Sobre los últimos microbios
Especulan sobre cómo serán los últimos seres que habiten la Tierra en 2000 millones de años a partir de ahora.
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Nada es para siempre. Cada uno de nosotros desaparecerá, pero nuestra especie también lo hará al igual que lo hacen muchas otras lo han hecho antes. Las especies tienen una vida media y muy pocas logran superarlo. Normalmente se van extinguiendo en un proceso natural y lento. Pero otras veces muchas especies se extinguen de golpe (geológicamente hablando) debido a alguna extinción masiva que ocurre de vez en cuando. En la Tierra se han dado 5 de esas de extinciones hasta ahora.
Incluso la propia Tierra, el Sol o el mismo Universo tendrán un fin. Hasta hace relativamente poco imaginábamos que el fin de la vida en la Tierra llegaría cuando el Sol se convirtiera en gigante roja. Según una visión más poética que científica, habría un último día perfecto en nuestro planeta y entonces el Sol comenzaría a crecer y destruiría toda vida. Más tarde incluso podría llegar a engullir esta pelota que una vez fue azul. Indudablemente ese sería un buen método de exterminar toda especie viva en nuestro planeta.
Pero, según vamos avanzando en el conocimiento de lo que nos rodea, se ha ido descubriendo que hay múltiples manera de terminar con la vida en la Tierra. Un cataclismo como el impacto de un gran meteorito o algún que otro fenómeno astrofísico pueden producir una extinción masiva e incluso barrer la vida compleja de nuestro planeta. Pero incluso cuando no suceda ninguno de estos fenómenos el transcurso natural de los acontecimientos también terminará con la vida en la Tierra, incluso la microbiana.
Recientemente Jack O’Malley James, de University of St Andrews, ha expuesto en el Congreso Astronómico Nacional celebrado recientemente en esa misma universidad lo que se cree que pasará en 2000 millones de años.
Una combinación de cambios ambientales lentos y la evolución natural de nuestra estrella harán que la Tierra sea inhabitable en 2800 millones de años. Para esa época ni siquiera le habrá dado tiempo a la Vía Láctea de chocar contra la galaxia de Andrómeda, pues se necesitarán 200 millones de años más para ello.
El Sol permanecerá estable desde ahora hasta mucho tiempo después de todo eso, pero se irá haciendo cada vez más brillante, por lo que recibiremos más radiación solar. La Tierra será cada vez más caliente y seca y los océanos se evaporarán. O’Malley James ha creado un modelo computacional que simular esas condiciones para tratar de predecir cómo serán las condiciones en esa época. Ello le ha permito marcar el calendario de extinciones de la vida terrestre. Los últimos rastros de vida serán microbianos. La vida en la Tierra terminará de manera similar a como empezó.
La evaporación de los océanos en los próximos miles de millones de años y las lluvias que esto genere producirán reacciones químicas de tal modo que cada vez habrá menos dióxido de carbono, que se fijará en las rocas. Esto hará que ya no sea posible la fotosíntesis, por lo que desaparecerán las plantas y los animales que viven de ellas. A partir de entonces la vida será sólo microbiana. A la vez, el oxígeno irá desapareciendo hasta que la atmósfera carezca completamente de él, con lo que tampoco habrá ozono. En mil millones de años después de eso los océanos habrán también desaparecido.
A partir de ese punto ya no habrá condiciones posibles para la vida debido a la carencia de agua. Los últimos habitantes, posiblemente bacterias termófilas, vivirán en los últimos charcos que todavía queden. Sólo algunos de extremófilos que conocemos podrán sobrevivir en esas últimas condiciones de alta temperatura y radiación ultravioleta.
Estas especulaciones puede que también nos ayuden a estudiar la vida en otros mundos, pues esta puede sobrevivir en forma de extremófilos bastante tiempo después de que se haya iniciado. Muchos exoplanetas puede que contengan vida, pero esta será microbiana, tanto al comienzo como al final de su historia biológica. Este tipo de trabajos pueden ayudar a reconocer la presencia de ese tipo de vida.
La búsqueda de vida en el Universo está sesgada porque normalmente buscamos vida similar a la que ahora hay ahora en la Tierra. Este tipo de vida dejaría señales específicas en la atmósfera del exoplaneta de turno, como la presencia de oxígeno libre, pero si se buscan sólo esas señales pasaremos por alto otros tipos de vida, como la que se describe para la Tierra en 2000 millones de años.
En sus simulaciones O’Malley James predice escenarios en los que la única señal de vida sea la presencia de metano.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4152
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
4 Comentarios
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martes 9 julio, 2013 @ 12:14 pm
Una profecia a lo «Nostradamus», con la gran diferencia de que tiene fundamentos científicos.Aunque me temo que no va haber nadie aquí para comprobarla.
miércoles 10 julio, 2013 @ 12:05 am
Parece que resulta sencilla , y a la vez más creible, una predicción a muy muy largo plazo que otra más próxima. La que predice el fin de la vida en la Tierra al final del ciclo solar queda como un poco apocalíptica aunque, en cierto modo, nos de exactamente lo mismo, dada nuestra limitación temporal… Pero como el viaje en el tiempo es posible en dirección hacia el futuro, sí que es factible fabricar una nave que aguante hasta entonces y grabe, por ejemplo, un minuto cada mil años y lo almacene cuidadosamente… bien protegida de las altas temperaturas finales, colocada, por ejemplo, en la órbita de Júpiter,y vigilando al sol. Cuando ocurra, quién sabe, tal vez consigamos un permiso especial para visitar nuestro viejo hogar… Y aunque no volvamos, quedaría ahí grabada para «siempre» constancia de nuestro paso y nuestra especial ( de la especie humana ) tozudez.
miércoles 10 julio, 2013 @ 10:17 am
En un paralelo, estimado «petrus», quizá desees grabar tu propio fin, quizá para contemplarlo después.
sábado 13 julio, 2013 @ 8:08 pm
Una pequeña errata, Neo: «Cada uno de nosotros desaparecerá…» Un abrazo y, de nuevo, gracias mil por tu valiosísima labor.