La oxitocina tiene más propiedades
Una par de experimentos demuestran que las propiedades de la oxitocina son más de las que en un principio se pensaban.
A la oxitocina se le ha llamado la hormona del amor o hormona de la confianza. Está asociada con la amistad y el romance. Se libera cuando se recibe un abrazo cálido, una mirada amorosa o se agarra la mano de alguien en muestra de afecto. Si los humanos inhalamos esa hormona nos volvemos más confiados, cooperativos, generosos y nuestra libido aumenta. Juega un papel importante en la formación de relaciones entre los individuos y su descendencia en muchas especies de mamíferos. Así por ejemplo, se libera esta hormona durante el parto para ayudar a las madres a crean el vínculo con el bebé y para comenzar la lactancia. Es la hormona que hace encogerse tu corazón cuando ves la unos gatitos o a un bebé humano. La oxitocina es volcada al torrente sanguíneo por la glándula pituitaria.
Un par de trabajos recientes nos dicen que la oxitocina juega aún más papeles de lo que se pensaba.
En el primer trabajo se demuestra que esta hormona funciona más allá de la reproducción. A un grupo de 16 perros de les administró un aerosol nasal que o bien contenía oxitocina o bien era una mera disolución salina. Los dueños de los perros estaban en otra habitación durante esta administración y no se les dijo qué tipo de tratamiento recibían sus perros. Se les instruyo para que ignoraran toda respuesta social por parte de sus mascotas.
Sin embargo, aquellos dueños cuyos perros recibieron oxitocina informaron que les fue casi imposible romper la regla. El análisis estadístico mostró que estos perros eran más proclives a lamer, oler y tocar que los del grupo de control, también permanecieron más tiempo con sus dueños y los miraban durante más tiempo.
Así que esta hormona no se produciría solamente para favorecer la reproducción en los mamíferos, sino que además ayudaría a mantener los vínculos sociales entre individuos no emparentados o incluso entre miembros de distintas especies.
Pero, además de estas cualidades sociales y reproductivas, la oxitocina tiene propiedades regenerativas. En una serie de experimentos se ha podido comprobar que mantiene la salud muscular en ratones cuando estos envejecen.
En estudios anteriores ya se había demostrado que la oxitocina prevenía la aparición de osteoporosis en ratones hembras a los que se inducía un menopausia artificial al extirparles los ovarios.
Uno de los problemas asociados con el envejecimiento es que los músculos se deterioran. Se conocen varias sustancias que permiten la regeneración muscular, pero al precio de incrementar la posibilidad de producir cáncer, así que no se emplean.
La oxitocina, comercializada en diversas variantes, es una sustancia aprobada por la FDA norteamericana. Ya se está ensayando en forma de pulverizador nasal para tratar el autismo, esquizofrenia y demencia. Según estos experimentos la oxitocina no sólo regenera músculos y otros tejidos sin tener efectos colaterales, sino que además su efecto es prolongado.
Se puede encontrar oxitocina en las personas jóvenes, pero todavía no se sabe cuándo los niveles de esta hormona empiezan a declinar en humanos y que niveles son necesarios para mantener la salud de los tejidos. Se sabe, esos sí, que en ratones los niveles de esta hormona declinan con la edad y que hay menos receptores de oxitocina en las células madre de los músculos respecto a los de ratones jóvenes.
En estos experimentos se inyectó oxitocina durante cuatro días a ratones viejos y durante cinco días más después de que los músculos fueran dañados. Pudieron comprobar que los músculos de los ratones que recibieron el tratamiento se recuperaron antes y mejor que los del grupo de control. La reparación muscular gracias a la oxitocina fue de un 80% de lo que se observa en ratones jóvenes.
Cuando se administró oxitocina a ratones jóvenes no se apreció una mejora en la reparación muscular, supuestamente porque ya estaban sometidos a un nivel de saturación de esta hormona y porque esta no actúan provocando una división descontrolada de las células musculares, lo que es bueno, pues esto podría llevar a casos de cáncer. Además vieron que bloquear la hormona en ratones jóvenes sí comprometía la reparación muscular y desembocaba en un envejecimiento prematuro.
Los investigadores especulan que la oxitocina podría servir para mejorar la salud general de las personas de ambos sexos según envejecen, mejorar su salud ósea y quizás combatir la obesidad. Esperan comprobar estas hipótesis en animales antes de pasar a las pruebas en humanos. Al fin y al cabo, se cree que muchas enfermedades crónicas, como el Parkinson o la diabetes de tipo II no son más productos del envejecimiento. Si se trata el envejecimiento se previenen esas enfermedades.
Lo que no está claro es qué pasaría psicológicamente con las personas permanentemente sometidas a este tipo de tratamiento, ¿serían permanentemente felices y estarían siempre de buen humor?
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4457
Fuentes y referencias:
Artículo oriiginal I.
Artículo oriiginal II.
6 Comentarios
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domingo 15 junio, 2014 @ 1:17 pm
Una aportación más sobre la oxitocina
http://ansiedad-social.com/2009/07/23/oxitocina-una-hormona-que-nos-ayuda-a-ser-mas-felices/
viernes 20 junio, 2014 @ 10:49 pm
Les ayudaría a ser felices, mas la felicidad es una decisión y justo, esta decisión aumenta los niveles de oxitocina.
lunes 23 junio, 2014 @ 10:08 am
Estimado Alejandro Sanchez:
¿La felicidad es una decisión? Si así fuese sería tomada por todos inmediatamente. Permíteme dudarlo, querido amigo, o explícamelo con detalle.
Un fuerte abrazo.
miércoles 25 junio, 2014 @ 7:20 pm
Tomás y Alejandro: Interesante debate sobre si es un tema de voluntad el ser feliz. Primero creo que hay que definir (o más bien consensuar) qué es la Felicidad. Hay varios enfoques que señalan que es algo que «se consigue»; otros señalan que es una actitud ante la vida; otros señalan que son sólo momentos. Sin duda cada uno es como es y cómo aprendió a relacionarse en el mundo. Si lográramos comprender que el Ser Feliz es un estado que se podría decidir, entonces no existirían ni guerras ni convivencia insana, pero como cada uno ve su mundo a su manera y, por ende, cada uno es feliz a «su manera», es probable que tengamos que recurrir a instancias externas (drogas, hormonas, etc) para poder ser felices… aún así sería una decisión. Creo que no todos buscan ser felices inmediatamente, ya que pueden conseguir algunas cosas con otros estados de ánimo o, simplemente, no saben cómo ser felices…..
Hay tanto concepto dando vueltas por el mundo que no es sencillo llegar a definiciones exactas, como por ejemplo Libertad, Derechos, Felicidad, Amor… solo por nombrar algunos. No tengo datos teóricos de lo que señalo, pero creo es un tema complejo.
Saludos a tod@s..
jueves 26 junio, 2014 @ 6:44 am
Estimados Ricardo Alejandro Sánchez:
A tanto como definir la felicidad no me atrevo, pero sí podríamos decir, al menos, qué es y qué no es. Digo podríamos porque yo solo no me veo capaz.
Aun así aseguraría que la felicidad es un estado de ánimo. Eso no la define, pero limita el concepto. También, oponiéndome a Alejandro, creo que para nada es una decisión, aunque uno pueda decidir ser feliz. Puedo decidir ser sabio e iniciarme en el saber, pero eso no me convierte en sabio. La decisión puede ser el modo por el cual se consiga algo, pero no es ese algo.
Un fuerte abrazo.
sábado 28 junio, 2014 @ 10:27 am
El tema de la felicidad es un tema sin solución. Es verdad que si uno se empeña en no ser feliz lo consigue, pero al revés no siempre está asegurado. Cada persona tiene una química cerebral determinada y los depresivos lo son incluso cuando objetivamente viven bien y lo tienen todo.
Cada persona tiene una felicidad basal a la que vuelve al poco de sufrir una gran alegría o un gran revés.
Puede que, como dicen los budistas, si uno anula el deseo es más fácil ser feliz (supuestamente al evitar frustración). Pero sin deseo ni voluntad el ser humano es poca cosa.
Incluso cuando tenemos las necesidad básicas cubiertas no somos necesariamente felices, además hay una componente social en la felicidad.
Es muy fácil ser feliz, basta con ser absolutamente tonto o estar adecuadamente drogado. Pero posiblemente no escojamos libremente la felicidad de los idiotas.
Además, en la vida hay otros aspectos que no son necesariamente la «felicidad». Quizás la felicidad está sobrevalorada.
En todo caso, el ser humano no puede ser absolutamente feliz, pues es mortal y lo sabe. La sociedad, el mundo, este planeta y el Universo seguirán sin cada uno nosotros una vez muramos. Aunque vivimos ignorando permanentemente este hecho para así no ser tan infelices, aunque ello nos impida vivir plenamente.