ha escrito muchas más incluso para enciclopedias). Pero claro, si eres muy bueno en lo que haces, pasa a ser secundario cómo lo haces. Y estar en los percentiles pues están algunos, concretamente el porcentaje que les corresponde.
Aprovecho para centralizar y corresponder aquí agradecimientos nunca suficientes y abrazos de vuelta, de materia ordinaria, la que interacciona EM. Abrazos luminosos, no oscuros. Y si no te parece mal, de camarote de los hermanos Marx (se parece a la cabeza de mucha gente, y ya sabes lo que pasa cuando se abre la puerta).
miércoles 18 julio, 2018 @ 11:34 am
En el artículo se dice que no se han visto exoplanetas directamente: «Todavía no disponemos de telescopios capaces de tomar espectros de exoplanetas, o tan siquiera somos capaces de verlos». No obstante si se han ontenido imágenes de exoplanetas en un par de estrellas. El más espectacular puede verse en https://en.wikipedia.org/wiki/HR_8799. También en https://astronomynow.com/2015/09/17/watching-an-exoplanet-in-motion-around-a-distant-star/
Por cierto. Si con la técnica del coronógrafo es posible tomar imágenes de exoplanetas, deberia ser igualmente posible tomar espectros. Ahí lo dejo…
Saludos
miércoles 18 julio, 2018 @ 8:56 pm
Estimado RichardM:
Es que eso es trampa. Se trata de planetas jovianos gigantes muy alejados de su estrella al poco de formarse el sistema. Están todavía tan calientes que emiten en el infrarrojo, no vemos la luz reflejada de la estrella. Es como ver una de las estrellas de una binaria.
Hay varios casos de esos desde hace ya bastante años:
http://neofronteras.com/?p=1315
http://neofronteras.com/?p=3347
viernes 20 julio, 2018 @ 9:03 am
Neo, ok gracias por info.