Honestidad y hora del día
La honestidad de la gente decae según avanza el día debido al cansancio.
Nuestro estado de ánimo varía según la hora del día. Algunas personas que padecen depresión describen algo así como un velo de tristeza que cae por la tarde. Otras simplemente no pueden levantarse de la cama. Hay gente que es más creativa o tiene mayor inspiración dependiendo de la hora. Además todo el mundo ha notado que la calidad del trabajo que realizamos se reduce notablemente según pasan las horas del día. Pasado un determinado número de horas, la calidad del trabajo intelectual que hacemos se reduce tanto que al final al día siguiente tendremos que gastar un tiempo precioso en arreglar los desaguisados del día anterior.
Pero esta modulación según la hora en nuestro estado de ánimo al parecer también se da con nuestro comportamiento ético, precisamente debido al cansancio acumulado.
Según un estudio publicado en Psychological Science, nuestra habilidad para controlarnos, y así evitar engañar o mentir, se reduce según el curso del día. Por la mañana somos más honrados que por la tarde.
Maryam Kouchaki (Harvard University) y Isaac Smith (University of Utah) han realizado experimentos durante bastante tiempo sobre comportamientos éticos que incluyen el estudio de la mentira, el robo o el engaño, pero notaron que por la mañana sistemáticamente parecía que los resultados obtenidos eran éticamente mejores que por las tardes. Así que se pusieron a investigar este asunto y a preguntarse si es más fácil resistirse a mentir, robar o engañar por la mañana que por la tarde.
Sabían que el autocontrol puede perder fuerza debido a la falta de descanso y por la toma repetitiva de decisiones, así que se propusieron comprobar este punto y ver si la actividad diaria podía ser suficiente como para reducir el autocontrol y, por tanto, que aumentasen los comportamientos deshonestos.
En dos experimentos que diseñaron se mostró a los voluntarios (estudiantes universitarios) unos patrones de puntos en un monitor. Para cada patrón tenían que identificar si había más puntos al lado derecho que a otro lado. A los participantes no se les daba un dinero determinado si acertaban la respuesta correcta, sino que cuando la mayoría de puntos estaban a la derecha de la pantalla se les pagaba 10 veces más que si estaba a la izquierda. Con esto se proporcionaba un incentivo al engaño y a decir que había más puntos a la derecha incluso cuando no era así.
Se hicieron dos turnos con los voluntarios que participaban, uno de 8:00 a 12:00 y otros de 12:00 a 18:00.
Resultó que los del primer turno eran menos propensos a engañar que los del segundo, fenómeno al que han denominado “efecto de moralidad matutina”.
Además, en ambos grupos se trató de medir la conciencia moral de los voluntarios mediante una tarea que consistía en completar palabras como «_ _RAL» (moral) o «É_ _ C A» (ética). Los del turno de la mañana tenían más éxito que los otros en esta tarea.
Los resultados fueron los mismos cuando se realizaron pruebas “on line” similares con otros participantes a lo largo de todo EEUU. Los voluntarios tendían a ser más deshonestos por la tarde que por la mañana.
Desafortunadamente, y según los investigadores, la gente más honesta tiende a ser precisamente la que más susceptible es a este fenómeno de “moralidad matutina”. La mera hora del día es suficiente para que la gente honesta falle sistemáticamente en un acto moral.
Los autores del estudio señalan que el resultado puede tener implicaciones para organizaciones o negocios que estén tratando de reducir los comportamientos menos éticos. De este modo, habría que redoblar los esfuerzos de vigilancia de los empleados por la tarde y reducirlos por la mañana.
“Si eres una persona que trata de controlar tus tentaciones, o si eres padre, profesor o líder preocupado acerca del comportamiento deshonesto de los demás, nuestro estudio sugiere que puede ser importante tener en cuenta algo tan mundano como la hora del día”, dicen los investigadores.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4247
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Ilustración: http://generalleadership.com.
5 Comentarios
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sábado 2 noviembre, 2013 @ 3:12 am
Me parece que hay un error en la última frase del quinto párrafo: donde dice «izquierda» debería decir «derecha».
La parte consciente o racional del cerebro es minúscula si la comparamos con la parte inconsciente, pero resulta que es la que más energía gasta dentro de un órgano que ya de por sí gasta muchísima.
Pensar haciendo uso de la parte consciente resulta muy caro y trabajoso también. Al cerebro no le gusta tener que echar mano de esa parte racional: se encuentra más cómodo trabajando durante horas con su parte inconsciente mientras que se fatiga enseguida cuando usa la parte racional. Por eso no tiene nada de extraño que esa parte racional sea de las primeras en sacrificarse si las cosas se ponen mal.
Conducir después de pasar una noche en vela disminuye nuestros reflejos al volante como si hubiésemos bebido tres copas. La deprivación de sueño o el cansancio también son causa de un estrechamiento progresivo del campo visual, menor respuesta a los estímulos auditivos, deterioro en la capacidad de juicio, irritabilidad y lentitud generalizada en la respuesta congnitiva.
Si continuamos sin dormir aparecerán alucinaciones y, llegado a cierto punto, el cerebro acabará por decidir desconectarse y ponerse a dormir aunque el momento sea muy inoportuno.
Desde mi impresión subjetiva me parece que también puedo corroborar el resultado de la noticia: mi trabajo incluye turnos de noche y a medida que avanza la madrugada es mucho más frecuente que si recibes un aviso para atender a un paciente inicialmente pongas más trabas que si hubieses recibido esa misma llamada una horas antes…o que tengas que derivar el caso al especialista en cuestión y te ponga las más disparatadas excusas para escurrir el bulto.
Por último, hay una parte de la noticia con la que discrepo y es cuando se afirma que «todo el mucho ha notado que la calidad del trabajo que realizamos se reduce notablemente según pasan las horas del día»: los que somos noctámbulos trabajamos mucho mejor por la tarde y cuando empieza la noche que al levantarnos.
sábado 2 noviembre, 2013 @ 11:25 am
Sí había una errata, gracias por señalarlo. En cuanto a los noctámbulos es verdad que hay genes que determinan el que seamos búhos o mirlos, se ha explicado por que en la sabana alguien detenía que vigilar por la tribu en la noche. Lo que no está claro es que estén más despiertos por la noche. Eso habría que medirlo. Una cosa es la voluntad de querer estar despierto y otra el estarlo. Y según pasan las horas su atención empeora, salvo la salida del «valle» de primeras horas de la tarde.
El problema del noctámbulo es que va trasladando su horario según su biología y voluntad como si el día tuviera más de 24 horas, pero la sociedad le obliga a levantarse a la misma hora temprana.
Pero es verdad que ciertas labores creativas o sentimentales a veces se realizan mejor por la noche, sobre todo en noctámbulos. Es más fácil sentir melancolía por la noche que por la mañana. La química cerebral es compleja y no se entiende del todo bien, pero hay sustancias y neurotransmisores que se van gastando con el uso.
Lo interesante del estudio es que al parecer hay un esfuerzo consciente por mantener los principios éticos, que lo instintivo es engañar.
sábado 2 noviembre, 2013 @ 5:02 pm
El tema es complejo pero como bien pone el dedo en la llaga, no sabría si existe menor honestidad o simplemente mayor consciencia de la disminución de recursos. Igual que la parte consciente del cerebro consume muchísimos recursos, el trato con nuestros congéneres también -es mucho más fácil realizar tareas que tratar con personas, a no ser que las cosifiquemos-, de ahí que lo de escurrir el bulto sea para mí la palabra clave, así que no estoy seguro de que «más deshonesto» sea una visión correcta, puesto que se produce el comportamiento por defecto, no por exceso.
El agotamiento es evidente también en una visión más pesimista de las cosas, y también funciona como un inhibidor (lo de «no me levanto de la cama»). Otro tema interesante sería cómo a veces no queda otra que sacar fuerzas de alguna parte y ver cómo el agotamiento queda, no aparcado, pero si como congelado (en realidad, es una hipoteca, al final hay que pagar intereses por partida doble), lo cual indica un mecanismo de seguridad para un caso de emergencia, del que seguramente estemos haciendo abuso más que uso en multitud de circunstancias.
Por no hablar ya de la creatividad, que es la piedra de toque de todo el negocio.
domingo 3 noviembre, 2013 @ 11:15 pm
Querido Neo:
No sé si más despiertos, pero por aquí ya vimos un estudio que mostraba que los noctámbulos hacían mejor la prueba 10 horas y media después de despertarse que cuando sólo llevaban despiertos una hora y media. http://neofronteras.com/?p=2397
Como buen noctámbulo, recuerdo que en mis tiempos de estudiante rendía poquísimo las primeras horas después de levantarme. Diría que a esas horas nunca me encuentro bien del todo, pero si no me sentía ni siquiera regular, simplemente lo dejaba para más tarde porque sabía que lo poquito que iba a avanzar por la mañana me lo podía merendar más tarde en mucho menos tiempo y esfuerzo. Estudiar un par de folios de apuntes podía suponer 3 horas por la mañana frente a poco más de una hora por la tarde o la noche. A varios miembros de mi familia y otros noctámbulos que conozco les ocurre prácticamente lo mismo.
He estado revisando el tema y he encontrado algunas cosas sorprendentes. He visto en Internet estudios que relacionan el hecho de ser noctámbulos con una mayor incidencia de depresión, narcicismo o comportamiento psicopático, mayor predisposición a fumar y otras dependencias. Hay uno de Satoshi K.anazawa que reporta una mayor inteligencia en los noctámbulos, pero de este último me fío menos.
Me ha sorprendido un estudio que me ha recordado una noticia antigua que vimos en Neofronteras («No hay efecto «luna llena»»), en dicho estudio se ha reportado una disminución del 30% en las ondas delta durante el sueño «no REM» cuando estamos en fase de luna llena: lo podéis encontrar en Wikipedia escribiendo «ritmo circalunar».
También quiero dirigirme a Dr. Thriller agradeciéndole su benevolente comentario, y digo benevolente porque muchos no dudarán en ver detrás de ese «escurrir el bulto» una clara actitud deshonesta…bueno, ¿qué tal Stephen Jay Gould cantando ópera? http://www.youtube.com/watch?v=gx8cuiDE6QQ
Dedicada a todos los amigos de Neofronteras…por cierto, ¡ya no resisto más! hace demasiado tiempo que no comenta «tomás»: sólo espero que estés bien dondequiera que te encuentres, mi querido amigo.
jueves 7 noviembre, 2013 @ 1:02 pm
Según este estudio los negocios parece que se deberían realizar por la tarde.Acaso por esto sean tan comunes las «comidas de negocios».¿ Estoy diciendo que los negocios no puedan ser honrados?..bueno, no siempre lo son. Y menos en según que países.
Gracias, amigo Miguel Ángel, por ese enlace de Jay Gould, y tienes mucha razón, uno también se pregunta por «tomás»,si mal no recuerdo, «tomás» y un servidor fuimos de los primeros en empezar a discutir en este sitio, y luego continuamos teniendo interesantes discusiones.También le echo en falta, así como a otro gran amigo provisto de un humor muy agradable, «joabll».En fin espero que ambos se encuentren bien.
Saludos, Miguel Ángel.