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Agujeros negros y Gravedad Cuántica de Lazos

Área: Espacio,Física — sábado, 15 de diciembre de 2018

Proponen una marco, según la Gravedad Cuántica de Lazos, en el que los agujeros negros rebotarían dando lugar a agujeros blancos, resolviendo con ello la famosa paradoja de la información en estos objetos.

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Carlo Rovelli ha publicado recientemente un pequeño artículo de divulgación en la APS. En él hace una revisión de los éxitos recientes de la Gravedad Cuántica de Lazos (GCL).

Como todos sabemos ya a estas alturas, la Física tiene un problema a la hora de juntar en un mismo marco teórico la Mecánica Cuántica y la Teoría General de la Relatividad (RG). Básicamente, no tenemos una teoría cuántica de la gravedad que nos describa cómo fue el comienzo del Big Bang o que nos diga qué se oculta en el interior de un agujero negro.

Para esos lugares extremos, la RG predice la existencia de singularidades, puntos en donde la densidad y curvatura del espacio-tiempo son infinitas. Por culpa de esto, no podemos decir qué hubo antes del Big Bang o, tan siquiera, si hubo un antes. Normalmente se suele afirmar que el espacio y el tiempo fueron generados en el Big Bang y ya está.

Pero esta predicción de singularidades debe ser un fallo de la RG que, siendo una teoría clásica, le imponemos en un régimen en donde los efectos cuánticos son importantes y no pueden ser despreciados. Esto es como considerar el potencial coulombiano del electrón si se toma a este como puntual y, por tanto, ese potencial es singular en el origen.

Desde hace casi 100 años se busca una teoría cuántica de la gravedad sin demasiado éxito. Una promesa eran las cuerdas. Se ha invertido mucho esfuerzo, tiempo y dinero en ellas hasta monopolizar la Física Teórica, pero, después de unos 50 años no se ha llegado a buen puerto y cada día tienen más problemas, pese a algunos avances conseguidos. Se ha transformado en una especie de religión en la que sus proponentes, ahora convertidos en crucificadores de Sabine Hossenfelder, pelean por los recursos.

Quizás la idea de tener una Teoría del Todo fue desde el comienzo absurda y nos debíamos de haber conformados solamente con una teoría cuántica de la gravedad. Dentro de este esfuerzo, trabajando en los márgenes de la Física Teórica y con menos recursos, hay alternativas que merecen la pena ser investigadas en profundidad, aunque sólo sea por no poner todos los huevos en la misma cesta y aunque al final tampoco sean la respuesta definitiva.

Una de esas alternativas es la Gravedad Cuántica de Lazos, cuya cabeza visible fue Abhay Ashtekar en sus comienzos. A esta teoría todavía le queda mucho por avanzar. De momento sólo es capaz de proponer modelos de «juguete», al no haber una clara dinámica establecida en la teoría, pero ha dado algunos resultados interesantes.

Según Rovelli, al menos esta teoría tiene una estructura conceptual limpia y una formulación matemática bien definida sobre la representación del tejido del espacio, que es considerado una red de espines que evoluciona en el tiempo.

Esta teoría considera que el espacio-tiempo es un campo y, como tal, está cuantizado, por lo que existirían átomos de espacio y tiempo por debajo de los cuales no es posible considerar subdivisiones. También habría una especie de principio de exclusión de Pauli que impediría la formación de singularidades. Por estas misma páginas ya vimos un modelo de estos que analizaba el estado previo al Big Bang del Universo.

Rovelli se hace eco del último artículo publicado por Ashtekar en el que estudia cómo es el interior de un agujero negro. Según sus resultados, no se forma una singularidad dentro de él y «al otro lado» hay un agujero blanco, que no es más que un agujero negro temporalmente invertido.

Los agujeros negros presentan ciertos desafíos a física, como qué es lo que le pasa a la materia que cae en ellos y a la información que esta porta, sobre todo qué pasa en su centro en donde se supone que hay una singularidad. La perspectiva de Ashtekar quizás ayude a aclarar un poco esta cuestión.

Según este trabajo y la GCL, el espacio-tiempo continua más allá del centro del agujero negro y hay una nueva región de espacio-tiempo en el futuro que tiene la geometría de una agujero blanco.

De este modo, el futuro de todo agujero negro sería un agujero blanco en el que la materia que una vez cayó rebota otra vez hacia afuera. Aunque esta posibilidad se había planteado desde hace ya mucho tiempo, pues ya fue propuesta en los años treinta por John Lighton Synge, sólo la GCL ha podido darle cierta justificación.

Según la GCL, el espacio y el tiempo no se acabarían en el centro de un agujero negro, por lo que no habría una singularidad. En su lugar habría una región de transición en donde la RG es violada por los efectos cuánticos. Desde esta región emergería otra vez el espacio y el tiempo con una estructura de agujero blanco.

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Según el centro del agujero negro evoluciona, su superficie exterior, su horizonte, se encoge lentamente debido a la emisión de radiación Hawking hasta que el horizonte alcanza el tamaño de Planck o un tamaño incluso mayor. Es entonces cuando el horizonte se transforma en el horizonte de un agujero blanco debido a una transición de efecto túnel cuántico. A partir de ese momento se tiene un agujero blanco.

La configuración en la que la compresión es máxima y que separa el estado de agujero negro del de agujero blanco es lo que se ha denominado una estrella de Planck.

Estos pasos han sido descritos total o parcialmente en varios trabajos de GCL, aunque todavía queda trabajo por hacer y poder llegar a una compresión completa de la física cuántica de los agujeros negros.

Todo el proceso sería descrito por una metáfora en la que una bola de goma rebota en el suelo. La bola cae al suelo y después vuelve con un movimiento que se puede describir como el que tenía al caer, pero con el tiempo invertido. En una agujero negro la materia no desaparece en el centro, sino que rebota y forma un agujero agujero blanco al cabo de un tiempo.

Debido a la tremenda distorsión del tiempo producida por la extrema curvatura del espacio tiempo dictada por la RG, el proceso medido desde el interior dura un microsegundo, pero desde fuera duraría miles de millones de años. Así que un agujero negro no sería más que el rebote de una estrella visto a cámara muy lenta. En el caso de agujeros negros primordiales de poca masa que se formaron en el Big Bang, el rebote lo podrían tener ahora.

La paradoja de la desaparición de la materia y la información quedaría de este modo resuelta.

Como posibles pruebas experimentales de todo esto, Rovelli propone que los fotones gamma de muy alta energía o los pulsos de radio rápidos recientemente descubiertos podrían generarse cuando se liberase la materia y fotones atrapados en agujeros negros primordiales que estarían ahora rebotando. Aunque reconoce que los datos son, por el momento, insuficientes.

Otra posibilidad sería que los agujeros negros primordiales podrían quedar congelados en estrellas de Planck de forma estable, por lo que estos «remanentes» serían la materia oscura.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Artículo de Rovelli.
Teoría cuántica de lazos y agujeros negros.
Referencia 1.
Referencia 2.
Referencia 3.
Referencia 4.
Referencia 5.
Referencia 6.
Referencia 7.
Ilustración: F. Vidotto.
Gráfico: C. Rovelli/Aix-Marseille University, adaptado por APS/Alan Stonebraker.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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10 Comentarios

  1. Albert:

    Impresionante post, ¡lo que se aprende en esta web!, muchísimas gracias don Neo :)
    saludos cordiales.

  2. Dr.Thriller:

    Me encanta cargarme mis propios comentarios antes de enviarlos.

    Desde luego la idea general es tentadora. Entiendo que entonces el concepto agujero negro es falso, porque sólo lo es en apariencia (temporal).

    Pero como no conozco los detalles del asunto, así a bote pronto tengo un par de puntos oscuros.

    Todo el problema radica en la velocidad de escape. En nuestra descripción actual tenemos una superficie en torno al origen del campo donde la velocidad de escape alcanza c, lo llamamos horizonte de eventos y a partir de ese púdico velo la RG se lava las manos, agujero cósmico y fuera. En una aproximación totalmente clásica (y rotundamente falsa), es también patente que por debajo de la superficie de horizonte existen regiones donde la velocidad de escape es superior a c, aunque retorzamos el espaciotiempo el acúmulo de materia no deja mucho margen, y aunque la MC es muy buena metiéndole el trinchador a la causalidad, las tripas de un AN son un reto de primera.

    Otro problema que no veo es el rebote. Tanto si tenemos una formidable explosión como si un pacífico surtidor, entiendo que la devolución de materia requiere un exceso de energía en el balance total respecto a la que coloca el campo gravitatorio (con su consiguiente incremento de entropía). Entiendo que esta energía sale, digamos así, de la propia textura cuántica del espaciotiempo (o no, no lo sé), pero aunque mi interpretación sea mala a rabiar entiendo que un balance de energía siempre hace al caso y ese excedente tiene que salir de alguna parte.

    Si laa estrellas de Planck pueden ser parte (mayor o menor) de la MO… Es otra idea tentadora. Pero creo recordar que existían estudios que ponían límites al tamaño tanto en masa como en volumen de los constituyentes de la MO para un tipo de distribución que no pase de marginal.

    A ver por dónde vamos por aquí y a dónde llegamos.

  3. lluís:

    Después de los muchos procesos que una partícula podría experimentar al caer dentro del AN, más los que se darían en el proceso de ‘reversión’ a Agujero Blanco, ¿se podría ‘leer’ la información del estado resultante de la partícula ‘recuperada’ tras todo ese galimatías. ¿Realmente se puede hablar de que se conservaría la información?

    En realidad el problema es cómo definir una teoría cuántica de campos ( y la GCL lo es) en el espacio-tiempo curvo de la Relatividad General, porque entonces es cuando surge el problema de que no se sabe como definir las partículas, excepto precisamente en los AN, en los que parece que sí hay regiones en los que se pueden definir partículas. Muy lejos de los AN, la gravedad disminuye y se dice que en el ‘infinito’ se anula, por tanto en el ‘infinito’ la geometría debe ser plana, ante la ausencia de gravedad,y esa geometría plana es, justamente, la de la Relatividad Especial.

    Lo malo, a efectos de definir partículas, es que hay un ‘infinito’ en el pasado y otro en el futuro, partículas en el pasado del AN y en el futuro del AN. Y no parece que puedan ser equivalentes las interpretaciones de partículas en el pasado del AN y partículas en el futuro del AN (infinitos ambos, pasado y futuro) y suprimir el tiempo no parece posible.

    ¿Qué puede pasar si se obliga a una teoría cuántica de campos, en el contexto del AN para poder tener una interpretación en términos de partículas? ¿Surge algún tipo de radiación distinta a la radiación de Hawking?

    Y además ( y como previa cuestión, mejor) está el problema de los ‘observadores’ unos a velocidad constante no van a ver partículas y otros ‘acelerados’ sí las verán.

    En fín, cuanto más piensas sobre estas cosas, más rarezas y más preguntas te haces. Pero es imprescindible a parte de bonito que vayan surgiendo ideas y más ideas. Así avanza la ciencia.

  4. Alvaro:

    ¿Y si la materia oscura no es más que la materia expulsada por los llamados agujeros blancos pero que tampoco serían visibles por el cambio de estado que han sufrido al pasar por el agujero negro?

  5. tomás:

    Lamento no entender…: «… o un tamaño incluso mayor», en el primer párrafo tras la segunda ilustración. ¿No será incluso menor, aunque debería ser imposible, o sobra el «incluso» y debería poner «algo mayor»? Si alguien fuese tan amable…

  6. tomás:

    Veo que nadie hace caso a mi solicitud de amabilidad. Debe ser que estáis todos comprando o preparando las fiestas: viajando, ahora escuchando la lotería, o lo que sea. No os amargo la fiesta.
    Chao.

  7. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Eso quiere decir que las estrellas de Planck pueden tener la longitud de Planck o ser mayores, por lo que la menor distancia posible (la longitud de Planck) sería la cota inferior.

    Felices Fiestas.

  8. tomás:

    Muchas gracias, Neo. Creo que comprendo. Al hablar del tamaño de los agujeros negros, la comparación del horizonte de sucesos y la longitud de Plank, se referirá al diámetro. O sea minimísimo, aunque la masa sea descomunal; o incluso mayor. No lo pongo por que sí; es la palabra que me despistaba. Aclarada la cosa para mí, supongo, vuelvo a darte las gracias.

  9. David:

    ¿Y que hay del modelo de ambiplasma o del universo eléctrico? Se basa en modelos de chorros de plasma eléctrico. Según este modelo, no existen los agujeros negros.

  10. NeoFronteras:

    David, ya se le dijo en el pasado que eso era basura. Lo sigue siendo en 2019 y lo seguirá siendo en el futuro.

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