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Microorganismos del azufre en la corteza oceánica

Área: Biología — miércoles, 21 de enero de 2015

Descubren microorganismos que respiran sulfato a gran profundidad de la corteza oceánica.

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Los microorganismos fueron los primeros que reinaron sobre la Tierra y serán los últimos en desaparecer, dependemos nosotros mucho más de ellos que ellos de nosotros. Sin ellos no habría, por ejemplo, fijación del nitrógeno y muchos ciclos de los elementos se verían interrumpidos.
Nos empezamos a dar cuenta que los microorganismos forman una masa más que sustancial de la biosfera terrestre y que esta se adentra en las entrañas de la corteza terrestre hasta una profundidad que nunca creímos que fuera posible. Se estima que alrededor de un tercio de toda la biomasa terrestre se encuentra en ambientes que todavía están por descubrir.
Ahora se acaba de descubrir toda una comunidad de “bacterias” respiradoras de sulfatos en las rocas porosas rellenas de agua que se encuentran por debajo del fondo marino. Estos seres se extienden hasta a más de 3 km por debajo del lecho marino en un ambiente cálido y antiguo en el que no se esperaba encontrarlos.
Los microorganismos recientemente descubiertos están todavía sin clasificar y no tienen asignado un nombre taxonómico.
Los sulfatos son compuestos de azufre y oxígeno que se dan de manera natural en el ambiente marino. Los microbios que respiran sulfatos ganan energía haciendo reaccionar estos compuestos con moléculas orgánicas que contienen carbono. Se cree que este tipo de respiración es uno de los más antiguos que se dieron sobre este planeta.
Además de esta nueva especie, otras que proliferan en fuentes hidrotermales también usan este tipo de respiración. Pero a diferencia de estos, los microorganismos que viven por debajo, en la corteza marina, son más difíciles de estudiar.
Un grupo de investigadores de USC y de University of Hawaii taladraron la corteza marina enfrente del estado de Washington sobre la dorsal de Juan de Fuca y tomaron muestras hasta una profundidad de más de 3 km por debajo del fondo oceánico.
El problema es que al tratar de subir muestras marinas de esa profundidad al barco de prospección estas se pueden contaminar con agua marina en su ascenso.
Para evitar este problema se creó una sistema denominado CORK (Circulation Obviation Retrofit Kit), un dispositivo que crea un sistema de sellado alrededor de las muestras, como el corcho de una botella (de ahí el nombre en inglés). Las muestras así aseguradas son subidas luego al barco mediante vehículos robotizados (ver foto) o con elevadores formados por globos.
Los microbios encontrados viven de los restos en descomposición de organismos muertos, que son los que proporcionan el material orgánico rico en carbono. Pueden ser incluso algas muertas o peces muertos. Por tanto, estos microbios viven indirectamente de la energía solar y no pueden subsistir totalmente desconectados de los organismos fotosintéticos.
A diferencia de otros microorganismos descomponedores del fondo, que sí pueden usar oxígeno para su respiración, los respiradores de sulfatos de las profundidades de la corteza tienen que usar esos compuestos de azufre debido a la carencia de oxígeno en su medio, pero también emiten dióxido de carbono. Este resultado supone la primera prueba directa de esta actividad microbiana en este tipo de ambientes.
Saber cómo funciona esta comunidad microbiana es importante para comprender el ciclo del carbono a escala planetaria.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Alberto Robado / USC.

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3 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    Y seguimos sin saber hasta qué punto este planeta es como es por su biosfera… Y por qué otros son como son porque parecen no tenerla… (quiero decir que tendemos a pensar en ella como un subproducto casi estético, y es posible que sea mucho más que eso, p.ej. antes no se pensaba que la atmósfera tuviera nada que ver, hoy se sabe claramente que tener una atmósfera explosiva es por biogénesis, esto ha influido evidentemente en la mineralogía, así que en cierto modo también tuvo que influir en la tectónica de placas, etc.etc. A fin de cuentas, los seres vivos son **máquinas de Von Neumann**).

  2. tomás:

    Supongo que la alimentación, bajo 3 km de corteza marina, les legará a estos seres extremos, por difusión molecular desde el fondo marino, donde la concentración de los productos de descomposición de los cadáveres de todo tipo será mayor que la existe más abajo. Quiero decir que existirá un gradiente que permitirá esa difusión.
    Desde luego, resulta asombroso, no solo que se dé ese ecosistema, sino, sobre todo, que la vida contenida en él alcance tales dimensiones.

  3. tomás:

    Hola, Dr. Thriller:
    Resulta que tu última frase me ha traído la ocurrencia de que los seres vivos, además de ser máquinas de Von Neumann, pueden ser caníbales y crecer en número siempre que esa práctica la realicen sobre sus semejantes que ya se hayan reproducido. Un tanto macabro el comentario, pero si tal especie almacena en su organismo todos los minerales, vitaminas, etc. necesarios, la alimentación del congénere sería perfecta. Lo que no sé es si esa composición completa es posible o si se da. Imagino que no, porque si se diera, quizá hubiese una sola especie planetaria.
    Aunque quizá en los microorganismos que se reproducen por gemación o por bipartición, podría ser posible. No -pienso sobre la marcha-, porque la dosis de nutrientes imprescindibles iría disminuyendo en cada generación. Así que no puede haber una especie de alimentación exclusivamente caníbal.
    Saludos.

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