Haumea tiene anillos
Se ha descubierto que el planeta enano Haumea, además de tener lunas, tiene un anillo a su alrededor.
Para los que nacimos hace ya bastantes décadas, el único mundo con anillos era Saturno. Después se descubrieron los anillos de Urano, Júpiter y Neptuno. Al final resultó que ese asunto de los anillos era más común de lo esperado, aunque que fuera espectacular sí era poco común.
En los últimos años se han ido descubriendo cuerpos transneptunianos pertenecientes al cinturón de Kuiper, alguno de ellos calificados ya de planetas enanos. Uno de ellos es Haumea, nombrada en honor de la diosa hawaiana del parto por Mike Brown, aunque fue descubierto por el español José Luis Ortiz y su equipo en 2003, algo ya reconocido por el propio Brown, que se apoda a sí mismo Plutokiller en Twitter por haber contribuido a la defenestración de Plutón como planeta y famoso por haber descubierto unos 14 objetos transneptunianos.
Haumea se encuentra a 8000 millones de km del Sol y necesita de 285 años para completar una órbita alrededor del mismo. Además, rota muy rápido sobre uno de sus ejes, en menos de 4 horas. Es el cuerpo de esa categoría de tamaño que rota más rápido en el Sistema Solar. Su forma es elipsoidal, por lo que se parece a una calabaza. Tiene unos 2300 por 1025 km de tamaño. Ademas posee dos pequeñas lunas.
Lo interesante de este cuerpo es que recientemente se ha descubierto que posee anillos. Es el primer caso conocido de anillo alrededor de un planeta enano y el más lejano al Sol conocido. Esto sugiere que la diversidad del Sistema Solar es mayor de lo que habíamos pensado.
Previamente, en 2013, se descubrió un anillo alrededor del centauro Chariklo, que tiene una órbita inestable entre las de Saturno y Urano y es considerado más un cometa que un asteroide y, desde luego no llega a la categoría de planeta enano al medir sólo 250 km.
El descubrimiento del anillo de Haumea se realizó gracias a la típica técnica de ocultación estelar, la misma que se usó para descubrir los anillos de Urano en su día. Básicamente consiste en que un cuerpo al moverse por su órbita pasa por delante de una estrella según nuestra perspectiva. Si hay anillos y estos tienen la orientación adecuada, entonces la luz de la estrella parpadeará antes de quedar oculta por el cuerpo principal.
José Luis Ortiz y Pablo Santos Sanz (los dos del Instituto Astrofísico de Andalucía) han estado calculando la órbita de Haumea muy bien gracias a numerosas observaciones, algunas realizadas a astrónomos aficionados. Entonces se dieron cuenta de que este cuerpo iba a pasar por delante de una estrella de la constelación de Boyero el 21 de enero de este año y que el fenómeno se podría observar desde Europa Central. Así que pidieron la colaboración de distintos observatorios que usaron 12 telescopios en distintas localizaciones europeas.
Gracias a que el fenómeno se observó desde distintas localizaciones ha sido posible reconstruir la forma de elipsoide de Haumea. Además se ha podido determinar con precisión el tamaño (2300 por 1025 km), saber que no tiene atmósfera y demostrar la existencia del anillo. El anillo tiene 70 km de ancho y se halla a 2290 km del centro del planeta enano. Se cree que el anillo está compuesto por partículas de hielo de distintos compuestos. Además está en resonancia 1 a 3 con la rotación de Haumea, pues orbita una vez por cada 3 rotaciones de Haumea, algo deducible de la distancia a la que se encuentra.
Como el tamaño ha resultado ser un 20% menor de lo calculado con anterioridad, la densidad de Haumea ha disminuido hasta los 1885 kilogramos por metro cúbico. Su albedo, ahora calculado con más precisión, es del 51%, por lo que refleja poco más de la mitad de la luz que incide sobre su superficie.
Los investigadores, al poder determinar los tres ejes del elipsoide que define Haumea, ha podido comparar su forma con la que tendría un objeto de su masa y densidad en equilibrio hidrostático. Al parecer Haumea no estaría en equilibrio hidrostático y, por tanto, no entraría dentro de la definición de planeta enano.
Se ha propuesto la hipótesis de que un cuerpo impactó sobre Haumea provocando la eyección del material que finalmente formó sus lunas y anillo. También podría ser que, debido a su alta rotación, fuera perdiendo material, pero en este caso habría que esperar previamente su alta velocidad de rotación.
Según Alan Stern (jefe de la misión New Horizon y no relacionado con este estudio), este descubrimiento hace de Haumea un buen candidato para ser visitado por una sonda similar a New Horizons. Aunque esta sonda se dirige en una dirección distinta a la adecuada, así que no lo puede visitar.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: IAA-CSIC/UHU.
1 Comentario
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sábado 21 octubre, 2017 @ 10:38 am
Seguramente el anillo se lo regaló el dios Ku; entre los divinos, las cosas se hacen a lo grande.