Sobre la salinidad en el ambiente de los primeros tetrápodos
Los primeros vertebrados que empezaron a conquistar tierra firme lo hicieron en el ambiente salobre de estuarios y deltas de ríos.
Todos nosotros tenemos un pez interior, de hecho lo tienen todos los vertebrados de tierra firme. Al fin y al cabo, todos procedemos de ese pez que una vez osó salir del agua y consiguió conquistar una superficie en la que, hasta entonces, sólo había artrópodos.
Los detalles de cómo fue esta transición todavía se discuten y se discutirán durante mucho tiempo entre los expertos. Pero un pequeño detalle ha sido revelado recientemente por un equipo internacional de paleontólogos.
Esas criaturas empezaron a conquistar tierra firme por los estuarios y deltas de ríos, en lugar de hacerlo directamente desde la playa o ríos. Esto lo han podido deducir gracias al análisis de isótopos presentes en fósiles de estos seres. La relación isotópica permite saber la salinidad del agua en la que vivían y, como esta era media, entonces estos tetrápodos vivirían en deltas y estuarios.
En 1929 se descubrió el fósil de un Ichthyostega, un tetrápodo que se piensa que estuvo entre los primeros vertebrados en andar por tierra firme. Eran animales que estaban a medio camino entre dos estilos de vida. Tenían cuatro patas para andar, pero también branquias y una cola para nadar.
Desde entonces se han descubierto diversos fósiles de estos animales y otros emparentados con ellos con los que se está intentado reconstruir el árbol evolutivo de estos seres y deducir qué tipo preciso de ambiente era el suyo.
Ha habido cierto debate sobre el tipo de agua en el que vivían. Para los primeros fósiles encontrados se dedujo que se depositaron en agua dulce. Pero en otros casos posteriores se pudo deducir que los sedimentos eran más bien salobres. Así que se empezó a sugerir que quizás estos animales eran capaces de tolerar diversas salinidades. Pero, hasta ahora, no se sabía bien si su medio acuático era salado como el agua de mar o más bien dulce como el que podría haber en los ríos.
Jean Goedert y sus colaboradores han tomado muestras de 51 de estos fósiles encontrados en su día en China y Groenlandia para responder a esta cuestión. Para ello se han fijado en los isótopos de azufre y en isótopos de oxígeno. Así, el agua marina contiene más azufre-34 en comparación con el azufre-32 que el agua dulce. Según esta relación de isótopos, llegan a la conclusión de que el agua era más cercana al agua marina. Pero los isótopos de oxígeno indican que estos animales estaban expuestos también al agua dulce. Así que señala lugares salobres como estuarios o deltas como los sitios en los que vivían. Para tener la confirmación de esta hipótesis, analizaron los mismos isótopos en animales actuales que viven en esos ecosistemas y encontraron que también encajaba.
Los fósiles se han datado y son de hace 365 millones de años, hacia el final de Devónico y de la gran extinción masiva de esa época que se dio en los océanos.
Según los autores del estudio, la capacidad de vivir tanto en agua dulce como salada dio a estos tetrápodos la capacidad de sobrevivir a esa mundo cambiante al poder ir de un lugar a otro e incluso a tierra firme, lo que quizás les salvó de esa extinción y, más tarde, pudieron evolucionar hasta conquistar tierra firme.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
3 Comentarios
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martes 5 junio, 2018 @ 1:21 am
Hablan de estuarios y deltas, pero una laguna que se va desecando también presentaría cambios en la salinidad y, a niveles bajos, agua salobre.
martes 5 junio, 2018 @ 11:24 pm
M.A., y cuencas endorreicas sometidas a variaciones estacionales. Vale, cómo llegaron allí si eran endorreicas, pues simplemente porque el acceso al mar quedó cortado. Baste pensar p.ej. que el Atlántico (Norte) comenzó a abrirse, se cerró (creando los Apalaches), y de nuevo se abrió esta vez sí a lo grande.
De hecho se habla mucho de las ventajas de las chimineas hidrotermales en procesos biológicos, pero los deltas o estuarios son enormes vertederos de todo lo que cuencas generalmente gigantescas van barriendo a su paso, mezclados en mares usualmente someros (si no, suele no haber delta pero hay excepciones a esto) que también depositan de tó. Vamos, que hay de todo y para todos.
No me extraña que en Marte planifican buscar trazas parabiológicas en lo que podrían ser deltas endorreicos.
miércoles 13 junio, 2018 @ 12:48 pm
Veo el proceso más factible en deltas y estuarios y quizá preferentemente en manglares, como ahora sucede con el «pez caminador» que puede pasar muchas horas fuera del agua e incluso trepar por un árbol, cosa que vi en TV.