Más supertierras quizás habitables
La misión Kepler descubre tres supertierras que podrían mantener el agua líquida en sus superficies.
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La misión Kepler sigue reportándonos interesantes descubrimientos. Parece que poco a poco vamos cercando a Tierra II, esté donde esté. Probablemente, cuando llegue ese descubrimiento ya nos parecerá natural, pues se habrá recorrido toda una panoplia de planetas cada vez más parecidos.
Ahora se ha descubierto que dos planetas que orbitan la estrella Kepler-62 están en la zona habitable y podrían tener agua en su superficie. Esta estrella forma parte de un sistema con 5 planetas conocidos: 62b, 62c, 62d, 62e y 62f. Dos de ellos, Kepler-62f y Kepler-62e, son las supertierras que están la zona habitable.
El primero de ellos tiene un periodo orbital de 267 días, es sólo un 40% más grande que la Tierra, constituye hasta ahora el planeta más parecido a la Tierra en la zona habitable y es muy probable que tenga una composición rocosa. Kepler-62e está cerca del borde interior de la zona habitable, es un 60% mayor que la Tierra y tiene un periodo orbital de 122 días. El resto de los planetas de este sistema orbitan demasiado cerca de si sol como para poder tener vida.
Kepler-69c es otra supertierra que orbita otra estrella, tiene un tamaño que es un 70% mayor que el terrestre y también está en la zona habitable. Su periodo orbital de 242 días recuerda al del planeta Venus. No se está seguro acerca de su composición. También se ha hecho público su descubrimiento por parte de la misión Kepler.
Kepler-62 es una estrella de tipo K2 con un tamaño de dos tercios el del Sol y un con un quinto de su brillo situada a 1200 años luz de distancia de nosotros en la constelación de Lira.
Kepler-69, por otro lado, es una estrella tipo G (como el Sol) y tiene un 93% el tamaño de nuestra estrella y un 80% de su luminosidad. Se encuentra a 2700 años luz de la Tierra en dirección a la constelación del Cisne.
Las posibilidades de que alguna vez se envíen misiones hasta estos sistemas son nulas.
Modelos del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) sugieren que Kepler-62f y Kepler-62e serían planetas totalmente cubiertos por agua. La vida es concebible en un planeta así si en el fondo oceánico hay fuentes hidrotermales que reciclen elementos. Pero no parece que favorezca la vida compleja o civilizaciones avanzadas. Un planeta así dificultaría enormemente la obtención de metales, el fuego, la metalurgia o la electricidad. Se especula que incluso pudieran ser planetas casi totalmente líquidos sin posibilidades de vida.
Según estos modelos Kepler-62e tendría más nubes que la Tierra, mientras que Kepler-62f necesitaría más efecto invernadero que nuestro planeta para mantener el agua líquida, so pena de convertirse en una bola de hielo.
Sin embargo, este tipo de conclusiones pueden ser bastante arriesgados de asumir debido a la falta de datos reales. Ni siquiera se sabe la masa de estos planetas, porque se han detectado por el método de tránsito que, a diferencia del de la velocidad radial medida por Doppler, no permite hacer una estimación directa de la masa.
El problema es que no se sabe la composición exacta de estos planetas, sino que ésta se suele inferir a partir del tamaño que poseen y los modelos que se tienen sobre formación planetaria. Para saber más sobre su composición habría que tomar espectros y así conocer, por ejemplo, si poseen agua y dióxido de carbono que proporcione suficiente efecto invernadero.
Pero no hay tecnología que lo permita aún. Sus atmósferas son muy pequeñas en relación al tamaño aparente de su estrella como para generar un espectro de absorción medible a esas distancias con la actual tecnología.
De todos modos, la posibilidad de que en un mismo sistema haya dos planetas habitables es sumamente interesante. Los habitantes de ambos mundos podrían observar fácilmente el otro planeta o incluso hacer viajes regulares entre los dos. Serían civilizaciones muy motivadas para el viaje espacial.
Hasta ahora la misión Kepler ha detectado 2740 candidatos a exoplanetas, de los que se han confirmado ya 122 de ellos con telescopios en tierra.
Según John Grunsfeld, de la NASA, el descubrimiento de estos planetas nos acerca a lugares a los que podremos considerar muy parecidos a nuestra casa y que ya sólo es cuestión de tiempo que encontremos planetas similares a la Tierra en nuestra galaxia o que, por el contrario, asumamos que planetas como la Tierra son una rareza.
Por otro lado un estudio reciente señala que los exoplanetas necesitan poseer un campo magnético para poder mantener la vida sobre su superficie. De otro modo, sin campo magnético, el planeta estaría expuesto continuamente a la radiación del viento solar de su estrella. Esto disociaría las moléculas de agua y el hidrógeno se perdería en el espacio. Como resultado el agua iría desapareciendo y sin agua la vida tal y como la conocemos es imposible. Además el campo magnético protegería a los organismos de la radiación.
Se analizaron tres posibles planetas habitables: Gliese 581d, HD 40307g y GJ 667Cc para ver si tienen campo magnético. Los dos primeros parecen tenerlo, pero no el tercero, que estaría condenado.
Así que un núcleo activo mantiene un campo magnético y, a su vez, una tectónica que recicla los elementos. Sin eso la vida en la Tierra sería imposible, aunque el precio que paguemos sea una erupción volcánica de vez en cuando y algún que otro terremoto.
Una supertierra de composición rocosa probablemente tenga campo magnético, pues al ser más grande mantendrá un interior caliente (quizás demasiado), pero si no es así tampoco parece que pueda importar una pérdida de agua si está en cantidades como para recubrirlo por completo, como especulan para Kepler-62f y Kepler-62e.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4086
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
5 Comentarios
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domingo 28 abril, 2013 @ 8:09 pm
Para albergar una civilización tecnológica, no sólo es preciso que tengan una superficie sólida, agua, tectónica, atmósfera, etc. También es necesario un tiempo coincidente y en los casi 4.600 Ma de la Tierra sólo como máximo 3 Ma han dado algo de sí en ese sentido. Por tanto, en estos momentos, si hallásemos una Tierra exactamente igual a la nuestra, sin saber nada más de ella que lo que puede ser observado por una misión como la Kepler, la probabilidad de una civilización sería de 3/4.600 = 0’065%. Eso sólo en tiempo y realmente no me parece tan poco teniendo en cuenta la inmensa cantidad de estrellas que hay sólo en nuestra galaxia. Pero, claro, hacer estadística con una sola muestra es bastante inútil.
sábado 4 mayo, 2013 @ 5:18 pm
Pienso que honestamente es más raro que estemos solos en el universo a que pueda existir vida de algún tipo en cualquier cuerpo celeste y como dicen por ahí si no hay habrá que inventarla.
Saludos.
lunes 6 mayo, 2013 @ 10:20 am
Amigo «r»:
Yo no me refiero a vida, que imagino ha de existir, sino a sociedades tecnológicas con las que pudiéramos comunicarnos. Fíjate que eso es mucho más reducido que en mi anterior comentario. Para una civilización equiparable a la nuestra se han necesitado en la Tierra prácticamente los 4600 Ma. Y, si llevamos, pongamos desde 1896, con Marconi, emitiendo ondas electromagnéticas de forma consciente y con un significado, la relación sería 117/4.600.000.000 = 0’0000025 %
Un abrazo.
martes 7 mayo, 2013 @ 3:22 pm
Recientemente han dado la noticia de que el SETI ya ha fijado un primer objetivo en el que empezar a buscar vida, van a buscar en algunos planetas de la estrella Kepler 62 que se encuentra a 1200 años de luz de distancia: http://es.globopedia.com/kepler-objetivo-proyecto-seti
Para los del SETI es el objetivo ideal para empezar, la pega es que está un poco lejos como para plantearse enviar una misión robótica más tarde.
martes 7 mayo, 2013 @ 3:26 pm
Desde mi ordenador parece que no funciona el enlace, aquí hay otro:
http://www.ojeas.com/ciencia/kepler-62-un-buen-objetivo-para-el-proyecto-seti_45169.html