NeoFronteras

La mayoría de primates están en proceso de extinción

Área: Medio ambiente — jueves, 19 de enero de 2017

El 60% de todas las especies de primates a nivel global se extinguirán en 25 o 50 años.

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Se acabó lo que se daba. La mayoría de los primates de este planeta están a punto de desaparecer por culpa del ser humano.

Estos animales, nuestros primos más cercanos, esos seres que nos pueden enseñar mucho acerca de nuestra propia evolución y sobre la aparición de las funciones cognitivas más avanzadas están en serio peligro de extinción.

Quedan sólo unos 20 o 30 gibones hainan en China, algo similar se puede decir del lori de Java y ya sólo hay unos 2000 lémures de cola anillada en Madagascar. Pero estos son solo unos ejemplos. Además de tener a los gorilas y orangutanes a las puertas de la extinción, hay muchos más. Se estima que el 60% de todas las especies de primates a nivel global se extinguirán en 25 o 50 años.

A esta conclusión se llega en la última gran revisión sobre perspectivas de supervivencia de las 504 especies de primates no humanos, 85 de los cuales han sido descubiertas desde el año 2000. Según Anthony Rylands (Conservation International), el estudio sintetiza a todas las escalas los factores que están causando estas extinciones.

La principal causa de esta tendencia es la deforestación para la explotación agraria con la que se producen de bienes de consumo como el aceite de palma o caucho. Esto es realizado tanto por agricultores locales como por las grandes compañías

Así, por ejemplo, entre 1990 y 2010 (sólo dos décadas) la expansión agrícola en los hábitats de los primates fue de 1,5 millones de kilómetros cuadrados, unas tres veces la superficie ocupada por Francia.

“Nuestro artículo es un ruego para que se resuelvan las consecuencias de la destrucción y degradación de los hábitats de los primates a escala mundial. La agricultura es una amenaza que sólo puede ser manejada a todas las escalas, pues está influida por las tendencias globales, las políticas gubernamentales, las malas prácticas de grandes corporaciones y las políticas locales y regionales”, dice Rylands.

Mucho del esfuerzo se podría concentra en cuatro países: Brasil, Indonesia, Madagascar y República Democrática del Congo. Estos países albergan dos tercios de todas las especies de primates. Madagascar es un buen lugar para empezar, pues sus 111 lémures son únicos de esa isla y 94 están ya gravemente amenazados.

Según Russell Mittermeier, esta isla es, de lejos, la prioridad a la hora de conservar los primates. La especie más amenazada es la del lémur saltador del norte, con solo 50 ejemplares. Este país se ha clareado ya en un 90%.

Todas las 39 especies y subespecies de simios, incluyendo los orangutanes, están ya clasificadas en peligro de extinción. Todas las 19 especies de colobos africanos también, con 12 en estado crítico. Lo mismo les pasa a todas las especies de loris asiáticos, no sólo por la pérdida de sus habitas, sino también por la caza furtiva y el comercio de partes de sus cuerpos.

No solamente no tenemos derecho moral a extinguir otras especies con las que compartimos el planeta, sino que con ello nos causamos un tremendo daño cultural, social y de conocimiento, para, finalmente, poner en peligro nuestra propia existencia. Podemos empezar por negarnos a consumir productos con aceite de palma. Además, nuestra salud nos lo agradecerá, sobre todo ahora que se ha relacionado este producto con el cáncer debido a los métodos de extracción.

Esta y otras situaciones ecológicas demuestran que la estupidez humana no tiene fin.

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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: NH53 en Flickr, vía Wikipedia.

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9 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    Un aspecto a resaltar es que por debajo de un número crítico de individuos, la especie ya está condenada a la extinción. Se debe a que, si tomamos una población y la estudiamos en el tiempo, iremos viendo que algunas hembras no son fértiles y algunas son fértiles pero producen descendientes infértiles. Si tomamos una población pequeña, como los aproximadamente 150 Homo sapiens que abandonaron África hace unos 55.000 años, a medio plazo todos los linajes genéticos de las hembras acaban desapareciendo hasta que solo queda uno.

  2. Tomás:

    ¡Qué bonito, qué inocente el loris de la foto! Aparte de lo trágico de la noticia que nada nos extraña a los que estamos convencidos del camino suicida de la humanidad, me gustaría que me explicases lo que dices. Porque de la humanidad, aunque solo haya quedado la genética de la hembra -supongo Eva mitocondrial (y/o el Adán cromosómico)-, sus ancestros fueron también humanos. Pero esa migración a la que te refieres fue muy posterior.
    Ya me dirás, querido amigo.

  3. Miguel Ángel:

    Es que esa dinámica se repite una y otra vez, querido Tomás.
    Ayer estuve viendo el caso de los rinocerontes enanos de Saba, Sumatra, y como solo quedan tres ejemplares ( un macho y dos hembras enfermas) están recurriendo a técnicas de ingeniería genética, muy costosas, con nulo resultado hasta el momento. Me llamó la atención que no comentasen nada acerca de si la especie tiene alguna posibilidad de ser viable a medio plazo partiendo del genoma de solo tres individuos. Tampoco explicaron que hembra llevaría la hipotética gestación, pero sospecho que no debería de ser ninguna de las dos que quedan: una de ellas, coja de una pata y escasamente fértil debido a una gestación frustrada; la otra, víctima de diversos tumores en la zona genital y peritoneo, le daban un año de esperanza sin tratamiento.
    Les deseo mucha suerte, pero si tuviese que jugarme una pasta, apostaría por el fracaso.
    Abrazos.

  4. Miguel Ángel:

    *Es «qué hembra llevaría la hipotética gestación». Disculpas.

  5. Tomás:

    Ya, naturalmente; fueron varias las migraciones, no solo la que citas.
    En cuanto a los rinocerontes, supongo que ya habrán pensado en que la gestación fuese en una hembra de rino africano, el que, de los dos, sea más propicio; o en los dos, a ver si hay suerte; y hasta en las mismas enanas y habrán guardado óvulos y esperma apropiadamente en nitrógeno líquido para más ensayos. Es terrible -pura entropía- extinguir está tirado; reconstruir una especie, dificilísimo.
    Un fuerte abrazo, querido amigo.

  6. Dr. Thriller:

    Bueno, esto plantea el gran debate que sigue sin estar claro: «el origen de las especies». ¿Cuándo, de qué manera, una población, aislada o no, de una especie, se distancia tanto, que se convierte en una nueva especie con barreras al cruzamiento? Supongo que hemos avanzado mucho, pero el cuadro sigue siendo lioso y complejo en los detalles. ¿Cuánto de uro salvaje está en nuestras vacas domésticas? ¿Cuánto de lobo en un perro? ¿Tenemos ya definitivamente claros los criterios para hablar de especies, subespecies, razas?
    Hay otro problema, que me extraña que nadie empiece a debatirlo: «ayudar» a la naturaleza a especiar nuevas formas. Coger un caballo, y convertirlo en otra cosa acelerando la evolución, de alguna forma detectar los pequeños cambios evolutivos de corto alcance hacia donde puede ir, y acelerarlos. De entrada me imagino que los animales basureros (ratas, gaviotas, zorros, chacales, perros, gatos…) tienen un potencial de cubrir nichos no sólo vacantes, sino nuevos. En realidad ya lo llevamos haciendo mucho tiempo, sólo que siguiendo las reglas del juego. Nótese que ni digo barajar genes de una especie a otra, que no creo que vayamos a ninguna parte por ahí (para obtener beneficios tangibles casi sería mejor tener ribosomas sueltos, desconectados de un ser vivo), sino hacer ingeniería de verdad, sobre el potencial disponible en el genotipo.
    No deja de ser otro sueño (o pesadilla) de la potencia sin control…

  7. NeoFronteras:

    No, no es el debate. Es que si una población es muy pequeña está expuesta a lo peor de la contingencia: una enfermedad, un desastre natural, etc. Uno de esos factores o una combinación de ellos pueden liquidar toda o casi toda la población. Gould daba ejemplos en alguno de sus libros.

    Podemos crear unas fantásticas ecuaciones diferenciales que describan las relaciones ecológicas de unas poblaciones de especies distintas. Pero esas no tienen en cuenta que las poblaciones son discretas. No hay 1/3 de lori, hay ninguno, uno o varios. Cuando se tienen sistemas discretos con pocos individuos sus predictibilidad es complicada, puede pasar de todo. Lo malo es que la extinción no tiene vuelta de hoja, es un umbral que una vez superado ya no hay esperanza, puede que incluso haya umbrales previos.

  8. Tomás:

    Desde luego la separación entre una y otra especie, cuando son próximas, no está nada clara. Sí, evidentemente entre un ave y un mamífero, pero la cosa se complica mucho, por ejemplo entre el tigre y el león, por ejemplo, o entre nuestros tan conocidos burro-caballo (ahora tractor-buldócer, infértiles ambos).
    Y me pregunto: ayudar a la naturaleza a acelerar la evolución, ¿por qué?, ¿para qué? Seguro que nos sale un churro. ¿Como averiguar el camino natural, tan impredecible?. No me convence.

  9. Tomás:

    Por ejemplo, en mi redacción, sobra un «por ejemplo». Eso es un churro.

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