Una cacatúa fabrica y usa herramientas
Una cacatúa en cautividad es capaz de fabricar de manera asombrosa herramientas especializadas y usarlas de manera exitosa.
Cuanto más se estudia a los animales más nos percatamos de que todas las cualidades que los humanos tenemos, incluyendo nuestra inteligencia y sentimientos, no surgieron de la nada de un día para otro, sino que ya estaban de alguna manera presentes en los animales que nos precedieron. Sólo hubo que acentuarlas y desarrollarlas. Por tanto, este proceso fue algo continuo y paulatino.
Cuando hablamos del uso de herramientas siempre pensamos en los chimpancés que usan piedras para cascar nueces o usan palitos que introducen en los termiteros para así chupar una golosina consistente en termitas. Incluso podemos recordar algunos pájaros que usan herramientas.
Entre los animales que usan algún tipo de herramienta están los primates, elefantes, delfines, pulpos, cuervos, grajos, arrendajos y dingos. Entre las aves sólo se conocía que los córvidos antes mencionados usaran herramientas.
Pero el caso que tratamos es sorprendente, se trata de una cacatúa en cautividad cerca de Viena que es capaz no sólo de usar herramientas para alcanzar comida, sino que además las fabrica.
Este pájaro, al que llaman Fígaro, es capaz de extraer astillas de la longitud apropiada con su pico que luego usa para alcanzar comida a través de una malla metálica. Unos científicos de las universidades de Viena y Oxford han filmado y estudiado a este ave.
No se conoce que esta especie use herramientas en el mundo natural. Tampoco se sabe cómo ha sido capaz de descubrir cómo fabricar y usar este tipo de herramienta, pero el hecho demuestra que no se comprende bien la evolución del comportamiento innovador y de la inteligencia.
Todo empezó cuando los investigadores de la universidad de Viena observaban cómo Fígaro jugaba con una piedra. Accidentalmente la piedra fue a parar al otro lado de la malla metálica y tras varios intentos infructuosos de agarrarla con el pico, buscó un palito con el pájaro manipuló la piedra hasta hacer que pasara a su lado. En experimentos posteriores se colocó un anacardo en el lugar en donde estuvo la piedra y comprobaron que la cacatúa realizaba la misma operación, pero esta vez extrayendo una astilla directamente del madero que sujetaba la malla metálica. Lo interesante es que Fígaro siempre cortaba una astilla del tamaño apropiado y cuya longitud se ajusta a la distancia a la que se encuentra el fruto seco. Si era demasiado larga la partía después de probarla. Una de las veces Fígaro incluso modificó el final de la astilla separando una pequeña ramita del tamaño apropiado para así enganchar mejor el anacardo. La capacidad de fabricación y uso de estas herramientas fue además mejorando en cada intento. En diez ocasiones de diez consiguió su objetivo.
Aunque se sabía que estos pájaros son curiosos, buenos resolviendo problemas e inteligentes, se desconocía que tuvieran la habilidad no sólo de usar herramientas, sino además de esculpirlas con el apropiado tamaño y forma para una función determinada. Una vez que Fígaro aprendió a hacer su primera herramienta supo a partir de ese momento qué hacer ante el mismo tipo de situación sin mostrar reparos en sus intentos posteriores.
En la misma colonia estaban también las cacatúas Heidi y Pipin, pero sólo la primera mostró cierta habilidad en el uso de herramientas pero de manera poco exitosa. Quizás Heidi vio cómo Fígaro hacía y usaba sus herramientas.
Figaro puede unirse al club de los pájaros capaces de fabricar y usar herramientas, como los cuervos de Nueva Caledonia. Estos cuervos acostumbran a hacerlo en el mundo natural y tienen además un soporte cultural. Uno de ellos, denominado Betty, sorprendió a los científicos con su capacidad de fabricar ganchos para obtener comida.
Tanto Betty como Fígaro son ejemplos notables de creatividad e innovación individual. Todo con un cerebro menor que media nuez.
Fígaro es un loro, no un córvido, lo que le hace especial entre las aves que usan herramientas. Ambos grupos se separaron evolutivamente hace 91 millones de años, así que no comparten una antepasado común que fabricase herramientas. Los córvidos usan ramitas para construir sus nidos, por lo que quizás su capacidad de usar herramientas provenga de ahí, pero los loros usan cavidades en troncos y rocas para sus nidos y además tiene picos curvos que son muy poco apropiados para este tipo de manipulaciones.
El comportamiento de Fígaro no se puede explicar por una recombinación de facultades adquiridas con anterioridad. Por tanto, esto demostraría que la habilidad de fabricar herramientas puede surgir espontáneamente de una inteligencia no especializada por la evolución en el uso y fabricación de las mismas.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3962
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original
43 Comentarios
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lunes 12 noviembre, 2012 @ 8:08 pm
Cada vez tengo más claro que eso que llamamos «conciencia» no puede ser otra cosa que algunas neuronas de una red neuronal que crean y transmiten información interactuando entre ellas,faltaría descubrir cuales son o como interactúan.
lunes 12 noviembre, 2012 @ 9:00 pm
Quizás no lo parezca, pero esta noticia es absolutamente asombrosa.
martes 13 noviembre, 2012 @ 7:13 pm
Sin ninguna duda lo es.De asombrosa, quiero decir.
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 8:16 am
Querido amigo «lluís»:
Se puede estar de acuerdo contigo o no con si la conciencia está recogida en unas cuantas neuronas o, por el contrario es un sistema complejo que abarca incluso otros sistemas. En mi opinión, conciencia es conocimiento de sí mismo y algo ha de tener que ver con la conducta, con el comportamiento. Pero sólo tangencialmente tiene relación con la capacidad para la inventiva y el uso de la tecnología, que es de lo que aquí se trata al hablar de las extraordinarias facultades de esa cacatúa.
Estoy muy de acuerdo con la afirmación de Neo en al que señala la muy alta importancia de esta noticia, tanto por lo inesperada como por las consecuencias que puede tener en la investigación neurológica en relación con las facultades tecnológicas.
Recibid ambos un abrazo.
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 4:37 pm
Realmente es impresionante y la noticia es asombrosa. Sería interesante ver si por imitación un grupo más grande de cacatuas es capaz de hacer lo mismo
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 4:43 pm
El tamaño del cerebro no tiene mucha trascendencia, lo importante son las conexiones cerebrales.
Todos los animales que usan herramientas citados por Neo son animales sociales, excepto el pulpo, que además está muy alejado de los otros en la evolución. En algunas zonas de la costa española se usa una técnica para pescarlos que consiste en meter un bote vacío entre las rocas esperando a que el pulpo se esconda dentro y después sacarlo. Aquí podemos ver a uno usando un coco para esconderse:
http://www.youtube.com/watch?v=hlh0cs2tf24
Y aquí tenemos a un dingo usando una mesa para llegar a la comida:
http://www.youtube.com/watch?v=oLxXDiFLkJ0
Falta en la lista el cerdo, que es capaz de jugar con una computadora o usar el collar identificativo de otro cerdo para obtener comida extra. A continuación pongo los vídeos.
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 6:09 pm
Este os lo recomiendo especialmente:
http://www.dailymotion.com/video/x6ojx5_cerebro_e_inteligencia_en_cerdos_school
Aquí usan el collar de otro cerdo como herramienta:
http://www.dailymotion.com/video/xiseoo_inteligencia_de_los_cerdos_school
Saludos/abrazos
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 6:34 pm
Estimado Tomás,
Creo que el autoconocimiento (conciencia),tiene bastante que ver con la capacidad inventivo-tecnológica. Podemos, por ejemplo establecer comparaciones, creando determinados patrones.
En cuanto a la verdadera importancia de esta noticia, cosa que creo que todos teneis por obvia,no es sino la posibilidad de la emergencia de la inteligencia de forma espontánea.
Un saludo amigo tomás.
Ah! y decirle a Miguel Angel que los videos que postea aquí, suelen ser muy buenos.Gracias y un saludo amigo.
jueves 15 noviembre, 2012 @ 8:19 am
Amigo «lluís»:
No sé si te he dicho alguna vez que las comillas las pongo desde que se me ocurrió que cuando me dirigiese a otro de nombre con minúscula, las utilizaría. Pero si no te parece bien dímelo y las quito. En mi nombre no las pongo porque casi nunca me dirijo a mí mismo.
Lamento no estar de acuerdo con la estrecha relación que estableces entre conciencia y capacidad tecnológica, pero admito que puede haberla sin que yo sea capaz de captarla.
En cuanto a los vídeos de Miguel Ángel son muy de agradecer. En mi familia hay dos «yorsay» o «yorkshire» -diferencia que no son capaces de distinguir- y uno de ellos, ya viejecito -14 años y llamado Space- es lo más tonto que en perros he conocido. Lo ha sido siempre. Sin embargo, la perrita, llamada Luna es más lista. Pero ni de lejos como esos avispados cerdos. Ambos viven cada uno con cada hija. Una de ellas es muy aficionada a enseñar hacer maravillas a los perros (la del tonto), así que quizá le regale un cerdo pues Space está en las últimas -hace unos años le mordió un perro grande y costó lo suyo salvarle la vida-. Fíjate que a una perrita anterior, llamada Lucky, pudo enseñarle a encontrar un billete escondido en un cajón o bajo un cojín, mientras que este es incapaz de hallar un chorizo incluso arrastrandolo por el suelo para dejar un buen rastro oloroso hasta el escondite Aunque siempre temeré por él porque mi nieto es un tragón -le encanta el jamón y creo que ya sabe que no es que se forme espontáneamente en el supermercado, sino que viene precisamente del cerdo- y podría comérselo. ¿Ves?, esta consideración mía es cosa de conciencia.
Como lo paso tan bien charrando contigo estaaría todo el día diciendo trivialidades y bromas, así que te dejo.
Un fuerte abrazo.
viernes 16 noviembre, 2012 @ 2:50 am
Muchas gracias por vuestras felicitaciones, amigos lluís y tomás.
Resulta que vuestra discusión es sumamente interesante, pero creo que si nos referimos animales, debemos hablar de consciencia mejor que de conciencia.
A priori parece lógico pensar que consciencia y capacidad inventiva o tecnológica vayan de la mano, pero reflexionando sobre el asunto me asaltan las dudas:
-Solemos considerar que el animal más inteligente es el chimpancé. Cabe suponer que también tenga una gran consciencia y, sin embargo, hemos podido ver en el vídeo de Redes al que hago referencia en el mensaje 20 de la noticia «empatía y análisis racional», que los chimpacés no saben mentir, no saben engañar…y ahora viene lo bueno, porque acabamos de ver en el vídeo que he puesto en el 7 que los cerdos saben cómo engañar y los cuervos de Nueva Caledonia también:
http://www.dailymotion.com/video/xdg104_inteligencia-de-los-cuervos-el-enga_school
(sigo)
viernes 16 noviembre, 2012 @ 3:19 am
La estrategia del engaño de los cuervos aparece en el minuto 4:20 si no tenéis tiempo para verlo entero.
Otro maestro del engaño y el camuflaje es el pulpo, que está aún más lejado de los chimpancés en la evolución y que admás cuenta con el handicpa de vivir sólo unos cuatro años y de llevar una vida en solitario. Todos sabemos cómo usa el camuflaje, pero cuando caza cangrejos puede usar el engaño usando una pata de señuelo para que el cagrejo crea que es un gusano y se poga a tiro o bien tenderle una emboscada escondiéndose tras una roca mientras con una pata azuza al cangrejo que se encuentra con el puplo en su intento de huída.
Si comparamos estas estrategias con las de algunos mamíferos hervívoros que sólo parecen capaces de asustarse cuando llega el depredador y huir a la carrera (haciendo como mucho un zig zag para intentar escabullirse) se diría que no hay comparación…y, sin embargo ¿diríamos que es más inteligente un pulpo o un cuervo que una gacela?
Hay una regla que dice que, para que predador y presa estén igualados y no acabe desapareciendo uno de ellos, la presa debe ser mñás rápida que lel predador, y el predador más inteligente que la presa.
Pero aún más sorprendente es si nos referimos a un animal con un cerebro tan pequeño como las arañas del género «Portia» que se consideran las arañas más inteligentes y usan variados mapas mentales en sus cacerías y pueden hacer todo esto:
-Saltar sobre su presa.
-Usar un hilo de seda para acceder a la víctima.
-Dar un rodeo para acercarse a la presa sin ser vistas.
-Imitar los movimientos de la presa para cazarla.
Hace tiempo ví un reportaje en que una Portia intentaba consecutivamente tres técnicas diferentes para atrapar a una araña de mayor tamaño que estaba en su tela, cuando le fallaba una técnica se quedaba un rato quieta (como si estuviera decidiendo) y a continuación intentaba otra cosa, lamentablemente no lo he encontrado, pero tengo otros dos vídeos que dan una idea de los recursos de estas arañas.
viernes 16 noviembre, 2012 @ 3:28 am
Veamos a las arañas Portia en acción, como son vídeos muy largos pinchad en el minuto 09:32 en el siguiente:
http://www.youtube.com/watch?v=izTfVQjQmq4
Y en el minuto 33:20 en el siguiente:
http://www.youtube.com/watch?v=iIqzAUUaACw&feature=related
Abrazos
viernes 16 noviembre, 2012 @ 10:42 am
Amigo Miguel Ángel:
No me parece tampoco que consciencia sea la palabra apropiada. Si quisiera unir esas dos palabras en una frase con significado claro diría de «conciencia es la consciencia del propio ser». Es decir: la conciencia es el conocimiento de sí mismo (conscienca). Un irracional -un perro p. ej.- puede estar y ser consciente del mundo que le rodea, pero no tiene connsciencia de sí mismo, es decir, no tiene conciencia.
En el caso de arañas, no estoy seguro de que esos comportamientos sean fruto de un cerebro complejo y eficaz, ni de nada parecido a la conciencia, aunque es preciso que estén y sean conscientes, sino más bien de estrategias seleccionadas por la evolución que habiendo resultado eficaces han desplazado a otras eliminando a los seres que usaban las poco adecuadas.
Un abrazo.
viernes 16 noviembre, 2012 @ 10:50 am
Quise poner: «Es decir: la conciencia es el conocimiento (consciencia) de sí mismo» Es que tal como lo he puesto en el anterior comentario puede llevar a contradicción com mi propia argumentación.
viernes 16 noviembre, 2012 @ 1:03 pm
Estimado Neo:
A mi no me sorprende en absoluto la habilidad de la cacatúa. Hace algún tiempo leí un libro titulado «La mirada del delfín» de Eugene Linden, que habla de las capacidades de inteligencia y comportamiento de los animales. Recuerdo particularmente que los orangutanes son maestros en el arte de la fuga de los recintos de los zoológicos. ¿Pero no habíamos quedado en que el comportamiento social incrementa la inteligencia? Pues los orangutanes, que son solitarios, parecen más inteligentes que los chimpancés y los gorilas, que son sociales.
Recientemente vi un documental sobre un chimpancé llamado Ayumu que tiene una memoria impresionante, superior a cualquier persona. Por no decir que ha aprendido a contar sin problemas:
http://www.youtube.com/watch?v=r9dtjZowBG0
Aquí teneis el tipo de test que realiza Ayumu, os aseguro que no podréis completarlo sin fallar:
http://flashfabrica.com/f_learning/brain/brain.html
¡Y a Ayumu le muestran más números y le dejan aún menos tiempo para verlos!. Este es el test que pasa Ayumu sin problemas:
http://games.lumosity.com/chimp.html
También, personalmente, he visto comportarse a las arañas saltadoras cazando, y parecen auténticos felinos, sorprende ver lo inteligentes que parecen, aunque no me atrevo a llamarlo inteligencia. Aunque lo de la Portia que da un rodeo para sorprender a la otra araña por la espalda supera todo lo imaginado, ya que debe perder de vista a su presa.
También recuerdo cómo una langosta se movía girando verticalmente alrededor de una rama de mi ciruelo tratando de ocultarse de mi vista, y resulta que ese mismo comportamiento lo he observado en un pájaro carpintero en un poste de telégrafo ¡!. La diferencia que hay entre el cerebro de un ave y los ganglios nerviosos de un insecto es enorme, pero el comportamiento es el mismo. De hecho un cerebro no es más que un ganglio nervioso hipertrofiado, o dos ganglios puesto que son dos hemisferios cerebrales.
Saludos de este cerebro sorprendido del mundo y sus misterios.
sábado 17 noviembre, 2012 @ 6:59 pm
En ese que propones en segundo lugar, no he tenido problema alguno para realizarlo con toda facilidad, así que hasta ahí puedo considerarme a la altura de ese chimpancé, pero del último test no logro ver sino tres números; no me da tiempo a más, así que me derrota por K.O. en el primer segundo del primer asalto..
sábado 17 noviembre, 2012 @ 8:55 pm
Querido amigo tomás:
Las definiciones de conceptos que llevan implícito al cerebro (Ej: inteligencia, felicidad…) suelen ser muy ambiguas e imprecisas. No sólo somos incapaces de emitir definiciones precisas, la cosa se pone peor cuando tratamos de medir estos conceptos.
En el caso del término «consciencia» la definición es claramente tautológica: «capacidad de ser conscientes de un objeto en el exterior o en el interior de nuestra mente»: si revisamos el equivalente en inglés «consciousness» en la parte que alude a los animales veremos que antiguamente se negaba que la tuvieran, más tarde se ha ido aceptando que un mamífero la tiene pero un insecto no. Pero estoy totalmente en desacuerdo con esta idea: en la misma línea que Penrose y Hameroff pienso que todos los animales con sistema nervioso central tienen consciencia. Estos dos autores consideran que la consciencia humana se produce por la sucesión de 40 momentos «bing» por segundo en el cerebro, y especulan que un gusano podría tener sólo un bing por minuto (no por segundo). El gusano detecta con sus sentidos (olfato o gusto) la presencia de un alimento próximo, esa señal sensitiva llega al cerebro del gusano y en ese momento se produce el bing y el gusano se percata de que hay alimento y dará una respuesta (acercarse al alimento para comérselo).
Una definición aceptada de «conciencia» sería la capacidad de conocimiento que tiene un ser de sí mismo Y DE SU ENTORNO. Pero es un término que lleva también implicaciones morales: por eso decía que era preferible que hablásemos de consciencia…aunque, nuevamente, me parece muy discutible afirmar que los animales no tienen consciencia de sí mismos (¿la tiene un delfín o un chimpancé cuando se miran al espejo?) o de su entorno (¿no requiere la Portia conocimiento de su entorno para dar un rodeo y preparar una emboscada?). Incluso si hablamos de implicaciones morales me viene a la memoria una noticia que vimos aquí «sentido de injusticia en los perros».
Lo dejo porque al final nos vamos a liar más que aclararnos
sábado 17 noviembre, 2012 @ 9:23 pm
«¿Sentido de la injusticia en los perros?»:
http://neofronteras.com/?p=1371
En cuanto a lo que afirmas sobre la Portia, amigo tomás, ya hemos comentado que aunque estas arañas no tengan un cerebro grande y no lo consideremos complejo sus credenciales están a la vista.
En el siguiente vídeo una pequeña araña macho está en la telaraña de la hembra (mucho más grande) a la que pretende fecundar, llega la Portia con intención de comerse al macho (sin que se percate la peligrosa hembra) e intenta en primer lugar mover la tela simulando que es un insecto que ha caído atrapado para que la hembra se distraiga y deje solo al macho…como la araña hembra no cae en el engaño, la Portia da un rodeo y se coloca en otra posición: en ese momento cae una mariposa en la tela y la hembra se aproxima para devorarla, y la Portia aprovecha el despiste para capturar al pequeño macho. Está en el minuto 4:00:
http://www.dailymotion.com/video/xbxaw9_extrait-le-pouvoir-des-araignees-la_animals
Abrazos
sábado 17 noviembre, 2012 @ 9:50 pm
Estimado tomás:
En el test del segundo enlace en cada paso añaden un número, y si fallas vuelves al paso anterior al fallo. Yo solo he llegado a siete números máximo, así que creo que, si no se falla, en el último paso se llega a trece números en pantalla. ¿Has llegado al final sin fallar?
domingo 18 noviembre, 2012 @ 12:27 am
Muy apreciado Juan Manuel:
Comparto el sentimiento de misterio y entusiasmo que mencionas. El caso del chimpancé me ha encantado.
Los orangutanes viven en solitario, pero pasan los 6 primeros años de vida (que es mucho tiempo) en compañía de la madre. En cambio, las arañas y los pulpos viven solos desde el nacimiento.
La mayoría de los animales que estamos mencionando son omnívoros o carnívoros, es decir, en algún momento actúan commo predadores: Parece lógico porque la caza requiere muchas habilidades (detectar a la presa; descubrir posibles de bilidades en ella; valorar el riesgo; valorar el entorno; ver sin ser visto; aproximarse sin ser oído…).
He comentado la regla de que la presa tiene que ser más rápida que el predador, y el predador más inteligente que la presa. Y también es lógico porque un predador tiene que poner a prueba sus habilidades cada día para sobrevivir (tiene ocasión de aprender en cada intento de caza), en cambio, es posible que la presa sólo tenga una ocasión en que se enfrente al predador si pierde la vida.
Pero tenemos excepciones: los elefantes son hervívoros, también la mayoría de loros y cacatúas (aunque algunos comen insectos y hasta atacan a ovejas vivas como el loro de montaña de Nueva Zelanda (Kia))
No se si ya he puesto con anterioridad el siguiente vídeo sobre el loro Alex, que menciona Punset en sus libros, sabe contar, distinguir colores o el material del que está hecho un objeto:
http://www.youtube.com/watch?v=vXoTaZotdHg&feature=related
Abrazos
domingo 18 noviembre, 2012 @ 1:53 am
*El 20 iba dirigido a daniel y no a Juan Manuel, pido disculpas a ambos.
Amigos tomás y daniel:
Vuestras reticiencias en considerar la inteligencia de las Portias me hacen dar un paso más adelante y hablar de la inteligencia de las plantas (hay un programa de Redes en el que Punset habla del tema con Stefano Mancuso). No voy a poner el enlace porque hoy ya llevo muchos y aún quiero compartir uno más que os va a impresionar:
INTELIGENCIA EN UNICELULARES:
Quizá os parezca una barbaridad, pero no juzguemos demasiado rápido: en un noticia antigua de Neofronteras ya os hablé sobre este asunto refiriéndome a ciertos experimentos hechos con paramecios en los que se comprobaba que al someterlos a un estímulo agresor de modo repetido la respuesta de huída se produce cada vez más rápido. Increíble, ¿no? ¿Cómo logran procesar la información los paramecios siendo organismos unicelulares?
¡Pues ataos bien los machos!, porque ahora viene lo bueno: resulta que las amebas son capaces no sólo de orientarse dentro de un laberinto sino de elegir la ruta más corta para salir de él:
http://tallcute.wordpress.com/2010/07/13/directo-como-una-ameba-en-un-laberinto/
Me quedo sin palabras
domingo 18 noviembre, 2012 @ 7:58 pm
Estimado Miguel ángel:
No me sorprende lo del mixomiceto Physarum polycephalum. Me recuerda a las hormigas, que también son capaces de encontrar la ruta más corta desde el hormiguero hasta la fuente de alimento, gracias a un mecanismo muy sencillo e ingenioso, que si no recuerdo mal consiste en los siguiente: las hormigas recolectoras que encuentran alimento marcan el terreno de vuelta al hormiguero con feromonas que pueden detectar sus compañeras. Las compañeras a su vez refuerzan el rastro que hayan encontrado marcándolo con sus feromonas. Si varias hormigas han encontrado una misma fuente de alimento siguiendo varias rutas de distinta longitud, en las rutas más largas las feromonas se evaporan más fácilmente antes de que puedan ser marcadas por las hormigas que han encontrado ese rastro. Entonces se pone en marcha un fenómeno de autoreforzamiento de la ruta corta: como cuantas más hormigas pasan por una ruta, más feromonas son depositadas y más atracción tendrá esa ruta para nuevas hormigas cosechadoras, el rastro de la ruta corta desde el principio se ve privilegiado en detrimento de las rutas más largas, ya que desde el principio es el rastro más oloroso. Las rutas largas se van abandonando hasta que solo queda la más corta. De esa forma lo que parece inteligencia es en realidad pura cuestión de química.
En el capítulo 3 de Las manchas del leopardo, de Brian Goodwin, se explica cómo se produce la agregación y el movimiento de los mixomicetos, cosas que en sí mismas ya son sorprendentes.
domingo 18 noviembre, 2012 @ 8:40 pm
Estimado Miguel Ángel:
En cuanto al experimento de los paramecios no se cual es la explicación. Me ha recordado el aprendizaje de las planarias en laberintos:
http://es.wikipedia.org/wiki/James_V._McConnell
Al final resulta que lo de la transferencia de memoria es falso. Pero lo que sí es cierto es que las planarias pueden aprender igual que la ratas:
http://academic.reed.edu/biology/courses/BIO101/renn/intro_web/labs/rilling_1996.pdf
El aprendizaje en invertebrados era tenido por imposible antes de ese experimento.
Nota: perdón por citarte incorrectamente en el anterior post, con a minúscula, no me gusta poner los nicks incorrectamente.
domingo 18 noviembre, 2012 @ 9:00 pm
Mi buen amigo Miguel Ángel:
Desde luego si alguien ha elevado el valor de esta página, ya muy alto por obra y gracia de nuestro tan generosamente entregado Neo, ese eres tú (también otros, p. ej. Juan Manuel), pero no te quedes te callado. Debes seguir enriqueciéndola, así que he de responderte.Estoy de acuerdo con tu opinión sobre las definiciones, pero es que no podemos prescindir de ellas; sirven para delimitar: esto pertenece a lo definido, esto no le corresponde y cosas así. No digo que las definiciones de inteligencia que da la DRAE sean suficientes, pero sumando la primera y la segunda me parece que sale algo muy aceptable y comprensivo de lo principal. Sería: Capacidad de entender y resolver diferentes problemas variados. Entonces, para medirla, es preciso valorar la capacidad de entender, la de resolver y la variedad de ellos.
En cuanto a la relación y entidad de conciencia y consciencia, sigo en mi idea, que no me parece tautológica salvo, quizás en una pequeña parte: sólo cuando coinciden en el propio ser.
Te apoyas en la palabra inglesa, pero puedo apoyarme yo en la española «inconsciente» que anula toda conciencia y toda consciencia. Por el contrario un barbitúrico o el alcohol, puede modificar la conciencia manteniendo la consciencia. Desde luego hay que olvidarse del significado ético o moral; ese queda aparte y el sinónimo podría ser escrúpulo o algo así. En consecuencia, también estoy de acuerdo en que todos los animales tienen consciencia -según mi concepto de ella-.
Luego admites una definición de conciencia que yo también puedo aceptar, en la que se incluye el entorno. También es importante las preguntas que te haces entre paréntesis (¿la tiene un delfín…?) y (¿no requiere la Porta…?), porque ¿qué sabemos de lo que puede pensar un ser de otra especie aun próxima si es tan difícil la psicología humana?
Debe haber alguna diferencia muy fundamental para que el cerebro tan mínimo de una araña sea capaz de tales proezas. Y algo parecido sucede con los pulpos en el sentido de que haya un ganglio cerebral por pata. En fin, que tenemos mucho que aprender.
Asombroso lo de la ameba, pero suponer inteligencia a los vegetales… No sé; habría que modificar el concepto de inteligencia como mínimo.
Un fuerte abrazo.
lunes 19 noviembre, 2012 @ 3:27 am
Muy apreciado David:
El asunto que tratamos despierta enormemente mi interes: he devorado tu mensaje y los enlaces. Si McConnell tiene razón estaríamos ante un precioso caso de inteligencia epigenética que sería perfectamente extrapolable a los unicelulares.
La explicación de las feromonas, o bien partículas del alimento en suspensión, es bastante lógica y simple. Pero ¿y en el caso de los paramecios que huyen cada vez más rápido del estímulo agresor?…como veo que te ha llamado la atención he buscado el enlace, pero aún no lo he encontrado. De todos modos, puedes tener la certeza de que es verídico (estoy seguro de que no me falla la memoria).
Como Neo nos acaba de obsequiar con una nueva noticia sobre el moho mucilaginoso al que haces referencia, podemos seguir allí la conversación si no tienes inconveniente. Aún nos falta por hablar de la inteligencia en bacterias…
Recibe un atento saludo o abrazo, como más te guste.
lunes 19 noviembre, 2012 @ 3:34 am
Apreciado daniel:
De nuevo disculpas, es obvio que el 25 va dirigido a ti y también es obvio que es la segunda vez que me equivoco.
lunes 19 noviembre, 2012 @ 7:17 am
Amigo «daniel»:
Has chafado mi orgullo de creer que era más listo que el chimpancé. No podré perdonártelo. No he rehecho la prueba -ando últimamente muy ocupado con lo que (al contrario que Miguel Ángel que confiesa tener buena memoria), la mía, supongo que debido al estrés, debe acercarse a la de un pez. La haré, lo prometo, pero esperaré unos días a ver si mejora la cosa.
Por cierto he -hemos, aunque yo sólo deba hablar por mí mismo- de agradecerte tus envíos y tus consideraciones, llenas de la mejor lógica.
Un abrazo.
lunes 19 noviembre, 2012 @ 11:57 pm
Querido amigo tomás:
La verdad es que mi memoria es de lo más normalita y muchas veces me falla, como a casi todo el mundo (podemos hacer la excepción de algunos «savant»), pero en el caso de los paramecios estaba seguro: ya he puesto el enlace en la noticia del moho mucilaginoso.
El elogioso inicio de tu 24 me desarma por completo, ¡si no soy más que un simple aprendiz!…aún así, me has espoleado para ofrecerte esta traducción que he hecho de unos versos en inglés que sirven de base a una canción de Enya:
martes 20 noviembre, 2012 @ 12:15 am
«ANYWHERE IS»
«Camino por el laberinto de los momentos,
pero en todas partes doy la vuelta para empezar de nuevo
mas nunca encuentro el final.
Camino hacia el horizonte
y allí encuentro otro,
todo parece tan sorprendente
y entonces me encuentro con lo que ya se.
La Luna sobre el océano
pasó alrededor en movimiento,
pero ni siquiera sabe
el motivo por el que se mueve.
En marcha sobre el océano
La Luna sigue moviéndose,
las olas continúan ondeando
y yo sigo caminando.
Me pregunto si las estrellas señalan
la vida que voy a tener
y si dejarán que la luz brille
lo suficiente para que yo pueda seguir.
Miro a lo alto hacia los cielos
pero la noche se ha nublado,
ningún destello de constelaciones
ni Vela, ni Orión.
Las conchas sobre las tibias arenas
hantraído de sus propias tierras
el eco de su historia,
pero lo único que oigo son sonidos lejanos
como palabras que en la almohada se entrelazan,
y las ramas del sauce echan hojas
Pero debería creer que sólo estoy soñando.
Para abandonar la hebra del tiempo
y dejar que haga una línea oscura,
con la esperanza de poder aún encontrar
el camino de regreso al momento,
cogí un desvío y dí la vuelta
para empezar de nuevo,
buscando aún la respuesta
no consigo encontrar el final
¿Es este o aquel sendero?
¿Es este camino o el otro?
Debería ser de una única dirección,
podría estar en el reflejo.
El giro que acabo de dar,
la vuelta que estaba haciendo,
podría estar sólo empezando,
podrías estar cerca del final».
Un gran abrazo, amigo tomás
martes 20 noviembre, 2012 @ 9:08 am
Mi buen amigo Miguel Ángel:
Gracias por tu espacial poema. Y como sé que te gustan estas cosas porque eres sensible voy a contarte algo: en la residencia donde tengo a mi padre, había un matrimonio. Él estaba allí sólo por acompañar a su esposa que sufría Alzhiemer. Ella murió y él ya se hizo mayor para salir. Hace tiempo una de las que dominaba la cocina dijo algo sobre que le gustaría que alguien le hiciera un poema. Yo lo oí y le pregunté su nombre completo. Con él hice un poco afortunado acróstico, pero a ella le gustó tanto que me lo agradeció con un beso. Por lo visto lo enseñó a unos cuantos de los residentes. El caso es que el viudo al que me refiero me pidió ayer que le hiciera un poema para una mujer y que mencionase algo de un beso. ¡Ah, pillín!, le dije yo y, como supongo que nadie de por allí leerá esto, te lo voy a mostrar:
Donde mana el néctar en los besos
de tus labios la cálida flor
a al suave presión de los dedos
de mi mano en tu bello mentón.
¿Eres ave que huye o que llega?
¿qué deseas mi dulce paloma?
¿Es tu amor un instante que escapa
y es mi amor un delirio que queda?
Lo he hecho así porque el final requiere una respuesta. ¿No es maravilloso que a esas edades sea posible enamorarse y tener una delicada ilusión? La vida puede ser asombrosamente extraordinaria desde todos los puntos de vista.
Y nosotros a vueltas con la cacatua.
Un abrazo.
Un fuerte abrazo.
martes 20 noviembre, 2012 @ 8:38 pm
Amigo tomás:
Apuesto a que esos decasílabos van a cumplir su ilusionada misión, como sigas así te veo convertido en el Cyrano de la residencia: ya verás como no es la última petición. Precioso oficio el de tallador de sueños, escultor de palabras.
El dios Eros es omnipresente por obvias razones darwinianas: un ser vivo puede sobrevivir con todo un abanico de taras o sin ellas, pero como falte el impulso reproductor ya sabes lo que pasa en términos evolutivos.
«El amor es el deseo infinito del beso eterno». Nieves Xenet.
Suerte para ese amigo en su «volver a empezar».
viernes 23 noviembre, 2012 @ 2:03 am
Se suele decir, que la parte de nuestro cerebro más primitiva, es la reptiliana, que solo reacciona ante el peligro, y la búsqueda de alimento y agua. Se suele decir que estos seres son fríos,no muestran emociones, carentes de curiosidad, … Y sin embargo, tuvimos en casa una tortuga que vimos vagando por la carretera, cerca de un río, de caraparazón redondeado. El animalito olía mal, se defienden orinando parece, y son acuática, a diferencia de otra que la encontramos en el jardín de casa, parecía curiosa, y se acercaba a nosotros a olernos y ver quienes éramos.
Otro lagarto, que me ha llamado la atención, es el lagarto ocelado, grande y de color verde
http://www.fotonatura.org/galerias/fotos/284155/
También aquí:
Los lagartos también tienen sentimientos: http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2010/04/06/el-lagarto-estaa-llorando-pena-su-amada/
Muestra que estos animales, también muestran sentimientos, en contra de lo que se pensaba. Federico garcía Lorca, hablaba de esto en un poema suyo.
viernes 23 noviembre, 2012 @ 5:19 pm
Apreciado David:
Tengo constancia de que los reptiles son capaces de realizar juegos simples como empujar una bola (sin otro propósito que el meramente lúdico), pero es la primera vez que leo que lloren por la muerte de otro lagarto: ¿no se le habrá metido algo de polvo en el ojo?
Al leer tu mensaje he recordado que iba a poner los vídeos del elefante y la ballena que nos dijiste que imitan la voz humana:
http://www.youtube.com/watch?v=jih5c-F7TBo&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=HDDgJPKuSf0
Saludos/abrazos.
sábado 24 noviembre, 2012 @ 10:52 am
Amigo David:
Federico García Lorca fue un grandísimo poeta, pero dudo mucho de su capacidad científica, así que su juicio queda, como mínimo en suspenso. Existe un poema -no suyo- que dice: «… se suicidaban los grillos/ tragándose las espinas». El poeta quiere fortificar la tragedia, porque ni los grillos se suicidan ni creo que sean capaces de tragarse una espina. Son licencias poéticas, nada más.
Está admitido que, en el curso de la evolución, se va manteniendo lo imprescindible y construyendo sobre ello; es el caso del cerebro. Por eso mantenemos las partes más antiguas del nuestro, pero con funciones que pueden diferir o no de las originales.
El caso es que ante una apariencia de comportamiento animal semejante al humano, por ese hecho, le damos el mismo significado y está claro que tal cosa no tiene por qué ser así.
En un ser como el lagarto puedo comprender el dolor, la huida, quizá hasta el temor, la agresividad, el deseo sexual, y quizá alguno más, propios todos ellos del sistema límbico, como el biorreloj, propio de la epífisis, o el más antiguo ritmo cardiaco y respitarorio, localizado en el bulbo raquídeo, pero nada más. Los sentimientos humanos tienen posiblemente una parte de su origen en el sistema límbico y, como en los reptiles, influido por el sistema hormonal, pero luego son modificados por el cortex que se ha conformado dentro de una cultura, etc. y ese no lo tienen los reptiles.
Así que la explicación más lógica es la de una partícula de polvo que Miguel Ángel le debió poner antes de sacar la foto.
Un abrazo siempre tan incrédulo.
sábado 24 noviembre, 2012 @ 6:51 pm
Los reptiles pueden sentir dolor porque tienen tálamo en su cerebro, también pueden sentir miedo porque tienen amígdala cerebral (si no me equivoco la amígdala de los mamíferos tiene su origen en los reptiles).
domingo 25 noviembre, 2012 @ 8:10 am
Gracias por tu corroboración, al menos parcial, amigo Miguel Ángel, aunque creo y agradecería me dijeses algo sobre esa modificación, en algún caso, de las funciones de un órgano; quiero decir de su adaptación a otro menester.
Un abrazo.
domingo 25 noviembre, 2012 @ 7:47 pm
Querido amigo tomás:
No entiendo a qué te refieres en tu 36.
lunes 26 noviembre, 2012 @ 2:53 pm
Pues es que tengo idea de que un mismo órgano del cerebro puede tener una función en un reptil, por ejemplo y, en el curso de la evolución, ir modificando su cometido, no sé hasta qué punto. Diría que esto es cierto, pero ahora no caigo en ningún ejemplo concreto.
Pero la realidad es que, si el ser se adapta a nuevas conductas, necesariamente lo más esencial de su cerebro ha de adaptarse también y desde los peces hasta nosotros ha habido tantos cambios que algo ha debido modificarse y no sólo ir envolviendo y creciendo sobre el primitivo bulbo raquídeo.
Un abrazo.
lunes 26 noviembre, 2012 @ 9:44 pm
Querido tomás:
Es difícil responder a esa pregunta, ya sabes que los cerebros son grandes desconocidos para la Ciencia, pero intentaré responderte hasta donde alcanzan mis conocimientos.
Hay muchos ejemplos en los que la cosa no ha cambiado nada, como el centro del dolor está en en tálamo, de este modo el dolor se hace consciente y esto es así para todos los animales que lo poseen (todos lo animales del pez en adelante lo poseen). Lo mismo podemos decir de los centros de la respiración que están en el tronco del encéfalo que es el cerebro primitivo. El nervio óptico es básicamente igual en todas las especies que lo poseen.
Hay algún caso que conozco bien en que sí que parece haber alguna pequeña variación del tipo que has mencionado: la respuesta «lucha-huída» es común en muchos animales y ocasiona la liberaciónde catecolaminas (como la adrenalina y la noradrenalina) que son sustancias activadoras que elevan la frecuencia cardiaca y preparan la individuo para luchar o huir. Esta respuesta se focaliza en la amígadala cerebral. En algunos animales (sobretodo presas potenciales) se libera sobretodo adrenalina relacionada con el miedo y en otros como los tiburones predomina la noradrenalina que predispone al ataque.
Abrazos.
martes 27 noviembre, 2012 @ 9:28 am
Sí, me parece que coincido con tu exposición, y de ella deduzco -siempre me pareció así- que cuanto más antigua es una función, menos se modifica, aunque sí admite algún cambio.
Tenía una objeción. Dices en tu 11 que el predador ha de ser más inteligente y la presa más rápida, pero ¿qué me dices del amuflaje? Eso es inteligencia, no rapidez. Recomiendo http://www.youtube.com/watch?v=kk-2QQOzcS0, «El buho que cambia la forma de su cuerpo». Es de lo más divertido.
Un abrazo.
jueves 29 noviembre, 2012 @ 12:49 am
Querido amigo tomás:
Muy divertido el vídeo, además se trata de una especie que no conocía.
De lo que hablo es de una regla general que también tiene sus excepciones: hay cazadores que no se mueven en absoluto como esas plantas que han desarrollado un recipiente donde caen los insectos o los gusanos poliquetos que extienden unas vibrisas para capturar sus presas.
Abrazos
sábado 1 diciembre, 2012 @ 6:33 pm
Como es costumbre, no se las nombra, pero también las CORNEJAS usan e incluso crean herramientas.
Parece que se considera a las cornejas como los “parientes pobres” de los cuervos (incluso el nombre mismo de «corneja» no parece muy afortunado en español). Se las tiende a ignorar, a atribuir cualidades peyorativas en sí mismas o en comparación con los cuervos, como en las fabulas de Esopo (desgraciadamente todavía se las puede cazar mientras que ya no se puede cazar a los cuervos), o se las confunde con cuervos cuando hay una noticia que produce admiración o fascinación sobre su inteligencia (como cuando se habla de la inteligencia del “cuervo” de Nueva Caledonia que crea y usa sus propias herramientas, cuando propiamente habría que decir “la corneja de Nueva Caledonia”). En realidad las cornejas tienen una gran inteligencia, muy similar a los cuervos e incluso una superior habilidad social (por eso suelen vérselas en grupos familiares cooperativos mientras los cuervos suelen ir en parejas). Ambas especies son muy parecidas, en cualquier caso, sorprendentemente cariñosas (sí, a pesar de sus roncos graznidos de llamada), admirables por muchas cualidades realmente únicas en el reino animal y en muchas facetas sólo comparables al ser humano. Su privilegiado cerebro no sólo las convierte en las aves más inteligentes sino incluso de los animales más inteligentes del planeta. A medida que nos demos cuenta de su exquisita sensibilidad emocional, su capacidad de percepción superior, su capacidad para aprender continuamente e interactuar con nosotros y su autoconciencia, trataremos de manera más humana también a las cornejas.
lunes 3 diciembre, 2012 @ 9:07 am
Estimado Victor: Me alegra tu comentario, porque yo pensaba eso de las urracas, que llamamos picarazas en mi tierra. De crío encontré una que no podía volar, la cogí y vi que tenía algo así como un grano, un bulto bajo el ala -como si fuera en su axila-, que era un acúmulo de pus -supongo- bajo su fina piel. La llevé a casa, rompí la piel y le puse agua oxigenada. Tenía en mi habitación una ventana con tela metálica y allí la dejé, curándola y dándole de comer. Yo creo que en unos días llegó a conocerme y a saber que no había de tener miedo de mí. Cuando me pareció que podía hacerlo, la solté y voló perfectamente. A los días creí verla a unos diez metros en la parte más alta del tejado de un horno de pan sobre el que daba mi ventana, aunque no puedo asegurar que fuese ella. Pero fue una ilusión de chaval mientras me acordé de ello.
Te agradezco que me hayas traído ese recuerdo y, aunque ya sabía de la inteligencia de los cuervos, no la hacía extensiva a estas especies parientes cercanas.
Un cordial saludo.