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TESS descubre sus primeros exoplanetas

Área: Espacio — sábado, 22 de septiembre de 2018

Confirman los dos primeros exoplanetas descubiertos gracias a la misión TESS.

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El telescopio espacial TESS ya ha encontrado sus primeros exoplanetas. Se trata de Pi Mensae c (π Men c), que está a 60 años luz de distancia a nosotros y de otro más.

Al igual que la misión Kepler, TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) trata de encontrar exoplanetas por el método de tránsito, esos minieclipses que se dan cuando una planeta pasa por delante de su estrella según nuestra perspectiva. A diferencia de Kepler, trata de lograrlo con estrellas que sean cercanas.

TESS comenzó a operar hace 2 meses desde un órbita muy peculiar que le permite explorar casi todo el cielo (el 85%). Observará 26 regiones distintas del cielo y nos sólo una como la misión primaria de Kepler. Cada una de estas regiones se observa sin interrupción durante 27 días.

Con ese límite de 27 días la idea es que encuentre exoplanetas de periodo corto, por lo que no podrá detectar planetas como la Tierra que orbiten en la zona de habitabilidad de estrellas G como el Sol, que necesitan de cientos de días para completar una órbita.

Como era de esperar, Pi Mensae c tiene un periodo corto, de sólo 6,27 días. Posee un diámetro 1,8 veces el de la Tierra y orbita a una distancia de sólo 0,07 unidades astronómicas de su estrella. Demasiado cerca como para que haya agua líquida, pues se estima una temperatura media superficial de unos 800 ºC.

No se le ha llamado Pi Mensae b porque este cuerpo ya existía. Pi Mensae b es un joviano gigante o enana marrón que orbita la estrella Pi Mensae y que fue descubierto por el método de la velocidad radial por Doppler hace un tiempo.

El nuevo exoplaneta ha sido confirmado precisamente por el método de velocidad radial usando el espectógrafo HARPS, lo que ha permitido estimar su masa: 4,51 masas terrestres. Este dato arroja una densidad media de 4 toneladas por metro cúbico, lo que hace que sea inferior a la de la Tierra. Esto significaría que este planeta, que está en tamaño justo por encima de ser supertierra tiene que ser posiblemente un minineptuno con una atmósfera expandida de hidrógeno y helio, que quizás contenga vapor de agua.

La buena noticia es que la estrella Pi Mensae (HD 39091), de clase espectral G como nuestro Sol, esta tan cerca a nosotros que se puede ver a simple vista (magnitud 5,65), por lo que será muy fácil tomar espectros de transmisión y dilucidar así su composición atmosférica.

No hace falta decir que la presencia de vida está totalmente descartada, pero es imprescindible poner primero a prueba los recursos tecnológicos que tenemos con casos fáciles como este y luego ir a otros casos más complicados.

Además, al poco la NASA anunció el descubrimiento de otro planeta gracias a TESS: LHS 3844 b. Este otro planeta está a 49 años luz de nosotros y tiene un tamaño 1,3 veces el de la Tierra. Al orbitar su estrella (una enana roja) cada 11 minutos, significa que está muy cerca de ella y también se estima un temperatura muy alta de más de 500 grados. En este caso también será muy fácil tomar espectros de transmisión.

Estos hallazgos son los dos primeros de una larga lista que escribirá TESS. Sin embargo, este telescopio tiene un pequeño problema que dificultará la detección de planetas pequeños.

Para tomar los datos TESS usa cuatro cámaras que cubren 24 por 24 grados. Es decir, son unos grandes angulares. Conseguir que la óptica proyecte un plano focal perfectamente llano y que este coincida con la superficie del detector no es nada fácil.

Los detectores van pegados a un substrato y parece que el pegamento debe de haber cristalizado debido a la baja temperatura de operación (75 grados bajo cero). Esto provocó un desplazamiento de entre 20 y 30 micras del sensor, cuando la precisión requerida del instrumento es de -10 a +10 micras. Es decir, hay un desenfoque un poco por encima de la tolerancia prevista.

Esto ya se sabía antes del lanzamiento y se decidió seguir adelante porque hubiese sido más grave el retraso. Pero este desenfoque extra genera mayor ruido en los datos que afectará especialmente a la detección de los planetas más pequeños. Los cálculos indican que esto significa que la detección de exotierras y supertierras se verá reducida entre un 10% y un 20%. No es catastrófico, pero es significativo.

En todo caso, ya podemos señalar en el cielo y afirmar que esa estrella que se ve a simple vista posee un planeta girando a su alrededor, aunque este sea un minineptuno achicharrado. Más adelante nos anunciarán mundos más propicios cuyas estrellas también podremos ver a simple vista, quizás señaladas por un puntero láser, algo que algunos llevamos décadas esperando.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Artículo original.
Foto: NASA/MIT/TESS.

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