NeoFronteras

AlphaGo gana a un campeón de go

Área: Tecnología — domingo, 31 de enero de 2016

Un algoritmo de tipo caja negra gana a un jugador profesional del go, algo que no se esperaba que pasara hasta dentro de 10 años.

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El go es un juego estratégico para dos jugadores originario de la antigua China con más de 2.500 años de antigüedad. De China pasó a Corea y Japón y ha ido evolucionando durante todo este tiempo.

Consiste en ir colocando unas fichas llamadas piedras en las intersecciones de una malla de líneas. El número de líneas ha ido cambiando. Ahora el tablero consta de 19 por 19 líneas, lo que proporciona 361 posiciones distintas.

Salen las negras y los dos jugadores van colocando alternativamente piedras de su color para intentar bloquear al contrario. La estrategia del go consiste en expandir el territorio propio cuando sea posible, atacar los puntos débiles del oponente y capturar sus piedras.

Se considera como quizás el juego de dos jugadores más complejo jamás diseñado. El número de configuraciones es muy grande, mucho más que el número de átomos del Universo, algo imposible de computar.

Para poder hacernos una idea podemos comparar el ajedrez con el go teniendo en cuenta el número de posibles movimientos cada vez. En el ajedrez serían unos 20, mientras que el go serían unos 200. Aunque en el ajedrez hay fichas distintas y en el go las del mismo jugador son todas iguales.

Los programas que ganan a los juegos de mesa como el ajedrez suelen basarse en gran medida en la “fuerza bruta” y usan un algoritmo de búsqueda sistemática con evaluación de la posición mediante heurísticos, pero esta estrategia no parece muy realista para ser aplicada a este juego.

En este caso se podría usar un poco de conocimiento y así crear un programa potente como pasa con el ajedrez, pero no es apropiado usar esta estrategia en go porque el juego está más basado en patrones que en un conjunto de reglas lógicas que se puedan describir.

Muchos predecían que una computadora no podría derrotar a un maestro de go en, como mínimo, 10 años.

Google DeepMind, una compañía británica de inteligencia artificial, decidió desarrollar un programa de inteligencia artificial que jugara muy bien al go. Lo llamaron AlphaGo.

Los desarrolladores de AlphaGo pensaron que lo ideal era otra aproximación distinta a las habituales. Así que crearon un programa que aprendiera por sí mismo. Se trata de un algoritmo de “caja negra” que cuando funciona no se sabe cómo lo hace, pues nadie ha programado al detalle el programa. Los detalles están ocultos en el interior del algoritmo y son creados por las experiencias que tiene tal algoritmo.

AlphaGo se basa en un programa construido a partir de una red neuronal (simulada) de 13 capas consistente en millones de conexiones. Este tipo de redes neuronales nacen ignorantes y hay que enseñarlas a hacer su tarea. En este caso se entrenó a la red mediante tres métodos.

En el primer caso se le mostró 30 millones de movimientos jugados en partidas reales entre humanos. En el segundo caso se hizo que jugara contra el programa Pachi, que era el programa más potente del momento y que evalúa mediante Montecarlo 100000 posibilidades por cada movimiento. En el tercer método se le enseño a jugar contra sí mismo.

Tras millones de partidas, en las que se usaba el autoaprendizaje por ensayo y error, el programa desarrolló una “intuición”. Aunque esto de la “intuición” es un término demasiado humano y no es igual a cómo trabaja este programa. El caso es que le permite reconocer los patrones del juego e identificar qué movimientos le darían la mejor probabilidad de ganar.

Además, los investigadores explotaron una técnica de búsqueda especial denominada árbol de búsqueda de Monte Carlo. Esta técnica, que se viene usando desde hace años, permite esencialmente usar estadísticas o atajos para determinar el mejor movimiento en lugar de simular todos los posibles resultados a un movimiento dado, algo que en go llevaría una eternidad.

El resultado es que la red neuronal busca un mínimo en un paisaje energético multidimensional muy complicado. La mayor novedad de este programa fue combinar juntos de manera elegante todos estos ingredientes.

No obstante el algoritmo es perfectamente determinista y replicable. Una partida la jugará siempre igual si se le devuelve al estado previo que tenía antes de jugarla.

Para implementar este software los desarrolladores usaron dos sistemas. Uno con 48 CPU y 8 GPU y un sistema distribuido de 1202 CPU en 176 GPU.

Lo que no pensaban estos desarrolladores es que fuera tan bueno que fuera capaz de derrotar en 5 a 0 en octubre pasado al jugador profesional de go Fan Hui. Aunque afirma que la primera derrota se debió a que cometió un error a propósito para ver cómo reaccionaba el programa. Este jugador fue tres veces campeón europeo.

El resultado ha superado todas las expectativas de sus creadores. Esta semana se publicaba el estudio al respecto.

Ahora esperan enfrentar este programa al mejor jugador del mundo de go: Lee Sedol. Esperan celebrar las partidas correspondientes este mes de marzo en Seul. Se predice que el maestro ganará al programa, pero que se sorprenderá de lo bueno que es el mismo. El premio es un millón de dólares que, en caso de ganar la maquina, se donará a obras de caridad.

También se espera que una versión mejorada de este programa termine ganando a este jugador u otro equivalente en el futuro.

Los creadores de AlphaGo quieren aplicar lo aprendido con estas técnicas a otros problemas del mundo real, como modelos climáticos, dialogo computerizado o análisis de tratamientos para enfermedades complejas. En un futuro estos investigadores predicen que este tipo de programas podrían proporcionar respuestas a asuntos abstractos sociales que puedan ser expresados como un juego, como en política o en negociaciones internacionales sobre el clima.

Sin embargo, antes de que dejemos en manos de las computadoras “intuitivas” la decisión de cómo se deben poner los remaches en el ala de un avión (o el futuro del clima terrestre), en lugar de en las de un ingeniero, sin ni siquiera saber cómo toman las decisiones por dentro, este tipo de máquinas tendrán que ganarse nuestra confianza.

El logro se vende como la primera vez que se simula algo así como un “intuición”, pero esto puede ser discutible. Es un algoritmo totalmente predecible y alejado, por tanto, del comportamiento humano o de tipo oráculo, como lo llaman en Ciencias de la Computación.

¿Qué será lo próximo? ¿Podría una computadora lo suficientemente “inteligente” desarrollar en el futuro un sentido del bien y el mal, como muchas veces se ha debatido?

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4863

Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto:NeoFronteras.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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25 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    Da mieditis la descripción del entrenamiento de AlphaGo…y ese cinco a cero, pues un poco también.
    Mi deseo sería que no machaque al campeón, que por lo menos sea un duelo tan reñido como los de K,asparov y Deep Blue en su momento.

  2. Miguel Ángel:

    …o el duelo con Deep Junior en 2003, también estupendo.

  3. tomás:

    Pues no sé, Miguel Ángel:
    A mí siempre me ha molestado que, al menos en causas, casi elementales, dos jueces fallen en sentidos distintos y hasta opuestos. Y es opinión general que, según el juez que te toque, o la diferencia de inteligencia y experiencia -o interés- de los abogados de acusación y defensa pueden hacer que pierdas o ganes un pleito. Ello, a mi modo de ver es bastante inquietante. Ahí tenemos el caso de un señor en USA que lleva 20 años en el corredor de la muerte y ahora va a revisarse su caso. También se evitaría la dependencia de una decisión de indulto según que el gobernador USA quiera ganar las elecciones en un estado donde casi todos son partidarios de la pena de muerte.
    Yo sería más partidario de una decisión judicial exenta de emociones, intereses, etc. Y para eso, nada mejor que un programa que, además, puede aprender de sus experiencias.
    Incluso en tu campo, podría ser útil. Así no sería tan determinante la inteligencia y experiencia del médico, o hasta la vetustez del aparato que te aplican.
    En resumen, que prefiero la «lógica bruta» a las capacidades humanas -no sé si me explico-.
    Un fuerte abrazo.

  4. Miguel Ángel:

    Mi querido amigo Tomás:

    ¡Claro!, si no he dicho lo contrario. Cuánto más avancemos mejor.
    Estoy contigo: somos todo subjetividad y no conocemos otra realidad que la que reconstruye nuestro propio cerebro. El otro día decía Lluís que costaba aceptar esa ceguera para percibir la realidad. Pero debería ser una vacuna estupenda para nuestras ideologías, prejuicios y suposiciones, ¿no crees?

    Más abrazos.

  5. lluís:

    -La » lógica bruta» y las » capacidades humanas», me atrevo a afirmar que no están muy distantes una de otra. Hasta cierto punto, hemos llegado a dónde hemos llegado, utilizando una » lógica bruta».
    – ¿Un sentido del «bien» y del «mal»?. Son materias tan abstractas, la cuestión del » bien» y del «mal», que diría que un computadora inteligente no podría distinguir esas concepciones estrictamente humanas. Lo del «bien» y del «mal» es pura ideología camuflada de filosofía «celeste».

  6. NeoFronteras:

    El bien y mal no son tan abstractos, pese a que la frontera entre uno y otro sea, a veces, confusa.

    La inteligencia suele tener un propósito, esconde una voluntad. Es el que querer hacer algo o desear algo, que en lo más básico es comida y sexo.
    También denemos sentimientos que nos condicionan. La curiosidad no es más que un sentimiento, pero esta moldea la inteligencia y la expande. Encima los deseos se mezclan con los sentimientos.
    Pero el deseo propio normalmente colisiona con el de los demás. Además, todas las inteligencias avanzadas de la Tierra pertenecen a animales sociales (condición necesaria pero no suficiente). Por tanto, la ética tiene que proporcionar un marco para que esas distintas voluntades no creen demasiados conflictos y se fomente la cooperación. Cosa que se consigue con sentimientos como el de justicia que hemos visto por aquí. Los animales morales son también los más inteligentes, aunque agredan a sus semejantes.

    Otra cosa distinta se que la ética se invista de moral religiosa para mejor control de las masas.

    El caso es que, de momento, las computadoras no son volitivas, ni sociales, ni tienen ética o sentimientos y, por tanto, no son inteligentes.

  7. tomás:

    No creas, querido Lluís (¿lo prefieres así?). Hay cosas que son indudablemente buenas, como por ejemplo no dañar a un semejante o malas sin duda alguna: hacer daño a ese semejante. Y no digo que la computadora haya de ser inteligente; solo ha de ser lógica.

  8. tomás:

    Muy de acuerdo, admirado Neo, pero esa última frase de tu comentario no me acaba. Volitivos tampoco lo somos mucho los humanos, sino que dependemos de muchas cosas como nuestras preocupaciones, nuestro estado de ánimo, nuestras descargas «involuntariamente» hormonales, etc. Yo no pido que tengan ética ni sentimientos, ni que sean inteligentes, como digo a Lluís. Pido que sean consecuentes; universalmente consecuentes: al mismo problema, la misma solución. Pura lógica.
    Podría partirse de algo así como las leyes de Asimov para la robótica sumado a un programa que aprendiera por sí mismo respetando escrupulosamente esas primeras leyes.
    De todas formas se evitarían sentencias contradictorias. La primera cuestión sería componer las primeras leyes verdaderamente éticas y justas.
    Saludos.

  9. lluís:

    Las personas afectadas por el sindrome de «Down» no son volitivas, ni tienen ética ni sentimientos( o al menos no los manifiestan), salvo que mediante técnicas de terapia especializadas se les reconduzca, sin embargo suelen ser bastante inteligentes en operaciones matemáticas (a veces sin necesidad de reconducción.
    – Soy de los que pienso, que con el tiempo, las computadoras podrán ser tan inteligentes como podamos serlo nosotros. Y creo que la sentimentalidad poco o nada tiene que ver con la inteligencia. Puede ser más bien, el sentimiento, una especie de estratégia, como lo es la cooperación, que suele implicar una cierta idea de reciprocidad egoísta. La comida es necesaria para no morirse y el sexo para hacer copias de uno mismo ( y muy especialmente para pasarselo bien)
    – No dañar a un semejante es un concepto filosófico-ético que nos permite seguir adelante, sin excesivas batallas, pero ese concepto es vulnerado con mucha frecuencia de muchas maneras y con una cierta facilidad.
    – En cuanto a lo de mi nombre, amigo tomás, no es que lo prefiera o deje de preferirlo así, es, sencillamente, que ese es mi nombre, pero ya dije que si te cuesta menos entrecomillarlo,según me explicaste, pues házlo.
    – Un saludo a todos.

  10. Pocosé:

    «El caso es que, de momento, las computadoras no son volitivas, ni sociales, ni tienen ética o sentimientos y, por tanto, no son inteligentes.»
    Estimado Neo:
    En esto disiento. Ya existen computadoras (yo prefiero hablar de softwares) que pueden percibir, analizar, resolver, responder, aprender e incluso auto reprogramarse, negar que sean inteligentes me parece mucho negar. Que aún carezcan de autoconsciencia, no es impedimento para que intencionalmente, accidentalmente o evolutivamente, leguen a adquirirla.
    En cuanto al hecho volitivo, no es necesaria, ni inteligencia, ni autoconsciencia, para ejercer la voluntad mas básica de todas, la de seguir existiendo. Programada en su ADN la lleva hasta el más insignificante de los seres vivos. ¿Algún impedimento para programarla en una inteligencia abiológica, más allá de nuestros propios intereses y seguridad?
    Abrazos y o saludos.

  11. tomás:

    A ver, querido amigo «Lluís» -aquí lo junto todo solo para enredar-: Se trata de que tú quieres complacerme y yo deseo también complacerte. Por favor, dime cómo quieres que le llame y ya está, pues eres el jefe de tu nombre. Ya te dije mis razones, entre las cuales no sé si puse que había de hacer una ley general para los que se iniciaban con minúscula. Porque ¿cómo llamar a «apalancator», por ejemplo?
    Vale, dejemos eso; me lo dices y basta.
    Ahora a disentir, aunque mejor lo haría Miguel Ángel. Los Down son tan volitivos, en el sentido que es común darle a esta palabra, como los demás y por supuesto que tienen ética y sentimientos. Es muy posible que tengan mermadas, respecto a la media humana, facultades importantes, pero no como tú lo expresas. Yo he conocido algunos, verdaderamente encantadores. Diría que son más sencillos. Y, desde luego, varían mucho según los tratamientos médicos y el grado en que les afecte su problema genético.
    En cuanto a tu segundo párrafo, primero habrá que conocer eso a lo que llamamos inteligencia. Cierto que es concepto que usamos con frecuencia, pero no está nada claro. Es muy posible que las computadoras sean capaces de sobrepasarnos en muchos, si no todos las vertientes mentales, pero habrán de ser programadas por un humano o un equipo de humanos y eso me parece muy importante. Ahora bien, el resultado puede ser inteligente o incluso extraordinariamente inteligente.
    Que el principio ético de no dañar a un semejante sea tan vulnerado -no hay mas que oír las noticias o, incluso mirar a nuestro alrededor-, para nada lo invalida como un principio fundamental.

    Y nada más. Un fuerte abrazo.

  12. NeoFronteras:

    Creo que se confunde voluntad con libre albedrío. El problema de los humanos es que no sabemos si tenemos libre albedrío, pero no se discute que tengamos voluntad entendida como que tenemos deseos de algo. Un computador no tiene voluntad, sino que esta viene dada por el humano.
    Precisamente lo que queremos con un buen computador es que calcule sin errores lo que nosotros queremos, no que tenga creatividad.
    Un computador con voluntad propia nos sería inútil y poco práctico. Una vez emprendido el camino de la exactitud y fiabilidad entonces nunca nos encontraremos con una máquina inteligente y autoconsciente. No es una cuestión de carbono-silicio (pues una máquina podría ser todo eso o más), es el camino que hemos escogido. Lo malo es que o tenemos ni idea de cómo funciona la autoconsciencia, la inteligencia, la voluntad y todas esas cosas en el cerebro humanos, así que difícilmente podemos replicarlo o tan siquiera simularlo.

  13. lluís:

    – Para empezar conviene tener en mente que de la materia inerte o inanimada llegamos a la materia consciente.
    – Y para seguir y volviendo a la computación, aunque hoy las computadoras son digitales, la mayor parte de las computadores antiguas eran analógicas y aun no sabemos si nuestros cerebros son analógicos o digitales o una mezcla de ambos.
    -Se dice y se dice bien, que los cerebros humanos son capaces de generar emociones y que las computadoras no lo hacen. Y es así al menos las computadoras que conocemos no generan emoción alguna, pero en sí mismo este hecho no significa que las emociones NO sean producto de la computación.
    – Los sistemas neurales como la amígdala, encargada de modular las emociones parece trabajar aproximadamente de la misma manera en que lo hace el resto del cerebro, o sea, transmite señales e integra información, transformando » inputs» en «outputs. Esto es mucho de lo que el cerebro hace.
    – Por otra parte, si las neuronas son semejantes al hardware de una computadora y las conductas son semejantes a las acciones que las computadoras realizan, la computación es probable que sea la «pega» que ligue ambos hechos.
    – En el fondo de todo el asunto, pienso que lo más significativo sería descubrir qué clase de computadora es nuestro cerebro.
    – Un saludo a todos.

  14. NeoFronteras:

    Nadie discute que en un hiperfuturo se pudiera hacer lo mismo que hace un cerebro humano con un sistema artificial, da igual carbono que silicio. Y en ningún momento hay que echar mano de ninguna espiritualidad o religión en este debate. No es necesaria porque hay animales autoconscientes y con cierta inteligencia que se supone no tienen alma.
    Lo que no se puede es conseguir esa meta con la actual arquitectura Von Neumann, que es determinista porque así lo necesitamos.
    Tratar de conseguir un símil del cerebro humano lleva aparejado abandonar ciertas cosas: fiabilidad, predictibilidad, etc.
    Pero no podemos intentar hacer tal símil si no sabemos cómo funciona el cerebro humano a ese nivel. Y, en todo caso, no hay que confundir una realidad (como pueda ser la autoconsciencia) con una simulación de la misma.

  15. JavierL:

    Cosas tan sencillas como no hacer daño a tus semejantes no son «tan sencillas» la computadora que haga de juez está conciente que tendría que determinar un castigo al culpable lo cual ya es hacer algún daño.

    ¿Qué pasa cuando el acusado se enfurezca en el juicio y la computadora presencié como se daña al acusado para devolverlo a su silla?

    No digo que no pueda hacer de juez solo que el concepto de lo bueno y malo es muy complicado… En ese caso sería más útil el concepto de lo que es legal y lo que no lo es.

  16. tomás:

    Bueno, nos hemos metido en un buen berenjenal. Ya que Neo lo dice, habrá que empezar por distinguir entre voluntad y libre albedrío, aunque esto tenga varios puntos de vista, pero -es solo mi parecer- que pueden aunarse. No puedo aceptar el entender voluntad como tener deseo de algo. Eso es, pura y simplemente desear algo, sin más. Para mí, voluntad es pensar aquello que deseo pensar y eso es un imposible. Por tanto no tenemos voluntad. Lo que sí tenemos son deseos, que nos vienen dados, que tampoco son escogidos, pero que dependen de nuestras condiciones e influencias de todo tipo, tanto psicobiológicas como ambientales. El libre albedrío se diferencia en que nuestra elección no se vea constreñida por el ambiente (amenazas, peligros, etc.); es decir que lo tenemos cuando solo dependendemos de nuestra psicobiología. (Realmente, para mí, lo psico queda integrado en lo bio).
    En el resto de su 12, creo que estoy de acuerdo.
    Lo que expresa Lluís en su 13 no contradice a Neo, o sea que, en principio, amplía el análisis, aunque, a mi modo de ver, no cita la influencia casi aleatoria de las hormonas, impredecibles y tan fuertemente decisivas en todo pensamiento-emoción-deseo.
    También parece muy lógica y aceptable la exposición de Neo en su 14.

    En cuanto al 15 de JavierL, se aparta un tanto de la cuestión al dedicar su comentario a mis 7 y 8. Puede que tengas razón, querido amigo, pero esas leyes, habrán de ser consensuadas y dictadas por humanos que habrán de tener en cuenta cuestiones como el bien y el mal. Posiblemente sea más importante el «bien común» que «no dañar a un semejante», o que ambos principios puedan ser compatibles, sin que en este análisis de aficionados, podamos alcanzar hasta donde y en qué circunstancias. Así que podemos estar de acuerdo.
    Solo una pregunta: ¿es necesario el castigo o basta apartar al delincuente de la sociedad -no sé si hasta que se regenere si es que lo hace-? Porque castigar a alguien con prisión para que cuando salga sea tan antisocial o más que antes, que parece ser lo que sucede, no me parece nada bien, además de que nos cuesta una barbaridad esa situación carcelaria, lo que es un castigo indirecto para la comunidad.

    Ya me direís si lo teneís a bien. Abrazos.

  17. JavierL:

    Querido tomas, es que llegue tarde a la conversación, por eso volví atrás.

    Ese era justo el punto, si trabajan con leyes dictadas por humanos es más sencillo y confiable que darles de comer del árbol de Adán y Eva…

    hablas de bien común pero los humanos todavía no nos ponemos de acuerdo en que es lo mejor para nosotros, de ahí tantos sistemas de gobierno, de ahí que no podríamos cargar ese concepto en una máquina… Y si ella lo desarrollará por métodos similares al del artículo, cómo podríamos estar de acuerdo todos con esa solución o como confiar en Dicha máquina, Quizás su «bien común» sea controlarnos y dirigirnos, y lo camuflaje entre otras medidas.

    Referente al tema carcelario se basa en nuestros miedos, sentido de venganza, y la forma en que siempre se hacen las cosas. No en ningúna base cientifica que permita su rehabilitación… Y como implica ensayo y error y no sabemos a priori si el paciente está curado o miente, es difícil que la sociedad acepte nuevas ideas.. Aunque ojalá surjan y se prueben… Expecialmente métodos para saber si el paciente está curado…

    Referente al tema de la voluntad poco que aportar que no haya expuesto mejor neo en el 12.

  18. lluís:

    – Bien, aquí hemos llegado a un punto en el que se mezclan varias cuestiones, aunque, en principio, pueden tener una cierta conexión.
    – En cuanto al «bien común»,es algo que no puede ser definido. Un concepto absolutamente abstracto. Lo que es bueno para mí, muy bien puede no serlo para ti, y en la sociedad no es necesario decirlo, todos tenemos intereses contrapuestos,aunque a veces podamos estar de acuerdo en alguna cosa; por ello es que existe la política y los partidos políticos, y aún dentro de estos partidos hay sectores, sectorcillos, camarillas, grupúsculos,»alas izquierdas», «alas derechas»…and so on.Sucede ello incluso en las comunidades de vecinos, y no digamos en esas otras «comunidades de vecinos», llamadas iglesias.

    – En cuanto a la pregunta que se formula tomás, la voy a responder con otra pregunta, ¿ Cómo se aparta a un delincuente de la sociedad, sin meterle en la cárcel?. Precisamente, ingresar a un criminal en prisión es apartarle de la sociedad, puesto que pierde derechos civiles y por supuesto la libre circulación. Aunque, realmente y por lo que hace a este país las penas se ven muy atenuadas, se tiene un Código Penal muy garantista,e incluso hay quienes han delinquido para ir a prisión, manifestando cuando han sido detenidos, que en las cárceles de aquí se vive mejor que en sus paises de origen.
    – Y para terminar otra pregunta, ¿ Qué se prefiere un cierto grado de injustícia? o ¿ Un desorden caótico considerable?
    – Bueno, para terminar no, añadiré una cosita más.No tengo nada claro el que tratar de conseguir un símil del cerebro humano tenga porque llevar aparejado abandonar cosas como la fiabilidad, predictibilidad, etc. ¿ Acaso somos los humanos completamente fiables? ¿ Son nuestas predicciones siempre correctas?.
    – Interesante debate, podemos seguir

  19. Pocosé:

    ¿Son ya creativos los softwares?
    http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/11/131129_tecnologia_computadoras_artisticas

  20. Pocosé:

    ¿Con instinto animal?:
    http://elpais.com/elpais/2015/05/27/ciencia/1432751231_042739.html

  21. JavierL:

    Muy interesante los artículos pocose me quede en especial con la frase «La creatividad se trata de absorber muchas experiencias» añadiría y poder interrelacionarlas para afrontar nuevas situaciones. De ahí parte concepciones como la del artículo, con las experiencias le estamos brindando un ápice de creatividad.

    Muy de acuerdo Luis

    Y Por otro lado amigo tomas si evaluamos el concepto de voluntad más que una definición podemos evaluar el funcionamiento de un cerebro y una computadora cuando está en reposo.
    Un cerebro se aburre busca, ver televisión, pensar en algo que tenga pendiente, busca hacer algo, no se puede dejar la mente en blanco «creo que ni meditando». Es como si estuviera diseñado para no estar en reposo y la» voluntad» de hacer algo sea su código base
    Por otro lado una maquina está diseñada para estar sin hacer nada. Una vez que un humano le pide un actividad la realiza y se queda de nuevo sin hacer nada. Esta diseñadas para que el reposo sea su estado natural. La voluntad de hacer algo se la damos nosotros.

    Evaluando eso me parece que para lograr verdadera inteligencia artificial Tendríamos que repensar de nuevo la Computacion para que el estado natural sea un impulso a hacer cualquier cosa y no estarse quieto. Solo entonces dichas computadoras pueden estar en camino a sustituirnos. Y por si puesto nadie quiere computadoras así.

    Fuera de eso solo tendríamos computadoras que simulen atributos como en el artículo. sin nuestros comandos se quedarían quietas sin hacer nada. Muy potentes e incluso un poco creativas para lograr algo que le pidamos. Pero una vez terminado quedarán quieras esperando su nueva tarea

  22. Miguel Ángel:

    Pues según algunas definiciones de «crear», sí, querido Pocosé:

    – Producir una cosa a partir de la nada. (Aquí solo cabe Dios o el Big Bang).
    – Producir una obra a partir de la capacidad artística, imaginativa o intelectual del autor. (Aquí sería opinable).
    – Hacer que una cosa empiece a existir por primera vez. (Aquí, sí).
    – Hacer aparecer una cosa cuya existencia depende de la existencia de otra. (Aquí también).

    Otro paquete de abrazos.

  23. Miguel Ángel:

    Sigo:

    Pero, si metemos como excluyentes los criterios de autonomía o arquitectura, como señalan Neo y JavierL, cualquier software artificial queda fuera de los conceptos inteligencia o creatividad.

    Y sobre la voluntad, puede confundirse con el libre albedrío porque precisamente es una de sus definiciones según la Real Academia. Si la consideramos en el sentido amplio que ha señalado Neo, por ejemplo, en el sentido de buscar comida o huir de los depredadores (que es una cosa que hacen hasta los unicelulares), podríamos incluir a cualquier animal con cerebro.

  24. tomás:

    Sobre el envío del 19 de Pocosé : La «creatividad», entendida como desarrollar algo novedoso, no es suficiente para hacer arte. Puede ser una faceta importante de una obra, pero con esa sola característica es fácil que nada tenga que ver con el arte. El arte significa, especialmente, transmitir sensibilidad, emociones y ello puede mejorar con la creatividad, pero no ha de tenerla necesariamente. Con lo «no figurativo» pueden hacerse muchas cosas que, a veces, son agradables a la percepción, pero las más, al menos a mí, me dicen poco, salvo excepciones. Debe ser que estoy hecho a la antigua, pero prefiero «El pensador de Rodin» a «El peine del viento» y eso que a este último el nombre le ayuda mucho, porque describe el propósito de la obra. No digo que carezca de valor. Para mí es una forma de resaltar y modificar el paisaje. Como la obra de la naturaleza poniendo un árbol que rompe la llanura.
    Recuerdo un reportaje sobre Miró, en el que se habían seleccionado, o lo estaban ya, obras especialmente dedicadas a niños. Preguntados con entusiasmo por una enviada de la tele, los chavalillos se encogían de hombros o, simplemente, se habían aburrido. Quizá hubiese pasado lo mismo en El Prado. No sé. Pero en un cuadro figurativo pueden explicarse muchas cosas. Por ejemplo decirles a los chicos cómo consigue el Greco esa espiritualidad en los ojos, o de que manera algún pintor logra que un recipiente o una armadura sea metálica a base de colores que no lo son.
    Bueno, ya me he ido a la deriva demasiado.
    Y reconozco que algunos de sus cuadros me llaman la atención, tienen una especie de poesía lineal y colorida, pero no me completan. En esas que me intrigan suele haber líneas elegantes en sí mismas, trazos «decididos», por ejemplo en «La estrella matinal». Pero otras muchas me parecen decepcionantes, del tipo «Mujer sentada», por ejemplo.
    ¿Recordáis el que fue fugazmente famoso chimpancé pintor? Hizo «verdaderas maravillas»; eso sí, totalmente abstractas. Y si hubiera compuesto música, quizá la hubiese interpretado la Orquesta Sinfónica de Londres.

  25. tomás:

    En cuanto al 20, la cuestión de la autorreparción o la adaptación a un problema es diferente. Porque se trata de algo programado; no que la máquina sea capaz de resolver cualquier problema inesperado que le surja. No es instinto animal.
    Bueno, amigo Pocosé, ya te he atacado en demasía. Tu me excusas pues sabes cuanto te considero.
    Un fuerte abrazo.

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