Extensión de termiteros gigante
Las termitas de una región de Brasil ha levantado en 4000 años 200 millones de termiteros, para lo que han necesitado mover 10 kilómetros cúbicos de tierra.
Una región de Brasil del tamaño de Gran Bretaña está cubierta por una multitud de termiteros, todavía habitados, de 4000 años de edad. La estructura de ve desde el espacio. Incluso se ve con Google Earth.
Los termiteros son el resultado de actividad de millones de termitas y contienen túneles escavados durante miles de años. En total se han cuantificado 200 millones de termiteros de 2,5 metros de altura por 9 de anchura.
La red de túneles que estas termitas excavan les permiten tener acceso a las hojas caídas del suelo del bosque que usan como fuente de comida. Se calcula que el total de suelo movido por todas estas termitas es de unos 10 kilómetros cúbicos, el equivalente a 4000 pirámides como la de Keops en Egipto. Es la estructura más grande construida por una sola especie de insecto (Syntermes dirus).
Los termiteros están relativamente ocultos a la vista en el bosque de caatinga, un sistema arbustivo en un ecosistema semiárido.
Stephen Martin (University of Salford) y sus colaboradores dataron las muestras de suelo que recolectaron en 11 de estos termiteros. Llegaron a la conclusión de que tienen entre 690 y 3820. Esto hace que sean más antiguos que el termitero más viejo de África.
Los investigadores proponen que estos termiteros están constituidos por la acumulación de tierra que las termitas descartan según excavan su red de túneles. Cada uno de estos termiteros está a una distancia de unos 20 metros unos de otros, lo que provoca la aparición de un patrón espacial.
Los investigadores analizaron esta disposición espacial de los termiteros por si estaba determinada por la competición entre termitas de termiteros vecinos. Encontraron poca agresión a nivel de termiteros vecinos comparada con la agresión que hay si larga distancia, que es bastante obvia. Por tanto concluyeron que el patrón de dispersión o disposición de los termiteros no está generado por la agresión. En su lugar estos investigadores proponen que el patrón aparece a través de una proceso a autoorganización facilitado por el aumento de conectividad de la red de túneles y controlado por el ciclo episódico de caída de hojas del bosque seco.
Sostienen que el mapa de feromonas podría permitir a laa termitas minimizar su tiempo de viaje desde una localización al termitero de desperdicios más cercano. La vasta red de túneles aparentemente permite acceso seguro al suministro esporádico de comida, similar a lo que que puede ver en el caso de las ratas topo, que también viven en zonas semiáridas y construyen redes de madrigueras para obtener comida.
«Es increíble que en esta época se pueda encontrar una maravilla biológica desconocida de semejante tamaño y que todavía tenga ocupantes presentes», dice Martin.
Los investigadores dicen que todavía hay muchas cuestiones por desvelar. Por ejemplo, nadie sabe si estas colonias de termitas están físicamente estructuradas, porque la cámara de la reina de esta especie nunca ha sido encontrada.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Jaime Sampaio y Roy Funch.
8 Comentarios
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lunes 26 noviembre, 2018 @ 10:46 am
De momento solo se me ocurre decir que estoy asombrado. ¿Y no será que hay varias o muchas reinas en tan dilatada extensión?
lunes 26 noviembre, 2018 @ 10:17 pm
Noticia de la quincena junto con el megamamífero contemporáneo de los dinos (de Silesia, tenía que ser). Con nuestro antepasado hemos tenido suerte, porque el registro fósil ya se sabe, pero lo de las termitas es lo de siempre, cita bíblica (requeterequeteplagiada de innúmeras versiones precedentes de otras culturas), ojos para ver y no mirar y oídos para oír y no oír nada.
No parece que la Idiocia Amplificada ayude si uno no sabe lo que busca. Por cierto, hablamos mucho de las abejas, pero si nos cargamos las hormigas la catástrofe ecológica es comlarable, si es que no peor.
martes 27 noviembre, 2018 @ 6:06 am
Pues ya se ve de lo que son capaces estas cucarachas cuando trabajan juntas. No desaparecerán tan fácilmente de la faz de la Tierra como muchas otras especies, incluida la nuestra, no me imagino el panorama del mundo cuándo la última de ellas estire las patas.
martes 27 noviembre, 2018 @ 8:31 am
¡Hombre!, estimado «r», una cosa es que pertenezcan al mismo orden y otra que las iguales. Es como si consideras lo mismo al Homo sapiens y al mono araña.
Creo que las termitas son comestibles pero no me imagino comiéndome una cucaracha.
Más asombrado estoy de que las termitas, según he podido leer, constituyen el 10 % de la biomasa. Me resulta difícil creerlo. ¿Qué me dice nuestro oráculo, Dr.?
martes 27 noviembre, 2018 @ 2:20 pm
No te lo creas, pues. Me voy a adelantar pero sin llegar a precisar del todo la respuesta (solo de memoria, aunque coy acometer alguna imprecisión) para que, si quiere, la pueda apuntalar el Dr. Thriller o cualquier otro comentarista.: las bacterias en su conjunto, creo recordar que tienen 100 o 1000 veces más biomasa que el conjunto de todas las algas y plantas, que, a su vez, tienen de 100 a 1000 veces más biomasa que todos los insectos juntos. El conjunto de insectos creo recordar que tiene de 10 a 100 veces más biomasa que los 7.000 y mucho pico millones de Homo Sapiens.
En resumen, que el 99.999% de la biomasas total (y no sé si me faltan decimales), son bacterias.
Ahora, a ver cuánto me he aproximado.
Muchos abrazos.
martes 27 noviembre, 2018 @ 2:33 pm
Pues es difícil estimar eso, sobre todo porque p.ej. bacterias aparecen todos los días en sitios donde no deberían estar, dado que dejan en mal lugar a montones de calzadores con sus respectivos comerciales de venta. Lo que sí quiero apuntar es que termitas, como hormigas y abejas, como todos sabemos son himenópteros, lo que vuelve a poner encima de la mesa la dimensión social (es raro que sea cero patatero en un metazoo, pero hay niveles) sobre la individual. Los seres vivos son máquinas de von Neumann por definición, si encima se organizan en una capa propia superpuesta con la capa ecosistema, el nivel de complejidad da otro saltito (de mucho cuidado). Y en el caso de los himenópteros es fácil percibir la dimensión social precisamente por las estructuras, en muchos otros casos se nos siguen pasando desapercibidas.
Y se nos pasan por alto la de Dios:
https://www.sciencemag.org/news/2018/11/giant-time-dinosaurs-ancient-mammal-cousin-looked-cross-between-rhino-and-turtle
martes 27 noviembre, 2018 @ 8:12 pm
Sí amable tomas, tal vez exageré llamándolas cucarachas pero cucaracha es un término impreciso, no tan riguroso – taxonómicamente – como Blattodea, así que las termitas bien pueden ser “social coccroaches”, porque comparten muchas características comunes. Lo mismo con el mono araña y el Homo sapiens, mono es una palabra común y Homo sapiens es un “mono desnudo” que igualmente comparte muchas características muy monas, por ejemplo: entre más alto trepan estos (araña, násico, aullador o desnudo), más se les ve el censored, tristemente es una vista bastante desagradable que se ve con más frecuencia de la deseada en todo lugar.
miércoles 28 noviembre, 2018 @ 9:05 am
Te ha salido, amigo Miguel Ángel, en la corta primera, la frase más aragonesa que pudieras imaginar, con ese «pues» al final de ella, ya que casi por ley lo ponemos mucho al principio, pero, al final, es ya de lo más distinguido.
Si, acabaremos comiéndolas; hechas polvo y cocinadas seguro que las aceptamos y quién sabe si nos hemos comido a gusto una, incrustada en una hamburguesa, salchicha, longaniza o similares.
Sabéis, supongo, ese de Stan y Oli:
-Hola Oli: ¿las olivas tienen patas?
-No.
-Pues entonces me he comido una cucaracha.
Un fuerte abrazo y gracias a los tres por las lecciones.