NeoFronteras

Bacterias troposféricas

Área: Biología — lunes, 4 de febrero de 2013

Se ha podido encontrar gran variedad de microorganismos que parecen vivir a mucha altura en la atmósfera terrestre.

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En los últimos años ha cambiado bastante el concepto que teníamos de biosfera terrestre. Durante este tiempo no sólo se han encontrado extremófilos en los sitios más insospechados, sino que la biosfera se extiende a sitios como la corteza terrestre. Si contamos ésta, la biomasa de la Tierra podría doblarse.
Pero también en la atmósfera viven multitud de microorganismos. Un estudio reciente ha contabilizado la variedad de esta vida aérea en la troposfera media y alta, que es aproximadamente la sección de la atmósfera entre los 6 y los 10 km de altura sobre la superficie.
No se sabe todavía si estos microorganismos viven de los recursos que hay allí o si simplemente han terminado flotando en esa zona. Pero lo que sí se ha podido confirmar es que esos microorganismos eran viables y no estaban muertos.
De todos modos, el papel que podrían tener estos microbios puede ser importante en el clima y el tiempo atmosférico. Ya se demostró en el pasado que algunas bacterias habían evolucionado para formar proteínas de membrana que facilitan la formación de cristales de hielo. Esto favorece las precipitaciones y con ello la dispersión de las bacterias en cuestión. En ausencia de partículas de polvo las bacterias pueden, por tanto, hacer de núcleos que condensación y facilitar la formación de nubes.
Aunque se trate de sólo de transporte de bacterias a lo largo de largas distancias, este tipo de estudios puede ser interesante para investigar en modelos de dispersión de enfermedades contagiosas.
En programa GRIP (Genesis and Rapid Intensification Processes) de la NASA ha permitió la toma de muestras a baja y elevada altura con una avión DC-8, tanto sobre el océano como sobre tierra firme. La idea era estudiar la formación de tormentas tropicales. Se tomaron muestras antes y durante la formación de los huracanes Earl y Karl en 2010. No se pretendía solamente la búsqueda de microorganismos, sino todo tipo de partículas en suspensión que pudieran influir en la formación de huracanes.
Pero los investigadores se vieron sorprendidos por la gran cantidad de microorganismos que había en la troposfera, un ambiente que en principio no parece muy hospitalario. Había mucha variedad de especies, principalmente bacterias, pero no todas las bacterias estaban representadas en ese ambiente.
Para atrapar las partículas en suspensión se valieron de unos filtros especialmente diseñados y para el análisis de los microorganismos de la típica técnica PCR de multiplicación de ADN.
Las muestras tomadas sobre el océano contenían principalmente bacterias marinas, mientras que las tomadas sobre tierra firme contenían principalmente bacterias terrestres. Además comprobaron que los huracanes tenían un gran impacto sobre la distribución y dinámica de las poblaciones microbianas.
Las bacterias constituían los representantes de la vida más numerosos, en concreto eran 10 veces más numerosas que los hongos. Estaban además representadas por 17 taxones diferentes, incluyendo aquellas capaces de metabolizar compuestos de carbono, como el ácido oxálico, que son ubicuos en la atmósfera.
Los investigadores quieren estudiar en el futuro si algunas bacterias están diseñadas para vivir a esas alturas. Además quieren comprender el papel de estos microorganismos en la atmósfera y determinar si llevan a cabo funciones metabólicas en la troposfera.
Se especula que quizás para algunos de estos microbios las condiciones en la alta troposfera no sean tan duras y que constituyan un nuevo tipo de extremófilos, pero aún no se puede asegurar.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.

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9 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    Sí, es para preguntarse si la climatología terrestre sería la que es sin esos bichos flotando.

  2. tomás:

    Directamente, algo variaría, si consideramos esos microorganismos como posibles núcleos de condensación pero, indirectamente, la distribución de vida e el planeta ha de verse afectada con toda seguridad por su presencia. No creo -pero no lo sé-, que su número sea comparable a las partículas de polvo, de sal, etc. que por las alturas pululan.

  3. Dr. Thriller:

    Bueno, hay muchas cosas aún por averiguar, pero un grano de polvo es inerte, y un ser vivo es una máquina de von Neumann xD. La diferencia me parece abismal, en principio.

  4. tomás:

    La diferencia es, en efecto abismal, pero no sé si para el tema que tratamos. La máquina de Von Newman tiene alimento teóricamente sin límite, mientras que habría que ver de qué se alimentan las bacterias y hongos troposféricos. Mira que si allá arriba fuesen fotosintéticos.

  5. Dr. Thriller:

    Pues, de CO2 y H2O plus sunlight, ¿no? O si quieres para un argumento de Sci-Fi, de campos electrostáticos locales (o regionales). No sabemos realmente lo que hay, y lo digo literalmente. Estoy pensando en esos fenómenos atmosféricos la mar de raros que los defensores de la panespermia (otro club que se columpia a veces que da gusto, si lo hacen los cosmólogos del régimen todo el mundo dice sí, bwana, si lo hacen ellos -francamente, bordean tanto el método como los otros-, son arrebatos magufiles, que probablemente lo sean, pero los de unos y otros), que llueven cosas que no se acaba sabiendo lo que es. Por poder, podría haber una phyla nueva ahí arriba y ni tener ni idea, como que no han ido apareciendo bichos en los sitios más inverosímiles últimamente, simplemente es cosa de aplicar instrumental poderoso.

    Si han aplicado la técnica PCR y hubiera algo raro, imagino que saldría… o no.

    Uno de los owned más guays que se dan en la historia de la ciencia es el «joder… quién se le iba a ocurrir mirar ahí» xD

  6. tomás:

    Sí, lo tienen todo para ser fotosintéticos, pero ¿y la radiación ultravioleta? Sí, ya sé que la capa de ozono está más alta, pero eso no impide que entre los 6 y 10 km haya más radiación. Y luego hay que considerar la temperatura.
    En resumen, en vez de especular, habrá que esperar a que se estudie el tema.

  7. NeoFronteras:

    El hecho de que algunas bacterias parezcan metabolizar el ácido oxálico puede que indique que su ecosistema sea precisamente la atmósfera. Hay ya tantos tipo de extremófilos que eso no sorprendería demasiado. Otras pueden haber terminado ahí y otras pasar parte de su ciclo vital en algo parecido a un animación suspendida, más que nada por la baja temperatura.
    Pero hasta que no se estudie mejor no lo sabremos.

    Por otro lado, y a cuento de la panspermia magufa, hay por ahí un documental infame sobre una supuesta lluvia microbiana extraterrestre que supuestamente se dio en India. Pretendían incluso venderlo como algo serio.
    El peor de todos nuestros prejuicios como humanos es querer confundir nuestros deseos con la realidad.

  8. Pocosé:

    Desechando y aborreciendo cual quier tipo de magufada panspèrmicas incluidas, no estoy por negarla dogmáticamente como un posible origen de la vida en este planeta. Esta solo aleja en tiempo y espacio dicho origen, diversificando sus posibles escenarios. Me resulta muchísimo mas interesante, el tipo de escenarios donde pudo, puede o podrá originarse este singular, misterioso y apasionante fenómeno.
    Parece ser que gran parte nuestra agua vino aportada por impactos de meteoritos o cometas, ¿pudo venir algo más?.
    Hubo grandes impactos aquí cuando ya había vida, que sin duda lanzaron al espacio algunos fragmentos del planeta, rocas, agua, ¿contaminados?.
    Hemos puesto artefactos terrestres en satélites, planetas y asteroides, ¿100% estériles?, ¿es del todo imposible que en su salida no se hayan podido instalar de polizontes, en micro hendiduras del fuselaje, algunas de estas extremófilas troposféricas?
    Tiene muchas dificultades que salvar una siembra panspérmica que no sea intencional. Evidencias, ninguna hasta el momento, imposibilidad al 100%, tampoco.

  9. tomás:

    Sobre tu último párrafo, estimado Neo, lo peor no es «confundir nuestros deseos con la realidad». Eso lo hace nuestro subconsciente queramos o no y no podemos evitarlo en diferentes medidas. Lo peor es la acción de hacer pasar por cierto algo que sabemos falso y además envolver el camelo en un seudopapel que simule ser ciencia.
    Saludos.

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