NeoFronteras

Los humanos castigamos al generoso

Área: Psicología — lunes, 8 de julio de 2013

Un experimento revela que los seres humanos pertenecientes a un grupo castigan a los miembros que son generosos haciendo que sean rechazados socialmente, incluso cuando su generosidad beneficia al grupo.

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Dice un dicho anglosajón que ninguna buena acción se queda sin castigo. Algo que seguro muchos han experimentado. No parece que algo así beneficie a la sociedad, pero, sin embargo, se da.
Las formas que tiene la mente de fomentar la cooperación entre humanos son a veces contradictorias. Se supone que nuestra especie ha tenido éxito gracias a esa cooperación, a nuestro sentido de la justicia, etc. Pero también ha producido otros subproductos como la religión.
En un estudio reciente realizado en Baylor University se ha podido comprobar que el grupo castiga a los miembros que son generosos haciendo que sean rechazados socialmente, incluso cuando su generosidad beneficia al grupo, cosa que es contradictoria e ilógica. El artículo en cuestión, realizado por Kyle Irwin y Christine Horne, fue publicado en Social Science Research.
Si el estudio es correcto no deja de ser inquietante. Los generosos no sólo reciben el rechazo del grupo, sino que algunos de los participantes en los experimentos pagan para que el generoso sea castigado de acuerdo a un sistema de puntos.
Según Irwin aunque superficialmente este comportamiento no tenga sentido muestra lo poderosas que son las normas para el grupo. Los miembros del grupo parece que piensan que es más importante ajustarse o amoldarse al grupo que el beneficio del grupo.
Entraría dentro de una estrategia general para evitar que los aprovechados, que se benefician del grupo pero no aportan, sigan explotando al grupo. El problema es que los inconformistas o diferentes pueden ser también considerados aprovechados (aunque realmente no lo sean) y sean castigados igualmente con el ostracismo.
En los experimentos estos dos investigadores dirigieron un juego en el que participaron 310 voluntarios. A cada persona de le otorgaban 100 puntos que les daban oportunidades de conseguir una tarjeta regalo. Tenían que decidir cuántos de esos puntos daban al grupo y con cuántos puntos se quedaban. Las contribuciones se doblaban y luego se repartían lo conseguido por igual independientemente de cantidad donada.
Las transacciones se realizaban con un sistema informático y los participantes no tenían posibilidades de contactar con los otros miembros del grupo antes de realizar las donaciones. Además, en los experimentos había miembros que en realidad eran simulados con un programa que tenía su comportamiento predeterminado.
A cada participante se le decía que sabría las contribuciones de los otros cuatro, que él sería el quinto en contribuir y que después habría un sexto participante. El último estaba siempre simulado y programado para o bien ser mucho más generoso que los demás o bien ser una egoísta.
Cada miembro del grupo tenía entonces la oportunidad de pagar un castigo, mediante el sistema de puntos, a otros miembros del grupo que contribuyeran más. El castigador tenía que pagar un punto suyo para quitar tres puntos a los demás. Al parecer muchos lo hacían.
Además cada miembro debía puntuar en una escala de del 1 al 9 cuánto deseaban que cada miembro permaneciera en el grupo. Esto permitía una medida del ostracismo que se quería imponer sobre los generosos.
En promedio los miembros donaban el 50% de sus puntos. Los más egoístas sólo donaban el 10%, mientras que los más generosos donaban el 90%.
Irwin relaciona este tipo de castigos con el rechazo social o el reírse de alguien que ha hecho la mayor parte del trabajo de clase o incluso con expulsar a la persona de un grupo.
“Debe de haber diversas razones por las que los otros castigan al miembro generoso. Puede ser que el generoso les hace quedar o sentir mal. O puede que les haga sentirse celosos o que no están haciendo lo suficiente”, dice Irwin.
Sugiere que en cierto momento, si las contribuciones terminan siendo grandes, los deseos de beneficio de los miembros se anteponen al deseo de castigo.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4150

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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22 Comentarios

  1. tomás:

    No entiendo la frase del 6º párrafo: «Entraría dentro de… para evitar que los aprovechados, que se benefician del grupo pero que no aportan, sigan explotando por el grupo». ¿Será: …sigan explotando al grupo?
    Me parece muy preocupante que se castigue el altruismo. No sé. Habré de leer el artículo con mucho detenimiento.

  2. Dr. Thriller:

    Pero esto es lo de siempre. Todos los experimentos psicológicos se realizan con individuos que pertenecen al matriz cultural occidental. Es como el famoso descubrimiento de que una de las famosas paradojas visuales sólo lo teníamos los occidentales porque nacimos, aprendimos a ver y caminar en casas con ángulos rectos (paredes, puertas, muebles), y por ejemplo para los bosquimanos tal paradoja (o ilusión) visual no existía, y para ellos ambas rectas las veían exactamente iguales (tal y como lo son). Hablo naturalmente de la ilusión Müller-Lyer:

    http://en.wikipedia.org/wiki/M%C3%BCller-Lyer_illusion

    Esto en psicología supuso una pequeña revolución, porque en ese momento (y creo que fue a mediados de los 90) cayeron en la cuenta que todos, absolutamente todos los estudios, se habían hecho sobre individuos totalmente occidentales o de culturas ya muy occidentalizadas.

    Somos seres culturales, y avanzar hipótesis constitucionales es muy arriesgado y desde luego requiere estudios mucho más exhaustivos. Y lo peor de todo es que encontrar personas que sean ajenas (es decir, con muy baja exposición) a la cultura dominante occidental es cada vez más difícil y eventualmente llegará a ser imposible. Es otra forma de acabar con una biodiversidad que vemos que, efectivamente, es crítica (¿cómo podremos saber entonces lo que es cultural de lo que no lo es?).

  3. thetimethespaceandandtheman:

    «Los miembros del grupo parece que piensan que es más importante ajustarse o amoldarse al grupo que el beneficio del grupo.»

    La investigación empírica (No ideológica ni cualitativa, sino cuantitativa) del comportamiento humano es apasionante.

    Solo voy a recordar dos casos que seguro conocéis:

    1.-> Das experiment .
    Vi la pelicula, por casualidad, e investigue los hechos reales en los que estuvo basada.
    http://en.wikipedia.org/wiki/Das_Experiment
    (Film de 2001 alemán, basado en el Stanford prison experiment, http://en.wikipedia.org/wiki/Stanford_prison_study).

    Tremenda, a los 10 dias, los ‘guardias’ habian ‘elegido a un lider’, habian matado a un ‘prisionero debil’, habían boicoteado el sistema de videovigilancia del experimento, habían ‘expulsado’ y quitado el poder a un guardia ‘honesto’, para cometer impunemente sus bestialidades, y estuvieron a punto de violar a la psicóloga que trato de poner limites.

    2.-> Experimento de Milgram.
    http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram
    Este lo descubrí viendo Redes hace unos 8 años, me impacto.

    He llevado años atrás algunos estudios en temas sociales, no siendo mi campo (Soy ingeniero, que le vamos a hacer), siempre con trabajos con los que me sentía seguro, con datos y buena metodología, y lo dicho, es apasionante, pero hasta cierto punto, bello.

    Es nuestra naturaleza real.

    Gracias Neo, vamos llenando el disco duro de noticias.

    Javier.

  4. petrus:

    La generosidad no creo que esté inscrita en los genes, más que para los casos en los que el retorno esperado la justifique: esposa, hijos, familia, amigos y socios tribales afines . La generosidad desinteresada, pura y dura, con cualquier ser humano , en mi opinión, pertenece a otra esfera, que en las sociedades occidentales estaría ligada a la cultura cristiana del » ama al prójimo como a tí mismo». De modo que cualquier altruísmo ajeno es para muchos de nosotros, en general, un aldabonazo a la conciencia que nos recuerda la frase entrecomillada. Entraba yo ayer en el ascensor con dos hermosas bolsas de comida del súper, y un vecino, generoso comprobado, me dijo que seguramente una de ellas podría entregarla en Cáritas… ¿ Hace falta que les diga a qué me sonó su generosa propuesta ? Sí, efectivamente, a aldabonazo.
    Que hagan esta prueba entre los miembros de una tribu amazónica, a ver si resulta igual…
    Tambien, ciertamente, hay un amaestramiento posible, si se han realizado ese tipo de cursos en los que las simulaciones de juegos y negocios en grupo, estudiando las estrategias más adecuadas, nos han enseñado que, en general, las que promueven la colaboración y un cierto grado de generosidad son las que proporcionan mayores beneficios a quienes las practican. Una vez convencidos de que la generosidad es mucho más productiva que el egoísmo, es mucho más fácil ejercitarla. Y es que, honradamente, creo que ser inteligente y ser generoso son dos caras de una misma moneda.

  5. Dr. Thriller:

    A ver. Creo que a estas alturas está claro que el comportamiento altruista es incluso más saludable a efectos médicos (existen multitud de indicios), aunque sólo sea por evitar la HTA y otras patologías derivadas de tomarse la vida a pecho (que a veces no queda más remedio). Es más, pienso que vosotros mismos estais recalcando que esto sí es constitucional, dado que precisamente todas las religiones y sistemas morales priorizan y sancionan estos comportamientos (penalizando los egoístas). En mi opinión el problema radica en que las sociedades humanas son todas jerárquicas, y son las jerarquías las que crean los problemas, sobre todo en la medida que son arbitrarias en mayor o menor grado (pienso que de serie, los humanos automáticamente otorgamos autoridad en un campo a quien claramente parece tenerla, se ve perfectamente en los tratos con profesionales o ante individuos de mucha mayor edad, y esto no es exactamente jerárquico, puesto que se circunscribe a hechos circunstanciales). Esto colisiona con nuestro sentido innato de justicia.

    Precisamente en el estudio sugieren que el problema está en la quiebra de los status sociales.

  6. Dr. Thriller:

    Por si no queda claro, cuando hablo de jerarquías no hablo de la punta del iceberg, ni el cacique ni el rey ni el policía, sino de cosas tan básicas como que aún vivimos en sociedades machistas patriarcales donde el papel de la mitad de los individuos tiene que estar claramente supeditado a los varones, por tanto, una mujer altruísta no puede quebrar esta regla (en realidad, ninguna mujer puede quebrar esta regla, ni altruísta ni egoísta), so pena de recibir los picotazos de todo el gallinero, congéneres de gónadas naturalmente incluidas. Que todo esto se deba probablemente a un efecto colateral imprevisto y para nada deliberado de un defectuoso reparto del trabajo al final del neolítico (que explicaría por qué afecta a la práctica totalidad de la especie, no siendo que todos descendamos de un grupo originario), debería hacernos reflexionar un poquitín.

    Por lo demás, es claro que los padres siempre serán altruístas con sus hijos, es claro que los hijos lo serán con los padres (hasta el punto de evaluar on-the-fly quién debe morir para perpetuar esos genes de la especie, y naturalmente la especie sin la cual no hay esos genes), es claro que todos los individuos que son estériles o no van a tener descendencia (porque ya está así balanceado en el pool genético) serán altruístas con todos los demás, porque ese es su papel. Realmente lo que no tiene excesivo sentido es el egoísmo más que en casos puntuales (hay tribus africanas que por ejemplo se cambian los hijos al nacer, a boleo, sólo los sacerdotes saben quiénes son los hijos de quién para evitar ulteriores cruces consanguíneos), porque siempre va a traer efectos indeseados.

    Que nuestra civilización esté plagada de egoísmo, inútil y contraproducente incluso para los propios individuos, explica mucho de dónde estamos.

    A saber si no será un mecanismo corrector evolutivo para evitar que nos carguemos todo.

  7. Juan Luis:

    El problema es la base ideológica oculta en la interpretación de los resultados. No me extenderé en argumentarlo pero sugiero que se note el enfoque socialista en la conclusiones. A la sociedad le conviene a largo plazo que los individuos cuiden de si mismos pues es el sistema más flexible y adaptativo; los individuos más generosos suelen ser también los más predispuestos a la dependencia y por tanto a preferir un sistema de interdependencia. Llevado a la racionalización ideológica esto conduce al pensamiento socialista, mientras que los que tienden a cuidar de si mismos y colaborar lo justo asumen el pensamiento liberal. Obviamente la ideología se complica con toda clase de soluciones intermedias, pero a largo plazo la implacable evolución hace que la más flexible sociedad basada en individualidad fuerte hace que esas conductas sean las que se impongan.

  8. Ramonmo:

    ¿Sociedad machista patriarcal? Lo siento, no existe tal cosa. Curioso que en una página científica aparezcan comentarios tan palmariamente ideológicos y/o míticos.
    También es notorio el tono general de repulsa de una sociedad, la nuestra, que es la que ha alcanzado cotas más altas de conocimiento, bienestar, libertad y justicia social de la Historia humana. Y es que muchas veces se lleva demasiado lejos la necesaria (auto)crítica.
    En cuanto al artículo, pues no se entiende mucho, la verdad. Tal como está no se puede decir gran cosa del experimento, aunque admito que constituye una buena oportunidad de autoflagelación.

  9. Dr. Thriller:

    No, lo siento, no es ideología. Son términos de sociología:
    http://en.wikipedia.org/wiki/Patriarchal_society

    Si alguien hace uso magufo de conceptos científicos, vaya a pedir responsabilidades a ellos, puesto que porque el señor I.J. base sus disparates en la teoría de la relatividad (de la que no tiene la más puta idea) eso no quiere decir «que no exista tal cosa» o que el tal edificio formal sea «ideológico o mítico». Y si ya es porque el cuadro no le gusta, entonces doble problema, pero desde luego no es de la ciencia.

    Respecto a «ideología» socialista, la especie humana para su supervivencia se fundamenta de la dependencia (forzosa) entre sus individuos, no ya interdependencia, esto es palmario en 1º de biología (etología, si quiere para más señas). Absolutamente ningún ser humano puede existir por sí mismo a diferencia de otras especies, pero esto es así tanto el plano cultural, cuanto el plano biológico. Es que esto es algo tan palmario, que quien sostiene lo contrario ya se descalifica para los restos. Es más, probablemente la ventaja evolutiva de los sapiens frente a los neandertales, individuos mucho más robustos, resistentes, fuertes y seguramente más inteligentes es precisamente la debilidad extrema de los humanos modernos (fisiológica), que simplemente descarta todo individualismo porque conduce directamente a la extinción. Quizá fue esto mismo lo que terminó con ese producto tan bien acabado que eran los neander.

  10. LLuís:

    Estoy completamente de acuerdo con el comentario 8 de Ramonmo.Tampoco he entendido mucho este estudio,así que poco puedo comentar al respecto. No obstante y en cuanto a esa rotunda afirmación sobre la inexistencia de sociedades machistas patriarcales, me gustaría que Ramonmo aclarara en que basa tal inexistencia.

  11. Ramonmo:

    El concepto «sociedad machista patriarcal» puede ser científico, pero su aplicación a nuestra sociedad es ideológica y, por tanto, falsa.

  12. thetimethespaceandandtheman:

    Ramonmo: «¿Sociedad machista patriarcal? Lo siento, no existe tal cosa. Curioso que en una página científica aparezcan comentarios tan palmariamente ideológicos y/o míticos.»

    Dr. Triller: «Si alguien hace uso magufo de conceptos científicos, vaya a pedir responsabilidades a ellos, puesto que porque el señor I.J. base sus disparates en la teoría de la relatividad (de la que no tiene la más puta idea) eso no quiere decir “que no exista tal cosa” o que el tal edificio formal sea “ideológico o mítico”. »

    La capacidad de usar matrices conceptuales miticas para inferir juicios, de la mente humana, es su mayor peligro, por donde mas se cuelan cosas terribles.

    La creación de autentico conocimiento, es incompatible con el sufrimiento dado por los estigmas (Hereje, machista, feminazi, escéptico de pago, magufo, etc..).

    El tema de este post no es la teoría del genero.

    Si precisamente me encanta el estudio empírico, experimental, cuantitativo, del comportamiento humano, y he tenido la suerte de poder realizarlo durante casi 10 años, es porque ‘la naturaleza habla’.

    Es muy fácil ganarse enemigos en este terreno, enemigos de por vida.

    Precisamente por eso valoro este trabajo (Aunque aún no he leído la metodologia, punto clave, pecado en mi parte¡¡¡).

    El informe Fiebert, el Informe Dunedin, los estudios experimentales con primates de Gerianne M. Alexandera,b,*, Melissa Hines («Sex differences in response to children’s toys in nonhuman primates .Cercopithecus aethiops sabaeus», un estudio precioso, no esta en mi blog, pero os lo aconsejo, precioso, empezando por su metodologia) y tantos y tantos mas………………..empiezan a dar rasgos de la autentica foto que hay tras todo eso.

    Espero no ganarme con este comentario enemigos declarados en este blog para siempre, el tema del genero es terrible (Ahora hay ya la violacion del 1º derecho humano en españa), y por eso, sugiero no se entre en él.

    Saludos.

    Javier.

  13. thetimethespaceandandtheman:

    «(Ahora hay ya la violación del 1º derecho humano en españa), »

    Disculpas, falta una aclaración.

    Ya tenemos distintos códigos penales y leyes de enjuiciamiento criminal, según sea el sexo del denunciado.

    El 1º derecho humano dice que todos nacemos con iguales deberes y derechos.

    No deseo cambiar el tema del post, solo aclarar mi afirmación.

    No seguiré discusión en esto, sigamos en ciencia, of course.

    Gracias.

    Javier.

  14. Dr. Thriller:

    «Sociedad machista patriarcal» no tiene más lectura que la que se deriva del link que he puesto, bastante ajustado, «el patriarcado (gobierno de los padres) es un sistema social en el cual el varón es la figura central de autoridad primaria, y los roles centrales de liderazgo político, autoridad moral y *control de la propiedad*, y donde los padres retienen la autoridad sobre mujeres y niños. Implica las instituciones del poder y privilegio masculino, y conlleva la subordinación femenina. Muchas sociedades patriarcalese son también patrilineales, significando que la propiedad y los títulos de esta son heredados por el linaje masculino».

    Si se lee despacio se verá que las consecuencias que se derivan de tal organización social son, por abreviar, caóticos e imprevisibles (lo cual no redunda precisamente en la estabilidad social), baste reflexionar al respecto sobre el último punto, el de las herencias de la propiedad (incluyendo en esta los títulos de poder, vigentes explícitamente hasta el fin del Ancien Régime), que sólo en ese aspecto ha producido más conflictos, inestabilidad social, y miseria, que resulta casi un ejercicio de disputa académica concluir si trajo más muertes y destrucción este sistema social o vivir al albur de toda clase de desastres naturales (piénsese simplemente en guerras dinásticas, en todos los escalafones de la jerarquía).

  15. tomás:

    He leído, casi puedo decir que he estudiado, el artículo, nota de prensa,los comentarios de mis sesudos compañeros, los envíos… Sólo encuentro una explicación posible en la cesión de la voluntad personal a la del grupo si así puede llamarse, o a la de un representante en el que se recopilan las voluntades particulares. Quizá un altruista es tan peligroso como cualquier otro disidente y, al percibirlo así, mueve a ser castigado por el conjunto que procura la continuidad y ve peligro de desintegración, peligro que le afectará personalmente.
    Aunque, claro, habría que distinguir en si se trata de un peligro de supervivencia, es decir, básico e inaceptable o un peligro de perder privilegios en una sociedad de bienestar.
    Sigo perplejo. Habré de sacar toda su esencia al artículo y a los juiciosos comentarios de nuestros compañeros.
    Un abrazo a todos.

  16. Miguel Ángel:

    No le des más vueltas, «tomás»: en el penúltimo párrafo de la noticia, está la clave y no es otra que un sentimiento de inferioridad que nos lleva a la envidia.

    Resulta que la envidia es el pecado capital que más nos cuesta reconocer: encontrarás fácilmente personas que reconozcan que pecan de ira, de gula, de lujuria…pero no de envidia. Y, sin embargo, TODOS (sin excepción) sentimos envidia.

    Si alguien lo niega sólo tienes que preguntarle si siente admiración por alguien, seguramente te contestará afirmativamente, pues bien, la admiración no es otra cosa que lo que llamamos «envidia sana», sólo que en este caso la emoción se ha reconstituído hacia algo más positivo que incluye le elogio y ya no le deseamos el mal a la persona admirada.

    En la antigua Grecia un campesino analfabeto se acercó a Arístides para pedirle que escribiese el nombre de una persona en unas tablillas que usaban para acusar, de modo anónimo, a los ciudadanos que consideraban merecedores de enviar al ostracismo. Resulta que el nombre que pidió el campesino que escribiese era el del propio Arístides a quien, obviamente, no conocía en persona. Arístides le preguntó qué había hecho esa persona para merecer esa condena…y el campesino le contestó: «todo el mundo dice que es muy buena persona y no lo soporto». El honestísimo Arístides escribió su nombre en la tablilla sin hacer más preguntas.

    ¡Anda que no nos queda camino para mejorar!

    Otro montón de abrazos.

  17. tomás:

    Sí que nos queda mucho por mejorar, mi buen amigo, pero no puedo estar de acuerdo en que la admiración sea una forma de envidia. Casi diría que son dos emociones opuestas. El envidioso no precisa motivo para envidiar. Ha de estar por encima de su envidiado en cualquier aspecto y además deseará su fracaso; se alegrará de su mal. No así quien admira a otro que querrá para él lo mejor y añorará imitarle y parecerse a él, aun cuando no haya triunfado en su profesión o en la vida.
    Quizá pudiera iluminarnos en esta tarea saber a quien se envidia o a quien se admira. Habrá personas que envidiarán o admirarán a aquellos listos que son capaces de adivinar cual es el camino más fácil para enriquecerse, medrar o ser admitidos en la «jet set». Otros admiran la labor de Vicente Ferrer o Teresa de Calcuta -aunque tengan poco que ver con la fe-, amarán a Gandhi y a Mandela, querrían saber y tener la inteligencia de los grandes de la ciencia, pero sin malicia alguna: ¡Bertran Rusell!, Darwin, Einstein, Euclides, Aristóteles, Plank (habrá alguna oveja negra más pero sólo se me ocurre excluir a Newton) y toda esa multitud de genios. O el altruismo y deseo de saber que tienen tantos los que nos comunicamos aquí gracias a quien a veces me apetece llamar nuestro mentor.
    No, mi querido amigo. La envidia es un mal sentimiento y la admiración es su contrario.
    Recibe toda mi admiración porque sé que eres de los que la merecen, por la bonhomía que haces notar en tus comentarios, por tu deseo de aprender, por tus extensos conocimientos, por tu compromiso con la humanidad del que has hecho tu profesión, por tu amor a tu familia.
    Por todo eso y seguramente por muchas cosas más que olvido o desconozco, recibe, con mi admiración y discrepancia un fortísimo abrazo.

  18. Pocosé:

    Esto reafirma mi convencimiento de que no solo somos sociales, sino específicamente tribales y siempre hay un rechazo inicial al diferente, el transgresor se convierte en diferente aunque solo transgreda una de las normas del grupo (tribu.
    Salirse un poco de lo que se considera normal, (de norma, tabú, credo, etc.) ya es una transgresión, la cual para poder ser asimilada por el grupo (tribu) habrá de demostrar muy claramente que es beneficiosa y no pone en peligro la normalidad de la tribu.
    La competencia de las distintas tribus hoy sociedades, equipos, culturas, piases. imperios, etc., ha dado infinidad de estructuras tribales con muy diferentes grados de complejidad.
    A nivel individual estamos marcados de tribalidad como lo estarían y lo están cualquier miembro de una tribu de cazadores recolectores. Poco mas de diez mil años no son nada evolutivamente.
    Saludos a toda la tribu

  19. tomás:

    Pues atribulado me tienes, amigo Pocosé, porque quizá hayas dado con el quid de la cuestión. Tu consideración me parece excelente. El distinguirse en la tribu es salirse de la norma y hay que hacer que el tal vuelva a la normalidad. Me ha gustado mucho. Si quisieras extenderte sobre el tema te lo agradecería, pues estoy muy interesado en esto. Tan intrigado me tiene que he tratado de comentarlo con una psicóloga-socióloga, pero me ha sido imposible hasta el momento, quizá por las vacaciones.
    Un fuerte abrazo.

  20. NeoFronteras:

    Pues sí, los humanos generalmente castigamos al diferente. Algo que parece innato, pues empieza en el colegio. En la edad adulta pasa igual, aunque más disimuladamente. Sea por que se es soltero, porque se es ateo, porque se tiene una opción sexual diferente, una opción política rara, etc.
    No paramos, siempre estamos prejuzgando y vigilando a los demás.

    Creo que fue Azcona el que señaló que lo que más nos molesta es la felicidad ajena.

  21. Pocosé:

    Estimado amigo Tomás

    Desde que perdí la fe de mis padres, disuelta en un mar de dudas allá en mi lejana adolescencia, siempre he estado preocupado por el cómo hemos llegado a ser lo que nos decimos que somos «Homo sapiens» (Algunos hasta se doblan el «sapiens»).
    Con el paso del tiempo y los pocos conocimientos que he podido ir asimilando por aquí y por allá, cada vez estoy más convencido de que nos haría más justicia el llamarnos «Homo tecnotribalis».
    La conformación de nuestra morfología tanto física como mental sin duda está muy íntimamente ligada a nuestras muy tempranas dependencias de la tecnología y del grupo.
    La presión evolutiva se ejerció pues, sobre individuos integrados en grupos y a la vez sobre estos grupos, dando lugar a una indisoluble y paralela evolución de genes y memes, interactuando unos con otros y conformándose en estrecha e indisoluble relación.

    Muy probablemente:
    – Comenzamos a caminar erguidos para poder transportar las primeras herramientas encontradas al azar, palos, huesos, colmillos, cuernos, lascas, etc. cortantes, punzantes o eficientes para golpear, así como trozos de piel o grandes hojas vegetales donde transportar estas primigenias herramientas y los excedentes alimenticios, más fácilmente obtenidos.
    – Desarrollamos las habilidades manuales progresivamente, dada la ventaja que nos supuso el uso de aquellas herramientas, hasta llegar a fabricarlas nosotros mismos.
    – Dejamos de necesitar una potente dentición ya que podíamos machacar cortar y más tarde con la herramienta fuego incluso cocinar los alimentos.
    – Fuimos paulatinamente aumentando la diversidad del lenguaje a medida que aumentaba la dependencia del uso de herramientas, para poder trasmitir los conocimientos adquiridos, ya que estos tenían poco de genéticos casi todo de meméticos.
    – Aquellos grupos (quizás ya primitribus) que más y mejor dotados estuvieran de herramientas y de habilidad para trasmitir sus técnicas, serían los más eficaces y esto si que estaría relacionado con la morfología del cráneo-encéfalo-mente.
    -Si aquellas primitribus competían por territorios y recursos, si ya usaban herramientas, es lógico que les encontraran en esto también alguna utilidad. De esto último parece haber evidencias de 1 millón de años y constancia hace ciento veinte mil. Las luchas tribales están muy documentadas y siempre presentes desde el Neolítico.
    – En nuestros días a estas tribus la llamamos pueblos, naciones, países, imperios, culturas etc. Continúan enzarzadas en una feroz competencia por los mejores recursos, con la diferencia de que las herramientas actuales y las estructuras tribales han evolucionado mucho más que nosotros, que básicamente no diferimos a penas del nuestros antecesores neolíticos de los cuales aún siguen milagrosamente superviviendo algunas tribus.
    – La estructura tribal básica requiere homogeneidad, solidaridad y empatía, entre los miembros de la tribu, también cierta comedida competencia, líderes naturales cuyo altruismo equidad y justicia para con la tribu quede fuera de toda duda, también imprescindible altruismo hasta el sacrificio total para con la tribu y ninguna piedad para los enemigos de ella. Cuando el altruismo de los líderes empieza dejar de ser evidente, empiezan a ser necesarias estructuras de control para seguir manteniendo la eficacia de la tribu, tabúes, religiones, estatus, guardias, etc.
    – Que estamos marcados de tribalidad para mi es muy evidente, la vemos emanar en innumerables aspectos de nuestra existencia, desde inocentemente lúdica hasta cruelmente devastadora, tanto para con los enemigos externos como para con los posibles transgresores internos. En el caso que nos ocupa el excesivo altruismo ni requerido ni habitual en la tribu puede ser una transgresión desestabilizadora y o deshomogeneizadora, por tanto punible. Nunca lo es el altruismo máximo requerido por la tribu: morir por ella.
    – También podemos observar que la necesidad de muchas personas de integrarse en un grupo bien estructurado supera incluso sus afinidades para con su familiares más próximos.
    – Es evidente también que en cuanto en nuestra tribu empiezan a enaltecerse mitos y ritos, a sonar himnos y tambores, y a enarbolarse símbolos y estandartes, la mayoría empezamos a delegar nuestra conciencia en los designios de la tribu.

    Sí, hay muchas probabilidades de que gracias a nuestras herramientas y nuestra tribalidad, de un modo u otro, nos auto extingamos antes de llegar a ser lo suficientemente “sapiens».
    Lo más probable es también que la evolución carezca totalmente de propósito y que el Universo pase olímpicamente de nosotros. Difícil de aceptar… “Eppur si mouve”.

    Probablemente requerías mas concreción sobre «el altruismo castigado», pero no he podido resistir la tentación.
    Un normalizado abrazo.

  22. tomás:

    Pues agradezco la tentación y la extensión. Muy interesante cuanto dices y digno de ser releído. También el breve de Neo.
    Mil gracias a ambos.

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